Las ciudades del continente Americano están experimentando cambios dramáticos y acelerados. Las significativas variaciones demográficas y los avances tecnológicos tienen un impacto cada vez más fuerte en el modo de vida de la región. Según estudios recientes, América Latina y el Caribe tienen la tasa más alta de urbanización en el mundo en desarrollo. Asimismo, el porcentaje de población que vive de las regiones urbanas se ha duplicado, pasando de 41% a 80% en los últimos 60 años.

Con el objetivo de destacar los avances con respecto a las ciudades sostenibles, la Organización de Estados Americanos (OEA), con la financiación de US / OEA, en colaboración con instituciones públicas de Panamá, ha organizado un curso de ciudades sostenibles para un grupo de profesionales de la transformación urbana y social. El curso de ciudades sostenibles ofrece una visión general integral de los diferentes aspectos que contribuyen a la construcción de comunidades sostenibles, dirigidas a diferentes temas emanados de la Primera Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible en las Américas, celebrada en Santa Cruz de la Sierra en diciembre de 1996. En este contexto, la sección II.3 las ciudades y comunidades sostenibles reconocidos:

• La incorporación de los sectores más pobres y más desfavorecidos de la población en el proceso productivo, entre otras cosas, crear puestos de trabajo a través de la inversión pública y privada y ampliar y mejorar el acceso al crédito y a tecnologías que respeten el medio ambiente;
• Crecimiento en la creación de empleos en las pequeñas y medianas empresas mediante la simplificación de trámites, burocracia y las operaciones que les afecten y promover la competitividad económica y la eficiencia ambiental de las unidades de producción en las zonas urbanas como rurales;
• Reducción de la brecha en materia de vivienda y expansión de los servicios de infraestructura básica a través de un enfoque amplio para el rápido crecimiento urbano, incluyendo el uso tecnologías limpias y seguras;
• Promoción de la calidad de vida en ciudades y comunidades, teniendo en cuenta sus circunstancias espaciales, económicos, sociales y ambientales y
• Aseguramiento de las prácticas industriales y de transporte más eficientes y menos contaminantes para reducir el impacto ambiental adverso y promover el desarrollo sostenible en ciudades y comunidades.