Cuando los Gobiernos nacionales se ponen del lado de su pueblo y construyen una relación de confianza, pueden mitigar las peores amenazas de la información errónea y, a su vez, evitar más pérdidas de vidas y medios de vida.
El asesoramiento sobre COVID-19 cambia con rapidez conforme evolucionan los conocimientos médicos; es esta evolución veloz y los efectos paralizantes sobre la vida y los medios de subsistencia los que han despertado la sed pública de información. Las redes sociales, las fuentes informales de noticias y el periodismo marginal han llenado este vacío, a menudo sembrando miedo, estigmatización, discriminación y confusión.