Washington, D.C. – En el Día Internacional de la Visibilidad Bisexual, observado el 23 de septiembre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recuerda que las personas bisexuales están en riesgo particular de padecer problemas de salud mental, debido a la invisibilidad, estigma y al estrés particular que pueden sufrir por cuenta de su orientación sexual. En ese sentido, urge a los Estados miembros de la OEA a reconocer y visibilizar la bisexualidad como una orientación sexual, y a garantizar el derecho de las personas bisexuales a vivir una vida libre de todas las formas de violencia.
Debido a su atracción emocional, afectiva o sexual por personas del mismo género y de un género distinto, la orientación sexual de las personas bisexuales es constantemente cuestionada; en ocasiones, incluso, ven su propia experiencia negada. Dicho cuestionamiento aleja a esas personas de las discusiones sobre los derechos y protecciones garantizados a las distintas orientaciones sexuales, perpetuando una situación de invisibilidad que puede ser evidenciada en la recopilación de datos, en la salud e, incluso, dentro de sus propias comunidades, en donde la bisexualidad, a menudo, se pasa por alto.
Esta invisibilidad tiene efectos en la inexistencia de datos relativos a la violencia y discriminación a las que estas personas están sometidas, así como en la debilidad y deterioro de su salud mental. Según información obtenida por la CIDH, las personas bisexuales han demostrado mayor riesgo de padecer depresión, ansiedad, alcoholismo, desórdenes alimenticios, estrés emocional y, finalmente, mayor riesgo de morir por suicidio, en comparación con las personas gay y lesbianas.
Al respecto, la Comisionada Flávia Piovesan, Relatora sobre los derechos de las Personas LGBTI, reiteró que “el diseño y la implementación de medidas integrales para garantizar el derecho de las personas bisexuales a acceder a los servicios de salud deben iniciar con el reconocimiento de su existencia y su visibilidad, además de observar los estándares interamericanos sobre igualdad y no discriminación y tomar en cuenta las diferentes circunstancias, características personales y factores que hacen a las personas bisexuales especialmente vulnerables a la a sufrir problemas de salud mental”.
La CIDH considera que la bisexualidad es una categoría de orientación sexual protegida bajo los estándares interamericanos y que la invisibilidad a que las personas bisexuales están sometidas afecta directamente a la salud mental de esas personas. Por ello, urge a los Estados miembros de la OEA a garantizar la adopción de políticas públicas y normativas que, como primer paso busquen combatir el prejuicio social mediante programas de concientización sobre las distintas sexualidades. Además llama a los Estados a promover el acceso comprensivo a servicios de salud de calidad, con el fin de evitar el deterioro de la salud mental de las personas bisexuales, garantizando que esas personas puedan desarrollar sus proyectos de vida de forma plena, basados en sus propias experiencias individuales.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 236/19