Libertad de Expresión

Comunicado de Prensa R36/11

RELATORÍA ESPECIAL CONDENA LA MUERTE VIOLENTA DE UN PERIODISTA EN BOLIVIA

 

R36/11

 

Washington D.C., 28 de abril de 2011 — La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condena la muerte violenta del periodista David Niño de Guzmán y considera de la mayor importancia la orden impartida por el gobierno del presidente Evo Morales, para investigar de manera inmediata las circunstancias del deceso. La Relatoría Especial encuentra fundamental que las autoridades  emprendan investigaciones exhaustivas y diligentes con el fin de impedir la impunidad de esta muerte, esclarecer sus móviles, reparar a los familiares del comunicador y evitar la repetición de este tipo de hechos de violencia extrema.

 

De acuerdo con la información recibida, David Niño de Guzmán había desaparecido  desde la noche del martes 19 de abril, cuando salió de su apartamento tras recibir una llamada telefónica,  y apareció muerto el jueves 21 de abril, en el lecho de un río en La Paz, destrozado por una carga explosiva.  Las autoridades todavía desconocen la razón del fallecimiento e investigan varias hipótesis. La Relatoría Especial solicita a los investigadores no descartar la posibilidad de que las causas de la muerte se originen en el ejercicio profesional del periodismo.

 

David Niño, de 42 años, era el Jefe de Prensa de la Agencia  de Noticias Fides, un medio de comunicación de la Iglesia Católica en Bolivia. Durante más de 15 años había trabajado con diversos medios de comunicación bolivianos, como Presencia,  Última Hora, La Razón y El Diario.

 

El principio 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión señala que el "asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada". En efecto,  hechos de esta naturaleza no solo lesionan los derechos humanos de las víctimas sino que generaran un gravísimo efecto intimidatorio que afecta severamente el derecho a la libertad de expresión.