Washington, D.C./Panamá – La CIDH lamenta profundamente la decisión de impedir hoy el ingreso de su delegación a Venezuela. La delegación de la CIDH tenía previsto observar en el terreno la situación de los derechos humanos en el país. Asimismo, anuncia que se encontrará con las víctimas y familiares de violaciones de derechos humanos y con organizaciones de la sociedad civil en la frontera entre Colombia y Venezuela.
En julio de 2019, la CIDH anunció una visita in loco a Venezuela, que pretendía realizarse del 4 al 8 de febrero, con el objetivo de reunirse con grupos de víctimas de violaciones a los derechos humanos, beneficiarios de medidas cautelares, representantes de la sociedad civil, movimientos sociales, estudiantiles, académicos y otros actores relevantes. La visita se organizó en aceptación a la invitación realizada por el Representante Permanente ante la OEA designado por la Asamblea Nacional de Venezuela, reconocido por la Asamblea General de la Organizaciones de los Estados Americanos, en consideración del llamado persistente y amplio que durante años ha realizado la sociedad civil venezolana a la CIDH, teniendo como centro de su preocupación a las víctimas.
La Comisión informa a la comunidad internacional, que a pesar de lo
anterior, a la delegación compuesta por la Presidenta de la CIDH y Relatora
para Venezuela, Comisionada Esmeralda Arosemena de Troitiño; el Secretario
Ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão; el Relator Especial para la Libertad de
Expresión, Edison Lanza; y especialistas de la Secretaria Ejecutiva, le fue
prohibido el abordaje al vuelo desde la ciudad de Panama en dirección a
Caracas, segun notificación recibida por la aerolínea.
La Comisión rechaza ese tratamiento de la manera más enérgica, y advierte
que es propio de regímenes autoritarios no permitir el escrutinio
internacional ni la observancia de la situación de los derechos humanos, lo
cual perjudica, especialmente, a las víctimas de violaciones a los derechos
humanos, y obstaculiza el valioso trabajo que adelantan las organizaciones
de la sociedad civil.
Al respeto, la CIDH aprovecha esta oportunidad para reafirmar la vigencia de
su mandato y jurisdicción sobre Venezuela. En ese sentido, el impedimento
para ingresar al país, obstaculiza las obligaciones internacionales en
derechos humanos asumidas por Venezuela, así como impide el cumplimiento de
las competencias de la Comisión Interamericana de conformidad con el
artículo 106 de la Carta de la OEA y el artículo 41 de la Convención
Americana de los Derechos Humanos. La Comisión tiene como función principal promover
la observancia y la defensa de los derechos humanos en los pueblos
de América. Al efecto, las visitas in loco permiten a la Comisión, entre
otros fines, realizar sus funciones de órgano consultivo de la Organización
en materia de derechos humanos. También recordamos que el Estado venezolano
es parte de otros instrumentos internacionales que otorgan mandatos a la
CIDH, entre ellos: la Convención “Belém do Pará”; la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura y la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
Al margen de lo anterior, la CIDH ha dado un seguimiento cercano a la
situación en Venezuela y ha corroborado que persiste un muy grave deterioro
significativo en el goce de los derechos humanos. Adicionalmente, la
Comisión considera que la prolongación indefinida e irrestricta del estado
de excepción, la suspensión de los poderes de la Asamblea Nacional
democráticamente electa, la débil independencia judicial, la extralimitación
de funciones de la Asamblea Nacional Constituyente, la ausencia de garantías
para la celebración de elecciones libres y, en general, la falta de
subordinación de las instituciones del Estado a la autoridad civil
evidencian la ausencia de Estado de Derecho.
En este sentido, la CIDH hace un llamado para que Venezuela retome un
compromiso decidido con los derechos humanos y adopte medidas concretas para
superar la grave crisis institucional, económica y humanitaria en la que
está sumergido el país.
Pese a lo ocurrido el día de hoy, la Comisión ha decidido dar seguimiento a
su objetivo de encontrarse con las víctimas, para lo cual se desplazará
inmediatamente a la frontera entre Colombia y Venezuela. En ese sentido,
extiende un especial agradecimiento al Gobierno de Colombia, que ofreció las
condiciones necesarias para permitir a la delegación de la CIDH realizar la
visita a la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, lo que permitirá a la CIDH
reunirse, documentar y recabar testimonios de víctimas y familiares sobre
las graves violaciones de derechos humanos en Venezuela.
Finamente, la CIDH se pone a disposición de la sociedad civil venezolana
para ofrecer acompañamiento para superar la crisis institucional de
Venezuela por medio de su Mecanismo Especial de Seguimiento para Venezuela -
MESEVE- y reafirma que mantendrá un compromiso indeclinable con las víctimas
de violaciones a los derechos humanos en ese país.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 020/20