El Observatorio de Impacto CIDH presenta la serie de testimonios sobre el rol e impacto de la Comisión Interamericana en la protección y promoción de los derechos humanos en las Américas desde su creación en 1959.
Las personas entrevistadas reflexionan sobre el impacto de la CIDH en la defensa y protección de los derechos humanos y como fue convirtiéndose en una institución clave y de referencia regional que ha contribuido con el restablecimiento de la democracia en varios países, con los procesos de memoria, verdad y justicia, a lo largo de sus más de 60 años de existencia.
Este espacio, el Observatorio de Impacto irá publicando entrevistas a personas referentes en la historia institucional y de los derechos humanos en la región, y que han colaborado con la construcción y legado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Marck Shneider
Mark Schneider es especialista de derechos humanos y tuvo un cercano e importante rol para que la CIDH realizara las históricas visitas in loco a Nicaragua (1978) y Argentina (1979). En esta serie aborda el rol de la CIDH como referente confiable y objetivo para comprender la situación de los derechos humanos en los países de la región.
Comisión Interamericana: Referente y aliada en la protección de los derechos humanos, los procesos de justicia transicional y la lucha contra la corrupción en la región
Mark Schneider* con base en sus experiencias con la CIDH y como especialista en derechos humanos, desarrollo, resolución de conflictos y Construcción Post Conflicto en América Latina y el Caribe, nos habla en esta entrevista sobre su perspectiva respecto al papel de la Comisión como actor clave en la defensa de los derechos humanos en América Latina durante la década de 1970, como referente en derechos humanos, su contribución en la lucha contra la corrupción y los retos que enfrenta en su misión.
CIDH como aliada y referente en derechos humanos.
La década de 1970 marcó un momento crucial en la promoción de los derechos humanos en América Latina y fue cuando algunos países de la OEA reconocieron la importancia de abordar las violaciones de derechos humanos en la región, como las que ocurrieron en el marco de golpes de Estado y regímenes militares como en Chile y El Salvador.
"Cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos publicaba informes sobre tortura y violaciones de derechos humanos, esto tenía un significado y un impacto importantes. Estos informes se convirtieron en una herramienta para presionar a los regímenes violadores de derechos humanos, incluso en liberaciones individuales de presos políticos. La Comisión se convirtió en la voz de las víctimas y brindó esperanza a quienes estaban detenidos".
Mark Schneider considera que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se ha establecido como un referente confiable y objetivo para comprender la situación de los derechos humanos en los países de la región. Sus investigaciones exhaustivas y la presentación de informes sólidos le han otorgado una gran credibilidad. Tanto académicos como gobiernos reconocen la importancia de recurrir a los informes de la Comisión para obtener una visión completa de la situación de los derechos humanos en diferentes países.
La lucha contra la corrupción y su impacto en los derechos humanos
La corrupción es un flagelo que socava los derechos humanos y debilita las instituciones democráticas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha asumido un rol importante en la lucha contra la corrupción en la región. A través de la adopción de la Convención Interamericana contra la Corrupción ha fortalecido su mandato y le ha permitido abordar las implicaciones de la corrupción en los derechos humanos. La impunidad en los sistemas judiciales, la falta de transparencia y el desvío de recursos públicos, causan una gran afectación a los derechos fundamentales.
"La adopción de la Convención Interamericana contra la Corrupción ha ampliado el rol de la Comisión. La corrupción tiene implicaciones para los derechos humanos, tanto económicos como políticos. La impunidad en los sistemas judiciales, evidente en Guatemala, Nicaragua y El Salvador, niega los derechos individuales a un proceso justo. Por ejemplo, la expulsión y nombramiento de nuevos miembros en la corte de El Salvador sin procedimiento constitucional es una clara violación. En este estado de emergencia, se están violando los derechos civiles individuales y las cortes permanecen en silencio."
Justicia transicional y el papel de la Comisión
En su misión de proteger los derechos humanos, la Comisión Interamericana ha desempeñado un papel fundamental en el ámbito de la justicia transicional. En países que han experimentado violaciones masivas de derechos humanos en el pasado, como Colombia y El Salvador, la Comisión ha abogado por la implementación de mecanismos de justicia que garanticen los derechos de las víctimas y promuevan una transición hacia la democracia. Su experiencia y recomendaciones han contribuido a establecer estándares aceptables en términos de justicia y reconciliación.
"Creo que la justicia transicional presenta un desafío al tratar con regímenes anteriores. Simplemente pedir castigo no es suficiente; es necesario reconocer los derechos de las víctimas y lograr una transición democrática en la que el régimen renuncie al poder. El historial de violaciones de derechos individuales no puede ser pasado por alto, las víctimas deben ser incluidas en el proceso."
"La Comisión ha desempeñado un papel crucial al definir lo que es aceptable en términos de justicia transicional, especialmente en países como Colombia, y en menor medida, en El Salvador, Guatemala y Nicaragua. La justicia transicional es fundamental tanto para las víctimas como para el futuro de las instituciones democráticas y judiciales. Sin embargo, es necesario hacer más para prestar atención a las víctimas y asegurar que las instituciones judiciales reconozcan su pasado y establezcan medidas que garanticen la legitimidad en el futuro."
Retos y perspectivas
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se convirtió en un actor clave en la defensa de los derechos humanos en América Latina durante la década de 1970. Su papel como organismo regional independiente y creíble permitió que sus informes e investigaciones tuvieran un impacto significativo en la promoción de los derechos humanos y la transición hacia la democracia en la región.
"Hoy la Comisión enfrenta un gran desafío con regímenes autoritarios consolidados en Cuba, Venezuela y Nicaragua, así como tendencias preocupantes en El Salvador, Guatemala y Honduras. Es crucial abordar cómo avanzar hacia el respeto de la Carta Democrática Interamericana y garantizar los derechos individuales y la democracia institucional en estos países. La Comisión debe centrarse directamente en estos desafíos."
"No es función de la Comisión buscar cambios políticos en ningún país, pero sí es su responsabilidad resaltar de manera explícita las violaciones de derechos garantizados por las convenciones. Es crucial revisar y fortalecer los esfuerzos en el ámbito de la justicia transicional. Los países de la región preocupados por los derechos humanos deben respaldar a la Comisión, garantizando su autonomía, independencia y recursos."
A pesar de los avances logrados, la CIDH enfrenta desafíos significativos en su labor. La resistencia de algunos gobiernos y la falta de voluntad política son obstáculos que dificultan su trabajo. Asimismo, la creciente polarización política en la región y la erosión de las instituciones democráticas plantean nuevos desafíos para la protección de los derechos humanos. Sin embargo, en la actualidad la Comisión sigue teniendo un rol fundamental para la promoción de la justicia, la rendición de cuentas y el respeto de los derechos humanos en las Américas.
Mark L. Schneider* es asesor sénior en el Programa de las Américas y la Iniciativa de Derechos Humanos en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS, por su siglas en inglés) y en la Fundación Panamericana para el Desarrollo. Es también profesor adjunto de la Universidad Americana. En su rol de asesor en el Congreso del Senador Ted Kennedy Schneider contribuyó a que se mantuviera y se incrementara el presupuesto de la CIDH cuando un posible recorte había puesto en riesgo la existencia de la institución.
Schneider estuvo involucrado desde la administración Carter en la ratificación de la Convención Americana de Derechos Humanos y conoce de primera mano la historia sobre cómo el gobierno de Estados Unidos estuvo involucrado en facilitar que se llevara a cabo la visita in loco de la CIDH a Nicaragua en 1978 y a la Argentina en 1979.
Roberto Goldman
Roberto Goldman, ex Comisionado entre 1995 y 2004, habla desde sus memorias sobre el importante rol de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, durante las dictaduras militares en la región y los retos para proteger los derechos ante el resurgimiento de nuevos tipos y formas de gobiernos autoritarios en la actualidad.
El impacto de la CIDH durante las dictaduras: Una mirada al pasado histórico para hacer frente al presente.
En entrevista con Robert K Goldman, Comisionado de la CIDH (1996 – 2003), habla desde sus memorias sobre el importante rol de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, durante las dictaduras militares en la región y los retos para proteger los derechos ante el resurgimiento de nuevos tipos y formas de gobiernos autoritarios en la actualidad.
En el marco de las funciones de su Observatorio de Impacto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se ha dado a la tarea de reflexionar y medir el impacto de su trabajo en la defensa y protección de los derechos humanos y documentar su legado. En esta ocasión presenta una serie de reportajes audiovisuales para dar cuenta de este impacto a lo largo de la historia.
En entrevista con Robert K. Goldman, de Estados Unidos, quien se desempeñó como Comisionado de 1996-2003 y fue presidente de 1999 a 2000, nos cuenta sobre sus memorias y perspectivas respecto al trabajo que realizó la CIDH frente al autoritarismo, la defensa de la democracia y el Estado de derecho en los países de las Américas.
Este relato representa un testimonio que sirve para enfrentar las amenazas y retos actuales frente al resurgimiento de nuevos modelos y prácticas autoritarias, excluyentes y contrarias a la democracia y al Estado de derecho en los países de región, que resultan en violaciones masivas de derechos humanos.
Los informes y visitas de la CIDH tuvieron un gran impacto en visibilizar crímenes de lesa humanidad y las graves violaciones a los derechos humanos a lo largo de la historia, en salvar vidas y en los procesos posteriores de memoria, verdad y justicia.
Goldman destaca que las visitas y los informes que realizó la CIDH en el contexto de las dictaduras militares en países como Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y Perú, tuvieron un gran impacto para visibilizar las violaciones de derechos humanos que se cometieron durante las dictaduras y las medidas sancionatorias que se realizaron contra estos países, incluso llevando al desmantelamiento de estos regímenes.
Por ejemplo, tras la visita de Argentina en 1979, se pudieron recabar los testimonios de miles de personas, los cuales sirvieron para revelar en el informe realizado por la CIDH, el modus operandi de la dictadura y su política de desapariciones.
"Estos informes tenían mucha autoridad y fueron usados no solo por varios gobiernos, para trazar sus políticas bilaterales, sino por grupos intergubernamentales, el Parlamento Europeo, etc"
Sin embargo, no en todos los casos se le permitió a la CIDH realizar una visita. En el caso de Uruguay, por ejemplo, el informe se elaboró a partir de información pública y este dio cuenta de la destrucción sistemática de las instituciones y de la independencia del Poder Judicial, que llevó a la consolidación del poder militar en el gobierno y constató las denuncias de desapariciones y torturas que muchas personas realizaron.
El rol y el impacto de la CIDH para que el gobierno de Fujimori en el Perú llegara a su fin
La CIDH tuvo un gran rol en el retiro de Fujimori del poder y la disolución del régimen en Perú. Goldman recuerda como Fujimori subió al poder haciendo promesas de restaurar la democracia y la seguridad en el país. En ese momento la Comisión se mantuvo al margen, pero ante la destrucción del Estado de derecho en nombre de la seguridad nacional, despidos en la Corte Constitucional, su postulación inconstitucional a un tercer mandato y los escuadrones de la muerte del grupo La Colina, la CIDH empezó a recibir denuncias que pasaron a ser casos emblemáticos tramitados de manera expedita y enviados a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
"La Comisión empezó a ver que hubo una destrucción sistemática del Estado de derecho, en nombre de la seguridad nacional y demás (…) La Comisión entonces obtenía casos emblemáticos de situaciones que pasaron bajo el gobierno de Fujimori y hacía un procesamiento y sometimiento rápido de estos ante la Corte Interamericana, luego incorporó a Perú en el Capítulo IV y finalmente solicito visitar el país, y lo logró con la anuencia de este Estado"
La CIDH incorporó a Perú en el Capítulo 4 del Informe Anual[1] y ante esta situación finalmente Fujimori decidió aceptar la visita de la CIDH que resultó en un informe integral que dio cuenta de las graves violaciones a los derechos humanos que estaban ocurriendo en el pais, el cual Goldman tuvo la oportunidad de presentar en la Asamblea General de la OEA[2] que se realizó en Canadá. Este informe fue tan impactante que la Asamblea decidió descartar todos los otros puntos de su agenda y los Estados, cada uno, se enfocaron en la situación de Perú y en tomar medidas contra Perú, rememoró Goldman. Poco después de esto Fujimori dejo el poder.
Las denuncias de las víctimas y la tramitación de casos y medidas de protección salvaron vidas y permitieron relevar las violaciones de derechos humanos que estaban ocurriendo en las dictaduras.
Las personas denunciantes y sus casos fueron los que permitieron relevar muchas de las situaciones de violaciones durante las dictaduras, y marcaron un hito en la historia de la Comisión: la creación de jurisprudencia y la implementación de un sistema de soluciones amistosas.
"La CIDH es el lugar donde llegan las personas que no pudieron obtener justicia y verdad internamente", por esto decidir los casos y enviarlos a la Corte, cuando aplica, debe seguir siendo uno de los principales énfasis de la Comisión, para que la gente pueda hacer justicia. "Sé que, en Colombia, cuando estuve allí, la Comisión salvó vidas, al poner medidas provisionales para defensores de derechos humanos, para otros, para las comunidades... Lo sé, la Comisión juega un papel importante de esa manera. Sé que lo hizo."
La CIDH seguirá enfrentando situaciones de violaciones de derechos humanos en el futuro y es fundamental conocer su historia para hacer frente a los desafíos actuales y repetidos.
Con respecto a las reformas y cambios que se han realizado en la Comisión en los últimos años, Goldman destaca que muchas veces son algunos Estados que ejercen presión para realizar reestructuraciones que no siempre buscan fortalecer el mandato institucional, sino más bien servir a intereses propios de los Estados.
En la época de su mandato como comisionado, la CIDH se enfrentaba a una situación difícil y tensa con los Estados por su posición como cuestionador de las violaciones cometidas en los regímenes. Hoy en día no es muy distinto este escenario frente a la consolidación de nuevos regímenes autoritarios, que no surgen como golpes de Estado, sino bajo elección democrática. La CIDH hace frente a problemas relacionados a los derechos humanos que surgen de este tipo de gobiernos, como la migración de personas y los problemas de criminalidad que afectan exponencialmente a poblaciones vulnerables como mujeres, niñas niños y adolescentes, personas mayores, pueblos indígenas, pueblos afrodescendientes y comunidades LGBTI.
‘'Muchas cosas son repeticiones de temas que hemos visto antes, pero solo con actores diferentes.
Entonces es bueno conocer la historia de la Comisión, cómo la Comisión, los Comisionados anteriores y el personal reaccionaron a esos desafíos."
Para Goldman la Comisión ha jugado un rol muy importante en el sentido de la alerta temprana de situaciones de derechos humanos que van mal en países de la región, en especial a través de la recepción y tramitación de denuncias y considera que, a pesar de la escasez de recursos, históricamente la institución se ha desempeñado con bastante credibilidad y sus decisiones respecto a soluciones amistosas, casos ante la corte y reparaciones han sido de lo más progresista.
Goldman concluye destacando que la democracia y las elecciones no han sufrido cambios significativos a lo largo del tiempo. Sin embargo, los problemas de exclusión de los pueblos indígenas, la discriminación basada en género, preferencia sexual y otros seguirán existiendo. Por esta razón, tanto la Comisión como la Corte deben mantenerse a la vanguardia para abordar estos problemas.
[1] http://www.cidh.org/countryrep/peru2000sp/capitulo4.htm
El CAPITULO IV
La CIDH estudia la situación de los derechos humanos en los países del Continente y con tal propósito elabora informes especiales respecto de algunos de ellos.
Con estos informes , se ha podido contribuir a modificar la conducta de un Estado en cuanto a su observancia de los derechos humanos o, en algunos casos, tales informes han permitido dejar constancia de que la conducta del Estado se adecua a los compromisos internacionales que ese Estado ha adquirido en materia de derechos humanos.