La epidemia de zika en Brasil inauguró un nuevo momento de discusión sobre la interseccionalidad para la protección y garantía de la justicia reproductiva en América Latina.
Esa crisis sanitaria demostró la urgencia de centrarse en las experiencias de las niñas y las mujeres en las respuestas al virus y sus consecuencias, y evidenció cómo las mujeres pobres, negras y vulnerables son afectadas por su condición invisibilizada en dicha respuesta.
A partir de esta omisión se propuso construir una respuesta feminista a la emergencia a través de una serie de acciones a nivel nacional para garantizar la justicia reproductiva de las mujeres y las niñas durante la epidemia y la posepidemia.
Estas acciones se basaron en la construcción de narrativas para provocar la implementación de políticas públicas basadas en la evidencia y para el acceso de las familias a las garantías sociales, catalizar acciones de incidencia para la revisión legal, así como desarrollar acciones de movilización política y comunitaria que contribuyan a empoderamiento y liderazgo de mujeres y niñas en sus territorios.
Se construyó una arquitectura feminista interseccional y multidisciplinar para la transformación social que integró la investigación social y de salud pública, la comunicación, la movilización política y comunitaria y el litigio estratégico. A través de la publicación de artículos, columnas, libros y documentales, fue posible ampliar el acceso a la información sobre el tema. Además, el trabajo de movilización comunitaria contribuyó a la organización política de las mujeres a través de la construcción de asociaciones de familias afectadas, un espacio en el que colectivamente articulan sus propias demandas, afectando sus respectivos territorios.