Personas a cargo de las presentaciones:
Luis Almagro, Secretario General de la OEA
Bill Cassidy, Senador de los Estados Unidos de América por el Estado de Louisiana.
Gastón Schulmeister, Director del Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional de la OEA.
Ana Linda Solano, Profesora de investigación en la universidad externado de Colombia
Joseph Humire, Director del Centro para una Sociedad Libre y Segura
Ricardo Ortega, Presidente del Grupo Energía Bogotá
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Tal como el COVID-19 obligó a la población mundial a cambiar la mayoría de las actividades en línea, las actividades ilícitas también se están expandiendo a través de canales virtuales, exacerbando aún más las redes existentes, ya sea en forma de piratería, prostitución, lavado de dinero, tráfico de vida silvestre, tráfico de personas, venta de productos falsificados, o el comercio de drogas ilegales. Este resurgimiento de actividades ilegales refuerza aún más que las economías ilícitas que están emergiendo como un campo de acción interdisciplinario que ha impactado vidas individuales y sociedades en todo el mundo. Las economías ilícitas debilitan la confianza en el gobierno, promueven la desigualdad, con frecuencia deriva en violencia, corrupción y explotación y exacerban la malversación de recursos internos que podrían movilizarse para satisfacer las necesidades urgentes de la sociedad.
Sin embargo, para muchas comunidades que viven en la pobreza y en áreas afectadas por conflictos en todo el mundo, las actividades económicas ilícitas promueven soluciones a corto plazo a los problemas inmediatos que enfrentan. Además, en contextos donde las economías ilícitas sacan a las comunidades de la pobreza, los actores del desarrollo pueden ser reacios a alinearse con los esfuerzos disruptivos.
Dichas dinámicas plantean dilemas para los actores del desarrollo y la seguridad, donde las economías ilícitas causan un daño significativo, vinculado al conflicto y la corrupción, al mismo tiempo que brindan 'soluciones' a los afectados, principalmente el segmento más vulnerable de la población.
El objetivo de esta actividad es generar conciencia sobre las economías ilícitas —un tema que tiene un impacto significativo en los Estados Miembros de la OEA—, con el objetivo de facilitar una plataforma de diálogo con el sector privado para explorar alianzas para abordar el tema, promoviendo el intercambio de experiencias, lecciones aprendidas y buenas prácticas entre países de la región.
Este foro está dirigido a los Estados Miembros de la OEA; gobiernos locales de la región trabajando en el tema; representantes de instituciones multilaterales, sociedad civil, ONGs, academia y sector privado. Esta actividad está organizada por el Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional y patrocinada por Phillip Morris International.