Discursos

EMBAJADOR JORGE VALERO, REPRESENTANTE PERMANENTE DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PALABRAS DEL EMBAJADOR JORGE VALERO EN EL CONSEJO PERMANENTE DE LA OEA, TEMA: DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DEL PERÚ SOBRE EL DESARROLLO DE SU PROCESO ELECTORAL, SOLICITADO POR LA MISIÓN PERMANENTE DEL PERÚ

3 de mayo de 2006 - Washington, DC


El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela quiere dejar constancia de su posición en este foro, dada la decisión adoptada por el gobierno peruano de dar una dimensión multilateral, a un asunto de carácter estrictamente bilateral.

Venezuela defiende con absoluta determinación los principios de soberanía; de libre determinación de los pueblos y de no intervención en los asuntos internos de los Estados. La Constitución Bolivariana, que es nuestra guía filosófica y política fundamental, consagra, entre sus principios, la cooperación pacífica entre las naciones, impulsar y consolidar la integración de nuestros pueblos. Somos amantes de la paz y de la coexistencia entre las naciones.

En defensa de estos principios se nos va la vida. Por eso, el Gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías defiende con tanta pasión el derecho que tiene nuestro pueblo a construir su propio modelo político, económico y social. Nadie nos hará torcer el rumbo que hemos tomado para edificar un nuevo modelo de país, de naturaleza verdaderamente democrática, basado en la justicia social, la libertad, la igualdad, la solidaridad, y forjada con la participación protagónica de todos los venezolanos y venezolanas.

Exigimos, por lo tanto, que se respete el gobierno que lidera el Presidente Hugo Chávez Frías. Nadie puede horadar su alta investidura, que representa la dignidad y la soberanía de nuestra nación.

Nuestro gobierno tiene el derecho y el deber de responder a las agresiones que se lanzan contra nuestro proceso revolucionario y nuestro Presidente.

De manera responsable puedo asegurar ante este foro, que el gobierno Bolivariano solo ha respondido, de manera firme y categórica, cuando se ha agredido la dignidad del pueblo venezolano y sus instituciones democráticas.

Reiteramos nuestra disposición de mantener relaciones amistosas con todos los países del orbe, siempre y cuando se respete la soberanía y la dignidad de la nación venezolana y sus líderes.

Perú, tierra señera de la lucha emancipadora, esta metido muy hondo en el corazón de los venezolanos. Fue en el marco de la independencia del Perú, que el Libertador Simón Bolívar se planteó la necesidad de integrar a toda la América del Sur. Noble sueño de el Libertador.

Recordemos que fue, desde Lima, el 7 de diciembre de 1824, cuando Simón Bolívar decidió convocar el Congreso Anfictiónico de Panamá. Desde entonces, los pueblos peruano y venezolano han convivido en un ambiente de paz, solidaridad y respeto mutuo.

Lamentablemente, en los últimos tiempos -y como consecuencia del clima electoral que reina en el Perú- las relaciones con Venezuela se han visto afectadas.

Lo cierto. Lo verdaderamente cierto, es que algunos actores y organizaciones políticas que se encuentran en campaña electoral en ese hermano país, se han empeñado en inmiscuir al Presidente Hugo Chávez Frías en el debate político-electoral. Se utiliza cualquier pretexto para lograr ese propósito.

Ante la decisión soberana del gobierno Bolivariano de anunciar su retiro de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el candidato a la Presidencia, Alan García, profirió una andanada de agresiones verbales contra nuestro Presidente, las cuales fueron ampliamente recogidas por la prensa peruana e internacional. Tengo aquí un amplio dossier de esas declaraciones.

En ese contexto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela respondió al Gobierno Peruano, mediante Nota Verbal, del 28 de abril de 2006, que nuestro gobierno no podía mantenerse silente ante tantos improperios e injurias.

La Nota señala: “Nuestro Gobierno se resiste a pensar que el honorable gobierno del Perú avala las constantes y ofensivas acusaciones contra el Presidente Hugo Chávez vertidas por candidatos, que contra toda ética, consideran bueno hacer acusaciones ya no sólo contra sus contendientes electorales, sino sobre líderes reconocidos por sus pueblos como ocurre en los casos de los Presidentes Hugo Chávez y Evo Morales”.

Señores Representante Permanentes y Alternos.

El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela considera que la normalización de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Perú debe ser obra de venezolanos y peruanos.

El gobierno venezolano reitera su posición principista de no intervenir en los asuntos internos de ningún Estado. Igualmente ratifica su legítimo derecho de responder a las agresiones que se lancen contra nuestro país.

Queremos saludar, finalmente, la declaración emitida, el 1 de mayo de este año, por el Secretario General de la OEA, Dr. José Miguel Insulza, y las sinceras manifestaciones de preocupación expresadas por países amigos, en el sentido de que pueda restablecerse el clima de amistad que siempre debe prevalecer entre Perú y Venezuela.

Venezuela tiene especial sensibilidad ante los impactos que tiene, en países en desarrollo, caribeños y centroamericanos, la factura petrolera que afecta la balanza de pagos de dichos países.

En ese orden, ha activado programas de cooperación como PETROCARIBE, e impulsa otros programas para facilitar el pago de esa factura petrolera.

Estamos conscientes que los precios petroleros afectan a países pequeños, no productores, y provocan malestar e, incluso, protestas entre los pueblos.

La cooperación venezolana contribuye a la estabilidad y gobernabilidad democrática de los países amigos.

Estas iniciativas venezolanas deberían ser respaldadas por toda autoridad nacional que este comprometida -de verdad- con los intereses populares.

Por tanto, las objeciones a esos programas de cooperación venezolana solo podrían entenderse a la luz de lineamientos internacionales que promueven sectores foráneos, que se orientan –como lo han hecho ya con el golpe de Estado y el sabotaje petrolero- a confrontar el proceso democrático revolucionario que se lleva a cabo en Venezuela.