Discursos

JEFE DE LA DELEGACIÓN DE BRASIL
EN LA REUNIÓN DE DONANTES PARA HAITÍ

19 de julio de 2004 - Washington, D.C


El Gobierno del Brasil está deseoso de contribuir a la consecución de los objetivos de la Conferencia y está dispuesto a ayudar al restablecimiento de las instituciones de Haití y a apoyar su desarrollo económico y social.

Desde el comienzo de la crisis de Haití, el Brasil ha expresado su solidaridad con el pueblo y las autoridades de ese país. Además, el Gobierno del Brasil ha expresado sus sinceros deseos de que todos los sectores políticos de Haití encuentren la manera de preservar la democracia y asegurar el desarrollo económico. Pero, a nuestro entender, sólo se alcanzará esa meta si la comunidad internacional promueve un esfuerzo de cooperación coordinado y generoso.

De acuerdo con nuestra tradición de favorecer una solución multilateral de los conflictos, el Brasil afirmó su voluntad de participar en la fuerza de estabilización aprobada por la Resolución 1542 del Consejo de Seguridad de la ONU. Más de 1.200 soldados brasileros se encuentran hoy en territorio haitiano y constituyen, por el momento, el núcleo de la MINUSTAH. Corresponde señalar que el oportuno despliegue de las fuerzas brasileras, merced a los esfuerzos coordinados del poder ejecutivo y el congreso del Brasil, fue vital para evitar un peligroso vacío de seguridad en el país, tras la partida de la Fuerza Multinacional Provisional, hace unas semanas. En este contexto, el Gobierno del Brasil quisiera expresar su reconocimiento al Sr. Juan Gabriel Valdés, quien será el representante especial del Secretario General de la ONU en Haití.

El Gobierno del Brasil está empeñado en hallar solución a la crisis de Haití, de acuerdo con los principios de nuestra política exterior. En efecto, el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, junto con los Presidentes Chirac de Francia y Lagos de Chile, y con el Secretario General de la ONU Kofi Annan, emitió en Ginebra una declaración que apuntaba a movilizar la voluntad política y el apoyo de la comunidad mundial contra el hambre y la pobreza. No sólo los gobiernos, sino también el sector privado y la sociedad civil contribuirían a una alianza mundial con este objetivo, en el marco de los compromisos de la Cumbre del Milenio y la Conferencia de Monterrey.

Para garantizar la continuidad de esta iniciativa, el Presidente Lula da Silva proyecta organizar, con el apoyo del Secretario General de la ONU, una reunión de dirigentes mundiales, en Nueva York, el día 20 de septiembre de 2004, víspera de la inauguración del debate general de la Asamblea General de la ONU, en su 59º período ordinario de sesiones. El objetivo de esta reunión es evaluar fuentes innovadoras de financiamiento del desarrollo, aspecto de máxima importancia en el caso de Haití.

El Brasil cuenta con conocimientos técnicos sustanciales que pueden ser transferidos de inmediato a Haití. La cooperación técnica ofrecida por el Brasil es más que asistencia; no tiene fines de lucro ni condicionamientos. Por el contrario, apunta a ayudar a nuestras contrapartes en el fortalecimiento de sus instituciones y su identificación con iniciativas conjuntas. Creemos que ello es condición esencial para la transferencia y absorción de conocimientos con rapidez y efectividad.

El Brasil no es donante neto de recursos financieros en el área de la cooperación internacional y la ayuda al desarrollo. En realidad, la cooperación del Brasil con los países en desarrollo puede cuantificarse por la labor de consultores y técnicos, la promoción de cursos de capacitación, la creación de capacidad profesional y la donación de equipos pequeños que se utilizan en proyectos específicos de cooperación técnica.

En este contexto, el Gobierno del Brasil, a través del Organismo Brasilero de Cooperación, está enviando a Haitó una misión multidisciplinaria compuesta por expertos en los campos de la salud, la agricultura, la defensa civil, el agua y la gestión de residuos, entre otros, a fin de identificar los puntos focales para la pronta implementación de iniciativas que respondan a las prioridades fijadas por las autoridades haitianas.

En relación con el documento ICF 2004-2006, quisiera delinear algunas de las áreas en que el Brasil tiene idoneidad probada y prácticas óptimas, y que ofrecen posibilidades reales de ser transferidas a Haití:

a) En el campo de la energía, mencionado en el párrafo 114, el Brasil ya ha implementado con éxito proyectos para la producción de etanol como fuente sustitutiva de energía en Centroamérica;
b) En el campo del VIH/SIDA, mencionado en los párrafos 127, 156 y 157, el Brasil ha elaborado una serie de iniciativas de cooperación técnica que van de los cursos a la elaboración de un plan nacional para reducir la transmisión del virus en el nacimiento, como en el programa actualmente en ejecución en Guinea Bissau. Se han elaborado o ya se están ejecutando proyectos similares en Mozambique, Angola, Bolivia, Ecuador, Perú y Guatemala. Nos proponemos ampliar a Haití la cooperación técnica del Brasil en este campo, que incluirá esfuerzos conjuntos para intercambiar tecnologías utilizadas en el diagnóstico de la infección por VIH, y capacitar a especialistas técnicos en las áreas de la prevención, administración de programas, controles epidemiológicos e infectología;
c) También en el campo de la atención de la salud, el Brasil posee idoneidad en campañas masivas de vacunación, que pueden aplicarse de inmediato a Haití;
d) con respecto a la gestión de residuos, mencionada en el párrafo 143, las ciudades brasileras han elaborado un sistema eficiente de recolección y reciclaje de residuos urbanos que también puede ser transferido a Haití;
e) En relación con la defensa civil, el Brasil puede transferir su idoneidad con miras a organizar estructuras y redes comunitarias de bajo costo, muy útiles para la reacción local y rápida ante desastres naturales;
f) En el sector agrícola, mencionado en el párrafo 104, el Gobierno del Brasil procurará transferir nuestra experiencia en proyectos de desarrollo tropical y difundir nuevas tecnologías encaminadas a fomentar la productividad y garantizar productos de más alta calidad. El Instituto Brasilero de Investigación Agronómica (EMBRAPA) puede cooperar con Haití en áreas tales como la producción de jugos de frutos tropicales, el mejoramiento de cosechas y la asistencia técnica para una comercialización eficiente de productos agrícolas;
g) En la esfera de los derechos humanos, mencionada en el párrafo 67, el Brasil está también dispuesto a cooperar con Haití;
h) En relación con las elecciones, mencionadas en el párrafo 69, aproximadamente 100 millones de brasileros participaron en nuestras últimas elecciones presidenciales. Gracias al sistema de voto electrónico, los resultados de las elecciones estuvieron disponibles el mismo día. El Brasil puede ofrecer esta tecnología a Haití.

En resumen, el Gobierno del Brasil está dispuesto a lanzar un amplio programa de asistencia técnica para ayudar a Haití. Como lo mencioné, una misión de evaluación visitará ese país en breve con el propósito de examinar con las autoridades locales las prioridades de ese programa.