Contexto


Mensaje del Secretario General sobre Venezuela

  20 de abril de 2018

El pueblo venezolano vive hoy un éxodo involuntario, forzado por la creciente degradación económica e institucional que vive su país.

Los datos hablan por sí solos. Según la Organización Internacional para las Migraciones, en el año 2015 cerca de 698.000 venezolanos vivían fuera de Venezuela. A finales del 2017, eran ya 1,6 millones. Es muy probable que esa situación empeore si las fraudulentas elecciones del 20 de mayo finalmente se celebran y, como es previsible, consolidan el poder dictatorial del actual régimen.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ya estima que este año la cifra podría más que duplicarse, hasta sobrepasar los 3 millones, un 10 por ciento de la población total venezolana.

Esta es ya una crisis humanitaria de proporciones nunca vistas antes en las Américas. Es una obligación moral de todos los demás ayudar a los hermanos y hermanas venezolanos y venezolanas también en este aspecto.

Sabemos que migrar no es un proceso fácil. Es por esto que apoyamos los esfuerzos de ACNUR por promover la protección y la asistencia a los refugiados venezolanos.

Es por ello que también aplaudimos iniciativas de otros venezolanos fuera de su país, como Tú País Foundation y de la Fundación CDEI para crear un espacio para que los migrantes puedan adaptarse de la mejor manera posible a la nueva situación.

Desde la OEA estamos trabajando en varias iniciativas. Estamos apoyando un programa de reacomodo de refugiados en ciudades del interior de Brasil, analizando opciones de regularización legal en Ecuador, Colombia y Perú. Igualmente, estamos desarrollando una guía para los que emigran en autobús hacia el sur y preparando un estudio sobre cómo se puede complementar las iniciativas de apoyo de distintos países.

Sepan que no están solos. Sabemos lo que está padeciendo el pueblo migrante venezolano. Quiero transmitirles toda mi solidaridad y apoyo por el drama que viven y el éxodo forzado que a muchos les está tocando vivir.

Referencia: D-013/18