Comunicado de Prensa


Secretario General de la OEA llama a unir necesidad técnica y voluntad política ante el “urgente” problema de la seguridad ciudadana

  20 de noviembre de 2013

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llamó hoy a acortar la distancia entre la necesidad técnica y la voluntad política colectiva de los Estados ante el “urgente” problema de la seguridad ciudadana, y advirtió que la violencia se instala con más fuerza donde hay menos Estado: "Donde menos funciona el Estado, hay más delito", apuntó. Ambas afirmaciones las formuló hoy durante la presentación en Santiago de Chile del Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-14 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El máximo representante de la OEA aseguró que uno de los principales méritos del estudio del PNUD es que "renueva el debate regional y remece las conciencias sobre el fenómeno" y objetó sobre la poca conciencia que existe sobre la necesidad de trabajar la lucha contra el delito de manera conjunta. Hizo hincapié en la importancia de la cooperación internacional para fortalecer el combate de la inseguridad y, en ese contexto, recordó que la OEA organizará jueves y viernes en Medellín la IV Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas, uno de los muchos instrumentos de la “importante red de instituciones y convenios relativos tanto a la seguridad ciudadana como a la seguridad del Estado”, junto a otros como la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), y el Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE), las Convenciones Interamericana contra la Corrupción y la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, y la Comunidad de Policías de las Américas (AMERIPOL).

Sin embargo, el sistema debe ser mejorado, incidió el Secretario General Insulza. “Algunas de estas convenciones no han sido firmadas o ratificadas por todos los Estados de la región, muchos de los organismos técnicos no se relacionan a su vez con los organismos políticos y muchas de sus decisiones no tienen aún un marco jurídico internacional definido”, precisó.

En sus comentarios sobre el “excelente” y “orientador” Informe del PNUD, que lleva como título “Seguridad ciudadana con rostro humano: Diagnóstico y propuestas para América Latina”, el líder de la institución hemisférica destacó las coincidencias que éste muestra con el Informe sobre el Problema de las Drogas en las Américas (Infome Analítico e Infome de Escenarios), elaborado por la OEA bajo su supervisión y presentado en abril pasado.

En particular, se refirió a la paradoja de que en “la última década América Latina ha sido simultáneamente el escenario de una expansión económica y de una expansión delictiva”, y mencionó los informes del PNUD y de la OEA coinciden en que factores como la precariedad del empleo, la inequidad y la insuficiente movilidad social, unidas al crecimiento urbano acelerado; cambios en la estructura familiar; fallas en el sistema escolar; la existencia de “facilitadores del delito” como la posibilidad de portar armas o el consumo de alcohol y drogas; y la pérdida de efectividad y legitimidad de los Estados, “pueden llevar a individuos o grupos a optar por la vía delictiva para alcanzar un mejor nivel de vida”.

El Secretario General Insulza puso énfasis en las seis grandes amenazas a la seguridad ciudadana que resalta el Informe del PNUD –delito callejero; delincuencia organizada; violencia y delito ejercidos por y en contra de los jóvenes; violencia de género; corrupción; y violencia ilegal por parte del Estado-, pero más importante aún, recordó que las cifras de la sensación de inseguridad que vive la población han crecido mucho más que las del crimen en la última década. “En un tercio de los países la percepción de inseguridad más que duplica la victimización real. El hecho objetivo para los tomadores de decisiones políticas es que la población vive atemorizada”, sentenció.

En general, el máximo representante de la Organización Hemisférica alabó que el Informe del PNUD se acerque al problema desde un punto de vista “humano”, y que conciba la seguridad ciudadana como “la protección de un núcleo básico de derechos, incluido el derecho a la vida, el respeto a la integridad física y material de la persona, y su derecho a tener una vida digna”. Además, hizo suya la definición de la violencia, el crimen y la inseguridad como el “flanco débil” de América Latina, en palabras de Heraldo Muñoz, Subsecretario General de la ONU y Director Regional para América Latina y el Caribe del PNUD, lo que combinado con el crecimiento de la región en otros aspectos, justifica a su juicio que los organismos multilaterales vuelquen su atención hacia la inseguridad.

En la conferencia, que tuvo lugar en la sala Celso Furtado de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas, también participaron Heraldo Muñoz, Ricardo Lagos, ex Presidente chileno, y Alvaro Colom, ex Presidente de Guatemala.

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Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org.

Referencia: C-446/13