Reportaje


La caja fuerte de la OEA guarda el tesoro jurídico de las Américas

  30 de septiembre de 2015

En un edificio más de Washington, DC, rodeada por oficinas y almacenes, se encuentra la memoria jurídica del continente americano. Resguardados por gruesas paredes, detrás de una robusta puerta de acero y dentro de una bóveda de apenas 3 metros de pared a pared están depositados los originales de más de 150 instrumentos jurídicos multilaterales –entre tratados, convenciones y protocolos- que crearon algunas de las principales instituciones de la región, y centenares de acuerdos bilaterales, entre ellos:

  • Los Tratados Torrijos-Carter, de 1977, que entregaron a Panamá la soberanía plena del Canal, en poder de Estados Unidos desde 1914, cuando fue inaugurado. Los acuerdos fueron suscriptos por el Presidente Jimmy Carter y el general Omar Torrijos en el Salón de las Américas de la sede de la OEA, en presencia de varios Jefes de Estado.
  • Los documentos que crearon la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre otras instituciones del Sistema Interamericano.
  • La Carta de la OEA, la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica),  y las convenciones contra la Corrupción,  la Violencia contra la Mujer, contra el Racismo y sobre Discapacidad, así como los documentos adoptados en el marco de las Conferencias Interamericanas de derecho internacional privado.
  • El Pacto de Bogotá sobre Solución Pacífica de Controversias, que recuerda que la obligación de los Estados de resolver las controversias que se susciten entre ellos “por los procedimientos pacíficos regionales antes de llevarlas al Consejo de Seguridad de la ONU”. El Pacto, como se conoce, describe también distintos medios de solución propuestos: los buenos oficios y la mediación; la investigación y la conciliación; el procedimiento judicial; y el arbitraje.

Memoria Jurídica de las Américas

Los tratados y acuerdos contenidos en la caja, tanto bilaterales como multilaterales, son herramientas claves en la diplomacia internacional y la resolución de conflictos. En su conjunto, representan la memoria jurídica de las Américas en el período 1889-hasta el presente.

Jean Michel Arrighi, actual Secretario de Asuntos Jurídicos de la OEA, divide la historia de los acuerdos en dos partes en su libro “La OEA y el Derecho Internacional”, coincidiendo con la existencia de la Unión Panamericana (1889-1947) y luego la OEA (1948-presente).

En la primera etapa, afirma Arrighi, se alcanzó una “larga lista de acuerdos cuya finalidad era la de asegurar la paz entre los países americanos”. “Es el tiempo del panamericanismo, tiempo de impulso, de sueños de integración en América Latina, pero también tiempos de enfrentamientos y desconfianza principalmente entre los países latinoamericanos y los Estados Unidos”, agrega.

La etapa que comienza en 1948, continúa Arrighi, evoluciona “de un panamericanismo a un inter-americanismo que agrupa a todos los países independientes de las Américas, y ya no para el logro ambicioso de una federación o una unión, sino para obtener, tal vez más modestamente, instrumentos que permitan una mejor cooperación regional”.

Depositario de leyes y visiones del hemisferio

La caja fuerte de la OEA guarda el tesoro jurídico de las Américas
  • Luis Toro Utillano, Asesor Jurídico Principal del Departamento de Derecho Internacional, explica que la OEA se transformó  formalmente en el depositario de los instrumentos jurídicos en 1948, tanto de los instrumentos originales como de los estado de firmas y ratificaciones. Anteriormente los originales de los textos eran depositados en los Ministerios de Relaciones Exteriores.
  • “A partir de 1929, la Unión Panamericana contó ncon prerrogativas respecto al depósito de instrumentos jurídicos vinculantes. Sin embargo, al igual que la Convención que la crea, en muchos casos, los textos eran depositados en un Estado Miembro, mientras que el instrumento de ratificación o adhesión se hacía en la Unión Panamericana, en función de las decisiones adoptadas por las Conferencias Internacionales Americanas”, dice Toro Utillano.
  • La bóveda –o caja fuerte- tiene evidentemente el acceso restringido con una clave. Los documentos están en sobres que se encuentran en cajas de cartón alcalino o neutro para contrarrestar la acidez.  La información se encuentra organizada por orden alfabético del nombre del instrumento, orden cronológico y por Estado.
  • Si un documento se adopta y se abre a la firma en una Asamblea General o una Conferencia, los países pueden firmarlo allí mismo. Posteriormente, los Estados tendrán que firmar el instrumento en la sede de la OEA en Washington, DC. Además de firmar el documento original, se prepara un acta de firma o de ratificación, según corresponda, en dos copias para que cada parte tenga un original en sus archivos.
  • La firma no requiere testigos, pero en general la OEA está representada por su Secretario General y su Secretario General Adjunto. Además, suelen asistir el Presidente del Consejo Permanente y los Estados que ya son partes del instrumento que se está firmando o ratificando.
  • Las firmas requieren de plenos poderes si no son realizadas por el Jefe de Estado, Jefe de Gobierno o Ministro de Relaciones Exteriores.
  • Los textos de todos los tratados y acuerdos que se encuentran en la Caja fuerte de la OEA, así como su estado de firma o ratificación, se pueden consultar en la siguiente página: http://www.oas.org/es/temas/tratados_acuerdos.asp.

Referencia: C-306/15