Comunicado de Prensa


SECRETARIO GENERAL ABOGA POR MEJORES MECANISMOS
PARA RESOLVER CONTROVERSIAS ENTRE PAISES

  3 de mayo de 2006

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, propuso hoy ante el Consejo Permanente el estudio e implementación de mecanismos de solución de controversias que permitan al organismo regional ayudar a los países a dar salida a los problemas bilaterales que no incidan en su soberanía.

Insulza hizo este planteamiento al final de una sesión en la que inicialmente Uruguay y Argentina debatieron el tema de la construcción de dos plantas de celulosa en la zona fronteriza de los dos países, y luego Perú y Venezuela presentaron sus posiciones en relación al reclamo peruano por recientes declaraciones formuladas por el mandatario venezolano.

El Secretario General dijo que aunque existen avenidas para abordar algún tipo de problemas bilaterales, en otros casos falta un mecanismo adecuado. “Yo hago un llamado a que lo busquemos; tal vez podamos resolver algo en la Asamblea General”, dijo Insulza, refiriéndose a la reunión de cancilleres que se realizará a principios de junio en la República Dominicana. Añadió que “tal vez podemos salir de ahí con algún mensaje a nuestros pueblos, de que la disposición a concordar y a comprometer, la voluntad de paz, está presente entre nosotros y que debemos reflexionar sobre un mecanismo a través del cual solucionemos las controversias entre nuestros países”.

En su intervención, el Ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, Reinaldo Gargano, informó al Consejo Permanente que en los últimos cinco meses su país ha perdido alrededor de 400 millones de dólares en el área comercial, a causa de los bloqueos de tránsito realizados en Argentina, en protesta por la instalación de las plantas en la ciudad de Fray Bentos, frente a la ciudad argentina de Gualeguaychú. Gargano denunció que el bloqueo de los puentes constituye una violación a los instrumentos del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y a las normas básicas del derecho internacional, “que protegen y garantizan el libre tránsito de personas, mercaderías, vehículos y bienes, cuestiones que afectan no sólo a nuestro país sino también a la región y a toda la comunidad internacional”.

El Canciller uruguayo recalcó que su gobierno “está dispuesto a verificar con el máximo rigor de exigencia para que la instalación de las plantas de celulosa cumpla con las condiciones ambientales que se requiere para que no haya peligro de contaminación”, pero advirtió que estas serán instaladas de acuerdo a lo planificado.

Por su parte, el Representante Permanente de Argentina ante la OEA, Embajador Rodolfo Gil, afirmó en nombre de su gobierno que la controversia entre ambos países se suscitó “cuando el Uruguay autorizó unilateralmente” la construcción de las dos plantas proyectadas y de una terminal portuaria, “incumpliendo” con el mecanismo de consulta e información previas, establecido en el Estatuto del Río Uruguay de 1975.

El diplomático argentino dijo que Uruguay había ignorado los reiterados requerimientos de suministro de información completa y detallada sobre los mencionados proyectos así como también la solicitud para que se suspendiera su construcción hasta que pudiera determinarse, de manera objetiva y fidedigna, el posible impacto en el ecosistema de la zona común de frontera asociada al Río Uruguay. El Embajador Gil anunció que su país acudirá a la Corte Internacional de Justicia para insistir en su posición.

En la misma sesión, presidida por el Embajador Ellsworth John de San Vicente y las Granadinas, el gobierno peruano formalizó una denuncia por las recientes declaraciones públicas del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sobre el proceso electoral en el Perú. El Embajador Fernando de la Flor, Representante Permanente del Perú ante la OEA, calificó las manifestaciones del Presidente Chávez como “una intromisión externa flagrante, sin antecedentes, en asuntos de exclusiva competencia de los peruanos” con las que se habría pretendido orientar el voto de los electores.

De la Flor recordó que la Carta de la OEA destaca los principios fundamentales de no intervención en asuntos internos de un país miembro y reiteró que ningún Estado tiene derecho a vulnerar principios como “la elección democrática y libre de sus autoridades políticas nacionales”.

“La democracia, ese sistema de convivencia caracterizado en la Carta Democrática Interamericana, que tanto nos está costando consolidar en nuestro hemisferio para beneficio de nuestros pueblos, puede nuevamente entrar en serias dificultades si es que se permiten o prosperan actitudes como las que motivan la presente intervención”, advirtió el diplomático peruano.

Por su parte, el Embajador de Venezuela, Jorge Valero, sostuvo que su país defiende “los principios de soberanía, de libre determinación de los pueblos y de no intervención en los asuntos internos de los Estados”, pero defendió el derecho de su gobierno de responder a las “agresiones” y críticas dirigidas hacia el nuevo “modelo político, económico y social” existente en Venezuela. Valero atribuyó al candidato peruano Alan García las primeras expresiones críticas contra al Presidente Chávez por la decisión venezolana de retirarse de la Comunidad Andina.

“El gobierno del Presidente Hugo Chávez ha sido absolutamente respetuoso, paciente y prudente en las relaciones con el gobierno de la hermana Republica del Perú”, sostuvo Valero para luego reiterar que el gobierno bolivariano “sólo ha respondido, de manera firme y categórica, cuando se ha agredido la dignidad del pueblo venezolano y sus instituciones democráticas”.

En sus palabras al final del debate, Insulza hizo suya la preocupación expresada por los representantes de varios países sobre la necesidad de asegurar que los Estados mantengan un diálogo y demuestren la voluntad política para encontrar soluciones a los problemas.

“Todo diálogo significa que estamos dispuestos a escuchar argumentos, pero que también estamos dispuestos a dejarnos convencer de que un camino intermedio es mejor que una disputa”, afirmó Insulza. “La base del diálogo es la disposición a comprometer y a llegar a un acuerdo” concluyó.

A principios de esta semana, el Secretario General emitió un comunicado en que pidió a los países de la región cuidar la democracia, que tanto costó recuperar en décadas pasadas, llamó a evitar declaraciones y actos que incrementen la tensión y ofreció cooperar en la búsqueda de puntos de acercamiento en las diferencias que separan a países hermanos.

Referencia: C-109/06