Comunicado de Prensa


Declaración de la Secretaría General de la OEA en el Día Internacional de la Libertad Religiosa

  27 de octubre de 2023

Hoy 27 de octubre conmemoramos el Día Internacional de la Libertad Religiosa. Tanto para los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA), como para la Secretaría General, esta temática, así como el valor del aporte de las religiones y espiritualidades a la democracia, es un tema fundamental que ha ido cobrando cada vez más relevancia. La resolución sobre el “Refuerzo de la protección y promoción del derecho a la libertad de conciencia y religión o creencia”, aprobada en 2019 y ratificada en 2022 y 2023, es una clara muestra de ello. Los mandatos de esta resolución se han ido cumpliendo con efectividad y compromiso.

En consonancia con esa resolución y con la declaración emitida por esta Secretaría General el 27 de febrero de este año, reafirmamos la importancia de la libertad religiosa, de creencia e incluso de no contar con ninguna afiliación religiosa particular, como derechos fundamentales para personas y comunidades, tal como sostienen numerosas Convenciones Internacionales. Las creencias y espiritualidades son componentes importantes en el desarrollo de las personas, mientras que la acción de las comunidades religiosas en diversas áreas de la sociedad ofrece apoyo y acompañamiento a importantes sectores sociales, muchos de ellos en situaciones de marginalización.

Durante el “Diálogo en apoyo a la libertad de conciencia, religión o creencias y el pluralismo en las Américas” organizado por la Secretaría General de la OEA el pasado 29 de septiembre, hubo consenso en que es importante considerar que el pluralismo religioso va más allá de la diversidad religiosa. Esta distinción recalca el hecho de que el reconocimiento de la diversidad de creencias y espiritualidades debe traducirse en acciones y políticas concretas de inclusión, diálogo y articulación en instancias más amplias. Es importante valorar el rol de las religiones y espiritualidades en la construcción de la democracia y del bienestar social, junto a Estados, líderes religiosos, organizaciones con base en fe, sociedad civil, movimientos sociales y organismos internacionales.

Para que este pluralismo sea efectivo, se deben atender los casos de discriminación por motivos religiosos, que continúan siendo una preocupación en varios países de nuestra región, especialmente contra expresiones minoritarias. En el caso de grupos indígenas y comunidades afrodescendientes, dicha discriminación se profundiza aún más a través de la canalización de otras problemáticas estructurales, ligadas a injusticias en términos de racialización, marginalización, territorialidad y exclusión social. También preocupan los casos de instrumentalización del discurso religioso, con el objetivo de legitimar prácticas de discriminación. Finalmente, se requiere trabajar en la concreción de regímenes de laicidad y la profundización de Estados laicos, con el propósito de construir articulaciones públicas más eficaces con la pluralidad de expresiones religiosas y espirituales.

Por todo esto, instamos a los Estados, a líderes religiosos, organizaciones con base en fe, sociedad civil y movimientos sociales, a continuar generando espacios de encuentro y diálogo con la pluralidad de voces religiosas y espirituales que componen nuestros territorios, para trabajar conjuntamente en agendas que amplíen los derechos y las prácticas democráticas. Con esta declaración, instamos a los países de la región a continuar desarrollando marcos jurídicos y políticas públicas que sirvan para mejorar la relación con las espiritualidades, partiendo por el respeto a todas las voces y facilitando vías de encuentro entre los diversos agentes sociales, las religiones y la sociedad en general. Es importante visibilizar el valor de la pluralidad religiosa para el avance en la construcción de ambientes de respeto, cuidado mutuo y paz, esenciales para la construcción y fortalecimiento de sociedades democráticas.

Referencia: C-070/23