Es un honor participar en la apertura del curso virtual “Prevención del Extremismo Violento y el Terrorismo” organizado por la Secretaría del Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE) y el Congreso Judío Latinoamericano.
Esta iniciativa es más que un ejemplo concreto del aporte que brindan organizaciones de la sociedad civil y, en particular, el Congreso Judío Latinoamericano, en el abordaje de temas actuales y emergentes de interés para nuestro hemisferio.
Mi reconocimiento a Claudio Epelman, Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano -y a Danilo Gelman y Ariel Grosman- por la extraordinaria relación institucional forjada con el CICTE desde el 2017 y por su genuina disposición para aunar esfuerzos, así como para aportar conocimiento en temas de interés común.
El terrorismo es una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad internacional. La condena firme e inequívoca del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, independientemente de quién lo cometa, dónde y con qué propósito, es una constante del sistema interamericano.
Ningún país o región está exento de los efectos devastadores del terrorismo y del impacto que tiene o puede tener la naturaleza compleja y cambiante del mismo.
Es esencial continuar con los esfuerzos para mejorar los niveles de preparación y resiliencia que permitan prevenir y mitigar el impacto del terrorismo y sus diversas manifestaciones con pleno respeto a los derechos humanos y al Estado de Derecho. También es fundamental robustecer la cooperación hemisférica y global para hacer frente a este flagelo.
Honrar la memoria de las víctimas de los múltiples atentados terroristas que han ocurrido en el hemisferio y alrededor del mundo requiere de acciones concretas, de traducir los múltiples compromisos internacionales en iniciativas que nos permitan prevenir y afrontar este flagelo de forma contundente, de unir esfuerzos con todos los sectores de la sociedad.
Los atentados terroristas contra la Embajada de Israel y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en la década de los noventa conmovieron profundamente a todos los países de la región, generaron una nueva percepción sobre la amenaza terrorista y también una nueva percepción respecto a la acción del antisemitismo en el hemisferio.
Hoy reiteramos nuestro llamado para que los países de la región consideren la designación de Hezbollah como organización terrorista que atenta contra los principios de la dignidad humana que defendemos en este hemisferio.
Asimismo, reiteramos nuestra profunda preocupación sobre cómo las dictaduras en este hemisferio se han transformado en aliados de organizaciones terroristas como Hezbollah y de países [como Irán] que promueven activamente el antisemitismo.
Necesitamos permanecer alerta ante todas las formas de antisemitismo y tomar todas las medidas necesarias para enfrentar el flagelo de la discriminación y el odio. Como parte de nuestros esfuerzos en la materia, el año pasado designé a Fernando Lottenberg como Comisionado de la OEA para el monitoreo y la lucha contra el antisemitismo.
El antisemitismo causa mucho daño a la humanidad y, además, tiene el potencial de nutrir ideologías extremistas violentas al generar una espiral de odio y difundir interpretaciones distorsionadas de la realidad que solo profundizan la discriminación y la intolerancia, entre otros males.
El extremismo violento es una amenaza evolutiva, compleja y sofisticada. La radicalización a la violencia (en línea y offline) continúa siendo una amenaza inminente alrededor del mundo. Grupos extremistas pueden emerger y crecer en diferentes territorios, tomar ventaja de grupos marginalizados o del descontento que experimentan una variedad de individuos o grupos en la sociedad para incitar a la violencia y promover sus ideologías.
Como lo indica con claridad el Plan de Acción de las Naciones Unidas para Prevenir el Extremismo Violento, es necesario adoptar un enfoque que trascienda a la perspectiva de seguridad exclusivamente y que incluya medidas preventivas para abordar las causas subyacentes de este fenómeno y sus manifestaciones.
Por medio de la Secretaría del CICTE, la OEA apoya los esfuerzos para fomentar el diálogo hemisférico, la cooperación regional y el fortalecimiento de las capacidades para prevenir el extremismo violento que puede conducir al terrorismo.
Como parte de estos esfuerzos, CICTE ha organizado ese curso virtual para facilitar una mayor comprensión del fenómeno del extremismo violento y sus manifestaciones, así como la importancia de prevenirlo.
Esperamos que esta iniciativa pionera – dirigida especialmente a las autoridades de los Estados Miembros de la OEA hispanoparlantes responsables por los temas de seguridad y lucha contra el terrorismo -- provea un espacio de diálogo e intercambio de información, perspectivas y experiencias enriquecedoras en la materia entre diversos sectores de la sociedad.
Estamos convencidos que esfuerzos como estos son imprescindibles para facilitar una mayor comprensión de la problemática, fomentar el compromiso nacional y regional necesarios para prevenir y erradicar las expresiones y manifestaciones de odio e intolerancia que existan en el mundo.
Es fundamental enfrentar el extremismo violento de manera decidida, en un marco de derechos humanos y con un enfoque no solo reactivo sino preventivo en todos los ámbitos de la sociedad.
Desde la OEA estamos comprometidos a brindar todo el apoyo que sea requerido para ello. No escatimaremos ningún esfuerzo en este sentido.
Muchas gracias.