Discursos y otros documentos del Secretario General

DURANTE EL CONSEJO PERMANENTE PARA SUSPENDER A RUSIA COMO OBSERVADOR PERMANENTE ANTE LA OEA

21 de abril de 2022 - Washington, DC

Cuando nuestra Asamblea General, en su primer período de sesiones en 1971, reconoció la necesidad de asociar a los trabajos de la OEA a países que por ser extrarregionales no podían ser miembros, pero compartíamos y compartimos principios y valores comunes y por eso era importante asociarlo a nuestro trabajo.

La Carta de la OEA nos señala cuáles son los principios que regulan las relaciones entre estados independientes y soberanos: el respeto al derecho internacional, a la integridad territorial, la solución pacífica de controversias, la prohibición del uso de la fuerza, la no intervención.

Es así como el Consejo Permanente reconoce y mantiene relaciones de trabajo privilegiadas con los países que, acordando estos principios, fueron solicitando ser Observadores Permanentes. Ese fue el caso de Rusia en 1992.

Lamentablemente, hoy todos estos principios están siendo pisoteados por Rusia en la ilegítima invasión a Ucrania. Y ello a los ojos del mundo, incluidos todos quienes integramos la Organización de los Estados Americanos.

La Carta de la OEA también nos indica que esta Organización es, en asuntos de paz y seguridad internacionales, una organización regional dentro de las Naciones Unidas.

A través de sus instancias principales, la organización universal ha condenado a Rusia. Lo han hecho la Asamblea General, la Corte Internacional de Justicia y otras agencias del sistema.

La invasión a Ucrania afecta a la paz y la seguridad en todo el planeta. Permitirla, en el apoyo o en el silencio, es abrir la puerta a la violación de las normas más elementales que hacen a la convivencia pacífica entre todos los países del planeta.

Pierde todo sentido el derecho internacional, dejan de tener razón de ser las organizaciones internacionales, pasa a ser sólo la ley del más fuerte o del más criminal prevalecería allá y en cualquier otra parte del mundo.

No podemos, en cumplimiento de nuestra propia Carta y como organización regional de las Naciones Unidas, dejar de pronunciarnos y adoptar las medidas que están a nuestro alcance para sancionar a quien viene actuando en violación del derecho de la paz, de la seguridad, del derecho humanitario y del derecho penal internacional.

Rusia está cometiendo a vistas del mundo crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad. Con sus acciones, pretende destrozar la integridad territorial de un país soberano y ahora amenaza a otros Estados vecinos, todos ellos Observadores Permanentes de esta Organización.

La norma que permite otorgar la calidad de Observador Permanente prevé la posibilidad de su revisión cuando las condiciones que la determinaron hayan variado notablemente o hayan desaparecido.

Ninguno de los principios que hacen a la razón misma de ser de ésta, nuestra Organización, están siendo respetados por Rusia.

Las condiciones de 1992 que llevaron a que el Consejo Permanente la recibiera como Observador hoy han desaparecido.

Esta resolución es absolutamente importante en el contexto de una agresión armada, de una invasión, es un imperativo en el contexto del más pleno respeto al derecho internacional y a la coherencia con los principios. Esta resolución los encarna.

No va en detrimento del diálogo que Ucrania ha buscado de todas formas para detener esta guerra de agresiones. No va en detrimento de otras formas de solución pacífica que se puedan buscar en dinámicas internacionales y de acuerdo al derecho internacional.

Es un mensaje más que claro, es un mensaje muy fuerte, de coherencia con los principios, de coherencia con el derecho internacional. Es un mensaje al agresor, es un mensaje de apoyo al país agredido.

Gracias por esta resolución.