Discursos

CÉSAR GAVIRIA TRUJILLO, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
EN LA CLAUSURA DE LA CUMBRE EXTRAORDINARIA DE LAS AMÉRICAS - VERSIÓN ESTENOGRÁFICA

13 de enero de 2004 - Monterrey, Mexico


Yo creo que a lo largo de estos dos días hemos tenido la ocasión de ver cómo ha crecido la agenda interamericana desde que se inicio el proceso de Cumbres. Y ese crecimiento tan significativo de la agenda, y los tres temas sustantivos que se escogieron para esta reunión, nos muestran que los pueblos de América ya no creen en fórmulas simples ni sencillas, ni en milagros ni en modelos que nos puedan de alguna manera resolver nuestros múltiples problemas. También nos ha mostrado que muchas de las acciones de la última década, acciones que parecían y que desde luego eran necesarias, no constituyen… las acciones, me refiero a las económicas, la búsqueda del equilibrio, de disciplina fiscal y monetaria, estos aspectos no constituyen un punto de llegada, como en algún momento se plantearon en la década de los 90. Son apenas un punto de partida, son apenas un prerrequisito, algo desde lo cual tenemos que partir para hacerle frente a la multitud de problemas sociales, políticos, a la amplia agenda social, sobre todo el desarrollo social y desarrollo humano.

También hemos podido ver cómo la agenda que estamos construyendo es una que requiere de un proceso de cooperación y de solidaridad sumamente amplio. Usted lo señaló ayer, Presidente Fox, y también con mucha claridad el Primer Ministro de Canadá. Inclusive yo podría decir que en este momento de este proceso estamos viendo más necesidad de multilateralismo y que nuestras instituciones se quedan corta para la multitud de acciones de naturaleza colectiva que están pidiendo nuestros dirigentes, nuestros jefes de Estado y de gobierno.

La segunda reflexión que quisiera realizar, señor Presidente Fox y distinguidos mandatarios, es la que hace relación a los problemas de la pobreza y a los problemas de la desigualdad. Sin duda alguna en la clave de esos problemas hay muchos aspectos que tienen que ver con financiamiento. Pero igualmente tienen que ver con la calidad de las instituciones y de las políticas. El gran problema que tenemos hoy, particularmente en América Latina, es el que hace relación a las deficiencias de nuestros Estados. No vamos a tener más igualdad si nuestros sistemas educativos y de salud no funcionan muchísimo mejor que lo que hacen hoy. No vamos a ser capaces de enfrentar de manera eficaz los problemas de la pobreza si no conseguimos que la educación publica produzca muchos mas resultados de los que hoy nos están ofreciendo.

La tercera reflexión tiene que ver con los problemas de nuestras democracias, con los temas de gobernabilidad. Una cosa bastante crítica que hemos visto a través de las distintas crisis que hemos vivido en algunos países de Latinoamérica, sobre todo, hace relación con que la democracia termina respondiendo por todo lo que se ha hecho o hace el gobierno, hacen otras instituciones, por lo que se hizo en el pasado, por todas las deficiencias en materia de prestación de los servicios públicos. La gente entiende democracia como todas las características de su sistema político, de su Estado, de las políticas que de alguna manera pueden haber salido fallidas en el pasado. Y eso constituye un enorme problema, y por sobre todo porque no solo hemos tenido… y creo que todos somos concientes que la globalización económica ha traído una enorme presión sobre nuestros sistemas productivos, sino además porque la globalización política ha puesto también una presión inmensa sobre nuestros sistemas políticos. Hay hoy una conciencia planetaria por la justicia social, por la lucha contra la impunidad, por la separación de los poderes, por las elecciones libres, justas y transparentes, una por la rendición de cuentas. Hay un juicio severísimo de los partidos políticos. Y todos estos problemas, sumados a las crisis de volatilidad de capitales, han representado una enorme presión sobre nuestros sistemas políticos y sobre nuestras democracias. Y es por eso tan importante que las acciones que aquí se han definido en esta Cumbre por parte de nuestros gobernantes, se puedan desarrollar, puedan llevarse a buen termino, porque así hemos expedido la Carta Democrática Interamericana y yo creo que es el paso más grande que hemos dado en términos de gobernabilidad democrática para ayudarle a los Estados que confrontan problemas serios en estas materias así hayamos dado este paso. La verdad es que sí hemos descubierto que nuestra agenda es mucho más amplia y tiene muchos más frentes que la agenda de la década pasada y que solo una acción vigorosa de parte de todos nos permitirá superar esos problemas.

Yo también quisiera mencionar que yo soy de la creencia de que los problemas que tenemos hoy en Latinoamérica y el Caribe están mucho mas relacionados con las cosas que hemos dejado de hacer, no tanto con las que hemos sacado adelante. Hay mucha predisposición a creer que los problemas que tenemos hoy se deben a nuestras acciones de estos años. Yo francamente creo que se deben a habernos aferrado a modelos supremamente sencillos y unas pocas variables económicas. Eso de alguna manera fue un error. Nosotros, los grandes problemas que tenemos es porque tenemos un gran déficit de reformas, no porque realizamos algunas reformas. Y de esta situación no vamos a salir si no, si adelantamos un proyecto de reformas mucho más ambicioso, si profundizamos nuestras democracias, si usamos más los mecanismos del mercado y al mismo tiempo somos capaces de fortalecer el Estado. Sólo una agenda tan ambiciosa como la que nuestros gobernantes se han propuesto nos van a permitir ser exitosos, particularmente en los tres temas que se escogieron para hacer parte de esta reunión en México. Gracias, Sr. Presidente Fox.