Discursos

JOSÉ MIGUEL INSULZA, SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS
PALABRAS DEL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA JOSÉ MIGUEL INSULZA, CONMEMORACIÓN DEL DÍA DE LAS AMÉRICAS

8 de abril de 2009 - Washington, DC


La fecha que hoy celebramos fue establecida en 1931. Por lo tanto es una celebración que proviene de antes de la OEA: se originó en la época de nuestra Unión Panamericana y fue establecida para recordar la finalización de la I Conferencia Internacional Americana, que se reunió en Washington entre el 2 de octubre de 1889 y el 19 de abril de 1890.

Desde entonces existe esta organización: primero como Unión Internacional de las Repúblicas Americanas, luego como Unión Panamericana y finalmente como Organización de Estados Americanos, creada formalmente en 1948.

Muchas de las organizaciones que hoy día existen datan de antes de la OEA: la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Panamericana de Mujeres hoy Comisión Interamericana de Mujeres, el Comité Jurídico Interamericano, el Instituto Indigenista Interamericano, el Instituto Interamericano del Niño. Son todos organismos casi centenarios que expresan la vocación de unidad, ideas y principios como la posición sobre los derechos humanos, la defensa de la democracia, la resolución pacífica de controversias, el libre comercio, igualdad jurídica entre los Estados y el respeto al principio de no intervención. Todos son principios que se han desarrollado en las Américas. Si bien algunas veces no todos ellos fueron respetados de igual manera, están presentes en nuestras ideas y en nuestras propuestas desde hace mucho tiempo.

Esta unidad, que se mantiene hasta hoy, ha permitido que nuestra organización siga viviendo como el principal y más antiguo foro político multilateral del mundo, ampliado a todos los países independientes de la Organización de Estados Americanos. Todos los Estados independientes de las Américas forman hoy parte de nuestra organización. Su unidad ha dotado a nuestra región de condiciones de paz y estabilidad únicas en el mundo.

Cuando estamos en vísperas de celebrar el más importante encuentro de nuestra unidad, la Cumbre de las Américas, este día nos debería llevar a la reflexión sobre ese tema, porque ella tendrá lugar en momentos difíciles para el mundo que golpean a nuestra región también. Es muy posible que las causas de la crisis que actualmente se viven se hagan sentir entre los más desamparados de nuestra región y que como consecuencia de ello presentemos algunos retrocesos en materias como la reducción de la pobreza. Ese será un tema que seguidamente debatiremos en la reunión Cumbre. Seguramente también se debatirán algunos de los temas políticos que están en permanente discusión entre nosotros.

Creo que no debemos olvidar la capacidad que nuestra región tiene para generar acuerdos en estas materias. En los últimos años hemos ido construyendo consensos, de manera implícita a veces, explícita en otras, no homogéneos, no totalmente definitivos. Pero más allá de nuestra diferencias muy pocos se atreverían a objetar que todos nuestros países están de acuerdo en principios como la organización periódica de elecciones libres y limpias; la estabilidad de los gobiernos y mejoramiento de las instituciones públicas; el control riguroso de los niveles inflacionarios y tener una política fiscal que haga sustentable el gasto y la inversión pública dentro del régimen económico que cada país elija; la promoción del comercio internacional; la priorización de políticas que diminuyan la desigualdad; la priorización de la lucha contra la pobreza; la necesidad de combatir la precariedad laboral y el empleo informal y de respetar los derechos de los trabajadores; la urgencia de llevar a la práctica políticas activas en las luchas contra la inseguridad pública y el narcotráfico; y también la promoción de la seguridad social, la educación, la salud y la preservación del medio ambiente.

Creo que no son consensos menores los que hemos logrado en estos años, que unidos a los consensos que tenemos desde antes, como el pleno respeto a la soberanía de los Estados, la no intervención, la autodeterminación de los pueblos de las Américas, el respeto pleno a los derechos humanos, configuran un marco en el cual nuestros países pueden preservar y fortalecer su unidad.

En el día de las Américas formulo votos que para que, aún con nuestras diferencias y manteniendo el debate de ellas, la unidad de las Américas perdure y se fortalezca.