Comunicado de Prensa


Líderes religiosos convocados por la OEA analizaron el diálogo con los Estados de América Latina y el Caribe

  6 de diciembre de 2011

Líderes religiosos de todo el Hemisferio Occidental convocados por la Organización de los Estados Americanos (OEA) analizaron el tema del "Diálogo entre las Comunidades Religiosas y los Estados en América Latina y el Caribe" durante la XXXVI Mesa Redonda de Políticas de la Organización, realizada en Washington, DC.

En los dos paneles -"La libertad religiosa y la no discriminación" y "La contribución de los líderes religiosos al diseño de políticas públicas"- participaron Robert John Araujo, S.J., Profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Loyola; Muhammad Yusuf Hallar, Vicemoderador del Consejo Latinoamericano y Caribeño de Líderes Religiosos "Religiones por la Paz" y Secretario General de la Organización Islámica para América Latina y el Caribe (OIPALC); Claudio Epelman, Vicemoderador del Consejo Latinoamericano y Caribeño de Líderes Religiosos "Religiones por la Paz" y Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (CJL); Julio Murray, Presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI); Ajq'ijab Cirilio Pérez, Anciano Mayor Maya del Consejo Continental de Ancianos y Guías Espirituales Indígenas de América y Embajador Extraordinario Itinerante de los Pueblos Indígenas de Guatemala; y Galen Carey, Director de Relaciones Gubernamentales de la Asociación Nacional de Evangélicos de los Estados Unidos. Las sesiones fueron moderadas por Nerea Aparicio, especialista de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Evelyn Zentner de Falck, coordinadora de la Red Latinoamericana y Caribeña de Mujeres de Fe.

La Directora del Departamento de Asuntos Internacionales de la OEA, Irene Klinger, recordó que el tratamiento de la discriminación y la exclusión en general, incluyendo la religiosa, "han estado presentes en el marco jurídico internacional y de la OEA, y ocupan un lugar importante en la agenda, así como la promoción y protección de los derechos humanos en general". Además, afirmó que "a través de distintas resoluciones emanadas de Asambleas Generales de nuestra Organización, los Estados Miembros de la OEA han considerado desde hace ya varios años que el racismo y la discriminación en sus distintas formas atentan contra los principios y prácticas de la democracia como forma de vida y de gobierno y, en definitiva, persiguen su destrucción".

Robert John Araujo, de la Escuela de Derecho de la Universidad de Loyola, recordó que la libertad religiosa auténtica es un derecho que pertenece a las personas por su naturaleza y dignidad, no es otorgado por el Estado, y puede servir además de "antídoto" a los males que persisten en algunas sociedades modernas. "Hoy vivimos en un mundo en el que, como nos lo recordó el Papa Juan Pablo II en 1988, la libertad religiosa es una condición esencial para la paz, para la justicia". "Incluso en las democracias occidentales de las que somos parte, éste no siempre es el caso. Nuestras culturas occidentales son altamente seculares, pero esto en si no es el problema, sino que el problema surge cuando estas culturas demandan completa cooperación con la plataforma de nominalismo, de exagerada autonomía individual y una falta de entendimiento sobre el bien común diseñado para alcanzar un orden moral objetivo", añadió.

Muhammad Yusuf Hallar, de la Organización Islámica para América Latina y el Caribe (OIPALC), recordó que existe actualmente una tendencia a "politizar las distintas religiones y convertirlas en ideologías militares puestas al servicio de intereses político económicos y de un fanatismo doctrinario". Por ello resaltó la importancia del dialogo interreligioso, que "ya no es más un lenguaje protocolar, sino una apelación a la conciencia humana para que los protagonistas del tradicionalismo retrógrado y los políticos ideologizados dejen de manipular los asuntos internacionales como círculos cerrados a unos pocos, y para hacer de la escala de valores y del sistema ético moral una base para el progreso de esta humanidad".

Claudio Epelman, Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), afirmó que libertad de culto y religión tienen que ver con "la identidad de cada uno y la forma que cada uno elige para expresarse y tener la posibilidad de trascendencia y comunicación religiosa con Dios, creador del universo", lo cual, argumentó, quiere decir que la negación de este derecho "es negarnos el derecho a ser nosotros mismos". En este sentido, destacó la importancia para una sociedad de elegir los mecanismos adecuados para combatir la discriminación. "En todas las sociedades existen radicales, extremistas, locos que sin lugar a dudas van a llevar adelante actos de discriminación, pero eso no tiene que ser lo que caracterice a una sociedad, sino cómo la sociedad plena reacciona ante este factor de discriminación y cómo se generan los mecanismos dentro de la sociedad para proteger en este caso el más débil", puntualizó.

Julio Murray, Presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), recordó que América Latina y el Caribe "han vivido transformaciones políticas importantes", aunque "nos hemos dado cuenta que en los últimos años este panorama de cambio ha ido también degenerándose, y quizás con algunos retrocesos". Este hecho, afirmó, hace más importante la actuación de los líderes religiosos en el diseño de las políticas públicas. "Las iglesias y los organismos que conforman el Consejo Latinoamericano de Iglesias no queremos identificarnos con ningún gobierno de turno, porque no es suficiente que nuestras sociedades tengan solamente picos de democracia sin tener una base sólida en la sociedad civil que ayude al sostenimiento de esa democracia", afirmó. "Las democracias que no tienen una sociedad civil organizada, con una visión política clara, corren mucho riesgo de resbalar tanto al democratismo caótico como hacia el autoritarismo populista", agregó.

Ajq'ijab Cirilio Pérez, Anciano Mayor Maya, afirmó que "desde la creación del Estado" los pueblos mayas han quedado "al margen" de la sociedad, y que los legisladores "nunca nos han tomado en cuenta" en el diseño de las políticas públicas. Recordó que "la cultura es la mayor riqueza que tienen los pueblos", que "constituye el hilo conductor de su historia, de su tradición, y es el sustento de su identidad", y que por lo tanto "debe de ser respetada por las autoridades del Estado". Pérez concluyó haciendo un llamado a que el hombre cambie "su manera de ser", su "manera de vivir" y que "entendamos que somos seres flores de la tierra y no destructores de la madre tierra".

Galen Carey, Director de Relaciones Gubernamentales de la Asociación Nacional de Evangélicos de Estados Unidos, destacó desde la perspectiva cristiana evangélica que los líderes religiosos contribuyen a las políticas públicas a través de la articulación de valores morales, entre los cuales el principal es la dignidad humana. También enfatizó que la libertad personal se origina en la dignidad humana y que los gobiernos deben actuar de forma limitada, con pesos y contrapesos, con el poder distribuido en una variedad de instituciones. Finalmente, afirmó que "necesitamos proteger a las iglesias y comunidades religiosas para que no sean usadas por los políticos" y "necesitamos crear un espacio en donde toda la persona que entre en nuestra comunidad a adorar sea igualmente bienvenida, sin tener en cuenta sus compromisos políticos. Cuando hagamos eso estaremos conservando la autenticidad que necesitamos como comunidades religiosas".

En conclusión, Elías Szczytnicki, Secretario General y Director Regional de Religiones por la Paz América Latina y el Caribe, organización que colaboró con la OEA en la realización del evento, afirmó que "confiamos en que este evento sea un paso más adelante para continuar trabajando con la OEA, junto con el Consejo Latinoamericano y Caribeño de Líderes Religiosos, en la construcción de un mecanismo permanente de enlace entre las comunidades de fe de la región y el sistema interamericano".

La Mesa Redonda se realizó en el contexto de la conmemoración del Décimo Aniversario de la Carta Democrática Interamericana, que en su Artículo 9 establece que "la eliminación de toda forma de discriminación, especialmente la discriminación de género, étnica y racial; y de las diversas formas de intolerancia, así como la promoción y protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas y los migrantes y el respeto a la diversidad étnica, cultural y religiosa en las Américas contribuyen al fortalecimiento de la democracia y la participación ciudadana".

La galería de fotos de este evento está disponible aquí.

Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org

Referencia: C-995/11