Comunicado de Prensa


GOBERNADOR DE NUEVO MÉXICO NOMBRADO ENVIADO
ESPECIAL DEL SECRETARIO GENERAL DE LA OEA PARA ASUNTOS HEMISFERICOS

  7 de diciembre de 2006

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, anunció hoy el nombramiento del Gobernador de Nuevo México Bill Richardson como su Enviado Especial para Asuntos Hemisféricos.

Durante una conferencia de prensa en la sede de la OEA, Insulza explicó que en su calidad de “embajador de buena voluntad”, Richardson ayudaría a promover el diálogo en temas de importancia para la región, como la migración y el libre comercio, y en fortalecer las relaciones entre los países.

“Estamos muy orgullosos que el Gobernador Bill Richardson haya manifestado su interés en ayudarnos a desarrollar estas relaciones”, dijo Insulza, explicando que ambos habían conversado en varias oportunidades en los últimos meses sobre el papel diplomático que podría aportar Richardson en el marco de la OEA. Insulza dijo que se trata de buscar espacios de diálogo y entendimiento para impulsar la “larga conversación” que implica el buen desarrollo de las relaciones políticas.

“Yo siempre he sido partidario de resolver los problemas por la vía de la conciliación, de la negociación, de la conversación, no de la confrontación”, afirmó Insulza, añadiendo que su enviado especial buscaría “armonizar” posiciones entre los países sobre algunos temas complejos.

Al aceptar el cargo ad honorem, el Gobernador Richardson enfatizó la importancia de los países del hemisferio occidental en el escenario internacional y expresó su deseo de contribuir a avanzar el diálogo. Subrayó que está convencido de que la OEA siempre ha sido “el organismo internacional de mayor importancia regional” en asuntos políticos.

Richardson explicó que como hispanoamericano y máxima autoridad de un estado fronterizo, trae a la mesa una profunda apreciación sobre la complejidad política, social y económica del tema de la migración. Coincidió con el Secretario General que la construcción de una valla en la frontera no solucionaría el problema de la inmigración ilegal.

“Yo estoy en contra del muro”, declaró, añadiendo que buscará impulsar en el Congreso una ley comprehensiva que aborde todos los aspectos del problema, tanto la seguridad como el estado legal de los 12 millones de inmigrantes que ya están en los Estados Unidos, así como la cooperación económica con los países. Subrayó que su prioridad principal seguirá siendo su rol de Gobernador de Nuevo México, pero que paralelamente estará a la disposición del Secretario General para contribuir al diálogo sobre asuntos hemisféricos.

Richardson, del partido Demócrata, ha desempeñado altos cargos diplomáticos y políticos, entre ellos Embajador de Estados Unidos antes las Naciones Unidas y Secretario de Energía, ambos bajo el Presidente Bill Clinton. Explicó a los periodistas que en estas funciones ha tenido la oportunidad de conocer a muchos de los actuales líderes de la región y que esa familiaridad le ayudaría a buscar espacios de diálogo.

Sobre la actual coyuntura política en la región, Richardson dijo que como ciudadano americano y Gobernador, “creo que se debe mejorar la relación entre Estados Unidos y Latinoamérica, que ha habido un vacío, pero que existe la oportunidad de mejorar las relaciones”. En este contexto, añadió, el tema migratorio es “clave”.

Insulza comentó que en muchos países no se comprende cabalmente la posición norteamericana sobre estas materias, y esto, advirtió, “no es un tema pequeño, ya Estados Unidos recibe alrededor de un cuarto de los migrantes de todo el mundo”.

Durante la conferencia de prensa, los periodistas también preguntaron sobre la posibilidad de mejorar las relaciones con Cuba en este período de transición. Tanto Richardson como Insulza destacaron la importancia de promover la democracia en la isla caribeña. El Secretario General habló de la necesidad de establecer un diálogo entre los cubanos sobre su propio futuro, promoviendo la participación de todos los sectores de la sociedad y no solamente la del gobierno o de la comunidad en el exilio, para ayudar a que Cuba tenga “un proceso de transición pacífico”, dijo.

Referencia: C-271/06