Comunicado de Prensa


AMENAZAS A LA SEGURIDAD PUEDEN DESESTABILIZAR LA DEMOCRACIA

  30 de octubre de 2002

Las amenazas a la seguridad en el hemisferio pueden contribuir a desestabilizar los gobiernos democráticos, coincidieron en señalar hoy representantes de los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA), durante una sesión de la Comisión de Seguridad Hemisférica, que preside el Embajador de México, Miguel Ruiz Cabañas.

En la reunión, convocada para intercambiar información sobre aspectos bilaterales y subregionales de la seguridad, el Embajador del Perú ante la OEA, Eduardo Ferrero Costa, dijo que la Carta Andina para la Paz y la Seguridad, suscrita en Lima en junio pasado, tiene el compromiso de instaurar una zona de paz en la comunidad andina. “Este compromiso constituye un claro mensaje político y una contribución importante de los países de la subregión al debate de los temas de seguridad en nuestra Organización”, sostuvo el diplomático peruano.

Tras enumerar otros compromisos asumidos en la Carta Andina, entre ellos el de la limitación de los gastos de defensa externa, el control de las armas convencionales y la transparencia, el Embajador Ferrero se refirió a las amenazas no convencionales y reiteró el compromiso regional en la lucha contra el terrorismo, el crimen transnacional, las drogas ilícitas, el lavado de activos y el tráfico ilícito de armas.

El Embajador de Guyana ante la OEA, Odeen Ishmael, citó en su intervención al Sistema de Seguridad Regional del Caribe, adoptado en 1982 por seis naciones caribeñas, y propuso ir más allá del enfoque tradicional basado en amenazas militares e incluir los retos que enfrentan los países en desarrollo y los pequeños estados insulares.

“Las amenazas a la seguridad nacional constituyen también graves amenazas a la democracia”, sostuvo el diplomático guyanés antes de asegurar que “quizás uno de los más graves retos que enfrenta hoy en día la región del CARICOM es la pandemia del SIDA que representa una inmensa amenaza al desarrollo económico y social y tiene el poder de socavar la base misma de la sociedad entera”.

El Embajador Ishmael dijo que los índices de infección por el virus del SIDA en el Caribe figuran entre los más altos del mundo. Actualmente, explicó, más de medio millón de personas están infectadas en la región caribeña, mientras que en las últimas dos décadas 6,600 personas han muerto por causa de la infección y cerca de 100 mil niños menores de 14 años han quedado huérfanos por causas del SIDA.

También el Embajador de Antigua y Barbuda ante la OEA, Lionel Hurst, se refirió al Sistema de Seguridad Regional del Caribe, afirmando que desde su creación ha demostrado su efectividad en una variedad de funciones y propósitos. El diplomático caribeño sostuvo, igualmente, que “nuestra capacidad para comprar y vender productos en el mercado internacional sigue siendo de suma importancia para la soberanía e independencia de la región”.

En la sesión también fue examinada la experiencia del MERCOSUR, Bolivia y Chile. El Embajador del Brasil ante la OEA, Valter Pecly Moreira, mencionó la Declaración Política de 1999 que declara a la subregión libre de armas nucleares y establece mecanismos de consulta y cooperación en materia de seguridad y defensa entre sus Estados miembros.

El diplomático brasileño sostuvo que las iniciativas subregionales no deben ser interpretadas como antagónicas a una perspectiva hemisférica de seguridad y defensa. “Por el contrario, ellas aportan mayor objetividad y transparencia y contribuyen a la identificación de valores compartidos que faciliten una perspectiva más amplia”, agregó.

En su opinión, la defensa de los sistemas democráticos y sus valores esenciales, la cooperación basada en la transparencia y el funcionamiento pleno del sistema representativo y la consolidación de la integración, “constituyen la base de las formulaciones colectivas y solidarias que buscamos en el MERCOSUR para el perfeccionamiento de nuestra seguridad individual y colectiva”.

Durante la sesión, el asesor del Ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Mauricio Herdocia, y la asesora jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, Elizabeth Villalta, expusieron sobre el Tratado Marco de Seguridad Democrática de Centroamérica que desarrolla y amplía el Protocolo de Tegucigalpa suscrito en 1991.

Ambos expositores coincidieron en destacar que el Tratado es “un modelo multidimensional” que rompe con la visión eminentemente militar e incorpora la dimensión humana de la seguridad. “Ello significa un cambio radical en nuestra historia dominada por el autoritarismo y una visión distorsionada de la seguridad nacional”, enfatizó el delegado nicaragüense.

La sesión de la Comisión de Seguridad Hemisférica se realizó en el marco de los trabajos preparatorios de la Conferencia Especial sobre Seguridad, que tendrá lugar en México en mayo del próximo año.

Referencia: C-215/02