Comunicado de Prensa


INSULZA LLAMA A EVITAR QUE NUEVAS GENERACIONES SUFRAN POR EL FLAGELO DE LAS MINAS ANTIPERSONAL, EN EL DIA INTERNACIONAL DE INFORMACIÓN SOBRE ESTE ARMAMENTO

  3 de abril de 2009

Un llamado para evitar que las generaciones futuras tengan que seguir sufriendo las consecuencias de las minas antipersonal, formuló el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, con motivo del Día Internacional de Información sobre el Peligro de las Minas y de Asistencia para las Actividades Relativas a las Minas, que se recordará este sábado 4 de abril.

“La Organización de los Estados Americanos desea en este día, destacar la urgencia de concientizar a la población sobre las graves consecuencias que traen estos letales artefactos y de educarnos todos para contribuir a combatir su peligro”, aseguró el titular del máximo organismo hemisférico en un Mensaje dedicado al Día Internacional de Información sobre el Peligro de las Minas.

“Los conflictos que se han desarrollado a lo largo de nuestra historia reciente han dejando una terrible amenaza latente para todos los habitantes del planeta: las minas antipersonal desplegadas en más de 75 países alrededor del mundo. La abrumadora mayoría de quienes se ven afectados por ella son personas que no tienen responsabilidad o participación alguna en los conflictos que la originaron. Civiles, jefes y jefas de hogar, madres y niños, deben enfrentar día a día los peligros de este enemigo silencioso”, sostuvo Insulza.

Entre los afectados por este terrible flagelo, Insulza hizo particular alusión a los niños, ya que según diversas fuentes, entre el 20 y el 30 por ciento de las víctimas por accidentes de minas son niños, quienes conforman, dijo, “el segmento más vulnerable de la sociedad y necesitan con urgencia ser advertidos del peligro que corren”.

En este sentido, el Secretario General enfatizó que los programas de Acción Contra Minas de la OEA buscan proteger a los niños de tres maneras. “Con campañas educativas adecuadas para lograr una mejor comprensión del tema; incluyéndolos en la transmisión de los mensajes educativos a los adultos para así promover el comportamiento seguro; y, en asociación con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, procurando una asistencia integral a víctimas que incluye atención médica, rehabilitación tanto física como psicológica, y la continuación de estudios para quienes los necesiten”.

Finalmente, refirió que a pesar de lo que aún resta por hacerse en esta materia, en “nuestro hemisferio hemos logrado avanzar sustantivamente en este terreno merced a los programas de Acción Contra Minas llevados a cabo en Costa Rica, Guatemala, Honduras, Suriname y, actualmente, en Colombia, Ecuador, Perú y Nicaragua”.

“Llamo a los países del hemisferio a redoblar sus esfuerzos de concientización de la población de las zonas afectadas por minas, preocupándose en particular de los niños. Por nuestra parte, nos mantendremos en nuestro empeño junto con la comunidad donante y los Estados Miembros de nuestra Organización, para que las Américas se vean libres de este flagelo y nuestros niños puedan vivir en un mundo sin temores”, puntualizó.

A continuación se transcribe el texto completo del Mensaje del Secretario General:

“Los conflictos que se han desarrollado a lo largo de nuestra historia reciente han dejado una terrible amenaza latente para todos los habitantes del planeta: las minas antipersonal desplegadas en más de 75 países alrededor del mundo. La abrumadora mayoría de quienes se ven afectados por ella son personas que no tienen responsabilidad o participación alguna en los conflictos que la originaron. Civiles, jefes y jefas de hogar, madres y niños, deben enfrentar día a día los peligros de este enemigo silencioso.

La Organización de los Estados Americanos desea, en este Día Internacional de información sobre el peligro de las minas y de asistencia para las actividades relativas a las minas, destacar la urgencia de concientizar a la población sobre las graves consecuencias que traen estos letales artefactos y de educarnos todos para contribuir a combatir su peligro. Es necesario evitar que las generaciones futuras tengan que seguir sufriendo sus consecuencias.

A pesar de que aún queda mucho por hacer, en nuestro hemisferio hemos logrado avanzar sustantivamente en este terreno merced a los programas de Acción Contra Minas llevados a cabo en Costa Rica, Guatemala, Honduras, Suriname y, actualmente, en Colombia, Ecuador, Perú y Nicaragua. Dentro de estos programas las actividades de sensibilización se han llevado a cabo tanto en castellano como en los idiomas autóctonos de las regiones afectadas, siendo los niños destinatarios importantes de las actividades desarrolladas. Además de reducir significativamente el riesgo para muchas poblaciones, se ha ayudado a niños y adultos que fueron víctimas a superar sus condiciones difíciles y vincularse de nuevo a la vida en comunidad.

Según diversas fuentes, entre el 20% y el 30% de las víctimas por accidentes de minas son niños. Ellos son el segmento más vulnerable de la sociedad y necesitan con urgencia ser advertidos del peligro que corren.

Los programas de Acción Contra Minas de la OEA buscan proteger a los niños de tres maneras. Con campañas educativas adecuadas para lograr una mejor comprensión del tema; incluyéndolos en la transmisión de los mensajes educativos a los adultos para así promover el comportamiento seguro; y, en asociación con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, procurando una asistencia integral a víctimas que incluye atención médica, rehabilitación tanto física como psicológica y la continuación de estudios para quienes lo necesiten.

Llamo a los países del hemisferio a redoblar sus esfuerzos de concientización de la población de las zonas afectadas por minas, preocupándose en particular de los niños. Por nuestra parte nos mantendremos en nuestro empeño junto con la comunidad donante y los Estados Miembros de nuestra Organización, para que las Américas se vean libres de este flagelo y nuestros niños puedan vivir en un mundo sin temores”.

Referencia: C-111/09