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II. Estrategia de desarrollo y ordenamiento de la cuenca

A. Justificación
B. Estrategia de desarrollo

A. Justificación

No obstante que los niveles de sedimentación del embalse indican que la vida útil del sistema de generación hidroeléctrica se mantendrá dentro de los parámetros de diseño originales, el aporte de sedimentos a la tasa actual implicaría aumento de costos de operación y mantenimiento, que se agudizarían a la mitad de la vida útil del Proyecto, a la vez que se reducirían las posibilidades de utilización del Embalse con fines de riego y como abastecedor de agua potable, especialmente por problemas de contaminación.

De hecho, la importancia, riqueza actual y potencial de la Cuenca de El Cajón está seriamente amenazada por el avance inusitado de la frontera agropecuaria, principalmente granos básicos, café y pastos, en detrimento del bosque y de los suelos de vocación forestal. El progresivo incremento de la deforestación para suministro de materia prima para los aserraderos en operación, abastecer de leña a la comunidad y dar paso al monocultivo de pastos y a los sistemas agrícolas de ladera, es impactante, ya que no existe un tasa equitativa de reposición del recurso, ni un sistema de control y vigilancia que detenga el avance agropecuario, proteja la regeneración natural y evite la irracional práctica de quemas e incendios forestales. De otro lado, el estado de sequedad generalizado que caracteriza a la Cuenca y su relieve montañoso, con grandes pendientes y vulnerabilidad a los procesos diluviales y gravitacionales, no favorecen la recuperación rápida de la cobertura vegetal por medios naturales, una vez que ésta ha sido destruida en tierras de vocación forestal. Por el contrario, generan un ambiente propicio para la erosión, los deslizamientos y otros procesos gravitacionales, con la consecuente pérdida de suelos y fertilidad y la acumulación de sedimentos en las zonas bajas, situación que origina, en muchos casos, estados irreversibles en la renovación del recurso, hasta llegar a extremos de desertificación, al igual que se crea un proceso de pauperización y desplazamiento de las comunidades a sitios más inaccesibles y menos propicios para su supervivencia.

Evidencia la situación anterior, la progresiva tendencia a la movilización de la población rural, con el aparecimiento de numerosos centros poblados y el desplazamiento de la población rural hacia los mayores centros urbanos dentro y fuera de la Cuenca, al igual que la intervención severa de los bosques, la abundancia de matorrales, y las huellas de derrumbes activos y cicatrizados en zonas de alta densidad poblacional.

El precario mantenimiento de las carreteras rurales y las bajas especificaciones de construcción de las mismas, aunados a la fragilidad geomorfológica y a la agresividad de las lluvias, producen serios estragos en el transporte terrestre, volúmenes crecientes de sedimentos, daños a los cultivos, a la propiedad y a la infraestructura física de las zonas bajas; al igual que inestabilidad y alto costo en la comercialización y mercadeo de los productos e insumos agropecuarios; a lo que habría que agregarle el aumento del costo de operación y mantenimiento del embalse a mediano plazo.

El escaso cubrimiento, limitada coordinación y calidad de los servicios asistenciales, infraestructura de servicios, transferencia tecnológica y promoción social, no han permitido el aprovechamiento a plenitud del gran potencial productivo y orientar el desplazamiento y la dinámica demográfica rural para incrementar y sostener la producción agropecuaria, conservar los suelos, disponer de leña; mejorar los ingresos de la población, su hogar y su calidad de vida, y evitar las traumáticas migraciones a zonas impropias dentro de la cuenca o su hacinamiento en los cordones de miseria de los principales centros urbanos.

De otro lado, la amenaza de pérdida de la diversidad biológica y del valor de los servicios ecológicos que provee la Cuenca, también es preocupante; al igual que la contaminación hídrica, atmosférica y de suelos; el uso inadecuado de los suelos; las bajas tasas de reforestación; la cacería incontrolada; la destrucción de refugios de fauna y bancos genéticos de flora, y la falta de control y vigilancia estatal para las zonas de reserva y parques nacionales, alimentada por la casi inexistente estructura jurídica que regule en forma coherente y apropiada el manejo de cuencas y del ambiente en general en Honduras.

B. Estrategia de desarrollo

Las características de uso de los recursos y sus efectos sobre las condiciones ambientales del área y socioeconómicas de la población, indican que las medidas a ser adoptadas e implementadas en función del desarrollo de la Cuenca, y particularmente de la continuidad y permanencia de los recursos naturales renovables, deben cumplir con ciertas características.

En particular, se identifica la necesidad de definir y adoptar una serie de medidas para orientar la intervención humana con fines de ordenar y lograr el aprovechamiento máximo de los recursos naturales renovables de la Cuenca, de forma que aseguren su desarrollo sostenible.

Sin duda, dada la extensión geográfica del área y los distintos grados de variación en los procesos de deterioro, exige que la estrategia de intervención tenga un horizonte de corto, mediano y largo plazo, en base a criterios de selectividad o priorización de la problemática a enfrentar.

En este sentido, el Proyecto de Manejo y Conservación de los Recursos Naturales Renovables de la Cuenca de El Cajón contempla dos instancias relacionadas con el marco temporal y de selectividad, en la implementación de las acciones.

La primera, consiste en la puesta en ejecución de un Plan General de Ordenamiento de la Cuenca que, mediante la definición de programas de desarrollo, con acciones específicas para cada zona o área dentro de la Cuenca, establece medidas de acción que tendrían que ser tomadas y que la Unidad Ejecutora del Proyecto deberá orientar y dar seguimiento a los distintos entes económicos e institucionales que participen del desarrollo de la Cuenca. Esta acción se iniciaría una vez que se forme la Unidad Ejecutora del Proyecto, y sería de larga duración o en forma permanente.

La segunda instancia consiste en el Programa de Inversiones de mediano plazo (5 años), que contempla la implementación de un conjunto de acciones en los campos considerados prioritarios para el buen manejo de los recursos naturales renovables de la zona, y que también, dado el principio de selectividad, se concentra en las áreas geográficas consideradas de urgente atención. Esto daría lugar a una segunda etapa del Proyecto de Inversión con el objeto de cubrir el resto de la Cuenca y las áreas sectoriales no atendidas previamente.

En ambas instancias, el ordenamiento y desarrollo de la Cuenca está basado en una estrategia que conlleva ciertos principios básicos, que son concordantes con el marco de políticas de orden nacional, sectorial y regional vigentes y en proceso de operacionalización. Tales principios son los siguientes:

1. Se propiciará la armonización de las condiciones en que se desarrolla la actividad económica de la población con los sistemas de aprovechamiento y conservación de los recursos naturales en forma sostenible, buscando en lo posible la especialización y la intensificación de la producción en forma consistente con el aprovechamiento máximo y eficiente de los recursos.

2. Se complementarán y coordinarán las acciones de promoción y asistencia para lograr un buen manejo de los recursos naturales, con la dotación de infraestructura y servicios de apoyo a la producción, de tal manera de hacer consistente los esfuerzos actualmente en ejecución o gestión con las recomendaciones de nivel general de ordenamiento de la Cuenca.

3. Se concentrarán esfuerzos en aquellas áreas en donde se presente la conjunción de aspectos tales como:

a. Mayor densidad relativa de asentamientos humanos en áreas de potencial adecuado, para asegurar incrementos y/o sostenimiento de actividades productivas.

b. La fragilidad de los ecosistemas y la importancia de determinadas áreas para la producción o conservación de determinados productos estratégicos; v.g. agua para el consumo humano, energía hidroeléctrica.

c. La compatibilización de la calidad de los recursos con su uso, de tal manera de asegurar los incrementos en productividad a través de un buen manejo de los recursos.

d. La incorporación gradual y sostenida de la población local y los gobiernos locales en las acciones de ordenamiento y manejo de los recursos naturales, a fin de propiciar capacidad autogestionaria en los aspectos que legalmente y por decisión propia estimen de conveniencia general asumirlos.

En base a tales principios la Estrategia asigna al sector público una función de orientador, promotor y armonizador de las acciones; en tal sentido velará porque los planes, programas y proyectos en ejecución y gestión sean revisados y ajustados para que sean elementos complementarios y, racionalizar así los esfuerzos de inversión. Tal aspecto es aplicable no sólo a los esfuerzos públicos sino también a los de iniciativa privada, sean estos de carácter empresarial o sin fines de lucro.

La acción del sector público antes expuesta deberá basarse en un esquema institucional, que incorpore a sectores no gubernamentales que tenga atribución clara en el manejo integral de los recursos naturales de la Cuenca y se les dote de los instrumentos necesarios para ejercer las acciones de desarrollo del área.

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