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I.2 Marco ecológico del Darién

I.2.1 Aspectos fisiográficos
I.2.2 Aspectos biogeográficos

I.2.1 Aspectos fisiográficos

I.2.1.1 Suelos

De los principales sistemas de montañas que se hallan en la provincia, el más desarrollado corre paralelo a la costa atlántica y está compuesto por la serranía de San Blas, en el nordeste, con elevaciones entre 300 y 600 metros sobre el nivel del mar, y Altos de Limón, incluyendo el cerro Tacarcuna (1 875 m), que corresponde al punto más alto de la región oriental, cerca de la frontera colombiana. El otro sistema es menos contiguo, y está situado cerca de la costa del Pacífico. Consiste en la serranía de Majé, al norte del Golfo de San Miguel, y las serranías de Sapo, Jurado, Pirre, Setetule y Bagre, en el sudoeste. Los puntos más altos de este sistema se registran en los cerros Sapo (1 145 m). Jaqué (1 585 m), Setetule (1 220 m) y Pirre (1 615 m).

En esta región se encuentran las tierras bajas con más extensión; las mismas consisten en una larga depresión que contiene los sistemas del río Bayano y de los ríos Chucunaque y Tuira. Estas tierras están situadas por lo general a menos de 300 metros sobre el nivel del mar, y contienen llanuras con pendiente inferior a 15%. También existen en amplias extensiones en la cuenca del río Sabana, y en menores extensiones en los valles de los ríos Sambú, Jaqué, Cucunatí, Congo y otros.

Dentro de esta depresión se encuentra el sistema hidrográfico más extenso del país, el río Chucunaque-río Tuira (véase Mapa 1-1) Tiene un área de drenaje de 864 000 hectáreas. Sus afluentes principales son los ríos Cupe, Paya, Púcuro, Chiati, Ucurgantí, Tichichi, Mortí, Membrillo, Chico, Tuquesa y Tupiza.

La topografía de tierras bajas y planas ha producido un flujo de aguas bastante lento en la cuenca media y baja del Chucunaque-Tuira. La pendiente del río en el punto de confluencia con el río Agua Frío, aproximadamente a 177 kilómetros de la desembocadura del río Tuira en el Golfo de San Miguel, es de 0.56 m, por cada 1.6 kilómetros.

El Golfo de San Miguel recibe el caudal del Chucunaque-Tuira. También bañan este golfo los ríos Salsas, Marea, Setegantí, Sabanas, Congo y Cucunatí. El área de drenaje del Golfo de San Miguel es aproximadamente de 1 274 000 hectáreas, o sea el 76% de la superficie total del Darién. Los principales ríos con sus respectivas áreas de drenaje son los siguientes:

Chucunaque

492 500

Tuira

371 500

Balsas

159 500

Sabana

85 750

Cucunatí

40 250

Sucio

9 000

Congo

50 000

Marea

31 000

Setegantí

9 000

Mogocenaga

10 500

Iglesias

7 000

El Piñal

8 000

En la ensenada de Garachiné, cuya área de drenaje es de 148 750 hectáreas figuran los ríos Sambú y Taimatí, con 139 250 y 9 500 hectáreas, respectivamente. Hay además otros ríos que desembocan en el Pacífico y que en conjunto forman un área de 128 750 hectáreas.

Las cuencas del Chucunaque-Tuira y los ríos Balsas, Sambú y Jaqué consisten en rellenos sedimentarios formados desde el oceno al plioceno. Están formados por limolitas, lutitas, areniscas, alcáreas, areniscas lutáceas y conglomerados provenientes de material volcánico. Los suelos tropicales húmedos son los más diversos y esta condición se refleja en la variación de suelos que existen sobre los sedimentos del subsuelo.

I.2.1.1 Suelos

A lo largo de los ríos principales se hallan fajas estrechas de depósitos fluviónicos cuyos suelos aluviales, tal como el Tropofluvent, presentan mejores posibilidades para el desarrollo de la agricultura. Sin embargo existen estudios edafológicos que indican una gran variedad de suelos con severas limitaciones para actividades agropecuarias (véase el Cuadro 1-1).

Los suelos, según su capacidad, están divididos en siete categorías, de la II a la VIII. Las limitaciones para actividades agropecuarias y las necesidades de manejo para mantener la calidad y productividad de las tierras aumentan progresivamente de la II a la VIII. En una segunda agrupación, las ya mencionadas clases de suelos se combinaron en cuatro categorías, que enfocan los usos agropecuarios de las tierras (Cuadros 1-2 y 1-3).

La clase II es la más apta para cultivos anuales, como maíz, arroz, hortalizas, yuca, maní, sandía, legumbres y frutales tropicales; está compuesta por suelos Tropofluvent, de topografía plana. La clase III, también de Tropofluvent, se puede utilizar para el arroz, maíz, legumbres, hortalizas, plátano y banano, aunque es más susceptible a inundaciones y a problemas de erosión que la clase II. En suelos de clase IV se pueden cultivar mango, marañón, mangotín, piña y otros cultivos. Estos suelos están formados por los grupos Haplortex en la subclase IVes y Paleudol, Tropuldalf y Palendalf para la subclase IVe.

MAPA I-1. Ríos Principales de la Provincia de Darién

Cuadro I-1 SUPERFICIE Y DISTRIBUCION APROXIMADA DE SUELOS SEGUN TAXONOMIA

Grande Grupo de Suelos

Superficie

%

ha

Tropofluvent

2.2

37 528

Fluvacuent Trópico

2.0

33 624

Sulvacuent

2.1

36 739

Troportent Lítico

19.0

319 293

Tropacuept

1.7

28 003

Eutropept

20.8

350 263

Distropept

6.0

101 566

Cromuster Udico

4.4

73 537

Hapludol

29.4

493 154

Paleudol

0.2

3 524

Plintudalf

1.7

27 251

Tropudalf

0.5

9 187

Paleudalf

0.5

9 187

Tropudult

2.4

41 214

Haplortox

4.4

73 030

Ríos

2.7

43 100

Total

100.0

1 680 300

Cuadro I-2. SUPERFICIE Y DISTRIBUCION APROXIMADA DE SUELOS SEGUN CAPACIDAD DE USO

Clases de Suelos

Superficie

%

ha

II

0.7

11 608

III

4.5

76 079

IV

1.7

28 694

V

2.5

42 205

VI

23,2

393 697

VII

35.6

596 094

VIII

29.1

488 283

Ríos

2.7

43 100

Total

100.0

1 680 300

Cuadro I-3. SUPERFICIE Y DISTRIBUCION APROXIMADA DE CATEGORIAS DE SUELOS SEGUN CAPACIDAD DE USO

Categorías de Suelos

Superficie

%

ha

Apropiados para cultivos intensivos y otros usos (Clases II, III y IV)

6.9

116 381

Apropiados para cultivos permanentes, pastos y aprovechamiento forestal (Clases V y VI)

25.7

435 902

Marginales para uso agropecuario, generalmente aptos para el aprovechamiento forestal (Clase VII)

35.6

596 094

No apropiados para uso agropecuario ni explotación forestal (Clase VIII)

29.1

488 823

Total

97.3

1 637 200

La clase V sufre de lenta permeabilidad y tiene drenaje imperfecto. Una parte de estas tierras, de la subclase Vswi, pertenece al grupo Tropacuept.

En razón de la pendiente pronunciada, los suelos de la clase VI son susceptibles a una alta hidroerosión. Conjuntamente con la baja fertilidad, estas tierras están limitadas al cultivo de plantas perennes, tales como frutales tropicales, y a la explotación ganadera en las gradientes más bajas. Contienen los grupos de suelos Hapludol, Eutropept, Distropept, Cromustert Udico, Tropudult y Plintudalf. Una subclase de VII (Viles) por tener una topografía de empinada a muy empinada, puede sufrir una erosión pluvial excesiva. La segunda subclase (VIIswi) tiene una permeabilidad baja y un drenaje pobre. El uso de capacidad de estas tierras que se ha propuesto es de explotación racional de bosques y aprovechamiento integral de la madera. Los grupos de suelos naturales contenidos en ella son los grupos Hapludol, Distropept, Eutropept, Tropudult y Fluvacuent Trópico.

La clase VIII no se considera apropiada para explotación agropecuaria o forestal. Este tipo de tierras se encuentra en la zona montañosa y en áreas de topografía muy abrupta. Contienen suelos tales como el Hapludol, Eutropept, Troportent lítico en la subclase VIIIes, y Sulfacuent y Trópico en la VIIIswi. Estas tierras, por ser altamente susceptibles a la erosión, se prestan más para la protección de cuencas, que ofrece el mantenimiento de los bosques.

En el estudio edafológico también se preparó un mapa de capacidad de uso de la tierra (Mapa A-1) basado en la correlación de la capacidad, la fisiografía, la topografía y los aspectos ecológicos muy generalizados. Para los aspectos ecológicos se aplicó el sistema de clasificación de Zonas de Vida de L. R. Holdridge. En el prólogo se incluyó una cita señalando la falta de precisión de dicho sistema de clasificación. Las zonas de vegetación de Holdridge también son una reconstrucción hipotética y de ninguna manera presentan las condiciones actuales de una gran parte del Istmo panameño.

La Provincia de Darién tiene un período de precipitación reducida de enero a abril y una temporada más húmeda durante el resto del año. Noviembre es el mes con máxima precipitación, y en marzo o abril los ríos registran sus caudales mínimos. Desafortunadamente hay escasez de datos meteorológicos registrados para esta región. De las once estaciones meteorológicas que hay en el Darién, diez fueron instaladas en 1973 y una en 1974. El período de registro de datos es inadecuado para determinar modelos climatológicos actuales. Además, todas las estaciones meteorológicas están en tierras bajas, y ninguna se encuentra a una elevación superior a 50 metros sobre el nivel del mar. Cuatro están situadas en la costa, dos en la cuenca baja del Chucunaque-Tuira, y dos en la cuenca alta del mismo, lo que significa que hay grandes extensiones sin datos meteorológicos.

La Organización Meteorológica Mundial recomienda una cobertura de 250 a 1 000 km2 por cada estación hidrometeorológica en regiones montañosas tropicales, y una cobertura de 1 000 a 5 000 km2 por cada estación pluviométrica. Actualmente existe una red de estaciones hidrometeorológicas a razón de una por cada 1 527.5 km2 y una red de estaciones pluviométricas por cada 8 401.5 km2. Además hay falta de información sobre evaporación, evapotranspiración, radiación, vientos, humedad relativa, nubosidad, temperatura de suelos y temperatura de aguas fluviales.

La mayor parte de la cuenca del Chucunaque-Tuira ha sido designada Awi clima de sabana tropical. Se caracteriza por tener una precipitación menor de 2 500 mm anuales, una temperatura media del mes fresco de más de 18°C y una diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y el más fresco menor de 5°C. Observaciones sobre características fitogeográficas señalan que esta área ciertamente está ubicada en una zona de Am - clima tropical húmedo, con una precipitación mayor de 2 500 mm anuales y una estación seca menos prolongada, pero con temperaturas similares a la zona Aw. En el reciente inventario forestal del Darién la mayor extensión de los bosques en la cuenca del Chucunaque-Tuira fue identificada como bosque mixto con el dominio del cuipo (Cavanillesis platanifalia). Esta formación forestal corresponde en general al clima tropical húmedo (Am).

Por razones semejantes, el mapa de isoyetas en el Estudio sobre Recursos Hídricos parece ser muy preliminar. Gran parte de la cuenca media y alta del Chucunaque-Tuira ha sido designada de precipitación menor de 2 000 mm anuales. La distribución geográfica de la precipitación se preparó en base al mapa de Holdridge sobre Zonas de Vida, modificándola con correlaciones entre zonas de vida y precipitaciones en otras áreas del Istmo, y con datos provenientes de las estaciones pluviométricas. El Cuadro 1-4 muestra los cambios significativos en la precipitación que ocurren año tras año. La diferencia en precipitación de 1 018.7 mm para Tucutí entre 1973 y 1974, y de 2 329.1 mm para Puerto Piña entre 1974 y 1975 no se puede subestimar, especialmente sobre un período tan breve.

Cuadro I-4. PRECIPITACION ANUAL SEGUN ESTACIONES METEOROLOGICAS DE LA PROVINCIA DE DARIÉN 1973-1975

Estación

Precipitación año/mm

1973

1974

1975

Boca de Sábalo

2 333.9

1 482.3

- - - -

Puerto Piña

8 505.8

4 176.7

- - - -

Taimatí

- - - -

1 343.1

1 647.4

La Palma

1 537.3

1 680.0

- - - -

Tucutí

3 464.0

2 445.3

- - - -

Garachiné

1 886.7

1 275.5

- - - -

Es útil señalar, en términos generales, la existencia de tres regiones climatológicas según la clasificación de Köopen: a) clima de sabana tropical (Aw), que se extiende de la cuenca baja del río Sambú a la cuenca baja del río Tuira; b) clima templado húmedo de altura (Cw), que existe en las zonas montañosas de la serranía del Sapo, la serranía del Pirre y los Altos de Limón. En esta región el promedio anual de lluvias es mayor de 3 000 mm anuales, dependiendo de la latitud, longitud y elevación del lugar. La temperatura media del mes más fresco es menor de 18°C, con una diferencia de más de 5°C entre las temperaturas medias del mes más fresco y el más cálido; c) clima tropical húmedo (Am), que se extiende sobre el resto de la provincia.

Este esquema esta basado principalmente en la correlación entre las condiciones climatológicas y la distribución de flora y fauna que se ha observado en el Darién.

I.2.2 Aspectos biogeográficos

I.2.2.1 Zonas fitofisonómicas
I.2.2.2 Zoogeografia del Darién

Debido a la edad de las regiones tropicales húmedas, los procesos más largos de evolución han producido más tipos de flora, fauna y suelos que en cualquier otro bioma de la tierra. En el caso de Panamá, su diversidad biótica se acentuó por el hecho de que hacia el final del Plioceno emergió del océano como un puente de tierra que conectó los dos continentes. Así, el istmo se convirtió en un laboratorio donde se encontraron la flora y fauna en evolución de los dominios neotropicales de Norte y Sur América. Hoy día, los bosques del Darién contienen una marcada diversidad biótica, aunque cada día la deforestación irracional amenaza la preservación de esta riqueza de la naturaleza.

I.2.2.1 Zonas fitofisonómicas

Muchos de los estudios ecológicos sobre Panamá se han basado en la zonificación de vegetación natural según Holdridge. Esta metodología sirvió para identificar, de un modo general, zonas hipotéticas de vegetación natural. Sin embargo, recientes levantamientos forestales ofrecen mayor detalle y nuevos esquemas de la distribución geográfica de zonas fitofisonómicas. En el inventario forestal de Panamá realizado por la FAO en 1972, por no encontrar variaciones significativas entre las formaciones forestales en el estudio ecológico de Holdridge fue necesario incluir las áreas de bosques muy húmedos premontanos con los de bosques húmedos tropicales, y agrupar los bosques pluviales premontanos con los bosques pluviales de montaña baja.

i. Bosque húmedo tropical

La formación identificada como bosque mixto de culpo son viejos bosques húmedos, pero de naturaleza secundaria. La dominación del cuipo (Cavanillasia platanifolia), un árbol de madera suave y de fácil regeneración, es indicación de un bosque que empezó a restablecerse probablemente en el siglo XVI y que actualmente atraviesa por una serie de etapas serales.

La composición forestal en la que domina el cuipo parece ser el resultado de la quema accidental producida por actividades indígenas. Especialmente en la cuenca alta del Chucunaque-Tuira se ha encontrado que en algunas áreas el cuipo representa más del 70% del volumen de la madera, y de 30 a 40% del número de árboles. Este árbol crece a una altura de 25 a 35 metros.

La explotación de ciertas maderas comerciales ha resultado en la desaparición de especies tales como la caoba y el cedro amargo (Cadrela odorata) en los lugares más accesibles de los bosques húmedos del Darién.

Sobre los troncos y copas de los bosques crecen abundantes epifatas y bejucos. Hay abundancia de arbustos asociados con la "tripa de gallina", que crecen al pie de los árboles. En el Cuadro 1-5 se muestran algunas formaciones vegetales. Cuadro 1-5

SUPERFICIE APROXIMADA DE LAS FORMACIONES DE VEGETACION (Provincia de Darién)

Vegetación

Superficie (hectáreas)

Manglares

33 687.5

Bosque mixto de cuipo

478 250.0

Cativales

45 687.5

Bosque mixto seco de palmeras

45 375.0

Area inundables pantanosas

20 187.5

Zona agropecuaria

47 625.0

Area de protección

301 250.0

Parte de área de reserva

665 137.5

Subtotal

1 637 200.0

Ríos

43 100.0

Total

1 680 300.0

Actualmente estos bosques son los de mayor extensión en el Darién, aunque hoy día están sufriendo serios disturbios. Es probable que el área protectora del Alto Darién consista también en bosque mixto de cuipo.

ii. Bosques maduros de tierras premontanas y montanas

Las tierras premontanas y montañas de las serranías del Sapo, Pirre, San Blas y Altos de Limón (Cerro Tacarcuna) tienen una cobertura de bosque maduro de mucha edad. Se conoce muy poco sobre la flora de esta formación fitofisonómica, pero es probable que contenga roble, aguacates silvestres, el arbusto conocido como "cepa de caballo" y algunas raicillas. Estos ecosistemas contienen una gran variación de orquídeas, helechos, hongos, musgos y liqúenes.

iii. Sabanas y vegetación secundaria pionera

En varias áreas los bosques han sido reemplazados por agroecosistemas, sabanas y rastrojos. En la cuenca baja y media del Chucunaque-Tuira hasta su afluente, el río Tuquesa, se han establecido ecosistemas de "árboles bajos, arbustos y rastrojos, frecuentemente en combinación con hierbas". También se encuentran en los llanos costeros del Golfo de San Miguel, entre Garachiné y La Palma, y en las cuencas de los ríos Sambú, Tucutí, Jaqué, Iglesias y Setegantí. En los últimos tres años, la franja de la Carretera Panamericana ha sido el área de deforestación más acelerada. Una faja de aproximadamente 3 km de ancho ha sido casi totalmente deforestada en el borde del estuario y el Golfo de San Miguel.

Especies típicas del ecosistema de "arboles bajos, arbustos y rastrojos combinados con hierbas", son el marañón, el nance y el malagueto, que se encuentran en asociación con el pasto faragua. Por razones culturales, el cuipo se ha mantenido en estos ecosistemas pioneros.

En la parte menos húmeda de esta formación se halla el guarumo. Las condiciones de sabana de palmas son más pronunciadas en el llano costero, entre Garachiné y La Palma, que corresponde a la región climatológica de clima de sabana tropical.

En la cuenca del río Sambú se han observado algunas especies frutales de interés: guanábano, marañón, papaya, plátano, mango, caimito, mamey, naranja, limón, mandarina, aguacate y jobo. También se han observado cereales y tubérculos, como maíz, frijol, ñame y arroz. Esto es representativo de las especies que se cultivan en las zonas agrícolas del Darién.

iv. Ecosistemas de tierras inundables

Los manglares del Darién están situados principalmente en el Golfo de San Miguel. Los del género Rhizophora son los más abundantes en las áreas fuertemente salinas, y alcanzan una altura de 30 a 35 metros. En la cuenca baja de los ríos Balsas, Sambú, Congo, Sabanas, Mareas, Taimatí, Setegantí y Caucantí, con la reducción progresiva de salinidad, el Rhizophora es gradualmente reemplazado por el mangle negro (Avicenia nitida) y por el alcornoque (Mora oleifera). Este último se encuentra con frecuencia en asociación con el cativo (Prioria copaifera).

En la cuenca baja del Chucunaque-Tuira, entre los ríos Tuira y Balsas existe un ecosistema dominado por el mangle negro (Avicenia germinans). La faja del mangle negro, de aproximadamente 300 metros de ancho, está a una distancia de 100 metros de los ríos. Entre el mangle negro y los ríos hay una faja de mangle rojo. El sub-bosque del mangle negro está compuesto exclusivamente del negro jorra (Achrostichum aureum).

En tierras periódicamente inundadas por mareas y lluvias y de menor salinidad, existen formaciones de cativos asociados con alcornoques. Especies tales como tangare, "sangre de gallo" y jobo son más comunes en los cativales de tierras inundadas por aguas frescas. Estas formaciones fitofisonómicas están situadas en las cuencas de los ríos Sambú y Chucunaque.

Se ha observado que los cativales quedan en fajas de aproximadamente mil metros de ancho que corren paralelas a los ríos. En los primeros 400 metros el cativo está asociado principalmente con el jobo y el coco. De 400 a 700 metros de los ríos, el cativo aparece en un estado puro. En los últimos 300 metros, se encuentran cuipo, bonga y numo. Después de los mil metros sigue una formación más típica del bosque húmedo tropical.

El cativo alcanza una altura de 25 a 35 metros. Actualmente es la especie más explotada por la industria maderera del Darién, pues representa el 75% del volumen total producido.

Existen también pequeños pantanos de árboles bajos en el bajo Tuira y Balsas, y en pequeñas fajas a las orillas de los ríos Chucunaque, Membrillo, Tuquesa y Tupisa.

v. Matorrales espinosos

Detrás de los manglares del Golfo de San Miguel, entre Punta Alegre y Punta Blanca, se han observado matorrales espinosos en los cuales crece el mesquite. Esta formación parece ser el producto de un fuerte control edáfico y una precipitación reducida.

I.2.2.2 Zoogeografia del Darién

i. Mamíferos

En la región oriental de Panamá existen dos distribuciones generales de géneros de mamíferos. En la zona montañosa y en el sector elevado de la zona premontana, las especies más descollantes son de los géneros Cryptotis (musarañas), Microsciuris (ardillas pigmeas), Reithdorontomys y Peromycus (ratones), y Macrogeonys (aradores).

Los mamíferos notables de las tierras bajas y premontanas son de los géneros Matachirus (zarigüeyas) Hoplomys (ratas), e Hydrochoerus (ponchos).

De las ocho especies de primates en Panamá, hay seis en el Darién: el jujuná (Actus trivirgatus), mono colorado (Ateles geoffroyi), mono araña (Ateles fuscipeps) y tití (Saguinus geoffroyi). El mono araña tiene una distribución limitada: pertenece solamente a Panamá y a las tierras occidentales de Colombia y Ecuador. La distribución del tití es aún más restringida, ya que habita solamente el territorio panameño y la región del Chocó y la costa del Pacífico, en Colombia.

Las cinco especies de felinos de la familia felidae en Panamá todavía habitan los bosques menos accesibles del Darién: el león costarricense; el jaguar; el manigordo; el tigrillo y el tigrillo congo.

Hay una gran diversidad de mamíferos que habitan la Provincia de Darién; muchas especies tienen una distribución restringida en las Américas por causa de la deforestación irracional. Basta señalar que los primates y gatos silvestres mencionados en esta sección están en peligro de desaparecer, tanto en Panamá como en el resto del neotrópico.

La cobertura natural de Panamá, con la excepción de áreas pequeñas de matorrales limitadas por condiciones edáficas, es de bosque. La gran mayoría de los mamíferos del trópico húmedo depende de este habitat. Su destrucción excesiva significa extinción y pérdida de estabilidad ecológica del medio ambiente.

Este proceso ya se ha completado en algunas áreas del Darién, como por ejemplo la cuenca del río Sambú, el estuario del Chucunaque-Tuira, las tierras contiguas a la Carretera Panamericana y la zona de Yaviza, en donde se han extinguido los mamíferos más grandes.

ii. Aves

La variedad de aves en el Istmo de Panamá es una de las mayores de la tierra. Se han identificado 883 especies en Panamá, en comparación a 500 en América del Norte, sin incluir México. Los territorios combinados de Panamá y Colombia tienen aproximadamente 1 200 especies de aves.

Naturalmente, esta diversidad se refleja en el medio ambiente del Darién.

Varias especies en peligro de desaparecer habitan los bosques del Darién. Entre ellas merecen destacarse: águila moñuda (Morphus guianensis), harpía (Harpia harpyja), pavón (Crax rubra), crested guan (Penelope purpurascens), marbled wood-quail (Odontophorus gujanensis), paloma selvática (Leptotila casinni), hormiguero montañés (Neomophus geoffroyi), buho penachudo (Lophostrix cristata), colibrí oreji-violáceo moreno (Colibrí delphinae), colibrí de coronilla verde (Helidoxa jacula), carpintero pardo (Veniliornis fumigatus) y raspahoja de garganta castaña (Sclerus mexicanus).

Los guacamayos del género Ara, que en años pasados eran numerosos, hoy día están restringidos a los bosques inaccesibles del Istmo. De las cinco especies de guacamayos que se han registrado en Panamá, cuatro habitan en los bosques del Darién. Aunque los Guacamayos son aquí más numerosos que en otros lugares del Istmo, es probable que si no reciben protección adecuada desaparecerán de Panamá en la próxima década.

La alta diversidad de aves tropicales existentes se debe en parte a la compleja multiestratificación de los bosques del trópico húmedo. Como en el caso de los mamíferos en peligro de extinción, los guacamayos, la harpía, el pavón y muchas de las aves del Darién están amenazadas por la deforestación irracional.

iii. La vida acuática

En las aguas marinas del Darién habitan varias especies comerciales. Las aguas poco profundas contienen anchovetas, arenques, camarones y langostas. En aguas más profundas, de 3 hasta 20 brazas se halla el camarón blanco, aunque éste también se encuentra en esteros y manglares durante su primer período de vida.

En la pesca artesanal se incluye la corvina amarilla, la pelona, el mero, el pargo de la mancha, el pargo rasquero, el róbalo, el bagre y cazones.

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