Mensaje del nuevo Secretario Ejecutivo, Embajador Neil Parsan
Es para mí un
gran privilegio y es con gran humildad que recibo el llamado a trabajar
con los Estados Miembros en liderar los esfuerzos de la Organización
de los Estados Americanos (OEA) en materia de desarrollo. Como Secretario
Ejecutivo para el Desarrollo Integral, me uniré a un equipo dedicado
y talentoso de profesionales que trabajan arduamente para apoyar a
los Estados Miembros en la promoción de sus objetivos de desarrollo;
ya sea en el ámbito de la educación, el trabajo, la competitividad,
el turismo o la sostenibilidad, sólo para nombrar algunas de las
áreas prioritarias de la región.
El desarrollo
integral es uno de los cuatro pilares fundamentales de esta
Organización, pero, como muchas veces he sugerido, se puede
argumentar que debido a su carácter multifacético, es un factor
determinante en la forma en que avanzamos como región en nuestras
otras áreas principales de enfoque: democracia, seguridad y derechos
humanos. Los Estados Miembros han reconocido la naturaleza
interdependiente y de refuerzo mutuo de estos pilares y siguen
asignando gran importancia a los esfuerzos de la Organización en
materia de desarrollo.
En la última
década, la región de América Latina y el Caribe logró un progreso
económico y social significativo. Un nuevo informe (CEPAL,
2015)
estima que entre 1990 y 2015, la región redujo en más de la mitad la
proporción de personas que viven con menos de $1.25 dólar por día,
pasando de 12,6% en 1990 a 4,6% en 2011. Además, las cifras actuales
sobre participación laboral y desempleo están en su mejor nivel en
20 años y, a partir de 2015, el 93% de los jóvenes entre 15 y 19
años de edad habrán concluido la educación primaria.
Sin embargo, aún
persisten importantes desafíos. No sólo es nuestra región comúnmente
citada como la más desigual del mundo, sino que las brechas
persistentes de productividad, falta de acceso a educación de
calidad y los retos que impone el cambio climático afectan de manera
desproporcionada a las poblaciones más vulnerables de nuestra
región, lo que amenaza con exacerbar los niveles ya alarmantes de
desigualdad. Por otra parte, los expertos coinciden en que el
crecimiento económico de la región será mucho más lento en los
próximos años, pasando de un crecimiento anual promedio de 5% en la
última década al 2,2% en 2015 (Banco
Mundial, 2014).
Este escenario
de bajo crecimiento se intensifica aún más dada la considerable
disminución de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD)
canalizada por los donantes a América Latina y el Caribe, que, según
informa la CEPAL, pasó de representar el 14% de la AOD total mundial
al 7,6% entre 1960 y la década actual. Se espera que esta tendencia
continúe, en la medida en que nuestra región sigue la transición de
un grupo de países de bajos ingresos a ingresos medios.
En este
contexto, el enfoque de la Organización en el diálogo político y la
cooperación técnica regional para el desarrollo se torna cada vez
más relevante. Al reunir valiosas experiencias nacionales y los
conocimientos especializados de otros sectores en una verdadera
alianza para el desarrollo, la OEA está bien posicionada para jugar
un papel importante en ayudar a los países a enfrentar los retos del
desarrollo en un entorno de mayor limitación de recursos.
Sin lugar a
dudas, las alianzas para el desarrollo sostenible, ya sea entre
Estados Miembros o con otros actores y regiones, son fundamentales
para tener éxito como una región en esta materia. Este imperativo,
que tradicionalmente ha impulsado el trabajo de la OEA, fue
reconocido una vez más en los
Objetivos de Desarrollo Sostenible
aprobados este mes y que guiarán la nueva agenda mundial de
desarrollo hasta el año 2030, siendo una consideración permanente en
nuestro trabajo.
Al
asumir el papel de Secretario Ejecutivo para el Desarrollo Integral
de la OEA,
espero seguir trabajando con Estados Miembros, personal y aliados
para avanzar juntos en el trabajo encomendado a la Organización en
materia de desarrollo, con el fin de contribuir a trazar un camino
de prosperidad, sostenibilidad e inclusión para nuestra región.
En lo personal, espero tener a todo mi equipo en la Secretaría
trabajando al unísono,
poniendo todas las cabezas, todos los corazones, y todas las manos a
la obra para llevar una mejor calidad de vida a todos los pueblos de
las Américas. Es nuestra responsabilidad como líderes luchar por
esto, dejando este mundo un mejor lugar de lo que lo encontramos.
Atentamente,
Emb. Neil Parsan
Secretario
Ejecutivo para el Desarrollo Integral
Organización de los Estados Americanos
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