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2. Metas de desarrollo

2.1 Producción agropecuaria
2.2 Producción industrial y minera
2.3 Análisis por subregiones
2.4 Evolución de la población

2.1 Producción agropecuaria

Las proyecciones de los indicadores económicos han demostrado que cabe aguardar un importante incremento en el valor absoluto del producto bruto originado en el sector agropecuario de la parte argentina. Dicho incremento, sobre la base de precios constantes, puede obtenerse de dos maneras:

a) Un aumento de la productividad por unidad de tierra cultivada.
b) La habilitación de nuevas tierras destinadas a la producción.

El análisis del sector pecuario indica una explotación extensiva a muy extensiva de muy bajo rendimiento, motivada por diversas causas tales como el sistema de manejo de ganado a monte, y la baja calidad de los suelos y de las pasturas naturales. Un incremento sustancial de la receptividad de las tierras ganaderas, debe fundamentarse en el uso de pasturas artificiales y forrajes, productos éstos que solamente pueden obtenerse en áreas bajo riego.

En cuanto a la agricultura regional, es relevante sólo aquella practicada en zonas con riego. Incluso la agricultura de secano se practica casi con exclusividad en suelos con infraestructura de riego y en los meses lluviosos (de noviembre a abril).

En consecuencia, el incremento de la producción agropecuaria considerada globalmente, debe basarse exclusivamente en la mejora de la eficiencia en la producción y en la habilitación de nuevas áreas bajo riego.

Las restricciones más importantes para el incremento de la productividad están dadas por las limitaciones financieras del sector y el nivel cultural de la población rural. La mejora en los rendimientos, por su propia naturaleza, sólo podrá lograrse paulatinamente, por acción acumulativa en el largo plazo.

En el supuesto de que una intensa acción cultural se extienda hacia la ACRB y el agro disponga de un mejor sistema financiero de apoyo, un incremento de la productividad del orden del 50% en el plazo de 30 años parece razonable y concordante con las tasas de mejoras verificadas en la pampa húmeda. Aun en esas condiciones, las áreas bajo riego en el año 2000 deberían cuadruplicar las actuales, lo cual representa una meta muy exigente.

En los parágrafos siguientes se verá un análisis más detallado de las demandas en el sector agropecuario.

En el sector boliviano, las metas de producción agropecuaria, para fines de siglo, son tan elevadas como las correspondientes al sector argentino. Pero en este caso la participación del cultivo y cría en secano es más importante y la disponibilidad de tierras aptas para riego es menor. Una multiplicación de la producción agropecuaria podrá lograrse con mejores prácticas culturales y la habilitación de nuevas áreas en secano y bajo riego. El incremento regional del PBI a los niveles esperados deberá ser fundado en la utilización de todos los recursos de agua y suelo disponibles; la restricción estará dada fundamentalmente por este último.

2.2 Producción industrial y minera

Para la programación de las obras de aprovechamiento hídrico interesa fundamentalmente la prospección de la actividad industrial. Las industrias extractivas sirven de apoyo logístico a las implantaciones industriales, pero en general no inciden en demandas de agua y energía eléctrica relevantes, con excepción de la industria del cobre.

La producción industrial tiene una incidencia directa en cuanto a bienes originados en los recursos hídricos. Ello sucede de varias maneras; algunas directas y otras indirectas:

a) La demanda de agua industrial, mayoritariamente para procesos de refrigeración.

b) La demanda de energía eléctrica.

c) La demanda de agua potable para uso humano y doméstico de las poblaciones que generan las implantaciones industriales.

d) La demanda de energía de las mismas poblaciones.

e) Las demandas generales de todo tipo de servicios que se generan como efecto directo e indirecto de las concentraciones socioeconómicas industriales.

Los niveles actuales de producción industrial podrían decuplicarse para el año 2000 de mantenerse la política de un incremento muy dinámico del producto bruto de la región. Ello indica que deberían incrementarse en 10 veces los recursos de agua para usos consuntivos en las zonas de parques industriales o de ubicación de grandes industrias.

La práctica de la reutilización de aguas por medio de circuitos cerrados solamente puede adoptarse en las instalaciones industriales. Ello indica que la disponibilidad de agua para derivación hacia los usos consuntivos deberá multiplicarse notoriamente en el futuro.

Un diagnóstico preliminar indica que los requerimientos industriales del sector argentino, en particular del Polo de Desarrollo, comprometerán seriamente todas las disponibilidades del recurso agua, aun si se admitiera un elevado índice de regulación y aprovechamiento. En cambio, en el sector boliviano, los planes de desarrollo regional no han puesto énfasis en el desarrollo industrial, por lo menos en el corto y mediano plazo; esto, unido a los mayores recursos hídricos de la zona, indica que no deben producirse situaciones críticas en el plazo de proyección.

2.3 Análisis por subregiones

Las metas cuantificadas del desarrollo, globales y por sectores, no pueden ser aplicadas a la ACRB como a una unidad homogénea. En el capítulo anterior se han descrito las subregiones individualizadas en la Cuenca, cada una de las cuales evolucionará en función de sus propios recursos naturales, sociales y económicos. Se caracterizarán a continuación las posibilidades por zonas.

En el caso del sector boliviano de la ACRB, el mismo ha sido definido como una subregión de manera que las metas cuantificadas puedan ser asignadas en forma indivisa.

En el sector argentino, el análisis debe encararse por subregiones.

2.3.1 Quebrada de Humahuaca. La prognosis del desarrollo de la zona por sectores, indica que ella tiene escasas perspectivas para el desarrollo agrícola en razón de la escasez del recurso tierra y de las limitadas posibilidades en aprovechar los recursos hídricos.

La subregión encuentra sus mejores posibilidades en el desarrollo turístico y en las actividades económicas conexas. Posee paisajes de extraordinario colorido y una tradición cultural precolombina que debe utilizarse como factor de atracción turística, incentivando las incipientes corrientes actuales.

El aprovechamiento de los escasos recursos hídricos dará las bases para la consolidación de la afluencia del turismo. En particular, la regulación de los cursos de agua por medio de pequeños embalses, permitirá asegurar el suministro para consumo humano derivado de los asentamientos habitacionales y de la hotelería, así como posibilitar el riego local. Por otra parte, la creación de tales espejos de agua contribuiría a afianzar la forestación y los contrastes paisajísticos en las áreas circundantes.

Las actividades económicas conexas estarán dadas por el incremento de la industria artesanal, fomentada por escuelas de diseño y el influjo de nuevos dibujos, colores y texturas en los tejidos, los cuales no deberían perder su idiosincrasia cultural. Asimismo, deberá incrementarse la cría de camélidos (llama, alpaca, vicuña), apreciados por su lana, tanto a nivel nacional como internacional.

2.3.2 Polo de Desarrollo. La vocación futura del Cuadrángulo estaría caracterizada por el desarrollo industrial y el de los cultivos de alto rendimiento, lo cual inducirá a una mayor atracción de población.

Este crecimiento no será armónico, por lo menos en el plazo inmediato, debido a la presencia de dos jurisdicciones provinciales, cuyos planes no han sido coordinados. Mientras Salta ha manifestado que no piensa desarrollar nuevas tareas agrícolas, Jujuy se encuentra empeñada en aumentar el área bajo riego con el aprovechamiento del embalse Las Maderas. Desde el punto de vista industrial, Salta piensa crear un parque en Güemes con aprovechamientos semejantes a los que ya existen en Pálpala, pero sin considerar las posibles integraciones y complementaciones industriales. Las agroindustrias también están afectadas por esta falta de coordinación; San Pedro y Güemes parecen querer competir porque las mismas se instalen en sus respectivas zonas de influencia. A los efectos del análisis del Cuadrángulo, la Unidad Técnica ha considerado, en cambio, que no es patrimonio exclusivo de ninguna de las dos provincias. Salta y Jujuy, sino que pertenece a la región en su conjunto. Los aprovechamientos hidráulicos serán analizados y considerados no como obras individuales, sino como pertenecientes a un conjunto armónico cuyo fin es impulsar el desarrollo equilibrado de la región.

En el largo plazo, no caben dudas que la subregión polarizará la parte sustancial del gran desarrollo industrial previsto en la ACRB. También el riego será desarrollado al límite de sus posibilidades ecológicas. En el área, la restricción más importante provendrá de los recursos hídricos - aparentemente escasos para atender los usos consuntivos de poblaciones, industrias y riego - así como de la contaminación ambiental generada.

2.3.3 El Ramal. En la prospección de la evolución futura de esta subregión cabe consignar que la misma está estrechamente vinculada al desarrollo agrícola y al industrial de base agrícola.

Aun cuando en la actual coyuntura el desarrollo agrícola no parece muy promisorio por razones de mercado, en el mediano y largo plazo la zona recibirá un considerable impulso.

El nivel del consumo nacional de azúcar está actualmente cubierto y la situación del mercado internacional no parece suficientemente firme. Los cultivos como cítricos y hortalizas presentarán en el futuro inmediato y en el mediano plazo una fuerte competencia debido a la oferta generada en otras áreas importantes del país, que se están colocando bajo riego sobre la base de cultivos similares.

No obstante, las características ecológicas de la región la ubican en situación privilegiada en cultivos como caña de azúcar, primicias agrícolas y cultivos subtropicales. Por lo tanto, cabe concluir que, dentro de estos renglones, la evolución de la agricultura y la industria de base agrícola tendrán un firme desarrollo. Por lo demás, la subregión posee las más extensas reservas de tierras aptas para riego e importantes recursos hídricos utilizados hasta ahora en forma incipiente.

La actividad industrial podría, asimismo, desarrollarse en el sector agroquímico, así como en el de la petroquímica, en base a las reservas fósiles de Caimancito.

2.3.4 Frontera. La subregión Frontera no posee tierras aptas para riego más allá de las pequeñas áreas determinadas por las terrazas aluviales de los ríos que la atraviesan. Por lo tanto, la agricultura no podrá constituirse en base para su desarrollo.

Las únicas posibilidades de la zona están dadas por la explotación de la riqueza forestal o los aprovechamientos hídricos, que con los embales generen centros de atracción locales. De todas maneras, tales posibilidades no parecen relevantes considerando el conjunto de la Cuenca.

2.4 Evolución de la población

La población de la ACRB y su localización espacial ha evolucionado y evolucionará en función de las posibilidades de ocupación, ingresos y hábitat, determinados por el medio social y económico.

Los estudios comparados de las posibilidades correspondientes a cada subregión, así como un análisis de la evolución de los asentamientos humanos, permitirán fundamentar las previsiones realizadas en el horizonte del estudio.

2.4.1 Análisis retrospectivo. La Quebrada de Humahuaca, en el momento de mayor auge de población (1869), tenía el 12,3% del total y su relación ha ido disminuyendo constantemente hasta llegar a una participación del 4,1% en 1970. Esto no significa que su población disminuya en términos absolutos; por el contrario, crece pero a una tasa inferior con respecto a las subregiones dinámicas. La población en el año 1970 era de 25,9 mil habitantes, mientras que en 1869 era de 7,4 mil habitantes, como se aprecia en el cuadro III-2-1.

La otra subregión despoblada es Frontera, que en 1869 tenía 6 mil habitantes y representaba el 9.9% del total, y cien años después no había podido duplicar su población. Su participación también disminuyó en ese lapso, pasando del 9,9% al 1,8%.

Cuadro III-2-1. Cantidad y proporción de la población por subregiones económicas (Sector argentino)


Qda. de Humahuaca

Polo de Desarrollo

El Ramal

Frontera

Año

miles

%

miles

%

miles

%

miles

%

1869

7,4

12,3

35,7

59,2

11,2

18,6

6,0

9,9

1895

9,0

11,4

49,8

63,0

13,2

16,7

7,0

8,9

1914

10,0

8,0

81,3

65,1

26,1

20,9

7,4

5,9

1947

22,0

7,3

173,2

57,5

94,9

31,5

11,2

3,7

1960

20,3

4,2

281,8

58,5

169,8

35,3

9,8

2,0

1970

25,9

4,1

398,4

63,3

193,9

30,8

11,1

1,8

Fuente: Censos de Población

Las zonas con una economía dinámica son las que han atraído siempre la mayor población y cuya participación en el total tiene, en general, una tendencia creciente, aunque en épocas determinadas esa tendencia puede sufrir cambios que generalmente están influidos por auges económicos locales, como el incremento de la industria azucarera en El Ramal.

La subregión El Ramal tenía en 1869 una población de 11,2 mil habitantes que representaban el 18,8% del total argentino en la ACRB; luego de tener una pequeña baja en esa participación comienza un período ascendente que va desde 1895 a 1960, para perder en esa época el impulso, al disminuir la producción de azúcar. En valores absolutos la subregión siempre ha venido creciendo en forma acelerada.

La otra subregión dinámica es el Polo de Desarrollo y su zona de influencia. El crecimiento de su población ha sido muy rápido, pasando de 35,7 mil habitantes en 1869 a 398,4 mil en 1970, lo cual expresa que en el transcurso de una centuria la población ha llegado a ser más de once veces mayor.

Dentro de esta subregión se encuentran ambas capitales de provincia, y en ella se aprecia cierto desarrollo agrícola propiciado por el embalse La Ciénaga, que fue la primera presa de tierra construida en el país hace casi 50 años. Esta área es además asiento de explotaciones de caña de azúcar.

Su participación con respecto a la población argentina de la ACRB no ha seguido una marcha constante. Desde 1869 hasta 1914 fue creciente para disminuir fuertemente hacia 1947; de allí comienza una recuperación que al principio fue lenta y luego se acentuó en concordancia con las implantaciones industriales en el área.

No existe información estadística de la subregión Tarija para analizar su evolución. Deben destacarse, sin embargo, como características sobresalientes, la baja concentración urbana y la polarización marcada de dicha concentración; dos ciudades tienen más de 10000 habitantes, y otras 20 tienen entre 200 y 1500 habitantes, lo que señala una gran irregularidad en el asentamiento poblacional. A su vez, la gran masa de población rural vive aislada y marginada de la actividad económica nacional, hecho que puede destacarse también en áreas de las subregiones argentinas de Humahuaca y Frontera.

2.4.2 Evolución previsible. La tasa de crecimiento de población del sector argentino de la ACRB es superior a la tasa nacional. Influye en ello la situación socioeconómica del medio y la inmigración procedente de Bolivia, particularmente de los departamentos de Chuquisaca y Tarija.

Bolivia se ha impuesto como objetivo nacional el crear las condiciones estructurales internas que eviten la pérdida de potencial humano.

Considerando el conjunto de la Cuenca, de mantenerse las tasas históricas de crecimiento de población, el número total de habitantes crecería de 789300 en 1970 a 1708000 en el año 2000, lo que representa un factor de incremento de 2,17% en 30 años.

Para evaluar la evolución de la distribución espacial de esta población al año 2000, deben considerarse no solamente las variables demográficas sino también las probables condiciones económicas de las subregiones para el fin del milenio, y los planes que puedan realizar los gobiernos para mantener o acentuar equilibrios regionales.

La subregión Quebrada de Humahuaca tiene limitadas posibilidades de desarrollo, pero se ha supuesto que se implementarán planes para evitar su despoblación acelerada. Por estas razones y de acuerdo con estimados demográficos, se supone que su población será de 38,1 mil habitantes y que su participación, dentro del total, continuará disminuyendo hasta llegar al 2,7% en el año 2000, como se aprecia en el cuadro III-2-2. Su tasa de crecimiento se ha estimado en 12,8 por mil, la cual es baja y significa que la Quebrada seguirá siendo zona de emigración, especialmente si se considera que el Plan Nacional de Desarrollo y Seguridad (PNDS) propicia un incremento de la natalidad general y tiende a buscar una nivelación de las regiones económicas del país.

Cuadro III-2-2. Cantidad y proporción de la población por subregiones económicas para el año 2000


Población año 2000

Subregiones económicas mil

habitantes

% del sector

Argentina


Quebrada de Humahuaca

38,1

2,7


Polo de Desarrollo

958,7

66,9


El Ramal

414,7

28,9


Frontera

21,5

1,5

Subtotal

1433,0

100,0

Bolivia


Tarija

275,0

100,0

Total

1708,0


La subregión Frontera tiene pocos recursos aprovechables para incrementar su desarrollo, aun cuando se podría impulsar un programa de forestación aprovechando sus condiciones ecológicas propicias. La población del año 2000 se ha estimado que será de 21,5 mil habitantes y su participación será de 1,5%. Si bien su proporción con respecto al total continúa decreciendo, lo hace con mayor lentitud que la subregión Quebrada de Humahuaca. La tasa de crecimiento para el período 1970 - 2000 será del 23,3 por mil, la cual parece alta considerando la escasez de recursos mencionada; sin embargo no debe olvidarse que el PNDS propicia además un incremento acelerado en las zonas de frontera.

Se estima que para el año 2000 la subregión El Ramal tendrá una población de 414,7 mil habitantes, y que su participación, dentro del total argentino de la ACRB, alcanzará a 28,9%. Su tasa anual de crecimiento es del 25,6 por mil. Esto refleja la capacidad de la subregión para atraer población, especialmente en las zonas de Ledesma. Oran y General San Martín. La primera se está convirtiendo en un emporio agroindustrial y cuenta con recursos naturales aptos para una expansión; Oran, además de su disponibilidad - aunque limitada - de suelos aptos para riego, cuenta con un enorme potencial hídrico; esto, sumado a los yacimientos petrolíferos recientemente localizados, señala a dicha zona como un centro dinámico futuro. Por otra parte. San Martín tiene atractivas posibilidades de riego, como también la perspectiva de desarrollar una industria ganadera de base capaz de satisfacer la demanda de animales para engorde en la parte argentina de la ACRB.

La subregión Polo de Desarrollo tiene una dinámica propia, basada en el desarrollo minero - industrial y agrícola, así como en el hecho de ser el centro administrativo del sector argentino de la ACRB por la presencia de las capitales provinciales. Su población se estimó en 958,7 mil habitantes al final del siglo y su proporción dentro del total en 66,9%, con una tasa de crecimiento del 29,7 por mil para los treinta años comprendidos entre 1970 y 2000.

En lo que respecta al Departamento de Tarija, su tasa de crecimiento de población es superior al del sector argentino de la ACRB, con un 3,5% anual. El total de habitantes previsto para el año 2000 es de 275000, presentando como característica una mayor tendencia hacia la concentración urbana, especialmente hacia las ciudades de Tarija, Bermejo y Entre Ríos.

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