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1. Análisis global

1.1 El desarrollo regional dentro de los desarrollos nacionales
1.2 Proyecciones sectoriales

Los acuerdos de asistencia técnica suscritos por las Repúblicas de Argentina y Bolivia con la Secretaría General de la OEA estipulan que el objetivo principal del Estudio es orientar el desarrollo de los recursos hídricos de la Alta Cuenca del Río Bermejo, para obtener el máximo beneficio en concordancia con las prioridades establecidas por los Gobiernos en relación con sus planes nacionales de desarrollo.

El Gobierno argentino, por intermedio de su Representante en la Comisión Ejecutiva del Estudio, definió, en diciembre de 1972, las políticas, criterios y pautas a usarse en la planificación del desarrollo de su sector, de la siguiente manera:

"Dentro de un Sistema Eléctrico Interconectado del Noroeste, se considera altamente prioritario desarrollar aquellos aprovechamientos hidroeléctricos que permitan resolver el grave problema del actual déficit de electricidad y la falta de energía para el desarrollo, con proyección urgente al año 1980 y a largo plazo al año 2000, pudiendo recurrirse como solución inmediata a la instalación de una gran central térmica de base ubicada dentro del área de la Cuenca, con miras a asegurar el despegue industrial del Polo de Desarrollo: Salta - Jujuy - San Pedro - Güemes."

"En materia de regadío, la política será anticipar aquellas obras que permitan una racionalización y mejor utilización intensiva de la capacidad instalada agrícola-ganadera actual, que cuenta con una importante infraestructura y con calificado recurso humano."

"En materia de producción agrícola se tratará de fomentar las producciones no competitivas de gran demanda, como carne y leche, con miras al autoabastecimiento del área, así como también los productos de primicias y cultivos no tradicionales y las industrias agrícolas de avanzada transformación."

"En materia de comercialización se propenderá a mejorar el abastecimiento local y ganar mercados tanto nacionales como internacionales, principalmente con los países limítrofes, en base a la calidad, tipificación y seguridad de la producción."

"En materia de industria se fomentarán aquellas que propendan al aprovechamiento local de los minerales y explotaciones de la zona en grados crecientes de industrialización."

" Al comparar distintos proyectos se preferirán aquellos que tengan mayor efecto social, a través de la mayor capacitación necesaria del personal, mayores niveles de remuneración y mejor y más amplia repartición de la riqueza."

El Gobierno de Bolivia no ha definido dichas prioridades, por lo cual la Unidad Técnica se atuvo a los lineamientos del Plan Regional de Desarrollo Económico - Social Chuquisaca - Tarija recientemente distribuido. El Plan Nacional de Bolivia se encuentra actualmente en preparación y cubrirá el período 1973 - 1977, estando disponible en la actualidad un borrador preliminar.

En cuanto al Plan Nacional de Desarrollo y Seguridad (PNDS) de Argentina, en vigor para el quinquenio 1971 - 1975, su meta básica es acelerar progresivamente la tasa de crecimiento del producto bruto interno (PBI) hasta alcanzar un nivel del 8% anual en 1975. Durante el período 1971 - 1975 se proyecta un crecimiento anual promedio del 7%. En los años 1971 y 1972 no se alcanzaron las metas fijadas: la tasa de crecimiento del PBI llegó a niveles de 4,2% y 3,7% respectivamente. Se esperaba alcanzar, en el año 1973, una tasa del orden del 6%.

En Bolivia no existen metas programadas a nivel nacional. En el período 1965 - 1971, la tasa media de crecimiento del PBI, fue del 6,5%. Una meta del 8% para 1975, similar a la argentina, parece razonable.

Debe indicarse, sin embargo, que los planes nacionales de desarrollo establecen objetivos y fijan directivas generales, tanto nacionales como regionales, con un reordenamiento de los esfuerzos a nivel social y económico, estableciendo metas para un horizonte muy inferior a los usualmente utilizados para proyectos de aprovechamiento hidráulico. Aquellos abarcan del corto al mediano plazo, mientras que éstos se prevén para el mediano y largo plazo.

En los aprovechamientos hidráulicos, los plazos de proyecto, implementación, construcción y puesta en marcha, insumen no menos de una década. Como consecuencia de ello los nuevos proyectos reconocidos por la Unidad Técnica y que puedan ser recomendados para su ejecución, entrarán en operación en la década del 80. En consecuencia, no serán adecuados para sustentar ninguno de los planes de desarrollo actuales o los inmediatos a entrar en vigor.

La Unidad Técnica, dentro de su programa, ha realizado una intensa acción para actualizar y uniformar el conocimiento del medio natural, así como para evaluar la demanda tanto de agua para todos los propósitos consuntivos, como de la energía eléctrica a nivel regional; relacionar dichas demandas con los recursos disponibles y finalmente seleccionar los proyectos que tiendan a la optimización del uso de los recursos disponibles. Ha utilizado todo el conocimiento alcanzado para compatibilizar un plan de desarrollo con los dos horizontes fijados para el estudio: el inmediato de los planes nacionales y el mediato de los proyectos hidráulicos. Esta compatibilización reconoce dos niveles:

a) En el corto y mediano plazo, se deberá recomendar el mejor uso de los recursos naturales disponibles y de las obras en operación, construcción o proyecto, reordenando sus prioridades hacia las demandas que tiendan a afianzar el logro de las metas de los planes nacionales en vigencia. Ello, porque solamente los recursos ya disponibles y las obras en ejecución o en avanzado estado de proyecto estarán en condiciones de servir de sustento a tales planes.

b) En el largo plazo, las obras que puedan proyectarse o implementarse como resultado de los estudios de esta Unidad Técnica, y cuyos beneficios no serán significativos antes de 1980, podrán ser instrumentadas para mantener la continuidad de la evolución económica y social de la región, en el período 1980 - 2000. Establecidas estas premisas generales, en este capítulo se procederá a analizar en primer término los objetivos regionales de desarrollo y a renglón seguido se analizarán las metas específicas reconocibles en los campos de la producción agrícola, minera e industrial que resultan de dichos planes, para continuar con las evaluaciones de la demanda que resultará inducida en los campos de energía eléctrica, agua para riego, agua para abastecimiento de poblaciones e industrias, y finalmente concluir con los efectos concomitantes sobre el grado de contaminación ambiental.

1.1 El desarrollo regional dentro de los desarrollos nacionales

La promoción del desarrollo regional es parte integrante de la política de desarrollo nacional. Por este motivo, los objetivos de desarrollo regional y los instrumentos de promoción propuestos, deben necesariamente estar en armonía con los planes nacionales.

1.1.1 Sector argentino. El PNDS establece como uno de sus objetivos generales: "Promover la integración nacional mediante un desarrollo regional más justo, armónico y equilibrado". El Noroeste Argentino (NOA), dentro del cual está comprendida la ACRB, es una de las regiones geográficas de planeamiento del Plan Nacional.

La prioridad social y política de los planes de inversión en la ACRB debe ser analizada desde la perspectiva del tamaño relativo de la economía regional. El PBI de las provincias de Salta y Jujuy representa menos del 2% del PBI argentino, y el de la ACRB aproximadamente un 1,3% de éste.

Debido a esta baja participación podría parecer que la actuación económica de la Cuenca resulta poco relevante para la obtención de las metas del Plan Nacional de Desarrollo. Sin embargo, un análisis más detallado del tema revela que lo que ocurra en las regiones de planeamiento NOA y NEA es de importancia estratégica para la obtención de las metas de comercio exterior proyectadas; uno de los objetivos más importantes del Plan y de la política económica actual es disminuir las presiones de estrangulamiento causadas por la balanza de pagos. Este objetivo sólo podrá lograrse si las regiones no pampeanas aceleran el proceso de incorporación de actividades cerealeras y ganaderas (PNDS, pág. 121). Esta incorporación es imprescindible para que dichas regiones satisfagan sus mercados locales, liberando así excedentes de producción pampeana para la exportación y accediendo a los mercados de países limítrofes. La situación estratégica de las provincias del NEA y NOA estriba en que, de todas las regiones de planeamiento del país, ellas son las que tienen mejores posibilidades de cumplir con el requisito de autoabastecimiento de granos y carne.

Los programas ganaderos y otros de sustitución de importaciones o promoción de exportaciones deben analizarse no solamente desde el punto de vista de su contribución a la economía regional, sino también del de su contribución a la balanza de pagos. La Nación, deseosa de aumentar sus exportaciones de carnes y granos, debe orientar la inversión de recursos escasos donde se pueda aumentar más la producción en menos tiempo. Las ventajas que disfrutan las regiones NEA y NOA, las convierten, por lo tanto, en zonas prioritarias en el desarrollo ganadero y agrícola, pues otras regiones no serían capaces de obtener los mismos incrementos de producción que aquéllas, con inversiones similares.

La ACRB incluye, dentro de su territorio, una de las áreas de promoción especial que el PNDS designa como Polos Nacionales de Desarrollo. El PNDS establece que en las zonas de influencia de los Polos se promoverá el desarrollo de aquellas actividades agropecuarias e industriales complementarias que tiendan al mayor y más racional aprovechamiento de los recursos naturales y que aumenten la capacidad de reinversión de la zona. Es un objetivo de la política de desarrollo industrial descentralizar geográficamente esta producción, promoviendo preferentemente su radicación en las regiones productoras de los insumos predominantes. La ACRB, por estar rodeada de fuentes productoras de materias primas minerales, deberá tener, por lo tanto, un crecimiento industrial basado en estas explotaciones y fomentado por el Gobierno Nacional en base a la política respectiva de dicho sector.

Con el objeto de promover las economías regionales, el PNDS establece que se crearán regímenes que atiendan a:

- La concurrencia de actividades industriales, especialmente las básicas a los Polos Nacionales de Desarrollo.

- La promoción de actividades industriales en áreas específicas de industrialización incipiente.

- La descentralización geográfica de industrias específicas, de acuerdo con la asignación de actividades por regiones.

También se instituye que los regímenes de promoción regional deberán alentar actividades determinadas en el área de su aplicación seleccionándolas especialmente en función de la disponibilidad de recursos naturales y de mano de obra en la región. Se prevé, asimismo, la creación de parques industriales en el interior del país, conforme a una ordenada asignación de actividades a fin de proporcionar a la industria, en especial a la pequeña y mediana, facilidades comunes en materia de infraestructura, tecnología, administración y comercialización.

Dentro del Polo de Desarrollo que se está tratando, existen tres proyectos de creación de parques industriales, con localización en S. S. de Jujuy, San Pedro (Jujuy), y Güemes (Salta).

De acuerdo con los estudios realizados para la instalación de los parques industriales mencionados, en el futuro se espera que crezca la importancia dentro de la ACRB de por lo menos tres grupos de industrias diferenciadas:

a) Industrialización de minerales. Se espera que la mayor importancia del desarrollo industrial esté localizada en este subsector de industrias pesadas. El proyecto de mayor envergadura es el de explotación y beneficio de las minas ferríferas de Unchimé, cerca de Güemes; le sigue en importancia la ampliación de la planta de Altos Hornos Zapla, en Pálpala.

Otras industrias de posible instalación en Pálpala son la producción de cinc metálico, ácido sulfúrico y metal de estaño. La instalación de una planta de metalización del cobre puede ser una alternativa interesante tanto en Güemes como en Pálpala, siempre que se pueda asegurar un correcto abastecimiento de materias primas. El desarrollo de la metalurgia del cobre, estaño y cinc es prioritario para el país, que actualmente gasta alrededor de 30 millones de dólares anuales en la importación de esos metales.

b) Industrialización de otras materias primas regionales. En la zona existe disponibilidad de varias otras materias primas. Actualmente se halla adelantada la explotación de algunas de éstas, tales como el bagazo de caña de azúcar y una especie regional de pino, utilizados ambos para la fabricación de papel en dos fábricas existentes en la Provincia de Jujuy. Las perspectivas de mercado para estas empresas aparecen como muy buenas y ambas tienen en marcha grandes planes de expansión.

Otra actividad que podría adquirir importancia en el futuro es la producción de maderas aserradas, contrachapadas y aglomeradas.

La Provincia de Salta, que está interesada en promover otros aprovechamientos de materias primas disponibles, recientemente ha licitado estudios de factibilidad de plantas industriales, entre los que se encuentran proyectos de plantas empacadoras de conservas de frutas, hortalizas y legumbres, la instalación de un molino para cereales y otro para oleaginosas, plantas de preparación de alimentos balanceados para ganado, y la instalación de un frigorífico regional.

c) Industrias inducidas. Un tercer grupo de industrias que podría encontrar condiciones favorables en la zona, es el de aquellas que encontrarán materias primas industriales, con cierto valor ya agregado. Tal es el caso de las industrias metalúrgicas livianas, que podrán disponer de laminados y trefilados producidos en la zona, o de algunas industrias petroquímicas que podrían disponer de materias primas provenientes de las plantas de YPF (Campo Duran y la proyectada para refinación del petróleo de Caimancito).

El crecimiento del PBI deberá ser más rápido en la ACRB que en el resto del país. Debe considerarse que el crecimiento de la población en la región ha sido notablemente superior, y que el ingreso per cápita de la zona es aproximadamente la mitad que en el resto del país. Por lo tanto, dado que es decisión del gobierno "lograr la integración de todas las regiones del país, atenuando los desequilibrios actuales", es imprescindible que el crecimiento en la ACRB sea más rápido que el del resto del país para que al menos no se sigan acentuando los desequilibrios mencionados en el Plan.

Manteniendo el objetivo de alcanzar tasas de crecimiento medio del 7% para el país, en el período 1971/1975 las tasas de crecimiento en el NOA y por lo tanto en la ACRB, deberán ser superiores teniendo en cuenta la relación entre las tasas de crecimiento de la población. La meta de la tasa de crecimiento de la ACRB en el sector argentino y para el mismo período debería oscilar, por consiguiente, entre el 8% y el 10%. Esta misma relación se ha mantenido en el pasado: entre 1950 y 1968 (último año con datos estadísticos) el PBI de las provincias de Salta y Jujuy ha crecido a una tasa acumulativa del 5,2%, mientras que el de todo el país crecía a un ritmo del 3,7% anual.

1.1.2 Sector boliviano. La estrategia para el desarrollo regional que se propone a nivel nacional, consiste en lo siguiente:

a) Tratamiento adecuado a las zonas de alto desarrollo relativo para que cumplan las funciones de grandes núcleos de desarrollo.

b) Acciones específicas para la orientación de las migraciones hacia las zonas de menor densidad poblacional y mayor potencialidad económica. Busca, además, concentrar la población dispersa.

c) Tratamiento especial de las zonas de frontera económica constituidas por el trópico y el subtrópico, de tal forma que se conviertan en zonas de colonización planificada y eficientemente comunicadas con los mercados.

d) Tratamiento preferencial de acción concentrada en zonas de alta prioridad para el aprovechamiento de sus recursos naturales y humanos.

e) Creación de una estructura económica y social capaz de hacer frente al centralismo presente y que permita una adecuada integración regional e interregional.

Dentro del Departamento de Tarija, las zonas seleccionadas como núcleos de desarrollo son tres: Tarija, Bermejo y Villamontes. Las dos primeras se encuentran dentro del área de la ACRB.

En las cinco áreas ecológico-económicas reconocidas en el departamento, tres se encuentran dentro de la ACRB: Tarija, Entre Ríos y Bermejo. En ellas se han definido las siguientes especialidades en base a su potencial de recursos naturales y humanos, cuyo desarrollo será fomentado a fin de buscar la complementación de las actividades de producción, y orientar las probables migraciones en el futuro:

- Tarija






· Producción e industrialización de frutas de pepita y carozo

· Industrialización de la madera

· Industrias livianas

· Ajo

· Producción e industria lechera

· Vid y su industrialización

- Entre Ríos






· Ganadería de leche

· Leche y productos lácteos

· Maíz

· Tabaco

· Explotación de maderas

· Sal

- Bermejo



 

· Explotación e industrialización de la caña de azúcar

· Cítricos y frutos tropicales

· Explotación de maderas

En consecuencia, se expresa que en el área boliviana de la ACRB, deberían concentrarse los mayores esfuerzos en el sector agropecuario, incluyendo la subsiguiente industrialización de los productos y la explotación forestal.

En 1971 el PBI regional (Chuquisaca - Tarija) significó el 13,9% del PBI nacional. Durante el período 1965 - 1971, el PBI acusó una tasa acumulativa del 8,9% al compararla con la tasa nacional para el mismo período, que fue del 6,5%. El producto por habitante regional, en cambio, alcanza a una tasa acumulativa del 1,58% anual, que se debe comparar con el valor 4,68% a nivel nacional; en consecuencia, la brecha del subdesarrollo de la región respecto de otras regiones del país, se está acentuando, e indica el marginamiento de una parte importante de su población de la economía de mercado, que vive a nivel de trueque. Por lo tanto, sobre la premisa de su desarrollo equilibrado, será necesario incrementar aún más la tasa de crecimiento del PBI regional a valores del orden de los adoptados para el sector argentino, o sea del 8/10%, con lo cual se lograría una interesante homogeneidad en las metas en la ACRB.

En lo que respecta a la implantación de Polos de Desarrollo dentro del área boliviana de la ACRB, debe destacarse que el plan regional Chuquisaca - Tarija, como se ha dicho, busca concentrar los mayores esfuerzos en el sector agropecuario, dejando la implementación de tales Polos, en base a una concentración industrial en áreas seleccionadas, para el mediano o el largo plazo.

Se prevé en el sector industrial una especialización en la agroindustria, derivada del incremento de la producción agropecuaria. Como paso previo, se planifica una política de redistribución del asentamiento poblacional, por traslado del excedente de la población del agro hacia actividades secundarias o terciarias en centros urbanos seleccionados.

Como mayor polo de concentración en el área se ha seleccionado a Tarija, por sus mayores posibilidades para un desarrollo dinámico y mejores condiciones de infraestructura y servicios en su área de influencia. También se fomentará la concentración de la población rural dispersa hacia las ciudades de Bermejo y Entre Ríos, que actuarán como polos de concentración secundarios.

Se complementará esa política de utilización de los recursos humanos con medidas para elevar la educación, cultura, salubridad y calificación laboral.

1.2 Proyecciones sectoriales

A los efectos del análisis y cuantificación de las demandas de agua, suelo y energía que se verificarán en la ACRB en el horizonte de estudio, así como su compatibilidad con el desarrollo regional, interesa conocer niveles estimados del PBI, y la participación respectiva de los sectores económicos vinculados a dichas demandas.

Los sectores económicos que deben particularmente analizarse son: agropecuario, minería e industria manufacturera.

En primer lugar, correspondió realizar las estimaciones relativas al PBI regional, en base a la evolución de las tasas acumulativas anuales de su crecimiento. Tomando los valores más conservadores correspondientes a las metas de los planes nacionales de desarrollo, la evolución media supuesta para la tasa regional fue la siguiente:

Períodos:

1970/80

1980/90

1990/2000

Tasas:

8%

7%

6%

El segundo paso consistió en establecer el nivel de participación y su evolución en el tiempo, del conjunto de los tres sectores económicos indicados con relación al PBI regional.

El paso final fue la distribución de la participación conjunta sectorial entre los tres sectores indicados. A los efectos de determinar la evolución relativa de estos sectores, se realizó un análisis de la participación porcentual histórica, en el período en que se dispuso de estadísticas confiables.

Todas estas evaluaciones se han basado en supuestos razonables y aceptados solamente cuando se alcanzaban resultados lógicos.

Dichos análisis y resultados se desarrollan a continuación.

1.2.1 Salta y Jujuy. La Unidad Técnica ha utilizado los valores del PBI de las provincias de Salta y Jujuy, como indicativos del sector argentino de la ACRB, por representar éste un 75% de la suma de los totales provinciales.

El análisis de la estructura económica de las provincias de Salta y Jujuy, indica claras tendencias en el período 1959 a 1968. La participación del sector primario, agrícola y extractivo, es notablemente más alta que en todo el país (38,3% y 38,5% frente a 15,9%). Sin embargo, la participación relativa como componente del PBI ha ido disminuyendo progresivamente.

El sector secundario ha experimentado un incremento en su participación relativa, particularmente en Salta, donde creció del 12% al 35% en el mismo período. En Jujuy no ha habido transformaciones de importancia, aun cuando debe haberse incrementado sensiblemente a partir de 1968.

El sector Servicios ha disminuido su participación en Salta, pero ha sido un factor dinámico en Jujuy, reflejando en su conjunto una situación estacionaria.

El conjunto de los sectores agropecuario, minería e industria manufacturera representó en 1968 el 62,3% del PBI total. En las proyecciones realizadas se ha supuesto que para el año 2000, ese porcentaje alcanzaría un valor cercano al 80%.

Dentro de ese conjunto, los supuestos razonables de la evolución relativa de los sectores están expresados por:

a) Una expansión del sector industria manufacturera, que deberá crecer tanto en valor absoluto como relativo, en base a la consolidación de los parques industriales y crecimiento en la refinación del petróleo, petroquímica y en las industrias azucarera y metalúrgica.

b) Un decrecimiento relativo moderado en el sector minas y canteras, con incrementos absolutos derivados de las actividades extractivas de minerales y petróleo.

c) Un decrecimiento en el corto plazo y luego mantenimiento relativo de la participación agropecuaria.

El cuadro III-1-1 indica la evolución prevista en las tasas acumulativas anuales de los sectores estudiados y del total del PBI, en los períodos de estudio considerados.

La evolución del PBI, total de ambas provincias y por sectores, a pesos constantes de 1960 y en base a los supuestos adoptados se indica en el cuadro III-1-2.

Los incrementos brutos del PBI por sectores entre el año 1972 y el año 2000 serían:

Agropecuario:

6,4 veces

Industria:

8,2 veces

Minería:

4,1 veces

Estos valores dan una idea primaria de las demandas que se generarán sobre los recursos naturales de la ACRB, a lo larga del tramo final del siglo XX.

Cuadro III-1-1. Evolución de las tasas de crecimiento (en %) de los sectores económicos - Salta y Jujuy

Sector

Período

1968/72

1972/80

1980/90

1990/2000

Agropecuario

-1,4

8,0

6,5

6,0

Minería

3,7

5,5

5,0

5,0

Industria

14,2

10,5

7,0

6,5

PBI total

4,5

8,0

7,0

6,0

1.2.2 Tarija. Con el mismo propósito y con la misma metodología se han realizado las correspondientes determinaciones para el Departamento de Tarija, con los resultados que se expresan en el cuadro III-1-3. Por razones de la estadística disponible, el Departamento de Tarija fue la unidad administrativa considerada como representativa del sector boliviano de la ACRB.

La evolución adoptada para las tasas de crecimiento de los sectores económicos es la misma que registra el cuadro III-1-1, para las provincias de Salta y Jujuy.

Los incrementos brutos del PBI por sectores entre el año 1972 y el año 2000 serían:

Agropecuario:

6,2 veces

Industria:

8,0 veces

Minería:

irrelevante

Cuadro III-1-2. Evolución previsible del PBI Salta y Jujuy en millones de m$n de 1960


1968

1972

1980

1990

2000

Sector

pesos

%

pesos

%

pesos

%

pesos

%

pesos

%

Agropecuario

4187

19,6

3957

15,6

7325

15,6

13751

14,9

24627

14,9

Industria

7030

32,9

11974

47,3

26616

56,8

52358

56,8

98283

59,5

Minería

2085

9,8

2410

9,5

3702

7,9

6030

6,5

9823

5,9

Subtotal


62,3


72,4


80,3


78,2


80,3

PBI total

21378

100,0

25332

100,0

46888

100,0

92235

100,00

165179

100,0

Cuadro III-1-3. Evolución previsible del PBI - Tarija en miles de $ bolivianos 1965


1972

1980

1990

2000

Sector

pesos

%

pesos

%

pesos

%

pesos

%

Agropecuario

131395

32,37

243203

32,37

456492

30,88

817532

30,88

Industria

25108

6,18

55804

7,43

109777

7,43

206052

7,78

Minería

12

0,00

19

0,00

31

0,00

50

0,00

Subtotal


38,55


39,80


38,31


38,66

PBI total

405955

100,00

751394

100,00

1478142

100,00

2647204

100,00

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