En el proceso de identificación de transmisiones
principalmente las no autorizadas, se pueden utilizar técnicas ó
métodos de: geolocalización y verificación de transmisiones, los
cuales son los más aceptados y válidos por los operadores satelitales
en la identificación de la fuente generadora de dichas transmisiones.
1. Geolocalización
Es una técnica que permite ubicar geográficamente
la estación terrena que emite una transmisión hacia un satélite en
particular, ya sea una transmisión no autorizada o en general, alguna
interferencia asociada con fallas en los equipos de la estación o con
errores humanos.
El resultado de esta geolocalización se genera en
términos de Latitud y Longitud con una precisión típica menor a 10 km,
es decir, la estación terrena que transmite la señal geolocalizada,
generalmente se encuentra a menos de 10 km de las coordenadas
obtenidas en el proceso de geolocalización.
Esta técnica ha sido desarrollada científicamente
desde hace más de veinte años y es utilizada por los principales
operadores satelitales a nivel internacional, demostrándose con
diversos casos la alta confiabilidad que tiene.
El siguiente diagrama ilustra el concepto de esta
técnica de geolocalización que se describe a continuación:
La antena del transmisor desconocido está apuntada
al satélite interferido, transmitiendo la mayor parte de la energía a
través del lóbulo principal y una menor parte de ella a través de los
lóbulos laterales de la misma, la cual le llega con muy bajo nivel a
satélites adyacentes.
Al transmitirse la señal original a dos satélites
que se encuentran en posiciones orbitales diferentes (el interferido y
un adyacente), la señal recorre distancias diferentes para llegar a
dos estaciones terrenas contiguas para simular un mismo punto de
monitoreo representado en el diagrama como “Estaciones receptoras de
ambos satélites”, lo cual implica una diferencia en el tiempo de
llegada (DT) del orden de µs.
De manera similar, la señal experimenta una
diferencia de frecuencia (DF) del orden de Hz, que se manifiesta por
el efecto “Doppler” generado entre los dos satélites.
Estos parámetros, DT y DF, son procesados en el
sistema de geolocalización y se representan por dos líneas que
dependiendo de los satélites utilizados, se cruzan en una área dentro
de la cobertura del satélite interferido, determinando así una elipse
con coordenadas geográficas centrales que nos indican la zona donde se
ubica la estación terrena que transmite la señal desconocida.
Para lograr esto, es necesario utilizar algunas
señales conocidas para compararlas con la desconocida, y por medio de
una serie de triangulaciones que el propio sistema de geolocalización
procesa, se obtiene la elipse correspondiente que se puede representar
de la siguiente manera:
2. Verificación de transmisiones de posibles fuentes
interferentes perjudiciales
Una vez obtenida la elipse, se tiene un punto de
partida dentro de la cobertura del satélite para buscar la
interferencia, y el siguiente paso por parte del operador satelital
para tratar de encontrar la fuente generadora de la misma, es
contactar a sus clientes que tenga en la zona para que verifiquen sus
transmisiones.
En la mayoría de los casos de interferencias
accidentales por fallas en equipos o por errores humanos, es probable
que a este nivel de contacto telefónico y tal vez pruebas de apagado y
encendido, se identifique la estación que genera la interferencia,
para posteriormente tomar las acciones correctivas correspondientes.
Sin embargo, en el caso que nos aqueja de
transmisiones no autorizadas, es difícil contactar vía telefónica al
responsable de la estación terrena por el hecho de no aceptar
responsabilidad alguna por parte del operador de la estación terrena.
Una vez cumplido lo anterior, los operadores
satelitales informarán al Regulador y establecerá una estrategia de
solución, investigando el origen de dicha transmisión no autorizada.
El Regulador utilizará sus propios métodos de búsqueda, contando con
la participación del operador satelital afectado, el cual podrá
proporcionar asistencia técnica y recursos humanos como brigadas
especializadas en la detección de interferencias perjudiciales.
Verificación a través de antenas tipo corneta
En algunos casos, se podrán verificar transmisiones
de una estación terrena sin conectarse físicamente a la cadena
ascendente de la misma, e inclusive con la posibilidad de obtener
muestras de dichas transmisiones estando fuera de las instalaciones de
la estación.
Este método se ilustra y se describe a
continuación:
Se utiliza un analizador de espectros y una antena
tipo corneta que operen en el rango de frecuencias de interés, que
para este tipo de verificaciones, sería la frecuencia de transmisión
al satélite en la banda de operación correspondiente.
La idea es estar lo suficientemente cerca de la
antena transmisora, ya sea por tierra o por aire, para poder captar la
frecuencia de subida de la portadora o señal interferente que está
presente en el satélite, y que se monitorea en la frecuencia de bajada
por parte del operador satelital.
Comparando la forma espectral de la portadora o
señal interferente observada en esta verificación de transmisiones con
la gráfica de referencia a la bajada del satélite, se puede tener la
seguridad de que se trata de la estación transmisora que se busca:
Conclusiones
Los métodos de geolocalización y verificación de
transmisiones descritos en este documento, son suficientemente
confiables para ayudar a identificar la fuente generadora de
transmisiones no autorizadas e interferencias por radiofrecuencia en
comunicaciones vía satélite.
Alonso Picazo
Presidente
Subgrupo de Trabajo sobre
Interferencias Perjudiciales en los Sistemas Satelitales
Información adicional:
Resolución CCP.II/RES. 35(VIII-06).
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