El tema de fraude en telefonía móvil celular, ha
evolucionando con el pasar de los años, experimentando distintas
modalidades de defraudación o acción engañosa con el fin de causar un
perjuicio económico a la víctima, en este caso el abonado o cliente
celular y algunas veces las propias empresas operadoras.
Ya para el año 1998, según reportó en su momento la
Asociación de la Industria de la Telecomunicación Celular, el fraude
telefónico le costó aproximadamente 182 millones de dólares a la
industria, considerando desde el robo de información tecnológicamente
avanzado hasta un simple robo de teléfono.
Para enfrentar este problema eficazmente deben
unirse acciones tanto desde el punto de vista técnico como
legislativo, de forma de crear un sistema que permita detener las
prácticas ilegales vinculadas a la industria celular.
Desde el punto de vista técnico se requiere la
colaboración tanto de operadores como de proveedores o fabricantes de
los equipos, con el fin de crear redes y terminales con mayores
medidas de seguridad que los hagan menos vulnerables ante las
distintas prácticas de fraude.
Desde el punto de vista legal, es necesaria la
participación de los Estados en la elaboración de un marco legal que
tipifique y sancione los delitos de fraude en materia celular, por ser
garantes de la propiedad privada, seguridad y privacidad de las
comunicaciones, entre otros. Dicho marco jurídico debe ser lo
suficientemente flexible como para adaptarse al constante desarrollo
de nuevos productos y servicios ofrecidos en la Industria Celular, que
pueda abrir espacio a nuevas practicas delictivas.
En cuanto al alcance que ha logrado el fraude en
materia celular, podemos decir que ya literalmente no tiene fronteras,
de hecho lo que inicialmente pudo haber sido unas practicas ilegales
localizadas, ha alcanzado tales incentivos económicos que se ha
convertido en un negocio internacional.
En materia de software, ciertamente al obtener el
ESN (número de serial electrónico) más el MIN (número de
Identificación móvil) de un equipo telefónico celular, estamos
hurtando la identidad del aparato pudiendo hacer llamadas incluso
desde otro país con cargo a la línea del equipo invadido, siempre y
cuando las redes de comunicación móvil y las centrales a las cuales
pertenecen estos abonados no posean el feature de autenticación lo
cual restringe hasta los momentos la posibilidad de Clonación, debido
a claves random que son generadas desde los switches y van encriptadas
a través del aire. Este es uno de los tantos mecanismos de protección
de los cuales las operadoras móviles hacen uso a fin de evitar
pérdidas por estas actividades delictivas.
En materia de hardware, los propios terminales
celulares están siendo robados y activados en otros países, burlando
así las “listas negras” que generalmente existen y comparten las
diferentes empresas de servicio celular que operan dentro de un mismo
país.
¿ Que hacer?
Ciertamente la complejidad del tema, requiere de un
conjunto de acciones y de la colaboración de todos los entes
involucrados, cada uno en función de sus posibilidades y
responsabilidades incluyendo empresas operadoras, proveedores de
equipos, gobiernos y hasta los propios usuarios.
Con relación a los equipos robados, lo cual
perjudica directamente tanto a clientes como a las propias empresas
operadoras, la Corporación CANTV de Venezuela llevó un planteamiento
ante la VI Reunión del CCPI con el fin de exponer una solución basada
en la creación de una base datos de equipos celulares robados o
extraviados que pueda ser compartida o leída por empresas de distintos
países, con el objeto de evitar o disminuir el tráfico ilegal
transfronterizo de estos equipos.
Esta propuesta sirve para reactivar el tema puesto
que ya previamente en la XV reunión del CCP.I, celebrada en Octubre del
2001 en la Asunción Paraguay, se aprobó en el respectivo informe final
el “intercambio de número serial electrónico de terminales móviles
declarados como robados / perdidos”.
A la fecha de hoy, todavía las razones que
justificaron en su momento aquella propuesta, se mantienen vigentes y
se resumen básicamente en una grave situación de pérdida económica
tanto para empresas operadoras como usuarios ante el incremento de
robo de equipos celulares y la constatación de que muchos equipos
robados en un país son luego activados en otro país. Adicionalmente
una pequeña consulta informal entre algunas operadoras de la región,
avala el interés común y la preocupación por detener el mencionado
comercio ilegal de equipos celulares.
El documento presentado también insta a las
administraciones y autoridades de CITEL a colaborar con el tema, así
como aportar cualquier otro tipo de sugerencias que conlleven a
resolver o atenuar el mencionado problema.
Por último se plantea un plan de trabajo que
incluye objetivos, prioridades y compromisos, formato de intercambio
de información, controles y auditorías de la información, periodicidad
y forma de envío, entre otros tópicos de interés para el desarrollo de
la base de datos.
La creación de esta base de datos compartida entre
países de América tiene la única intención de detener el grave y
creciente problema de hurto de equipos celulares, lo cual generaría
beneficios a la colectividad en general, pero ciertamente existen
otras posibilidades de solución a este problema y muchas otras formas
de “fraude” en materia celular, por lo que el tema queda abierto y
exige la participación de todos los miembros del sector para su
solución.
Belkys Díaz
Coordinadora de Análisis e Inteligencia Tecnológica
Compañía Anónima Nacional de Teléfonos, CANTV
e.mail: [email protected]
Silvia Fernández
Especialista de Asuntos Regulatorios
Compañía Anónima Nacional de Teléfonos, CANTV
e.mail: [email protected]
|