5.1.1 Levantamiento
5.1.2 Características generales de los suelos
5.1.3 Aptitud agrícola de la tierra
El levantamiento de suelos de la CIRB condujo a la elaboración de un mapa básico en el que se muestra la distribución geográfica de los mismos y se los de limita según sus propiedades específicas más relevantes.
La caracterización de ese conjunto de propiedades, la relación de los suelos con la posición que ocupan en el paisaje y el conocimiento de su difusión y distribución, al hacer posible la elaboración del mencionado documento básico, han concurrido a posibilitar la consideración de los aspectos utilitarios del suelo.
La información arrojada por el levantamiento hizo posible evaluar los atributos y limitaciones que presentan los suelos frente al crecimiento de las plantas y consecuentemente la estimación de su aptitud agrícola.
El estudio fue concebido a través de una etapa preliminar de la que surgieron los criterios metodológicos que se estimaron más adecuados para alcanzar los objetivos del proyecto, es decir: predecir con el me ñor riesgo posible la delimitación de áreas en las que la dominancia de atributos frente a limitaciones de los suelos, las habilita como factibles de desarrollo.
En el presente capítulo se ha reunido la información e interpretación de los aspectos más relevantes del recurso suelo en la CIRB.
Los criterios pedológicos utilizados durante el estudio se basan en un conjunto de principios teóricos y prácticos que están ampliamente reseñados y discutidos en el Volumen 3 (Recursos de la Tierra). Si bien dichos criterios responden a una concepción metodológica básica para levantamientos de pequeña y mediana escala, ajustándose por lo tanto al de la CIRB, fueron aplicados teniendo en cuenta que las tareas de campaña debían ejecutarse en un período de alrededor de 6 meses, que en dicho tiempo se debía cubrir una superficie de 140 000 km2, que la mayoría de los técnicos que participarían del estudio a nivel de "Reconocedores" poseían tan sólo una discreta experiencia en este tipo de levantamiento, que la in formación de laboratorio sucede inevitablemente en el tiempo a la de campo, que debían correlacionarse suelos desarrollados bajo condiciones ecológicas similares, pero a menudo distantes cientos de kilómetros y que la mayor parte del área no poseía una adecuada infraestructura vial para su relevamiento.
Una vez delimitados, sobre imágenes de satélite y fotomosaicos, los grandes ambientes fisiográficos, tal como se reseñan en la figura 11-5 (Capítulo II), se identificaron y describieron los suelos de mayor difusión dentro de cada uno de esos ambientes. Ello posibilitó la confección de un mapa pedológico preliminar que se corresponde con el denominado levantamiento a nivel "Explotario" durante la marcha del estudio. Sobre aquellos ambientes en que los suelos sugirieron algún grado de aptitud compatible con las definiciones de los grupos A, B y C de la tierra, se intensificó el estudio hasta alcanzar el nivel denominado de "Reconocimiento".
A la vez, este nivel no fue aplicado con intensidad homogénea debido a que la densidad de accesos viales es extremadamente baja en amplias zonas de la CIRB.
Dichas consideraciones explican por qué tanto este texto como la leyenda del mapa básico de suelos hacen referencia a áreas estudiadas con diferente intensidad (ver Categorías del Levantamiento).
La aplicación de los aspectos metodológicos reseñados condujo a la confección de un Mapa de Suelos y un Mapa de Aptitud de escalas 1:500 000 y 1:1000000, respectivamente.
En el Mapa de Suelos se delimitan 75 unidades cartográficas que caracterizan otras tantas asociaciones de suelos en el área estudiada a nivel de "Reconocimiento" (104 680 km2), mientras que la superficie relevada a nivel "Exploratorio" (34 040 km2) se tradujo cartográficamente en 12 unidades. Todas ellas constituyen el resultado de la interpretación, clasificación y correlación de 1 400 descripciones morfológicas de perfiles y 500 análisis completos de muestras de suelo.
El promedio de observaciones de perfiles en la primera área mencionada fue de una cada 70-80 km2 con densidades inferiores o superiores a ese rango medio según la intensidad del levantamiento, la cual, tal como se ha mencionado, no fue homogénea para toda la superficie estudiada a ese nivel. En el área estudiada a nivel "Exploratorio" el promedio de observaciones supera largamente al anterior, siendo del orden de una cada 600-800 km2.
A cada suelo reconocido se le adjudico un nombre local para facilitar la correlación y su inmediata ubicación geográfica. El conjunto de suelos que se presenta en el área correspondiente a cada Unidad Cartográfica define y caracteriza una Asociación, la cual está generalmente compuesta, de acuerdo a la difusión de sus componentes, por suelos dominantes y subordinados.
El nombre que identifica a cada Asociación proviene del correspondiente al suelo que domina en la misma, o bien del de uno de ellos cuando la dominancia en la Asociación está compuesta por dos o más suelos.
En el Volumen 3 se describen detalladamente las asociaciones que definen cada unidad cartográfica y se discuten las propiedades físicas, químicas y físico-químicas de los suelos, su morfología, clasificación taxonómica y aptitud agrícola, como así también los aspectos geomorfológicos, climáticos y biológicos del área delimitada.
El análisis integral, desde un punto de vista taxonómico de los suelos reconocidos en el estudio, sugiere una gran variación en la morfología de los perfiles, como así también en sus propiedades físicas, químicas y físico-químicas.
Los suelos con morfología caracterizada por perfiles con secuencia de horizontes Al, C o Al, AC, C, clasificados como Regosoles, Vertisoles, Fluvisoles, Gleisoles, Solonchaks, Phaeozems Háplicos, Litosoles y Arenosoles, con ese orden de dominancia dentro de la Cuenca. De todos estos grupos taxonómicos son los Phaeozems Háplicos y Regosoles los que en general presentan perfiles y propiedades que sugieren mejores condiciones físicas para el crecimiento de las plantas.
Los suelos con morfología caracterizada por perfiles Al, B2 y C han sido generalmente clasificados como Cambisoles.
Los suelos con morfología caracterizada por perfiles Al, B2t y C y Al, A2, B2t y C han sido clasifica dos como Luvisoles, Phaeozems Lúvicos, Solonetzs y Planosoles, con ese orden de dominancia.
Es destacable el hecho de que en general, los suelos agrupados en primer termino se han desarrollado indistintamente bajo vegetación de pastizal, arbórea o mixta, mientras que entre los agrupados en segundo y tercer termino, domina la vegetación arbórea.
Del conjunto total de suelos caracterizados son probablemente los Cambisoles y Phaeozems los que ofrecen en general un más apropiado conjunto de propiedades físicas para la implantación de cultivos. Ello resulta de considerar que poseen un buen drenaje interno, una adecuada porosidad capilar y no capilar, un estado de agregación de partículas primarias relativamente aceptable como para presumir que no presentan peligros alarmantes de erosión, un perfil frecuentemente textural, lo que los protege de pérdidas excesivas de nutrientes por lavado y mejora su capacidad de almacenaje de agua útil.
Los contenidos de materia orgánica varían en forma moderada, dado que en general los horizontes superficiales de los suelos poseen tenores medios a altos. Llama mucho la atención el hecho de que en las áreas con un régimen arídico de humedad son a veces frecuentes contenidos apreciablemente superiores al 2%.
En general, en la medida en que los suelos superficiales poseen provisiones de carbono orgánico adecua das, poseen también normales contenidos de nitrógeno orgánico, dado que en superficie el nitrógeno fluctúa entre el 7 y 10% del tenor de carbono.
Si bien la clase textural del suelo en los primeros 30 cm es espacialmente muy variable (a veces a corta distancia) los materiales de texturas medianamente finas se localizan con más frecuencia que los de otras clases. Los materiales superficiales dominantes pueden ubicarse según la escala en orden decreciente:
· Texturas medianamente finas
· Texturas medias
· Texturas finas
· Texturas medianamente gruesas
· Texturas gruesas
Las sales solubles afectan una proporción relativamente importante de suelos y en grados muy variables, incluso dentro de una misma unidad cartográfica. Cloruros y Sulfatos de Sodio constituyen las sales solubles más frecuentes en los suelos salinos re conocidos.
Se ha detectado la presencia de yeso en algunos suelos aunque su cuantificación no ha sido determinada.
La mayoría de los suelos no tienen problema de sodicidad aunque para algunos de ellos y sobre todo en áreas salinas, resulta alta la concentración de sodio intercambiable.
El fósforo en estado y concentraciones disponibles para el crecimiento de las plantas presenta un cuadro regional de tenores altos, en especial en los horizontes superficiales.
5.1.3.1 Clases de aptitud de los suelos
5.1.3.2 Agrupamiento de los suelos (Grupos de la Tierra)
5.1.3.3 Tierras aptas para la agricultura
5.1.3.4 Suelos regables
A cada suelo integrante de una Asociación se le adjudico un grado de aptitud agrícola, lo que posibilita evaluar el conjunto de características que afectan su uso. Dicha aptitud se expresa, de acuerdo con pautas específicamente establecidas en este estudio, según cinco clases representadas por los símbolos: (a), (b), (c), (d) y (e), que en ese sentido indican tipos y grados crecientes de limitaciones para el cultivo.
A continuación se sintetizan los criterios utilizados para caracterizar las distintas clases de aptitud.
Clase (a) Suelos muy profundos, sin o a lo sumo con ligeras limitaciones, fácilmente corregibles. No admiten riesgos, daños o impedimentos por:
· erosión (a lo sumo, ligero riesgo)
· anegabilidad
· drenaje
· salinidad y/o alcalinidad
Clase (b) Suelos con ligeras o a lo sumo - a veces - moderadas limitaciones. Los impedimentos que presentan pueden ser subsanados con prácticas de aplicación relativamente sencilla.
Admiten:
· ligeros a moderados riesgos de erosión, o
· ligera erosión actual, o
· ligeros impedimentos por drenaje, o
· anegabilidad excepcional, o
· profundidad efectiva de hasta 100 cm, o
· débil salinidad y/o alcalinidad, o
· algunas limitaciones conjuntas de las anteriores
Clase (c) Suelos con limitaciones moderadas o a lo sumo algo severas.
Admiten:
· moderados riesgos de erosión, o
· moderada erosión actual, o
· moderados impedimentos por drenaje, o
· anegabilidad poco frecuente, o
· profundidad efectiva de hasta 70 cm, o
· moderada a fuerte salinidad y/o alcalinidad, o
· algunas limitaciones conjuntas de las anteriores
Clase (d) Suelos con severas limitaciones.
Admiten:
· fuertes riesgos de erosión, o
· fuerte erosión actual, o
· fuerte impedimento por drenaje, o
· anegabilidad frecuente, o
· profundidad efectiva de hasta 40 cm, o
· extrema salinidad y/o alcalinidad, o
· algunas limitaciones conjuntas de las anteriores
Clase (e) Suelos con muy severas limitaciones, incrementándose el numero y/o grado de las citadas para la Clase (d).
En el área estudiada a nivel de "Reconocimiento" dominan apreciablemente los suelos aptos para la agricultura, ya que la suma de superficies ocupadas por suelos de la clase (a), (b) y (c) supera el 50%, del área relevada. A su vez, dentro de ese conjunto, la suma de superficies ocupadas por las clases (a) y (b) superan apenas a los suelos de clase (c) que, si bien son aptos, presentan limitaciones que requieren técnicas de manejo frecuentemente costosas (cuadro V-1).
Cuadro V-1
Superficie aproximada ocupada por cada clase de suelo (*)
(*) Se refiere a la superficie cubierta por suelos dominantes y subordinados dentro de cada Asociación. No se computan las inclusiones.
Grado de limitación de los suelos |
Clase de aptitud |
Superficie mínima estimada (ha) |
Sin o a lo sumo ligeras |
(a) |
966 000 |
Ligeras a moderadas |
(b) |
1 800 000 |
Moderadas a algo severas |
(c) |
2 851 000 |
Severas |
(d) |
2 653 000 |
Muy severas |
(e) |
152 000 |
El nivel del levantamiento, al emplear como unidad cartográfica la Asociación de Suelos, determina que la calificación de las tierras se circunscriba a dichas Asociaciones; para ello, se adapto un sistema interpretativo referido al agrupamiento de los suelos que las integran y que se basa en el establecí miento de unidades de calificación, denominadas "Grupos de la Tierra" (o de suelos). Un grupo tal, expresa las condiciones favorables y las limitaciones del área implícita en cada Asociación, ubicándose por comparación con las restantes en un determinado orden de prioridad frente al desarrollo agropecuario.
Los Grupos de la Tierra comprenden cinco categorías que se identifican con las letras A, B, C, D y E, en un orden decreciente de valoración. Las tres primeras categorías se aplican a áreas que a menudo presentan un mínimo del 70% de su superficie con suelos aptos para la agricultura.
Grupo A Constituyen áreas de primer orden para el desarrollo agrícola. Al menos 50% de la superficie está cubierta por suelos de clase (a). La clase de aptitud de los suelos restantes puede ser variada.
Prácticas comunes de manejo son por lo general suficientes para permitir la implantación de un elevado numero de cultivos.
La forma en que los suelos asociados se distribuyen en el paisaje es por lo general sencilla, lo que facilita su delimitación en posteriores estudios.
Es de esperar que den respuestas muy positivas frente a inversiones comunes a todo programa de desarrollo agrícola.
Grupo B Constituyen áreas de segundo orden para el desarrollo agrícola. Por lo menos 50% del área está cubierta con suelos aptos para el cultivo - clases (a), (b) y (c) - con dominancia de la clase (b), o bien con una composición de clases, que en promedio se asemeja a aquella.
Prácticas comunes de manejo aplicadas en tratamientos constantes y secundadas eventualmente con técnicas auxiliares de ingeniería de suelos, son por lo general suficientes para la implantación de un numero elevado de cultivos.
Es de esperar que den respuestas muy positivas frente a inversiones algo más que comunes a todo pro grama de desarrollo agrícola.
Grupo C Constituyen áreas de tercer orden para el desarrollo agrícola. Por lo menos el 50% del área está cubierta por suelos aptos para el cultivo con dominancia de la clase (c), o bien presenta una composición de clases que se asemeja en promedio a aquella.
Las prácticas de manejo deben ser especiales y aplicadas en tratamientos constantes e intensivos, exigiendo en mayor o menor grado una obligada implementación de tratamientos estructurales, a veces de tipo zonal, como ser desagües, drenajes, etc.
Se supone que el numero de cultivos adaptables y su rendimiento quedan condicionados a la naturaleza e intensidad de las prácticas de manejo y/o mejoramiento.
Es de esperar respuestas positivas frente a inversiones que superan significativamente el costo común de todo programa de desarrollo agrícola.
Cuadro V-2 - Clases de aptitud y agrupamiento de los suelos reconocidos (Grupos de la Tierra)
Asociación |
Superficie (ha) |
Grupo de la Tierra |
Suelos |
||
Dominantes |
Subordinados |
||||
Aguay |
17 400 |
C |
Aguay (b) |
Pocoy |
(d) |
Apolinario Saravia |
65 000 |
B |
Apolinario |
Río Dorado |
(d) |
Arroyo Lindo |
149 000 |
D |
Arroyo Lindo (c) |
Rincón Ñaró |
(a) |
Bañados-1 |
13 600 |
D |
Vertisoles y |
Chaguaral |
(a) |
Bañados-2 |
13 000 |
D |
Vertisoles y |
Apolinario |
|
Bañados-3 |
18 600 |
D |
Vertisoles y |
Chaguaral |
(a) |
Bañados-4 |
124 700 |
D |
Vertisoles y |
Chaguaral |
(a) |
Bañados-5 |
120 500 |
D |
Vertisoles y |
Zapla |
(c) |
Bafiados-6 |
184 400 |
D |
Vertisoles y |
Salaberry |
(d) |
Bañados-7 |
277 000 |
D |
Vertisoles y |
La Eduvigis |
(d) |
Bañados-8 |
184 200 |
D |
Vertisoles y |
La Verde |
(d) |
Bañados-9 |
101 800 |
D |
Vertisoles y |
Río de Oro |
(a) |
Barilari |
191 700 |
C |
Barilari (c) |
Infierno |
(b) |
Bellaco |
204 800 |
D |
Bellaco (d) |
|
|
Campichuelo |
25 000 |
C |
Campichuelo (c) |
Tomasito |
(c) |
Campo Redondo |
39 900 |
B |
Campo Redondo (a) |
|
|
Comandante Fontana |
86 800 |
D |
Comandante |
Gleisoles |
(d) |
Comandante Fontana |
38 600 |
D |
Comandante |
Ibarreta |
(b) |
Castelli |
74 200 |
C |
Castelli (c) |
Miraflores |
(d) |
Dobagán (Do) |
32 200 |
A |
Dobagán (a) |
Bellaco |
(d) (d) |
Dragones (Dr) |
55 500 |
C |
Dragones (d) |
Hickmann |
(b) |
El Caburé (El) |
1 225 700 |
B |
El Caburé (b) |
|
|
El Colorado |
108 800 |
C |
El Colorado (b) |
Vertisoles y |
|
El Mirador |
234 000 |
D |
El Mirador (d) |
Chiriguanos |
(d) |
El Pintado |
147 400 |
B |
El Pintado (b) |
El Mirador |
(d) |
Embarcación |
5 500 |
D |
Embarcación (c) |
Tres Pozos |
(d) |
Fortín Lavalle |
182 000 |
D |
Fortín Lavalle (d) |
Pampa del Veinte |
(a) |
Guaycurú |
46 400 |
C |
Guaycurú (b) |
Alcalá |
(c) |
Hickmann |
33 500 |
C |
Hickmann (b) |
Dragones |
(d) |
Ibarreta-1 |
73 000 |
C |
Ibarreta (b/c) |
Vertisoles |
(d) |
Ibarreta-2 |
9 000 |
B |
Ibarreta (b/c) |
Perín |
(b) |
Impenetrable |
1 611 800 |
C |
Impenetrable (c) |
Barilari |
(c) |
Ingeniero Juárez |
86 000 |
C |
Ingeniero Juárez (c/d) |
Posta Lencina |
(c) |
Jumi Pozo |
244 200 |
C |
Jumi Pozo (c) |
|
|
La Aguadita |
68 900 |
D |
La Aguadita (d) |
Ibarreta |
(c) |
La Estrella |
72 300 |
C |
La Estrella (d) |
Retiro |
(c) |
Laguna Yema |
80 600 |
D |
Laguna Yema (c) |
Chiriguanos |
(d) |
Las Lajitas |
55 500 |
B |
Las Lajitas (b) |
Apolinario Saravia |
(b) (d) |
Las Lomitas |
41 100 |
B |
Las Lomitas (b) |
Laguna Yema |
(c) |
Las Lianas |
28 900 |
D |
Las Lianas (d) |
|
|
Los Blancos-1 |
7 000 |
C |
Los Blancos (b/c) |
Dragones |
(d) |
Los Blancos-2 |
88 400 |
C |
Los Blancos (b/c) |
Dragones |
(d) |
Los Pozos |
12 400 |
D |
Los Pozos (d) |
Infierno |
(b) |
Matorras |
53 500 |
C |
Matorras (c) |
|
|
Miraflores |
176 000 |
D |
Miraflores (d/c) |
La Gloria |
(d) |
Misión Laishi |
78 000 |
B |
Misión Laishi (b) |
Vertisoles |
|
Olmedo |
289 000 |
B |
Olmedo (b) |
Retiro |
(c) |
Pampa de los Guanacos-1 |
366 000 |
B |
Pampa de los Guanacos (c) |
El Caburé |
(b) |
Pampa de los Guanacos-2 |
120 200 |
C |
Pampa de los Guanacos (c) |
Impenetrable |
(c) |
Padre Lozano |
22 100 |
B |
Padre Lozano (b) |
Las Cenizas |
(d) |
Perín |
75 500 |
C |
Perín (b) |
Alto Alegre |
(d) |
Piquete Cabado |
161 000 |
B |
Piquete Cabado (b) |
Chaguaral |
(a) |
Pluma de Pato |
72 400 |
C |
Pluma de Pato (c) |
Hickmann |
(b) |
Pozo del Tigre |
48 800 |
C |
Pozo del Tigre (c) |
La Aguadita |
(d) |
Quitilipi-1 |
388 800 |
B |
Quitilipi (c) |
Napalpí |
(b) |
Quitilipi-2 |
16 200 |
C |
Quitilipi (c) |
Napalpí |
(b) |
Riacho Salado |
122 000 |
A |
Riacho Salado (a) |
Zapla |
(c) |
Río de Oro |
41 000 |
A |
Río de Oro (a) |
San Martín |
(b) |
Río Muerto |
24 200 |
B |
Río Muerto (b) |
|
|
Río Negro-1 |
206 200 |
A |
Río Negro (a) |
Quitilipi |
(c) |
Río Negro-2 |
24 000 |
B |
Río Negro (a) |
La Verde |
(d) |
Río Negro-3 |
32 000 |
B |
Río Negro (a) |
Quitilipi |
(c) |
Rivadavia |
195 800 |
E |
Rivadavia (e) |
|
|
Salaberry |
96 300 |
D |
Salaberry (d) |
Arroyo Lindo |
(c) |
San José |
5 000 |
C |
San José Ce) |
Río Seco |
(d) |
San Martín |
63 000 |
B |
San Martín (b) |
Siete Arboles |
(d) |
Senda Hachada |
33 000 |
D |
Senda Hachada (d) |
Río Seco |
(c) |
Teniente Fraga |
176 100 |
D |
Teniente Fraga (d) |
|
|
Tolloche |
63 800 |
C |
Tolloche (c) |
Pueyrredón |
(b) |
Tomasito |
4 800 |
C |
Tomasito (c) |
Palmas |
(b) |
Tres Isletas |
269 200 |
A |
Tres Isletas (a) |
Napalpí |
(b) |
Taco Pozo |
217 200 |
D |
Taco Pozo (c) |
Jumi Pozo |
(c) |
Urizar |
123 600 |
A |
Urizar (a) |
Yacaré |
(b) |
Yuchan |
21 400 |
C |
Yuchán (b) |
|
|
Zapla |
142 000 |
C |
Zapla (c) |
Rincón Ñaró |
(a) |
Grupo D Conforman áreas dominantemente no aptas para la agricultura y que en general solo admiten una planificación pecuaria y forestal, debido a las severas limitaciones que presentan los suelos para el cultivo.
Requieren a veces estudios complementarios para delimitar y definir subáreas que, presentando suelos aptos para el cultivo, no han sido separados por razones de escala.
Grupo E Estas áreas presentan muy severas limitaciones por lo que resultan inaptas para la agricultura. Normalmente quedan excluidas de los programas de desarrollo, mejoramiento y recuperación. Los tratamientos están supeditados al uso que se les pueda dar y a la real necesidad local de extender la agricultura.
Los suelos predominantes en este grupo pertenecen a la clase de aptitud (e), lo cual expresa de por sí el alto nivel de impedimentos que poseen.
En el cuadro V-2, se señala la clase de aptitud de cada suelo reconocido y la calificación, según las categorías anteriormente descritas, de cada una de las unidades cartográficas o asociaciones delimitadas en el levantamiento a nivel de "Reconocimiento". Las propiedades de los suelos, tanto dominantes como subordinados, que caracterizan cada Asociación, como así también la descripción de atributos y limitaciones que definen sus aspectos utilitarios, es ampliamente discutida en el Volumen 3.
El mapa de Aptitud de los Suelos, por tratarse de un documento interpretativo basado en el análisis de limitaciones y atributos de los suelos frente al crecimiento de las plantas y condiciones ecológicas generales, no ofrece opciones sobre tipos no agrícolas de utilización de la tierra. En consecuencia, selecciona para el desarrollo agrícola las alternativas más prometedoras. La figura V-1 analiza un nivel de generalización aún superior al mencionado tipo de utilización de las tierras, ya que delimita las áreas aptas para la agricultura según dos niveles jerárquicos; el primero, asocia los grupos A y B de la tierra y se corresponde por lo tanto con áreas que ofrecen las mejores opciones; el segundo, identificado con el grupo C de la tierra, muestra áreas también aptas para la agricultura, aunque exigentes de mayores insumos para alcanzar una productividad bruta similar a la del primer nivel, o bien supone diferencias negativas en la productividad bruta respecto de los grupos A y B cuando se comparan insumos similares.
En el cuadro V-3 se señalan las superficies ocupadas por cada "Grupo de la Tierra" para toda la CIRB. De el se deduce que algo más del 27% de la superficie total está ocupada por Grupos de la Tierra de primer y segundo orden para el desarrollo agrícola, mientras que el Grupo de la Tierra de tercer orden ocupa una superficie ligeramente inferior. Sumado este conjunto total de grupos aptos para la agricultura se concluye que los mismos cubren una extensión equivalente al 51,4% del área total de la Cuenca.
Dado que gran parte de la superficie de la CIRB está ocupada por suelos que poseen un régimen deficitario de humedad en relación al crecimiento normal de numerosos cultivos, se hace necesario, para una mejor definición de las áreas aptas para la agricultura, interpretar las propiedades de los principales suelos reconocidos durante el levantamiento en términos de su aptitud para riego. Los sistemas conocidos al respecto apoyan sus criterios en inventarios detallados de ese recurso; en consecuencia, y por el carácter del estudio básico de suelos, fue necesario el desarrollo de un sistema de calificación, suficientemente amplio y generalizado, que compatibilice los alcances de una estimación tentativa de la aptitud para el riego con los del levantamiento de suelos.
Cuadro V-3 - Superficies ocupadas por cada "Grupo de Tierra"
Grupo |
Grado de las limitaciones |
Superficie |
|
ha |
% |
||
A |
sin o a lo sumo ligeras |
794 000 |
5,7 |
B |
ligeras o a lo sumo moderadas |
3 032 000 |
21,7 |
C |
moderadas o a lo sumo algo severas |
3 359 000 |
24,0 |
D |
severas |
5 041 000 |
36,0 |
E |
muy severas |
1 727 000 |
12,3 |
Area no mapeada |
47 000 |
0,3 |
Se definieron tres clases: las dos primeras contemplan el conjunto de suelos regables subdivididos en sendas categorías jerárquicas, mientras que la tercera hace referencia a aquellas que se recomienda excluir en todo proyecto actual de riego.
Clase 1: Suelos regables de primer orden
Comprende todos los clasificados en la clase (a) de aptitud agrícola y la mayoría de los de clase (b); pueden presentar ligeras o a lo sumo moderadas limitaciones para el riego (incluyen los suelos de clase 1 y buena parte de los de clase 2 del Bureau of Reclamation).
Clase 2: Suelos regables de segundo orden
Comprende todos los clasificados en la clase (c) de aptitud agrícola y unos pocos de la clase (b). Presentan moderadas o a lo sumo algo severas limitaciones para el riego (incluyen los suelos de clase 3 y algunos de clase 2 del Bureau of Reclamation).
Clase 3: Suelos marginales e inapropiados para el riego
Comprende todos los clasificados en las clases (d) y (e) de aptitud agrícola. Presentan severas a muy severas limitaciones para el riego (incluyen los suelos de clase 4 a 6 del Bureau of Reclamation).
Se estima que la CIRB posee no menos de 5 000 000 de ha con suelos aptos para el riego. Entre ellos se han seleccionado aquellos que se consideran de mayor interés dentro de las clases 1 y 2, teniendo en cuenta sus más interesantes propiedades físicas, topografía, relieve, difusión geográfica, etc.
· Principales suelos regables de clase 1: Apolinario Saravia, Campo Redondo, Chaguaral, Dovagán, El Caburé, Guaycurú, Hickmann, Ibarreta (variante no salina), Los Blancos (variante no salina), Los Frentones, Makallé, Mollinedo, Napalpí, Napenay, Nueva Unión, Olmedo, Palmas, Pampa Almirón, Piquete Cabado, Pizarro, Riacho Salado, Rincón Naró, Río de Oro, Río Negro, San Martín, Tres Isletas, Urizar.
· Principales suelos regables de clase 2: Campichuelo, El Colorado, El Infierno, El Pintado, Ibarreta (variante salina). Impenetrable, Jumi Pozo, La Florida, Las Lomitas, Las Lajitas, Laguna Yema (variante ligera a moderadamente salina), Matorras, Padre Lozano, Quitilipi, Río Muerto, Taco Pozo, Toro Pampa, Tolloche, Santa Cecilia, Zapla.
El concepto de "daño", a que se hace referencia en este Estudio, es el estado de degradación que evidencian algunas tierras como consecuencia de efectos resultantes de procesos a menudo geomórficos, a veces pedogéneticos, y otras veces inducidos o acelerados por el hombre a través de un uso inadecuado del suelo.
En el caso particular del drenaje de un suelo, si bien esta es una característica generalmente natural del mismo, se entiende aquí que las tierras con severas limitaciones por drenaje no solo presentan un impedimento frecuentemente grave para la agricultura, sino que por tal condición están seriamente expuestas a ser dañadas hasta grados de plena inutilidad. De ahí que algunas tierras con características como las señaladas hayan sido contempladas junto a aquellas que evidencian daños asociados a los procesos anteriormente descritos.
Contemplada esta ultima consideración, se estima que algo más del 60% de las tierras de la CIRB presenta daños de distinto tipo e intensidad.
Si bien a menudo el daño confiere al suelo características que lo hacen inapto para las prácticas agrícolas, a veces su débil o moderada intensidad sugiere que con un manejo sensato pueden ser cultivados; de ahí que por un lado el presente estudio postule una superficie cultivable ligeramente superior al 50%, y por otro considere con daños e impedimentos agrícolas un área apreciablemente superior.
En el cuadro V-4 se transcriben aquellas conclusiones del levantamiento de suelos que hacen al concepto de daños e impedimentos agrícolas de la tierra. La relación entre unidades cartográficas del Mapa Básico de Suelos y las delimitadas en el de Daños e Impedimentos de la Tierra y el conocimiento del tipo de daño que afecta a cada suelo reconocido, aproxima al lector toda referencia local al tipo de problemas que reseña ese cuadro.
Cuadro V-4 - Tipos de daños e impedimentos agrícolas de la tierra, suelos y superficies afectadas
UNIDAD CARTOGRAFICA |
SUELO Y TIPO DE DAÑO O IMPEDIMENTO QUE LO AFECTA (*) | ||||||||||
Mapa de Daños o Impedimentos Agrícolas |
|
Mapa de Suelos |
Erosión |
Sup. |
Salinidad |
Sup. |
Drenaje |
Sup. |
Anegamiento |
Sup. |
(**) |
Erosión ligera, y parcialmente problemas de drenaje y salinidad moderada |
Asociación |
Castelli |
Castelli |
40 |
Miraflores |
30 |
La Gloria |
10 |
La Gloria |
10 |
70 |
Drenaje interno impedido y salinidad moderada a fuerte(localizada) |
Asociación |
Cte. Fontana-1 |
|
50 |
Cte. Fontana |
50 |
Cte. Fontana |
|
Vertisoles y |
|
90 |
Salinidad moderada a fuerte |
Asociación |
Ibarreta-1 |
|
|
Pozo del Tigre |
50 |
La Aguadita |
|
Gleisoles |
10 |
60 |
Salinidad fuerte a extrema |
Asociación |
Las Lianas |
|
|
Las Lianas |
80 |
|
|
|
|
80 |
Anegamiento por inundación. |
Planicie aluvial del río Paraguay |
|
|
|
? |
|
|
|
> 50 |
> 50 | |
Erosión ligera a moderada, salinidad moderada a fuerte y anegamiento eventual localizado. |
Interfluvios y valle del Río Bermejo |
|
30 |
|
40 |
|
|
|
> 20 |
> 80 | |
Anegamiento y Salinidad moderada a fuerte (localizada) |
Asociación |
Bañados-1 |
La Eduvigis |
10 |
Salaberry |
20 |
Río Dorado |
60 |
Río Dorado |
60 |
70 |
Erosión ligera a moderada y problemas localizados de drenaje. |
Tolloche |
Tolloche |
50 |
|
|
Valle |
10 |
Valle |
10 |
60 | |
Erosión moderada a topográficas. |
Sierras Subandinas |
|
? |
|
|
|
|
|
|
? | |
Parcial y localizadamente, salinidad moderada y/o erosión ligera. |
Asociación |
Barilari |
Tolloche |
? |
Barilari |
? |
|
|
|
|
< 50 |
(*) Los porcentajes parciales por daño, están referidos a la correspondiente superficie delimitada en el Mapa V-3, cuyos valores figuran en la primera columna de este cuadro.(**) Superficie afectada. 100/Superficie delimitada
Cuadro V-5 - Comunidades vegetales
Zona |
Unidad fisonómico-florística |
Comunidades |
Húmeda |
Bosque en galería |
Bosque alto; Espartillar; Gramillar; Monte Fuerte; Paja Amarillar; Paja Bobal; Pajal del Paraná-Paraguay; Pajonal palmar; Pirizales; Raleras; Ralera algarrobal-palmar; Sabana de ñandubay con palma; Sabana de tatané; Selva de albardón; Selva de albardón antiguo; Selva de inundación. |
de Transición |
Mosaico de agricultura, bosque y pantanos |
Algarrobal de blanco y negro; Algarrobal de negro; Vinalar; Pajonal mas gramillar; Pirizal; Pastizales de cauces colmatados; Pastizales pirógenos; Pastizales de pampa; Sabanas y parques; Quebrachal de chaqueño con guayaibí; Quebrachal de santiagueño con guaraniná; Quebrachal de santiageño y blanco; Quebrachal de santiagueño y blanco con guaraibí; Quebrachal de tres quebrachos (variante húmeda); Quebrachal de tres quebrachos (variante seca). |
Seca |
Quebrachal de santiagueño |
Bosque de madrejones; Duraznillar-palocruzal; Palosantal con dos quebrachos; Palosantal palocruzal; Peladares; Quebrachal de blanco coetáneo con suelo desnudo; Quebrachal con duraznillo; Quebrachal con guayacán; Quebrachal palosantal. |
Montana |
Selva montana |
Bosque de transición "Lomas de Olmedo"; Bosque montano; Pastizales de altura; Selva de transición; Selva montana. |
El hecho de que sólo una fracción de las superficies que delimitan las unidades cartográficas en los mapas (ver en el cuadro V-4, la columna: Superficie total afectada/Superficie delimitada) este afectada por algún tipo de daño, es consecuencia del nivel utilizado en el levantamiento de suelos y, consecuentemente, de la escala del mapa. Por lo tanto, debe entenderse que dentro de cada superficie delimitada en el mapa existe una fracción de tierra exenta de daños e impedimentos gravosos para la agricultura.
Surge de la interpretación de los aspectos que se reseñan en el cuadro V-4, que la presencia de sales solubles en concentraciones que afectan el crecimiento de numerosas plantas, constituye una de las afecciones de los suelos más extendidas en la CIRB. Se estima que alrededor de un 20% de la superficie total relevada presenta salinidad en grados que afectan los rendimientos de numerosos cultivos (suelos moderada a fuertemente salinos) hasta grados que inhabilitan la posibilidad de implantar cultivos (suelos extremadamente salinos).
Llama a su vez la atención el hecho de que algunos suelos con cualidades físicas aptas para el uso agrícola, tales como los que se difunden en las unidades cartográficas Ibarreta y Castelli, hayan sido incorporados a la agricultura a pesar de su condición de suelos salinos.
Esa situación requiere la adopción inmediata de medidas de manejo que contemplen con simultánea eficacia la perspectiva de mejoramiento y conservación de dichas tierras. A su vez, todo proyecto de regadío, tanto en esa área como en cualquiera de las afectadas por tenores peligrosos de sales solubles, debe prever las posibles alternativas de evolución del microambiente químico del suelo, frente a su irrigación.
Las áreas afectadas por problemas de anegamiento (alrededor del 15% de la superficie total) están dominantemente localizadas en el Este de la CIRB. La principal consecuencia del exceso de agua, cuando satura el suelo durante períodos prolongados, es la anulación de los procesos de aeración, hecho que imposibilita el desarrollo de la mayoría de las plantas. Las áreas inundables, localmente llamadas esteros y cañadas, están parcialmente cubiertas por pastizales, lo que ha posibilitado que su uso actual este orientado hacia la producción de hacienda vacuna.
Algunas soluciones alternativas para evitar inundaciones de áreas agrícolas y desaguar o regular los esteros y cañadas se discute en el Volumen 3.
Respecto del daño actual por erosión, este afecta superficies localizadas en la región montañosa y submontañosa de la Cuenca y parte de aquellas áreas bos cosas occidentales del Chaco aluvional que han sido sometidas a explotación y desmonte irracional, como así también a un desmesurado pastoreo.
Se suma a esas consideraciones el hecho de que las condiciones bioclimáticas de gran parte de la CIRB no facilitan el desarrollo de agregados estructurales suficientemente estables al agua, como para que los horizontes superficiales de la mayoría de los suelos aptos para la agricultura, queden exentos de los efectos erosivos asociados a la acción del agua y el viento, cuando el equilibrio biológico se rompe al efectuar un desmonte.
Como consecuencia del conjunto de aspectos señalados, surge la necesidad de considerar y desarrollar practicas conservacionistas adecuadas previo a todo programa de desarrollo agropecuario en la CIRB.
El estudio de la vegetación se concretó mediante la síntesis de informaciones previas, publicadas parcialmente por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Dichos antecedentes sirvieron de apoyo a la fotointerpretación y proyección de resultados sobre un mapa de vegetación de escala 1:500 000 que acompaña al Volumen 3.
La confección del mapa y su leyenda se estructuro sobre tres niveles de aproximación: formaciones, unidades fisonómico-florísticas y unidades cartográficas propiamente dichas. De la aplicación de esos niveles resultaron cuatro, doce y cuarenta desagregaciones, respectivamente.
El nivel más homogéneo se corresponde con las unidades cartográficas, las cuales fueron delimitadas en base a la definición de patrones compuestos de diseño y vegetación. Las unidades fisonómico-florísticas representan subdivisiones con implicancias clima ticas y morfológicas, habiéndose utilizado para su caracterización, denominaciones que posibilitan su comparación con unidades extrarregionales. La unidad más amplia de vegetación, y por lo tanto menos homogénea (Formación) facilita, haciendo uso simultáneo del Mapa General de Vegetación y del cuadro V-5, la interpretación esquemático-regional de la fitogeografía del área.
El cuadro V-6 transcribe el conjunto de comunidades vegetales y unidades fisonómico-florísticas que caracterizan cada una de las cuatro zonas en que ha sido subdividida para este estudio la CIRB. La descripción de las unidades cartográficas, las listas florísticas y la localización de especies de interés botánico y/o económico se detallan en el Volumen 3.
5.3.1.1 Formación "forestal"
5.3.1.2 Formación "matorrales"
5.3.1.3 Formación "mixta"
5.3.1.4 Formación "graminosa"
Se describen a continuación las cuatro formaciones reconocidas (forestal, matorral, mixta y graminosa), las cuales fueron subdivididas en zonas climáticas, denominadas seca, de transición y húmeda.
Cuadro V-6 - Clave de unidades fisonómico-florísticas
Formación |
Clima |
Ambientes morfológicos |
Unidad fisonómico-florística |
Superficie ha |
Unidades cartográficas |
Forestal |
Seco |
De llanura |
Quebrachal de santiagueñoBosque de palosanto |
63 088 |
22 a 28 |
De transición |
Pedemontana |
Bosque de transición |
4 505 |
37 a 39 |
|
Húmedo |
Montano |
Selva montana |
4 325 |
40 |
|
Matorrales |
Seco |
De derrames y bañaderos |
Matorrales de derrames y bañaderos |
8 042 |
33 a 36 |
Mixta |
Húmedo |
Media pendiente |
Parques y sabanas |
6 104 |
9 a 11 |
De transición |
Alta, media y baja pendiente |
Mosaico de agricultura, bosque y pantanos |
8 505 |
12 a 14 |
|
Graminosa |
Seco |
De cauces colmatados, de pampas, pirógenos y montanos |
Pastizales |
5 289 |
18 a 21 |
Húmedo |
De depresiones |
Pajonales y esteros |
7 910 |
6 a 8 |
Es la más extensa. Cubre aproximadamente el 45% del área, no obstante los desmontes que la afectan.
· Zona seca: se difunde principalmente en la zona central y oeste del área. Predominan el quebrachal de santiagueño y los bosques de palosanto, aunque éstos en menor proporción.· Zona de transición: tanto por su fisonomía como por su composición vegetal, la distinguen dos áreas notablemente contrastantes: el "Quebrachal de tres Quebrachos" y el "Bosque de Transición"; la primera, mucho más extensa, se difunde en la zona denominada domo central.
· Zona húmeda agrupa las comunidades forestales de ambos extremos de la CIRB; en el este, los bosques en galería alineados a los afluentes del sistema Paraná-Paraguay y al oeste la selva montana, que se difunde en el sector serrano colindante con la ACRB.
Representa una formación de composición heterogénea y casi siempre se halla restringida en las zonas de divagación meándrica y derrames fluviales. Domina en la zona centro y oeste del valle del río Bermejo y en el área de derrames de los ríos Dorado y del Valle; climáticamente está concentrada en el sector más seco del área. Ha sido desagregada en dos unidades fisonómico-florísticas: "Matorrales de derrames y bañaderos" y "Peladares y bosques de madrejones". Las comunidades más destacadas son vinalares, palocruzales y palosantales.
Geográficamente se difunde en el sector húmedo y de transición. Está compuesta dominantemente por sabanas (leñosas aisladas en un ambiente de pastizales y pajonales) y parques (grupos de árboles alternando con pastizales). El elemento arbóreo en las sabanas está representado por palmas, ñandubay, tatané y ceibo, mientras que en los bosquetes de los parques suelen estar presentes montes de quebracho urunday y/o algarrobales.
En este sector la actividad humana es muy intensa principalmente en tareas agrícolas.
Asocia las zonas en las que la presencia de pastizales y pajonales le imprimen una fisonomía particular.
Los pajonales están concentrados en el sector este de la región, localizados casi exclusivamente en ambientes afectados por anegamientos prolongados. En el sector central y occidental se difunden los pastizales cuya distribución está asociada a un espectro más amplio de situaciones; así, en el centro de la región, ocupan cauces colmatados por materiales granulométricamente gruesos, con dominio de espartillares. En otros casos se trata de pastizales originados por la acción del fuego siendo el pastizal de pasto crespo la comunidad más importante.
En el sector serrano y principalmente en el extremo sudoeste, están presentes densos pastizales con desarrollo condicionados por temperaturas bajas y abundante neblina.