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4. Características generales a nivel regional (Tarija)

4.1. Introducción
4.2. Estructura productiva global
4.3 Empleo
4.4 Renta per cápita
4.5 Síntesis de las condiciones del crecimiento regional

4.1. Introducción

El territorio boliviano abarcado por la Alta Cuenca del Río Bermejo, está localizado en el departamento de Tarija.

El área total del departamento es de 37 623 km2, o sea que representa apenas el 3,4% del total del territorio boliviano. Por su parte, la Alta Cuenca del Río Bermejo representa el 32,4% del departamento con un área de 12 180 km2.

En el departamento de Tarija, los principales productos agrícolas son: maíz, trigo, papa, vid y hortalizas; en ganadería se destaca la cría de ganado vacuno, ovino, porcino y caprino.

Para 1972 se estimó una población total de 218 000 habitantes, con una tasa de crecimiento en el período 1965-1972, del 2,6%. La población urbana era de 81 000 habitantes, mientras que la rural era de 137 000 habitantes.

4.2. Estructura productiva global

El sector preponderante en la economía del Departamento es el agropecuario , representando en 1972 el 32,6% del Producto Geográfico Bruto, siendo seguido por el sector comercio con 12,9% y por el sector propiedad y vivienda con 11,0%.

El cuadro económico del Departamento se definió por una alta dependencia de las actividades agropecuarias, lo que puede ser observado en el cuadro IV-6, donde los valores sectoriales están bastante atomizados en la participación relativa del Producto Geográfico Bruto.

Comparando, a nivel nacional, el peso económico del Departamento, se observa que el mismo es bastante reducida. A través del cuadro IV-7, en el cual se dividió el Departamento en 5 subregiones (división adoptada por Codetar), se puede observar la participación relativa del PGB agropecuario, que varió entre 1965 y 1972, del 4,9% al 5,9%. Comparando con los niveles nacionales, se pone en evidencia una mayor dinámica del Departamento en relación al crecimiento nacional, en la medida en que la tasa de crecimiento en el período fue mayor. En cifras globales el Departamento presentó una tasa de crecimiento del orden del 5,4% contra 2,7% para la Nación.

CUADRO IV-6
Tarija: Composición del P.G.B. Departamental 1972 (en miles de pesos de 1968)

Sectores

Valores

%

Agropecuario

125 210

32,6

Minas y Canteras

810

0,2

Petróleo (extracción)

6 300

1,7

Industrias

36 770

9,6

Petróleo (refinación)

11 080

2,9

Construcción

15 540

4,1

Energía

3 240

0.8

Transporte

35 740

9,3

Comercio

49 730

12,9

Finanzas

6 920

1.8

Gobierno

19 990

5,2

Propiedad

42 390

11,0

Otros Servicios

30 300

7.9

Total

384 080

100,0

Fuente: CODETAR

CUADRO IV-7
P.G.B. del Sector Agropecuario - Nacional y Regional (en miles de pesos de 1968)

Sub-Regiones

Producto Geográfico Bruto

1965

%

1972

%

Tasa de Crecimiento

Sub-Región I

41 470

47,9

62 060

49,6

6,0

Sub-Región II

10 190

11,7

14 910

11,9

5,6

Sub-Región III

4 990

5.2

6.540

5,2

5,5

Sub-Región IV

12,810

14,8

18700

14,9

5,6

Sub-Región V

17 630

20,4

23 060

18,4

3,9

Total Regional

86 590

4,95

125 270

5,95

5,4

Total Nacional

1 747 380

100,0

2 105 470

100,0

2,7

Fuente: CODETAR

Dentro del Departamento, debe destacarse la subregión I, que corresponde al área de Tarija, y que presentó la mayor tasa de crecimiento en el período 1965-1972, representando también, en términos porcentuales, el mayor peso económico del Departamento. En esta subárea, es que se concentra el mayor conjunto de actividades agrícolas.

El peso del sector no presenta valores sustanciales como para afectar los niveles nacionales. Es necesario hacer la salvedad que, en los últimos anos, de 1972 en adelante, el Departamento de Tarija experimentó un acelerado crecimiento de actividades agrícolas, especialmente si se considera la inclusión del sector "cañero" del Bermejo, que evidentemente alteró sustancialmente aquellos valores, pues se trata de una actividad agrícola en gran escala, con un sector industrial anexo. Sin embargo, no se poseen valores más recientes para estimar su contribución actual.

4.3 Empleo

La estructura global de empleo refleja el comportamiento de la economía regional; es decir, en la medida en que no se produzcan modificaciones sustanciales en el cuadro de actividades económicas, se verifica una adaptación de la estructura de empleo a los sectores tradicionales.

En el cuadro IV-8, se intenta dar toda la información correspondiente a las condiciones de la población, destacando las categorías referentes a la población económicamente activa, población pasiva, fuerza de trabajo, empleo y desempleo. Ello no obstante, el análisis del referido cuadro se ve bastante perjudicado, en función del mecanismo adoptado para la estimación de los valores, lo cual se realizó a través de proyecciones, manteniendo constantes las proporciones entre las diversas categorías y la disposición sectorial de empleo. Por lo tanto, se hace casi imposible efectuar un análisis real de la evolución y comportamiento de la ocupación de la mano de obra a nivel de Departamento.

Cuadro IV-8
Tarija: Situación global de la mano de obra


Ano 1965

Año 1972

I

II

III

IV

V

Total Regional

I

II

III

IV

V

Total Regional

NA

51.690

9.150

16.250

9.170 .

10.050

96.850

62.100

10.750

19.080

11.680

12.020

115.630

NE

47.760

7.430

13.530

7.980

8.400

85.150

58.770

8.820

15.720

9.520

9.740

102.570

FT

43.940

7.780

13.810

8.250

8.540

82.320

52.780

9.140

16.220

9.930

10.220

98.290

NV

7.770

1.510

1.970

1.790

10.100

14.150

9.140

1.870

3.030

1.530

1.370

16.940

NAU

36.170

6.170

11.840

6.460

7.530

68.170

43.640

7.270

13.190

8.400

8.850

81.350

1

26.410

5.200

10.540

3.840

4.970

50.960

31.390

6.220

11.730

5.230

5.640

60.210

2

300

200

30

-

80

610

330

230

30

-

80

670

3

1.210

50

150

60

280

1.750

1.730

70

80

180

340

2.400

4

-

-

-

340

450

790

-

-

90

250

450

790

5

1.340

100

30

160

260

1.940

1.140

90

70

140

220

1.660

6

1.100

130

160

350

270

2.010

1.390

170

200

430

480

2.670

7

1.450

300

300

610

600

3.260

1.760

340

330

670

860

3.960

8

1.860

80

220

310

350

2.820

2.440

90

190

410

500

3.630

9

2.500

110

360

790

270

4.030

3.460

60

470

1.090

280

5:360

Fuente: CODETAR

NA: Población econ. activa;
NE: Población pasiva;
FT: Fuerza de Trabajo;
NV: Desempleo
NAU: Mano de obra ocupada;
1: Sector Agropecuario;
2: Minas y canteras;
3: Fabril Artesanal;
4: Petróleo (extracción y refinación);
5: Construcción;
6: Transporte;
7: Comercio, Finanzas;
8: Gobierno;
9: Otros servicios.

Sin embargo, se puede hacer referencia a la distribución dentro de la región de Tarija, (parte principal del estudio), como base para analizar la creación de empleos.

A nivel de Departamento, ocurre también el mismo fenómeno nacional de alta tasa de dependencia; es decir, la población pasiva representa el 47% del total, generando una fuerte presión sobre la capacidad productiva global, y si se le asocia al desempleo, llega al 54,8% del total.

El sector que ocupa más mano de obra es el agropecuario, evidenciando correspondencia con los indicadores nacionales. En el caso de Tarija, el sector agropecuario es responsable por la ocupación de 60 210 personas (1972), correspondiendo al 61,3% del total de la fuerza de trabajo y al 27,6% del total de la población del Departamento.

El sector industrial es prácticamente inexistente, presentando valores de ocupación, menores (pequeñas unidades de transformación instaladas en la ciudad de Tarija y aún con algunas actividades artesanales). Es importante tener en cuenta que algunos programas de Codetar en marcha ya están definiendo la posibilidad de implantar algunas unidades industriales en el Departamento, lo que podrá, en el futuro alterar la situación.

El conjunto de sectores de características típicamente urbanas, como transporte, comercio, finanzas gobierno y otros, emplean 15.620 personas, representando el 19,2% del total de la mano de obra ocupada, pero dispersos en 4 ramas de actividades.

4.4 Renta per cápita

La estructura productiva regional se altero muy poco en la última década, pudiendo constatarse que tanto la oferta agrícola, en forma de lista de productos, como los propios niveles de producción y productividad, se han mantenido más o menos constantes, ocasionando un crecimiento muy lento de los niveles de renta de la región.

En el cuadro IV-11, aprovechando la división efectuada por CODETAR, se muestran los niveles de renta per cápita. Continua siendo la subregión I, es especial el área de la ciudad de Tarija, la que posee niveles más elevados y mejor desempeño en el período, estando muy por encima de la tasa de crecimiento regional y nacional, pero en términos absolutos con valores debajo del término medio boliviano.

Tanto a nivel nacional como regional, los índices de renta per cápita reflejan el pobre desempeño de la economía en el Area de Estudio; y se da una situación más grave, en la medida en que los valores están aún por debajo de aquellos encontrados para la nación.

Con los niveles de renta prevalecientes, se hace imposible el ahorro y la capitalización, que permitan a las poblaciones de la región solucionar los problemas relativos al crecimiento de la estructura de producción y consumo.

Como se describió anteriormente, los niveles de subsistencia se mantienen constantes en la región, generando un alto grado de auto-consumo sobre la producción alcanzada. Esta situación, junto a un excesivo parcelamiento de la tierra con muy baja producción, completan un cuadro en el cual el sector agropecuario se presenta como un mercado muy estrecho y reducido para las posibles oportunidades industriales que puedan surgir. Además, en función de los niveles de productividad y estructura de oferta en este sector, se pone en evidencia una inestabilidad en el flujo de materias primas, asociada a un grupo de productos de baja calificación industrial.

4.5 Síntesis de las condiciones del crecimiento regional

4.5.1 El problema del minifundio.
4.5.2 La oferta agrícola.
4.5.3 La estructura de recursos naturales: factor tierra.

4.5.1 El problema del minifundio.

La estructura de la propiedad en la región, caracterizada por una excesiva subdivisión de la propiedad rural con intensa explotación de la tierra, genera una producción volcada hacia el autoconsumo.

El minifundio a su vez provoca índices de productividad y rentabilidad física bajos, debido a su incapacidad de generar un excedente de producción para el mercado.

Existe una alta relación hombre-tierra, que produce fenómenos de migración transitorios; durante la época de corte de la caña de azúcar tanto en la zona del Bermejo como en la Argentina, concurren trabajadores para trabajar en esa tarea.

CUADRO IV-11
Tarija: Renta per cápita (en pesos de 1968)

Subregiones

1965

1972

Tasa de crecimiento

Sub-región I

1 400

1 910

4,5

Sub-región II

1 200

1 400

2,2

Sub-región III

1 260

1 430

1,8

Sub-región IV

1 320

1 640

3.2

Sub-región V

1 420

1 900

4,2

Departamento

1 350

1 760

3,9

Nación

1 750

2 010

2,0

Fuente: CODETAR

4.5.2 La oferta agrícola.

La oferta agrícola regional refleja las necesidades de consumo inmediato de la población del área y, en muchos casos, el consumo de la unidad productiva. Con un conjunto de productos de poco valor y alto costo, con índices de rendimiento físico bajos, se puede observar un proceso de producción y consumo casi circular, a nivel de zona.

Por lo demás, con una infraestructura de transporte reducida y de calidad insatisfactoria, se crea otro factor que limita las posibilidades de establecer un comercio interregional constante, del cual se podría esperar la generación de un excedente a nivel global del área. La producción prácticamente se comercializa en los pequeños núcleos urbanos - la mayor parte en Tarija -- sin alcanzar mercados más alejados.

Con excepción de la vid, y más específicamente del vino, empieza a tener un desarrollo capitalista, pues ya posee una estructura empresarial operando en su mercado, los otros productos sólo presentan cierta dinámica gracias al crecimiento vegetativo de la población.

4.5.3 La estructura de recursos naturales: factor tierra.

En el cuadro de recursos naturales, se escogió el factor "tierra" por ser el principal limitante de las posibilidades de expansión del sector agropecuario de la zona. Esta limitante se entiende desde dos puntos de vista: cuantitativo y cualitativo.

Con respecto al primero -- en cuanto a tierra disponible -- se trata de un recurso escaso, ya que las posibilidades de ampliar el área cultivada dependen del riego. Con respecto al segundo, el cualitativo, se refiere exclusivamente a la distribución de suelos en función de su capacidad de uso.

Sintetizando los datos expuestos en el Capítulo III se llega a que el total disponible de tierras aptas para la agricultura es de 34 900 ha.

Para pasturas, puede disponerse de aproximadamente 4 400 ha de la clase VI y 11 700 ha de la clase VII, cuyo rendimiento actual es prácticamente nulo, alcanzándose así un total de 51 000 ha aptas para usos agrícola y forrajero, lo que representa el 66,7% del total de tierras bajas de valles y sólo el 12,1% de toda el Area de Estudio.

Actualmente están bajo explotación agrícola 18 400 ha, (9 500 ha en secano y 8 000 ha con riego), lo cual corresponde al 36% del total de tierras aptas para actividades agrícolas y pasturas. Más exactamente, sobre el total de tierras aptas para agricultura anteriormente calculada (34 900 ha) representa un 52% restando aún más de 16 000 ha para ser incorporadas al proceso productivo.

Es evidente que, considerando las diferentes clases de suelos, esta incorporación deberá hacerse en diferentes tipos de actividades, incluso porque existe una mayor proporción de suelos con restricciones más serias para la agricultura, especialmente los de clases IV y VI.

En el Capítulo III, y especialmente en el Cuadro III-5, se han comentado las principales producciones agrícolas en el Valle de Tarija. Cabe destacar el rápido desarrollo de la vid, pues se trata de un producto cuyo rendimiento por hectárea y valor de mercado presento coeficientes muy altos, lo que hizo posible una rápida expansión de la actividad. Algunos productores de la zona han invertido importantes recursos en sistemas de riego y almacenamiento de agua para el cultivo de la vid. La gran duda sobre el futuro de este producto consiste en las posibilidades del mercado una vez abastecido el mercado interno.

Un factor importante, asociado directamente a la utilización del factor tierra, es el de la estructura fundiaria. En el Capítulo III se expusieron los resultados de un trabajo de campo que permitió evaluar rápidamente la distribución tierra en el área del Estudio.

En las provincias de Méndez, Cercado y Avilés no se encuentran prácticamente propiedades mayores de 15 ha. El promedio de superficie cultivada por propiedad está alrededor de 4 ha en las tres provincias, y se estima que el riego no debe pasar de 2 ha por propiedad.

Se pone en evidencia un esquema en el que las posibilidades de un mejor aprovechamiento del suelo dependen de la ampliación de la superficie regada, con modificación de la estructura de productos cultivados.

Esas posibilidades resultan poco menos que impracticables con la estructura minifundiaria actual, ya que las exigencias de capital obligarán a incrementar sensiblemente los costos de producción, todo lo cual conspira contra la expansión del área cultivada. En síntesis, la relación actual entre la producción y la estructura fundiaria introduce un factor de rigidez en la viabilidad de cambios estructurales y define a la producción como volcada prácticamente al autoconsumo en la mayoría de las propiedades.

La comercialización es bastante reducida, restringiéndose a la colocación de algún excedente en los pequeños núcleos urbanos y en la ciudad de Tarija, ya que el sistema de transporte es deficiente, haciendo casi imposible la oferta en otras regiones.

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