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A: Elementos para el plan de aguas

1. Marco general para la planificación de los recursos hídricos de la Región I
2. Demandas regionales del recurso hídrico
3. Disponibilidad de recursos hídricos
4. Balance entre demandas y disponibilidades
5. Infraestructura hidráulica existente en estudio y propuesta
6. Alternativas de abastecimiento para riego
7. Costos de las inversiones de las alternativas hidráulicas para riego
8. Recomendaciones, programas complementarios y especificaciones

1. Marco general para la planificación de los recursos hídricos de la Región I

1.1 Objetivo y alcance del estudio
1.2 Aspectos conceptuales

1.1 Objetivo y alcance del estudio

El objetivo básico del estudio es establecer los elementos básicos para formular un Plan de uso de los Recursos de Agua en las cuencas hidrográficas de la Región I.

En primer lugar se han examinado los aspectos conceptuales dé la planificación hidráulica y su vinculación con los aspectos jurídicos e institucionales.

En lo referente al régimen jurídico se han revisado las disposiciones y prelaciones que reglamentan el uso del agua en la medida que coadyuvan o no a su utilización planificada. Posteriormente se fija la atención en los principales puntos de los objetivos, planes, metas y estrategias del desarrollo general, adoptados para la Región, y que de alguna manera se encuentran vinculados a la planificación del uso del agua.

Luego se estima de modo general las demandas de agua de la Región, las disponibilidades del recurso y su balance.

La necesidad de enfrentar la política de conservación de recursos naturales en coordinación con el desarrollo de la utilización del agua ha sido un motivo de consideración, por lo que se recomienda fijar áreas de conservación, radicación industrial y tratamiento y manejo de aguas, y seguidamente se efectúa un inventario completo de aprovechamientos físicos. Para esto, después de revisar las obras hidráulicas realizadas hasta la fecha, se enumeran los proyectos identificados para nuevos aprovechamientos y se complementa con la reseña de nuevas ideas de proyectos determinados por el Proyecto Santiago - Mira.

Para concluir se han esquematizado los principales términos de referencia que es necesario seguir para llegar a, la prefactibilidad de los proyectos prioritarios, haciendo hincapié en los proyectos de racionalización del recurso, que han demostrado ser los que más ventajas económicas ofrecen.

1.2 Aspectos conceptuales

Además de los requisitos constituidos por un conocimiento básico de disponibilidades de los recursos, estructura y características de la demanda de agua de los diferentes sectores de consumo, y otros de orden estrictamente técnico, la planificación hidráulica exige ciertas condiciones previas de orden político, jurídico y administrativo para lograr el éxito. Entre éstas podrían citarse por su especial interés las siguientes:

- Existencia de una definición precisa de los objetivos que fija el país para su desarrollo.

- Existencia de un organismo o de una estructura técnica y administrativa adecuada para coordinar las diferentes actividades conducentes al uso y desarrollo del recurso hídrico en niveles de planificación, ejecución y explotación.

- Existencia de un cuerpo de leyes adecuado, debidamente reglamentado y con un régimen normativo claro en lo referente a concesiones de derecho de uso de agua, relaciones de uso, control y conservación del recurso, etc.

- Decisión política de realizar y seguir el plan en sus fases de planificación, control, ajuste, financiamiento y ejecución.

A este respecto, la revisión de los planes, políticas, estrategias y metas adoptadas para el desarrollo 1 y que sirven de marco de referencia para la planificación del uso del agua pone de manifiesto la existencia de una amplia definición de los objetivos propuestos para la Región.

1/ Plan de Desarrollo Regional, INERHI, CONADE, OEA, Publicación No. 35, 1980.

Según éstos, el Plan de Aguas no debería autolimitarse al estudio de los problemas de más relieve de uso y control de agua, sino que estaría obligado a extenderse a una gran cantidad de aspectos mensurables vinculados al manejo del agua, esto es al campo de la industria, de la explotación de otros recursos naturales (suelos, bosques, minas) al desarrollo social y al desarrollo económico.

Por otra parte, con respecto al marco jurídico institucional, se ha podido concluir que en el país existe un marco propicio para las actividades de planificación, considerando el aspecto legal vigente. En efecto, el uso y desarrollo del agua están relativamente contemplados en diversos cuerpos legales ecuatorianos, especialmente en la Ley de Aguas (Decreto Supremo 369 del 18 de mayo de 1972) y en su reglamento (Decreto Supremo No. 40 del 18 de enero de 1973).

El organismo del Estado que tiene mandato para aplicar las disposiciones de la Ley de Aguas es el Instituto Ecuatoriano de Recursos Hidráulicos, INERHI. Así, al Instituto, en su Ley de Creación (Decreto ejecutivo No. 1551 del 10 de noviembre de 1966), artículo segundo, se le asigna la responsabilidad de propender al mejor aprovechamiento y protección de los recursos hídricos del país, como condición esencial para el desarrollo económico, creando de este modo un organismo planificador y contralor del agua en el país.

En el caso de cuencas compartidas con otros países sería necesario regirse por algunas normas internacionales que difieren un tanto de las normas legales del país. Entre otras pueden consultarse las normas de derecho internacional que se aplican al uso de las aguas de cuencas internacionales, denominadas Normas de Helsinki sobre el uso de las aguas de ríos internacionales.

Estas normas fueron aprobadas por la Asociación de Derecho Internacional en agosto de 1966.

Finalmente conviene destacar que si bien existe un organismo estatal al que se le ha asignado la responsabilidad de la planificación hidráulica, existe en el país en estos momentos una gran cantidad de instituciones que de alguna forma manejan el recurso, lo que se traduce en una gran complejidad administrativa que conviene estudiar y coordinar para lograr concretar la decisión de desarrollar los planes que se prevean.

2. Demandas regionales del recurso hídrico

2.1 Demandas de agua para abastecimiento de poblaciones
2.2 Demandas de agua para la industria
2.3 Demandas para recreación
2.4 Demandas de agua para navegación
2.5 Control de inundaciones y drenaje
2.6 Demandas de agua para hidroelectricidad
2.7 Demandas de agua para riego

Las demandas se han evaluado según los sectores de consumo, procurando sectorizarlos según las unidades hidrográficas en que se subdivide la Región.

2.1 Demandas de agua para abastecimiento de poblaciones

Las demandas de agua para el abastecimiento de poblaciones son insignificantes frente a las necesidades de riego, y podrían ser satisfechas sin entrar en competencia entre ellas salvo en el caso de las ciudades grandes, como Ibarra o Esmeraldas. No obstante es necesario efectuar algunas consideraciones. En efecto, se ha observado que se usa actualmente dotaciones de agua muy bajas para zonas rurales. Por lo que en el presente caso se ha adoptado las siguientes dotaciones.

DOTACION

TAMAÑO DE POBLACION

100

1/hab/día

200 hab a 2 000 hab

200

1/hab/día

2 000 hab a 10 000 hab

300

1/hab/día

10 000 hab a 100 000 hab

Con este criterio se ha elaborado el cuadro A-1 en el que aparecen las demandas globales para agua potable en el año 2000, clasificadas por cuencas:

2.2 Demandas de agua para la industria

De acuerdo con lo señalado dentro de las estrategias generales de uso del agua "Plan de Desarrollo Regional" antes mencionado, la localización de industrias consumidoras de este recurso debe estar en las cuencas de Esmeraldas, Santiago-Cayapas y parte intermedia de la cuenca del río Mira, que son las que cuentan con mayores recursos de agua. Entre estas industrias podrían estar las de papel, cartón, celulosa, petroquímica, siderúrgica y harina de pescado. Esta consideración no impide la localización de industrias de bajo consumo de agua en la zona interandina (cuencas altas de los ríos Mira y Carchi) puesto que los factores de mano de obra, infraestructura de transporte y energía, de materia prima y de comercialización son favorables.

CUADRO A-1
DEMANDAS DE CAUDALES PARA AGUA POTABLE (proyección al año 2000)

Cuenca

Caudal l/s

Observaciones

1. Río Carchi

128.0

116 l/s para Tulcán

2. Río Mira




- Apaquí

83.0

63 l/s para San Gabriel


- Angel

34.0

16 l/s para El Angel


- Pisco

19.0

1 5 l/s para Pimampiro


- Ambi

747.0

441 l/s para Ibarra


- Q. de La Banda

9.0



- R. Chota

24.0


3. Río Esmeraldas

1 144.0

(Dentro del área de la Región I)
1 034 l/s para Esmeraldas.

4. Cuencas Costeras

112.8

52 l/s para Muisne

5. Santiago-Cayapas

248.0

114 l/s para San Lorenzo

Una encuesta de uso industrial del agua efectuada en las provincias de Carchi y de Imbabura confirma la aseveración anterior. En efecto, la industria más consumidora dé agua alcanza un volumen diario de 300 m3. Si se considera la dotación de Tulcán (27 000 habitantes), el consumo de esta industria sería sólo el 2.7 por ciento del consumo de la ciudad, y bien puede considerarse dentro de la dotación urbana.

Entre otros usos industriales de agua están los 40 l/s para la fábrica de cemento Selva Alegre en Imbabura, que se extraen del río Tejar, afluente del río Ambi, en la cuenca del Mira.

En Esmeraldas se extraen 126 l/s de río del mismo nombre y 75 l/s del río Teaone para la Refinería de Petróleo Cuenca Esmeraldas.

Otros consumos industriales significativos (cuenca del río Mira) constituyen los de las industrias que tienen concesiones de agua para hidroelectricidad, y para lo cual no es claro diferenciar lo que constituye uso industrial propiamente dicho.

2.3 Demandas para recreación

Dentro del plan quinquenal de desarrollo nacional 1980-1984 se ha considerado el desarrollo de las áreas del país que tienen mejores posibilidades turísticas. En la Región I están ubicadas dos de estas áreas. Una de ellas se encuentra en el Callejón Interandino (provincia de Carchi e Imbabura), en la que además de las bellezas escénicas se consideran como recursos turísticos de interés las lagunas y las fuentes hidrotermales y/o medicinales.

La segunda zona corresponde a las playas de la provincia de Esmeraldas a las cuales se les debe proveer de agua potable. Estos suministros deben abordarse dentro de la satisfacción de la demanda futura de abastecimiento de poblaciones.

En la región interandina se utilizan con fines de recreación algunas de las lagunas ubicadas en la provincia de Imbabura.

La laguna de San Pablo, que ocupa una superficie de 6.5 km2 es la mejor aprovechada para estos fines; las necesidades mínimas estimadas para su mantenimiento, en base a los datos disponibles, es de 4.9 Hm3.

La laguna de Yaguarcocha, ubicada cerca de Ibarra, tiene una superficie de 2.3 km2. En los últimos años esta laguna ha ido disminuyendo de superficie ya que la evaporación es superior a los aportes, y al no existir desagüe superficial se ha visto alterada la calidad de sus aguas. Por este motivo se ha considerado elevar el nivel de las aguas, alimentando la laguna con aguas provenientes del río Tahuando. El peralte debería ser de 1.5 m aproximadamente, lo que significaría 3.5 Hm3 de volumen anual de embalse.

La laguna de Cuicocha, ubicada a los pies del volcán Cotocachi tiene una superficie de aguas de 6 km2. Es alimentada por una pequeña cuenca afluente, desde los faldeos sur del Cotacachi no presenta desagüe superficial.

En estos momentos sus aguas se utilizan en pequeños riegos, por lo que debería establecerse el control adecuado para su conservación. Se estima que se necesita reservar un volumen anual de 3.6 Hm3 para su mantenimiento.

La laguna de Mojanda, ubicada en la cota 3 750, tiene una superficie de 3.0 km2, y la de Puruhanta, ubicada en los faldeos del Cayambe, una superficie de 2.7 km2. Ninguna de ellas tiene instalaciones especiales para la recreación ni caminos adecuados de acceso, y lo mismo sucede en otras lagunas de menor importancia. Para la laguna de Mojanda debe usarse un volumen de 1.5 Hm3 por año y para la de Puruhanta uno de 1.3 Hm3.

Los ríos de la subregión andina son apropiados para diversas especies de truchas, y en Otavalo existe una estación piscícola. La pesca deportiva sólo se ha desarrollado en pequeña escala.

En las subregiones de Esmeraldas y Santiago-Cayapas no existen centros especiales de recreación para el aprovechamiento de los cuerpos de agua interiores.

2.4 Demandas de agua para navegación

En la actualidad se hace uso de la vía fluvial como medio de transporte en varios sectores de la provincia de Esmeraldas, constituyendo, en muchas partes, la única vía de transporte. En la mayoría de éstas se hace navegación en embarcaciones menores, es decir hasta un metro de calado, a las cuales se les suele agregar un motor fuera de borda con el fin de aumentar su velocidad de traslación. En el único sector que existe un tráfico regular de embarcaciones grandes (hasta 400 toneladas brutas) es entre Limones y Borbón, en la cuenca del Santiago-Cayapas.

Los períodos de estiaje y el efecto de las mareas restringen los tramos navegables y la época de navegación.

2.5 Control de inundaciones y drenaje

Las zonas que presentan problemas de drenaje están ubicadas a lo largo de los valles de los ríos Esmeraldas, Verde y Santiago-Cayapas, cuyos suelos, por lo general, según su uso productivo son de clases II y III.

Los suelos que más drenaje deberían necesitar son los de la cuenca de Santiago-Cayapas y las márgenes del río Esmeraldas comprendidas entre Viche y la desembocadura en el mar. Debido a la localización, aquéllos más próximos a los cauces y a cotas inferiores a los 10 m también necesitarían protegerse de las inundaciones. En la cuenca del río Esmeraldas, desde Chinca hasta el río Sade, hay 13 500 hectáreas de suelos aluviales de clase I lis, en los que deben estudiarse problemas de drenaje y control de inundaciones.

Ya que las zonas de expansión que tiene la ciudad de Esmeraldas están ubicadas en el valle del río Teaone, junto al río Esmeraldas, en las islas de este río y en la zona de Tachina es preciso estudiar el efecto de las crecidas en la zona que se encuentra comprendida entre la localidad de San Mateo y el puerto de Esmeralda. Esta vasta área cubre una superficie de aproximadamente 4 000 hectáreas.

2.6 Demandas de agua para hidroelectricidad

En la Región existe una potencia instalada de 24 135 kw, lo que significa un 4 por ciento de la potencia instalada en el país. De este total, el 51 por ciento corresponde a generación hidráulica y el 49 por ciento a generación térmica. A nivel provincial, los porcentajes varían notablemente; así, mientras en la provincia de Imbabura la potencia de origen hidráulico cubre el 94 por ciento del total instalado, en Esmeraldas el 100 por ciento es de origen térmico. En la provincia del Carchi el 73 por ciento es de origen hidráulico.

Actualmente las centrales hidroeléctricas más importantes se encuentran interconectadas por medio de líneas de transmisión rural de 34.5 kw y 13.8 kw.

El grado de interconexión es particularmente alto en la subregión interandina. Con la construcción de la línea de 13.8 Quito-Ibarra se completará la interconexión de la Empresa Regional del Norte con el Sistema Interconectado Nacional, y con esto cambiará fundamentalmente el cuadro de seguridades hidrológicas y técnicas.

Las centrales hidroeléctricas de la Región quedarán sólo como aporte local y seguridad frente a fallas de la línea de transmisión. Se prevé que las seguridades hidrológicas locales no jugarán ningún papel relevante en la seguridad del abastecimiento eléctrico y sólo servirán de herramienta para una operación económicamente optimizada. Por otra parte, pese a que por el momento no existe información suficiente como para localizar centros masivos de consumo de energía (salvo excepciones, como la refinería de Esmeraldas), por muy altas que sean las demandas de energía eléctrica dentro de la Región, los aprovechamientos hidroeléctricos identificados dentro dé ella constituirán un potencial muy superior, lo que permitiría inclusive exportar energía a otras regiones del país.

Los estudios ulteriores deberían orientarse a la identificación de centros de consumo a abastecerse con microcentrales o con centrales medianas.

2.7 Demandas de agua para riego

En la región existen dos grandes zonas con déficit hídrico: la zona interandina, que abarca la parte alta y central de la cuenca del río Mira, y la zona costera de la provincia de Esmeraldas, que incluye la parte baja de la cuenca del río Esmeraldas y varias cuencas costeras que se desarrollan entre la cuenca del río Tonchigüe por el sur, hasta algo al norte del río Verde.

2.7.1 Suelos con aptitud para el riego

A partir del plano de suelos confeccionado por el Proyecto para la cuenca del Mira, se ha evaluado la extensión y localización de suelos con aptitud para riego. Se han incluido como aptos para riego los suelos con capacidad de uso productivo comprendidos entre la clase I y la clase VI. Aunque las limitaciones que tienen los suelos de clase VI para riego son bastante serias, se incluyen por dos razones principales:

a) La escasez de suelos planos o con mejores características agropecuarias y la alta densidad de propiedades exige su uso intensivo y una frontera agropecuaria lo más amplia posible, todo esto condicionado a un manejo más cuidadoso.

b) La explotación con riego que por largo tiempo han tenido los suelos de clase VI demuestra que es posible mantenerlos productivos a pesar de las limitaciones de su clase.

Con estas consideraciones se ha elaborado el mapa A-1, en el que se ha delimitado la frontera y ubicación de suelos con aptitud para ser regados en la cuenca interandina del río Mira. Para la evaluación de los requerimientos se han considerado los patrones de cultivo actuales y futuros probables de cada zona de riego.

MAPA A-1. AREAS APTAS PARA RIEGO

2.7.2 Requerimientos de agua para riego

i. Cuenca del río Mira

Suponiendo una eficiencia de riego general del 50 por ciento para la zona de Tumbabiro, se asignó una tasa bruta media anual de 16 000 m3/ha y una tasa para el mes de máximo consumo de 0.8 l/s/ha.

Los valores de las tasas de riego para el resto de las zonas se obtuvo comparando las isolíneas de déficit de agua predominante en cada una de las zonas, referidas a aquella de la zona de Tumbabiro.

En el cuadro A-2 se han tabulado los requerimientos anuales y máximos mensuales para la superficie apta de riego de cada una de las zonas identificadas.

ii. Cuenca del río Esmeraldas

Los requerimientos de agua para riego por hectárea en la cuenca baja del río Esmeraldas se estiman en 12 000 m3/ha/año según el mapa de suelos de la zona costera; los suelos aptos para regarse, incluyendo las áreas de Teaone hasta Chinca suman 19 000 hectáreas, de las cuales 7 900 necesitan protección contra crecidas.

iii. Cuencas costeras

Se incluyen las superficies aptas para riego de los ríos Atacames y Tonchigüe, con una tasa media anual de 12 000 m3/ha/año y una tasa de 0.8 l/s/ha para el mes de máximo consumo.

3. Disponibilidad de recursos hídricos

3.1 Pluviosidad
3.2 Aguas superficiales
3.3 Recursos de aguas subterráneas
3.4 Calidad del agua
3.5 Análisis de las disponibilidades de agua

La determinación de las disponibilidades de agua debe efectuarse con el análisis de todas las fuentes posibles de abastecimiento, o sea las aguas meteóricas, las superficiales y las subterráneas.

CUADRO A-2
REQUERIMIENTOS DE AGUA PARA RIEGO SEGUN CUENCAS

Cuenca

No.

Nombre de la zona

Superficie apta para riego (ha)

Requerimiento anual

Máximo requerimiento

Observaciones

m3/ha

Hm3

l/s/ha

l/seg

Hm

Río Ambi

1A

San Pablo

6 100

4000

24.4

0.2

1 220

3.16


2A

Cotacachi

8 200

10000

82.0

0.5

4 100

10.62

Area bajo la cota 2 800 sobre la cota 2 500

3A

Iluman

1 900

-----

-----

-----

-----

-----


4A

Atuntaqui

7 300

14 000

102.0

0.7

5 110

13.25


5A

San Antonio-Caranquí

6 500

10 000

65.0

0.5

3 250

8.42


6A

Angochagua

1 500

4 000

6.0

0.2

300

0.78


7A

La Esperanza

1 100

8 000

8.8

0.4

440

1.04


8A

Imbaya

2 200

18 000

39.6

0.9

1 980

5.13


9A

Tumbabiro

7 800

16 000

124.8

0.8

6 240

16.17

Area bajo la cota 2 500

10A

Salinas

5 200

20 000

104.0

1.0

5 200

13.48


11A

Cuicocha

1 000

-----

-----

-----

-----

-----

Sobre la cota 2 800

12A

Tumbabiro Alto

2 800

-----

-----

-----

-----

-----

Sobre la cota 2 500

Total

51 600


556.8

27 840

72.05


Apaquí-Angel

1B

Pisquer

3 700

12 000

44.4

0.6

2 220

5.8


2B

Artezón-Mira-El Angel

9 200

12 000

97.6

0.6

4 480

12.6


3B

García Moreno

1 800

4000

7.2

0.2

360

0.9

No se cuenta la superficie fuera de la zona de déficit hídrico

4B

Montúfar

3 200

12 000

38.4

0.6

1 920

5.0


6B

Pusir Alto

700

20 000

14.0

1.0

700

1.8


7B

El Tambo

450

16 000

7.2

0.8

360

0.9


8B

Pusir Bajo

680

20 000

13.6

1.0

680

1.8.



Total

19 730


222.4


10 720

28.8


Pisco

1C

Mariano Acosta

1 600

8 000

12.8

0.4

720

1.9


2C

Sigsipamba

2 100

8 000

16.8

0.4

840

2.2


3C

Pimampiro

2 300

15 000

36.8

0.8

1 840

4.8


4C

Monte Olivo

1 400

18 000

25.2

0.9

260

3.3


5C

Caldera

750

16 000

12.0

0.8

600

1.5


Total

8 150


103.6


5 260

13.7


Chota-Mira

1D

Ambuquí

860

20 000

17.2

1.0

860

2.2


2D

Ambuquí Alto

500

16 000

8.0

0.8

400

1.0


3D

Pimán

480

16 000

7.7

0.8

384

1.0


4D

La Calera

900

20 000

18.0

1.0

900

2.3


5D

Piquiucho

120

20 000

2.4

1.0

120

0.3


6D

Ambuquí Superior.

1 300

12 000

15.6

0.6

780

2.0


7D

Santiaguillo

1 200

16 630

20.0

0.7

840

2.2


8D

Palacara

1 400

16 630

23.3

0.7

980

2.5


9D

Chutín Mira









Total

6 760


112.2


5 264

13.5


Esmeraldas


Esmeraldas*

3 500

8 000

28.0

0.4

1 400

3.6



Teaone*

800

8 000

14.4

0.4

720

1.9



Atacames*

2 300

8 000

18.4

0.4

920

2.4



Tonchigüe*

900

8 000

7.2

0.4

360

0.9



Total

8 500


68.0


3 400

8.8


Por otra parte, una disponibilidad determinada puede verse restringida por la calidad del agua, que en muchos casos inhabilita el uso que podría darse por oportunidades de localización y época. Por esta razón se ha efectuado una revisión de la información disponible y una evaluación somera de los diversos aspectos de calidad de agua en la Región.

3.1 Pluviosidad

En el diagnóstico del desarrollo de la Región 1 se analizan las estadísticas pluviométricas. De ese trabajo se desprende que la tendencia de la serie para un horizonte de estudios al año 2000 muestra una desviación descendente respecto del lapso de estudio que se seleccionó (1964 y 1977). Esto se traduce en una disminución de la precipitación en el decenio 1980-1990, por lo que se recomienda disminuir en 5 por ciento las disponibilidades hidrológicas futuras con respecto a las calculadas en el lapso de dicho estudio.

1/ Bases para el desarrollo de la Región I. OEA-INERHI, diciembre de 1979.

3.1.1 Zonas de déficit

En los estudios de diagnóstico se determinó que en la Región existen dos zonas con déficit apreciable de agua, una de ellas ubicada en la zona central del valle interandino, y la otra aledaña al mar en las vecindades de la ciudad de Esmeraldas.

En la zona interandina (valle del Chota) la mayor falta de agua abarca una amplia zona del valle central, con un déficit superior a 200 mm. Este déficit se presenta en tres meses del año (julio, agosto y setiembre).

En el área costera, el déficit anual es del orden de 400 mm. Este déficit va decreciendo conforme se avanza hacia el interior hasta llegar a una zona de amplio exceso de agua, que abarca la mayor parte del área costera y de vertientes occidentales de la cordillera occidental de los Andes. A diferencia de lo que ocurre en el valle del Chota, el período en que se distribuye el déficit es mayor (5 meses en Esmeraldas).

3.2 Aguas superficiales

La influencia de las características meteorológicas y del relieve determinan tres regímenes más o menos diferenciados en los ríos de la Región.

En la zona interandina se juntan las influencias meteorológicas que llegan del oriente amazónico con las que vienen de la costa, dando lugar a ríos que tienen un régimen compuesto en los que predominan una u otra influencia.

En la zona de vertientes occidentales, la evolución mensual de los caudales puede suponerse semejante a las de los ríos Pilatón y Toachi pertenecientes a la cuenca del río Esmeraldas, que es muy ajustada a la distribución estacional de precipitaciones en la zona.

En el área litoral, la ausencia de estaciones hidrométricas impide conocer la distribución anual de los caudales: sin embargo, es lícito suponer que éstos se distribuyen en forma similar a las precipitaciones. En esta misma área litoral, los caudales mensuales del río Esmeraldas estarían influenciados por el efecto conjunto de tres áreas tributarias, de las cuales la que más influye (por la extensión de ésta, y por la magnitud de las precipitaciones) es la del litoral.

Pese a que existen amplias regiones con ausencia de registros, el esquema esbozado y los datos disponibles permiten apreciar en términos generales una pobreza relativa de agua en ciertos sectores de la zona interandina, en comparación con los caudales medios del resto la Región. Precisamente en la zona interandina, donde hay mayor concentración de población, es donde los ríos son menos caudalosos y permanentes. Ahí hay áreas secas en las que los escurrimientos disminuyen notoriamente en los meses de estiaje, dificultando las captaciones y creando problemas de escasez para el riego y en algunos casos para el abastecimiento humano. Sin embargo, algunos ríos, como el Apaquí, aportan mayor cantidad de agua a las zonas centrales del valle en las épocas secas, resolviendo con ello, en cierta medida, el problema.

En la zona de vertientes occidentales, donde los ríos son algo más caudalosos y permanentes, la población es menor y los terrenos no son aptos para la agricultura. Si bien puede existir en esta zona una relativa escasez estacionaria, es la más apta para los aprovechamientos hidroeléctricos, que demandan mayores caudales que los de riego y los de abastecimiento humano.

Utilizando estos antecedentes, se han calculado las disponibilidades de agua en diferentes puntos de cada subregión, y dentro de ellas se han elegido zonas de demanda para relacionar en una forma más o menos sencilla el área de la zona que hay que atender y las fuentes inmediatas para su abastecimiento.

Las disponibilidades de agua para cada subcuenca o sector se han evaluado de acuerdo con un mapa de escorrentías y con las estadísticas fluviométricas o estudios especiales del INERHI, cuando los hay. Se ha calculado el volumen medio anual escurrido o el volumen medio mensual escurrido en el trimestre de estiaje. Para evaluar este último dato se comparó con el régimen de escurrimiento de cuencas similares con registros y se supuso igual repartición mensual en los escurrimientos.

En el cuadro A-3 se indican los volúmenes medios mensuales disponibles en varios sectores de la región con sus respectivos valores de gasto medio mensual.

3.3 Recursos de aguas subterráneas

Otra fuente de aprovechamiento, digna de consideración en varios sectores de la Región I, son las aguas subterráneas. En la Región se han delimitado dos vastas zonas prioritarias: la zona norcostera de Esmeraldas-Atacames-Súa, y la zona central interandina.

CUADRO A-3
DISPONIBILIDADES DE AGUA


AREA DE LA CUENCA DE DRENAJE
(km2)

VOLUMEN MEDIO

GASTO MEDIO MENSUAL EN ESTIAJE
l/s

Subregión Andina




Subcuenca Ambi


542.6


Sectores:

R. Itambi

119.7

40.0

710

R. Jatunyacu 1/

157.0

99.0

1 740

R. Tejar

62.1

24.6

480

R. Blanco

98.1

68.0

1 200

R. Ambi 2/

682.0

147.4

2 450

Afl. izq. Ambi

220.5

125.7

2 220

R. Chorlaví

28.8

3.5

60 5/

R. Tahuando Alto

216.9

105.5

1 860

R. Tahuando Bajo



7/

Afl. der. Ambi

15.3

1.6

30

Subcuenca Chota




Sectores:

R. Pisco y Mataquí

94.5

48.2

840

R. Escudillas

105.3

51.9

1 510

R. Caldera

513.0

510.0

8 900

Afl. izq. Chota

64.8

20.2

360

R. Chota 6/

1 890.9

730.0

14 109

R. Guasmal y Minas 3/

299.7

179.9

5 200

S. Gabriel

111.6

50.4

1 210

R. El Angel

235.8

82.5

1 990

Subcuenca Santiaguillo


110.7

680

Subcuenca Palacara

135.0

48.5

550

Subregión Esmeraldas




Cuenca Esmeraldas




Sectores:

Esmeraldas 4/


31 792

339 000

Teaone 8/


694

700 10/

Cuenca Atacames

199.8

230.6

219 9/

Cuenca Tonchigue

63.9

56.4

54 9/

1/ Proyecto San Antonio - INERHI.

2/ Estación Ambi D. J. Cariyacu.

3/ Estación Esmeraldas D. J. Sade.

5/ No es representativo porque el río Chorlaví tiene sus fuentes en vertientes alimentadas seguramente de otras cuencas vecinas.

6/ Recursos de los ríos Apaquí y Caldera, sumado.

7/ El sector Tahuando Bajo recibe los derrames de Ibarra; no hay estadísticas que permita evaluar los recursos, pero se dice que son suficientes para los usos actuales.

8/ Estudios de las Cuencas Noroccidentales, R. Ecuador - OEA, 1976.

9/ Por correlación con Teaone.

10/ En Teaone hay 300 l/s concedidos a CEPE e INECEL.

3.3.1 Zona Esmeraldas-Atacames-Súa

Las zonas de interés hidrogeológico son los valles donde los aluviones recientes del cuaternario forman las planicies. En estos sedimentos permeables se almacena un acuífero freático aún poco conocido salvo en las islas Propicia y Guerrero y en la población de Tachina.

Desde el punto de vista de calidad del agua, los residuos secos son generalmente superiores a 1 000 mg/l, con promedios de 1 000 mg/l en el valle del Teaone, superior a 3 000 mg/l en el área de Súa, y del orden de 2 000 mg/l en Atacames. En el bajo Esmeraldas los valores son casi siempre inferiores a 500 mg/l debido a la influencia de las aguas superficiales.

En base a los cálculos realizados por el Proyecto Esmeraldas, el acuífero aluvial puede permitir la explotación de grandes cantidades de agua mediante captaciones adecuadas para recepción de recarga inducida del río. A partir de pozos colectores con drenes ubicados bajo el lecho del río se puede solucionar el problema de abastecimiento de la ciudad de Esmeraldas.

3.3.2 Zona Central Interandina (Cuenca del río Mira)

Dentro de los estudios hidrogeológicos que lleva a cabo PRONAREG, 1 la cuenca andina del río Mira se señala como área de existencia de aguas subterráneas, por lo que INERHI realizó posteriormente un estudio hidrogeológico, delimitando ocho zonas hidrogeológicas prioritarias 2. Estas zonas prioritarias se encuentran en un área con precipitación media anual de 630 mm y están formadas por depósitos pliocuaternarios constituidos por conglomerados de cantos rodados, arenas, tobas, pómez, cenizas volcánicas y arcillas, con coladas de lavas intercaladas.

1/ PRONAREG: Estudio Hidrometeorológico e Hidrogeológico preliminar de las cuencas de los nos Esmeraldas y del norte ecuatoriano.

2/ INERHI. Hidrogeología - Estudio cuencas noroccidentales, agosto de 1978.

3.4 Calidad del agua

Por la información recogida se puede decir que por lo general las aguas dentro de la Región cumplen con los requisitos de calidad química para ser utilizadas en abastecimiento de poblaciones, para riego y uso industrial. Sin embargo, en las cuencas de los ríos Carchi y Alto Mira se han detectado ciertos manantiales de aguas termales que constituyen pequeños focos de contaminación natural, los que pueden tener importancia si dichos caudales se mezclan con los de los cauces naturales en períodos de estiaje.

En la Región, los principales afluentes contaminantes que se vierten a cursos naturales de agua están constituidos por los alcantarillados de las ciudades mayores. Las industrias extra urbanas tienen poca importancia, y en la actualidad el vertido de sus afluentes no constituye un grave peligro.

Sólo en el caso de la Refinería de Petróleo de Esmeraldas puede llegar a tener importancia la composición de sus efluentes.

Cabe anotar que en la Región no se practica ningún tipo de tratamiento a las aguas servidas. Se ha estimado que como consecuencia de la fuerte pendiente de los cursos de agua que hay en la subregión Andina, se produce una aireación natural que elimina el peligro de la contaminación bacteriológica. Además, en las subregiones de Esmeraldas y del Santiago-Cayapas tampoco existe problema de contaminación por causa del gran caudal de dilución de los ríos. Sin embargo este hecho no debe dejar de ser motivo de constante atención.

Otra razón para conocer y controlar la calidad del agua en la Región son los excedentes de productos químicos usados en la agricultura y las fugas y pérdidas de petróleo y sus derivados que se producen en la Refinería de Esmeraldas y en el oleoducto que llega al terminal petrolero de Balao.

Respecto a la presencia de productos químicos usados en la agricultura no se obtuvo información, pero se supone que debido a las grandes plantaciones de palma africana, banano, coco, cacao y café, que son fumigadas incluso por avión, estos productos son lavados y transportados a las diversas corrientes naturales.

La contaminación de petróleo la controla en la actualidad el Laboratorio de la Superintendencia del Puerto de Balao.

En las cuencas costeras de Esmeraldas el agua subterránea en algunos casos es de mala calidad química para el abastecimiento de poblaciones y riego por la intrusión de la napa marina, como es el caso de Atacames, próximo a su desembocadura en el mar.

En la zona interandina los colectores de drenaje del Distrito de Riego de Salinas vierten al río Mira agua de alto contenido salino. El caudal vertido es del orden de 1.5 m3/s y el caudal del río Mira en la estación de Carchi tiene un módulo de aproximadamente 30 m3/s. Aguas abajo de la descarga de los colectores de drenaje de Salinas no existe ningún aprovechamiento de aguas para regadío, y sólo está previsto el proyecto de la Central Hidroeléctrica de Lita, de modo que aunque estos efluentes pudieran afectar la calidad de las aguas del río Mira, no tendrían efectos prácticos negativos.

Se han hecho averiguaciones sobre contaminación radiactiva de las aguas de la Región, y se ha sacado en conclusión que a pesar de ser la zona interandina un área de radiactividad natural importante, está por debajo de los límites tolerables por el organismo humano.

La calidad radiológica del agua también puede verse afectada por la contaminación que puede provenir de los desechos radiactivos en los efluentes o cauces naturales debido al uso que se hace de isótopos en medicina, industria y agricultura, los cuales se usan principalmente en medicina. No hay, a la fecha, mediciones de radiactividad en el agua.

3.5 Análisis de las disponibilidades de agua

La síntesis efectuada evidencia la presencia de dos zonas de déficit pluviométrico en la región. Una de ellas está ubicada en el centro del valle interandino y la otra en la zona costera, vecina a la ciudad de Esmeraldas.

En la zona costera aledaña a la ciudad de Esmeraldas se produce déficit hídrico durante cinco meses, en los cuales la mayor parte de los riachuelos y quebradas se secan, lo que dificulta incluso el abrevadero para los animales. Esta situación, sin embargo, no ha producido interés entre los particulares para solicitar concesiones de uso de agua con fines agropecuarios.

Sólo en la subcuenca del río Teaone, afluente del Esmeraldas, puede presentarse algún conflicto de competencia por el agua debido a que ya se han otorgado concesiones por un total de 280 l/s para la Refinería de Petróleo y la Central Térmica, y esa zona tiene un rico potencial pues sus suelos están clasificados como de clase III.

En la subregión andina es notoria la escasez de agua entre junio y setiembre. En el valle bajo del Ambi y muy especialmente en el valle del río Chota, el balance hídrico es deficitario en la mayor parte del año y la producción agrícola depende de las posibilidades de riego.

Los escurrimientos siguen muy estrechamente las variaciones de las precipitaciones, ya que las cuencas son relativamente pequeñas y no existe regulación por nieve ni grandes lagos.

No existe ninguna obra de regulación (salvo un estanque de regulación horaria en la cámara de carga de la Central Ambi), de modo que el riego está sujeto a las disponibilidades instantáneas de agua en las fuentes.

En la subcuenca del río Ambi la situación se ve agravada porque el régimen de lluvias en las nacientes de la cuenca es similar al del valle, y por lo tanto los máximos requerimientos de agua en el valle coinciden con las mínimas disponibilidades del recurso en las fuentes.

En la subcuenca del río Chota, por el contrario, las nacientes de los ríos se encuentran en la cordillera oriental que tiene régimen de lluvias de la amazonía, con máximas precipitaciones en los meses de junio a setiembre, en los cuales son máximos también los requerimientos en el valle.

Dentro de la subcuenca del río Ambi, los sectores con mayor escasez de agua en los meses de estiaje serían la ribera izquierda del río Ambi, los faldeos occidentales del Imbabura, el sector de San Antonio de Ibarra y las subcuencas de los ríos Santa Rosa y Palacara. En la subcuenca del río Chota los sectores más deficitarios son las cuencas afluentes a la izquierda de ese río.

La topografía extraordinariamente quebrada y la fuerte pendiente de los terrenos de la subcuenca del río Caldera hace difícil el aprovechamiento de los recursos de agua, y a pesar de que en la subcuenca el balance es positivo, hay fuerte escasez de agua en muchos sectores aprovechables para el riego.

La calidad de las aguas en la subregión andina no es limitante para los usos corrientes. Sólo aparecen condiciones de alta salinidad en algunas vertientes termales que actualmente se usan con fines medicinales y cuyo caudal no tiene significación dentro de los recursos de la Región.

Gran parte de las aguas usadas en abastecimiento humano son corrosivas, con índices de Langledier superiores a 2.5 y contenidos de anhídrido carbónico de 220 pp. millón, lo que puede tener efecto en la duración de las redes.

En la subregión de Esmeraldas se han detectado problemas de exceso de hierro y manganeso en las aguas subterráneas de las cuencas de los ríos Teaone y Atacames. Esto limita su uso en agua potable y en la industria.

Tal como se ha dicho, en la Región no existe actualmente ninguna planta de tratamiento de aguas servidas. En esta situación, el peligro que representan los efluentes del alcantarillado está supeditado al caudal de dilución del curso de agua al cual se vierten.

Los efluentes del Esmeraldas se vierten directamente al mar y por lo tanto no cabe aplicar en este caso el criterio de caudal de dilución. En el caso de Quinindé, los efluentes caen al río Blanco, que tiene un caudal medio del orden de 215 m3/s, por lo que la dilución sería muy superior a la relación 1:10.

Ibarra vierte su alcantarilla al río Tahuando, cuyo caudal medio en los meses de estiaje es de 1.8 m3/s, pero en el punto de vertido, donde ya han sido captadas las aguas para riego, baja a cifras inferiores a 0.5 m3/s.

El alcantarillado de Tulcán cae al río Carchi o Rumichaca, cuyo caudal medio anual es del orden de 5.0 m3/s, pero puede llegar a tener caudales mucho menores en algunos períodos.

Otavalo vierte sus aguas servidas al río Tejar, cuyo caudal de estiaje es inferior a 4.0 m3/s. Por lo tanto es indispensable que por lo menos en Ibarra, Tulcán y Otavalo se construyan plantas de tratamiento de aguas servidas.

En las ciudades menores siempre será conveniente que por lo menos se traten las aguas servidas en lagunas de oxidación, pero el problema debe ser analizado en cada caso en particular.

La contaminación por efluentes industriales no puede ser evaluada todavía. La única industria extraurbana que tiene estudios al respecto es la Refinería de Petróleo de Esmeraldas, que vierte sus desechos en el estuario del río y éstos son tratados de acuerdo con las normas indicadas para preservación de la vida animal en el estuario. Sin embargo sería conveniente estudiar la posible degradación térmica, en el caso de que el sistema de refrigeración considere el uso de agua. En los Parques Industriales de Tulcán e Ibarra aún no se sabe qué industrias se instalarán, y por lo tanto no se puede evaluar sus desechos.

La fábrica de cemento de Selva Alegre ocupa procesos de vía seca y el agua la usa sólo para refrigeración.

Las fuentes ocupadas para el abastecimiento de agua en la Región corresponde en su mayor parte a vertientes o cauces de zonas muy altas y despobladas y el resto a napas subterráneas. Ninguno de los ríos que reciben efluentes de alcantarillado es usado aguas abajo como fuentes para ese propósito. El único peligro potencial de contaminación en las fuentes proviene de los remanentes de fertilizantes y pesticidas que pueden llegar a las vertientes o los acuíferos usados para el abastecimiento doméstico, por lo que será necesario efectuar observaciones de la composición de las aguas para detectar oportunamente la presencia de elementos que indiquen contaminación de este tipo.

4. Balance entre demandas y disponibilidades

Es muy difícil utilizar la totalidad de los recursos de agua existentes de una cuenca u hoya hidrográfica a causa de múltiples factores, entre los que están las variaciones estacionales e interanuales de los caudales. Estas últimas obligarían a guardar agua incluso de los años lluviosos para aquellos secos, con el fin de obtener una regulación total de los caudales. Otro aspecto que incide en el grado de utilización de los recursos de agua es la magnitud y distribución estacional de la demanda.

Si los patrones de cultivos que se proponen no son los que mejor aprovechan la potencialidad del suelo, sino aquellos que mejor se adapten a las curvas de variación del escurrimiento, se puede suponer que es posible aprovechar por lo menos el 50 por ciento de las disponibilidades medias con obras de regulación sencillas.

Otro parámetro que refleja las disponibilidades de agua utilizables constituye el caudal de estiaje de una corriente natural. En efecto, no basta con efectuar un balance anual de demanda y disponibilidades de agua para riego puesto que aunque fuera positivo para el lapso de un año, puede ser deficitario para el mes de estiaje.

Por lo general, los agricultores y los técnicos fijan las curvas de demanda para el período de estiaje de manera que coincidan lo mejor posible con las curvas de disponibilidades de agua. Con estas consideraciones se ha elaborado el cuadro A-4, que toma en cuenta el volumen anual y el caudal del mes de estiaje, disponibles en punto de las cuencas, en las cuales se ha considerado que puede efectuarse un balance preliminar para el abastecimiento de las diferentes zonas de riego.

En el cuadro puede observarse que el balance anual es satisfactorio en la casi totalidad de los casos, excepción hecha de las zonas de San Antonio-Caranqui, Salinas, Tumbabiro, Pusir y el Tambo, donde existe un notorio déficit a nivel anual. En estas áreas el abastecimiento tiene que realizarse con recursos de cuencas adyacentes en las que exista un saldo de caudales aprovechable. En el caso de Tumbabiro la magnitud del déficit sugiere la necesidad de un trasvase desde las vertientes occidentales de la cordillera.

El balance del mes de estiaje revela déficit en la gran mayoría de los casos, lo que haría necesaria la regulación de caudales, para lo cual debería realizarse un inventario de vasos.

En lo referente a una zonificación de los balances se ha podido observar que las disponibilidades propias de las cuencas de los ríos Ambi y Palacara son insuficientes para atender los requerimientos. Estos recursos pueden suplirse con el trasvase de la cuenca del río Pisco, donde existen recursos que superan las necesidades de riego de la propia cuenca, y con trasvases de la cuenca del río Intag (vertientes occidentales de la cordillera). Esto no indica que las necesidades deberían complementarse en ciertas áreas con la explotación de aguas subterráneas y con el mejoramiento de eficiencias de riego. Las áreas en que se puede complementar el riego con aguas subterráneas son: (1A) San Pablo; (2A) Cotacachi; (4A) Atuntaqui; (5A) San Antonio y (10A) Salinas, y todas las planicies aluviales vecinas al curso del río Chota.

En la cuenca del río Carchi, por su ubicación en una zona de exceso de agua, no hay necesidad de practicar el riego. El agua potable en esta cuenca compromete caudales muy pequeños y bien podrían trasvasarse sus recursos hacia la zona interandina de la cuenca del río Mira, pese a que las aguas están por el momento comprometidas en plantas hidroeléctricas que usan casi todo el caudal de la subcuenca.

En el área baja de la cuenca del río Esmeraldas (planicies aluviales adyacentes al río), el déficit se combina con la presencia de grandes recursos superficiales que sería preciso desarrollarlos con sistemas de riego.

En las cuencas costeras de Atacames, Tonchigüe y Río Verde existen considerables extensiones de suelos aptos para el riego, pero los caudales de estiaje de las mismas son insuficientes para mantener la agricultura todo el año.

5. Infraestructura hidráulica existente en estudio y propuesta

5.1 Infraestructura hidráulica existente
5.2 Proyectos hidráulicos identificados por INERHI y otras instituciones
5.3 Proyectos nuevos identificados por el Proyecto Santiago-Mira

En este punto se resumen todos los aprovechamientos de los recursos de agua que ha sido posible inventariar.

En primer lugar se presentan las obras de infraestructura existentes para los diferentes usos del agua con una enumeración de los diferentes proyectos construidos y sus características principales. En segundo lugar se enumeran los diversos proyectos de aprovechamiento identificados, ya sea los que estén a nivel de idea, de reconocimiento o de prefactibilidad, y en tercer lugar se efectúa una breve descripción de las ideas de proyectos de aprovechamiento propuestos en este trabajo.

5.1 Infraestructura hidráulica existente

La infraestructura hidráulica existente (cuadro A-5) se ha dividido en aprovechamientos para riego, hidroelectricidad y usos menores.

5.1.1 Infraestructura particular para riego y otros usos

Con el objeto de evaluar con mejor aproximación la situación del consumo del agua en la subregión Interandina se ha efectuado un breve análisis de la información proporcionada por los inventarios de uso del agua efectuados por INERHI en 1975.

CUADRO A-4
BALANCES ENTRE REQUERIMIENTOS DE RIEGO Y DISPONIBILIDADES DE AGUA

REQUERIMIENTOS DE RIEGO

DISPONIBILIDADES

BALANCE

ZONAS DE RIEGO

ANUAL
(Hm3)

MAXIMA MENSUAL
(m3/s)

SUBCUENCAS DE APORTE

ANUAL
(Hm3)

MES DE ESTIAJE
(m3/s)

ANUAL
Hm3

MES DE ESTIAJE
(m3/s)

a) CUENCA RIO AMBI

- San Pablo

24.4

1.20

Río Itambi

46.3

1.00

+ 21.9

- 0.20

- Cotacachi

82.0

4.20

Río Blanco

137.0

2.40

+ 55.0

- 1.70

- Atuntaqui e Imbaya

141.8

7.10

Ríos Tejar, Jatunyacu y Vertientes de Atuntaqui

84.5

1.50

+ 57.3

- 5.60

- San Antonio-Caranqui

60.0

3.50

Tahuando Bajo

13.9

0.25

- 46.1

- 3.25

- Angochagua y la Esperanza

14.8

0.75

Tahuando Alto

83.4

1.50

+ 68.6

+ 0.75

- Tumbabiro y Salinas

224.8

11.40

Cariyacu

75.9

1.30

-148.9

-10.10

b) CUENCA RIO PISCO

- Mariano Acosta y Sigsipamba

29.6

1.60

Río Pisco, Río Chamachán Río. Blanco

71.5

1.50

+ 41.9

- 0.10

- Pimampiro

36.8

1.80

Río Mataquí

112.0

3.20

+ 75.2

+ 1.40

- Monte Olivo

2.52

1.30

Río Escudillas

58.3

1.70

+ 33.1

+ 0.40

- Alto Caldera

12.0

0.60

Río Caldera

17.0

0.50

+ 5.0

+ 0.10

c) CUENCAS DE LOS RIOS ANGEL Y SAN GABRIEL

- Pisquer

44.4

2.20

Río Angel en El Angel

50.0

1.20

5.6

- 1.00

- San Gabriel El Angel Mira-García Moreno-La Paz

104.8

5.25

Apaquí Alto

180.0

0.46

75.2

- Montúfar

38.4

2.00

Apaquí medio

82.0

2.10

43.6

- 0.10

- Pusir Alto y Bajo, el Tambo

34.8

1.75

Río Angel en B. T. Pusir

18.9

0.30

- 15.9

- 1.40

d) VERTIENTES DEL RIO CHOTA

- Ambuqui Alto

8.0

0.40

---------

---------

---------

---------

---------

- Ambuqui Bajo-La Calera-Piquiucho

37.6

1.90

---------

---------

---------

---------

---------

- Piñán

7.7

0.40

---------

---------

---------

---------

---------


Piñán

15.6

0.80

---------

---------

---------

---------

---------


Santiaguillo

20,0

0.80

Río Santiaguillo

38.9

0.70




Palacara

23.3

1,00

Río Palacara

48.7

0.85



e) CUENCAS COSTERAS

- Esmeraldas

28.0

1.40

Río Esmeraldas (D.J. Sade)

31 800.0

340.00

+ 31 770.0

+ 340.0

- Teaone

14.4

0.70

Río Teaone

700.0

0.70

+ 700.0

- 00.0

- Atacames

18.4

0.90

Río Atacames

230.0

0.20

+ 210.0

- 0.5

- Tonchigüe

7.2

0.40

Río Tonchigüe

50.0

0.10

+ 43.0

- 0.3

- Río Verde

20.0

1.00

Río Verde

495.0

3.60

+ 3475.0

2.6

El inventario registra un total de 312 aprovechamientos, descontando los grandes proyectos para riego e hidroelectricidad reseñados anteriormente. Esta infraestructura hidráulica particular abarca usos de diferente naturaleza, tales como riego, consumo humano, utilización industrial y energía (molinos), y usos mixtos.

En el cuadro A-6, se han tabulado los aprovechamientos por destino que se da al agua y clasificado por las tres principales subcuencas en que se subdividió al inventario.

El cuadro revela el amplio uso que se hace de las aguas del río Ambi comparada con las otras dos áreas. También se pone de manifiesto la importancia que tiene el riego en relación con otros usos, considerando que en el cuadro de referencia no se han contabilizado los usos de los riegos estatales. Por otra parte, puede observarse que el consumo humano tiene poco significado en lo que a volúmenes de agua se refiere.

Esta breve síntesis determina la existencia de tres amplios sectores más o menos diferenciados. El primero de ellos estaría constituido por la cuenca del río Ambi y las cuencas de las quebradas de La Banda y Palacara. En esta área se observa una gran concentración de actividades consumidoras de agua, entre la que se destaca el riego.

El segundo sector estaría formado por la cuenca del río Pisco, la que tiene la mayor escasez de suelos aptos para la explotación agrícola, y donde el riego y consumo en general se hallan poco desarrollados. El tercer sector se encontraría formado por las cuencas de los ríos Angel y Apaquí. En este sector puede deducirse el poco desarrollo que ha tenido el riego debido posiblemente a las características del relieve, pese a que existe una considerable superficie apta para el desarrollo agrícola con riego.

5.2 Proyectos hidráulicos identificados por INERHI y otras instituciones

El INERHI y otras instituciones, especialmente el Instituto Nacional de Electrificación (INECEL) han identificado y desarrollado estudios de aprovechamiento hidráulico dentro de la Región I. Estos estudios se hallan en diversos niveles, y cuentan con información básica de diferente aproximación

CUADRO A-5
INFRAESTRUCTURA HIDRAULICA PARA RIEGO OFICIAL E HIDROELECTRICIDAD OFICIAL Y PARTICULAR

Riego

Sup. Regada ha

Hidroelectricidad

Capac. Instalada kw

Distrito Salinas

3 500

Central Ambi

8 000

Distrito Montúfar

3 075

Central La Playa

1 100

Distrito Ambuquí

1 600

Central Hoja Blanca

600

Distrito Piquiucho

100

Central Cotacachi

420

Distrito Pusir Alto

650

Central Atuntaqui

400



Central Otavalo

400



Central San Gabriel

350



Central El Angel

600



Central de la Textil Imbabura

750



Central de la fábrica San Pedro

60



Central de la fábrica San Miguel

120



Pequeñas centrales

350

A continuación se presentan algunos de los diferentes proyectos que han sido identificado? por estas instituciones.

5.2.1 Proyectos de riego

i. Proyecto Laguna Cuicocha

Este proyecto es para suplemento de la dotación de agua durante el trimestre de estiaje en el área ubicada en la ladera oriental del Cotacachi (afluente de la margen izquierda del río Ambi) con recursos embalsados en la laguna de Cuicocha.

CUADRO A-6
INFRAESTRUCTURA HIDRAULICA PARTICULAR SEGUN TIPOS DE CONSUMO

Clase de uso

No. de acequias

Caudal
(l/s)

No. de acequias

Caudal
(l/s)

No. de acequias

Caudal
(l/s)

Riego

127

8 300

47

2 100

18

1 750

Agua potable

10

125

8

35

8

56

(-) Uso domést.

5

32

1

4

41*

690

Industrial

4

600

---

---

2

210

Usos mixtos

13

2 700

1

18

---

---

Totales

162

11 657

57

2 157

69

2 706

(*) Parte del caudal de estos aprovechamientos se usa en riego.

El sector beneficiado se extiende entre la quebrada de Cuicocha y el río Alambí, afluente sur del Cariyacu. Con este proyecto se incorporarían al riego 1 290 hectáreas con un costo de S/. 48 700 por hectárea.

ii. Proyecto de Regulación de la Laguna de San Pablo

Este proyecto es para suplemento de la dotación de los terrenos regados desde el río Jatunyacu, con recursos embalsados en el lago San Pablo. Es igual al proyecto San Antonio estudiado por el INERHI, eliminando la red secundaria de distribución. Con este proyecto se mejoraría el riego en 1 560 hectáreas, lo que se traduciría en una incorporación al riego de 280 hectáreas con un costo unitario de S/62 000 por hectárea.

iii. Proyecto embalse La Rinconada

Este proyecto es para el mejoramiento del riego del sector San Antonio de Ibarra, la parte baja del valle de Tahuando y el área que no alcanza a mejorar el proyecto San Pablo con recursos de invierno del río Tahuando embalsados en el lugar denominado La Rinconada (Hacienda Cochicaranqui). La superficie que puede mejorarse con este proyecto es de 5 800 hectáreas, con lo que se incorporarían al riego 2 900 hectáreas a un costo unitario de S/. 137 000 por hectárea.

iv. Proyecto de embalses nocturnos

Este proyecto se incluye como parte del esquema de racionalización de uso de agua en áreas de riego.

El uso de embalses acumuladores nocturnos es para mejorar la eficacia del riego, y están constituidos por embalses de tierras para acumular el gasto de 48 horas (fin de semana). El costo unitario de incorporación al riego se ha estimado en S/14 700 por hectárea.

v. Proyecto de embalses nocturnos con elevación mecánica

Al igual que en el proyecto anterior, se incluye también como parte del esquema de racionalización. La elevación mecánica de aguas para alturas de hasta 50 m trata de aprovechar sobrantes nocturnos de agua de canales grandes. Se debe elevar esas aguas durante las 10 horas de la noche, acumularlas en un estanque y usarlas en el día. Estos proyectos incorporarían al riego superficies considerables a un costo unitario de S/50 000 por hectárea.

vi. Proyecto Laguna Yaguarcocha

Desviación de aguas del río Tahuando hacia la laguna de Yaguarcocha durante la temporada de lluvias para subir su nivel, mejorar la calidad de sus aguas y regar por elevación mecánica unas 250 hectáreas en sus márgenes. Este proyecto conservaría la laguna como recurso turístico.

El costo equivalente de una hectárea de nuevo riego es de S/61 718. Si las obras de la laguna se cargan a turismo, el costo por hectárea sería de S/. 46 918.

vii. Proyecto Tumbabiro

Regadío de la zona de Tumbabiro con recursos de agua de las subcuencas del río Pitura (cuenca del río Esmeraldas) regulados y trasvasados mediante un túnel. Este proyecto fue estudiado por el INERHI en dos alternativas. La primera riega 6 700 hectáreas netas y la segunda 1 675. El costo unitario para las dos alternativas es de S/92 000 por hectárea.

viii. Proyecto El Artezón-Mira-El Angel

Regadío de San Gabriel, El Angel y Mira con recursos de agua del río Carchi trasvasados a las subcuencas de los ríos San Gabriel. Las aguas se regularían con un embalse en el río Bobo (cuenca Carchi) y con un embalse en el sector de Ingüesa (cuenca El Angel). Este proyecto ha sido estudiado por el INERHI con el nombre El Artezón-Mira-El Angel. Se ha suprimido la parte correspondiente al riego del río Santiaguillo porque no existen excedentes de agua para atenderla. El costo de la hectárea equivalente de nuevo riego sería de S/. 145 000.

ix. Proyecto Monte Olivo

Dar riego a una zona fértil situada a la orilla derecha del río Escudilla, afluente del Chota, para un área de 910 hectáreas netas. Para esto es necesario el trasvase del río San Miguel hacia el río El Carmen en una cota aproximada de 2 230 msnm y luego conducir por medio del canal abierto hasta la zona de riego. La superficie incorporada al riego sería de 460 hectáreas, con un costo unitario de S/. 60 000.

x. Proyecto Palacara

Se ha previsto para dar riego a una zona del sector Guambo (Palacara) situada en la margen izquierda del río Palacara, en una extensión de 400 hectáreas.

El proyecto prevé el aprovechamiento de las aguas del río Palacara, en donde el caudal necesario para riego se ha estimado en 0.46 m3/s (caudal que tendría que estar disponible en el río para poder realizar el proyecto). Como alternativa el área de riego podría atenderse con agua proveniente del proyecto Tumbabiro. El costo unitario de la primera alternativa es de S/. 37 000 por hectárea y el de la segunda S/32 000 por hectárea.

xi. Proyecto Pimampiro

Este proyecto daría riego a tres sectores: Pimampiro, Ambuquí Alto y Pimán, situados en la margen izquierda del río Chota, en las parroquias de Pimampiro y Ambuquí Bajo (cota 1 700 m); al sur de la cota 2 900 msnm; al este por el río Mataquí; al oeste por las lomas de Mosqueral y Churupamba. La superficie total beneficiada es de unas 1 600 hectáreas con un costo unitario por hectárea de S/. 242 000.

5.2.2 Proyectos hidroeléctricos identificados

En los estudios de diagnóstico de la Región I se hizo un examen sucinto de los proyectos de generación hidroeléctrica identificados por INECEL 1.

1/ INECEL. Cuencas de los ríos Mira y San Juan - Estudios de evaluación del potencial hidroeléctrico - Quito, diciembre 1978.

De los proyectos enumerados, los más interesantes son los aprovechamientos de los ríos Mira y Lita.

Los proyectos Chota y Palacara están ubicados a la salida de los ríos de la zona interandina. De éstos, el proyecto Chota es incompatible con los riegos proyectados y en parte construidos en las terrazas aluviales del río Chota, porque inunda parte de las áreas de riego.

i. Proyecto Chota

El proyecto contempla una presa de escollera ubicada en el río Chota, 700 metros aguas arriba de la confluencia del río El Angel. La altura total de la presa, incluida la cimentación sería de 45 metros. El embalse tendría una capacidad de 42.4 Hm3. El caudal que se supone regulado es del orden de 20 m3/s. La potencia instalada sería de 30 kw y la energía firme anual de 131.4 Gwh. De acuerdo con el estudio económico realizado, el costo sería unos US$ 62 849 398. El costo del kilovatio instalado sería del orden de US$ 2 000. El costo del kw/h sería de alrededor de US$ 0.058. Es de hacer notar que los costos se dan en dólares por el alto porcentaje de materiales importados que se usan en la construcción de las obras.

ii. Proyecto Palacara

El proyecto está constituido por una presa de escollera ubicada en el río Mira, 1.5 km aguas arriba de la confluencia de la quebrada Palacara. La altura de la presa sería de 55 m, incluida la cimentación.

La toma estaría diseñada para un caudal de 35.2 m3/s, de los cuales 1.6 m3/s serían trasvasados del río Palacara. Este caudal, con un factor de carga de 0.5 produce un caudal de diseño de 70 m3/s.

Con esta central habría 86 MW de potencia instalada y 360 Gwh de energía firme, utilizando una caída neta de 144 m. La inversión total se ha estimado en US$. 96 719 000, que significaría un valor de US$ 1 120 para cada kilovatio instalado de potencia. El costo de kw/h sería de US$ 0.031.

iii. Proyecto Lita, Alternativa 1

Se ha previsto una presa de escollera ubicada en el río Lita, 7.5 km aguas arriba de su confluencia con el río Mira. La presa tendría una altura total de 35 m. El caudal estimado de diseño es de unos 60 m3/s, suponiendo la regulación de un caudal medio del orden de 30 m3/s.

La caída neta es de 93 metros, lo que produce una potencia instalada de 45.5 MW y una energía firme de 199.3 Gwh.

La inversión aproximada sería de US $ 64 000 000, lo que representa un valor de US $ 1 400 por kilovatio. El costo de kw/h sería de US $ 0.038.

iv. Proyecto Lita, Alternativa 2

La presa de escollera para este proyecto, se ha ubicado 1 km aguas abajo de la ubicación de la presa de la Alternativa 1. La altura de la presa es de 60 m, y él caudal regulado y de diseño son los mismos considerados en la alternativa anterior. La caída total bruta es en cambio de 21 5 m y la meta de 191, lo que se traduciría en una potencia de 93 000 kw y en 407.3 Gwh de energía firme.

La inversión total estimada es de US $ 93 350 000, valor que arroja un costo unitario de US $ 1 000 por kilovatio instalado. El kw/h costaría alrededor de US $ 0.028.

v. Proyecto Mira, Alternativa 1

Este proyecto contempla una presa de escollera ubicada en el río Mira, 800 m aguas arriba de la confluencia del río Lita.

La toma tendría capacidad de captar el caudal de diseño de 240 m3/s, suponiendo la regulación de 121 m3/s de caudal medio con un factor de carga de 0.5.

La caída neta es de 70 m. La potencia instalada es de 140 MW y de 613.2 Gwh de energía firme generada por medio de dos grupos Kaplan.

La inversión es del orden de US $ 180 000 000 aproximadamente. El valor del kilovatio instalado es de US $ 1 290. El valor del kw/h es de US $ 0.035.

vi. Proyecto Mira, Alternativa 2

En el proyecto se considera una presa de escollera de 70 m de alto, ubicada en el río Mira, cuatro kilómetros aguas abajo de la confluencia del río Lita. Se pretende regular los 150 m3/s del caudal medio, registrados en la estación Mira D. J. Lita, que con un factor de carga de 0.5 se traducen en 300 m3/s del caudal de diseño.

El equipamiento consiste en tres grupos Francis que producirían un total de 315 MW. La energía generada anual sería del orden de 1 380 Gwh.

La inversión estimada en este proyecto es del orden de US $ 282 000 000. El kilovatio instalado costaría US $ 900, y el costo del kw/h sería de US $ 0.025.

vii. Proyecto Lachas

Por falta de información cartográfica de los ríos Cayapas, Onzole y Verde, la evaluación se ha hecho sólo de aprovechamientos identificados en el curso medio y superior del río Santiago, y es aquí donde se han identificado dos posibles aprovechamientos: Lachas, y Santiago-Lachas, según puede verse en el informe de INECEL "Estudios de Evaluación del Potencial Hidroeléctrico" DRE/79, enero 1980.

El proyecto contempla una presa de derivación de 21 m de altura en la cota de 1 000 msnm; con esto se captará un caudal regulado de 32 m3/s incluido el caudal del río que será captado por medio de un azud de derivación de 5 m de altura y conducido por un túnel de 1 000 m de longitud y diámetro 2.3 m y capacidad de 16 m3/s hasta el embalse.

La bocatoma estará localizada en la margen derecha. La conducción será por medio de túnel a presión de 3.4 m de diámetro y 3 400 m de longitud.

La casa de máquinas será subterránea y en ella se pondrán dos turbinas Francis que generarán 55 000 kw cada una aprovechando una caída neta de 410 metros.

El costo estimado ascendería a US $ 103 185945, lo cual daría un costo de US $ 938 kw. La potencia firme obtenida será de 482 Gwh.

viii. Proyecto Santiago-Lachas

Se necesita una presa de escollera sobre cimientos de 90 m de altura. El caudal regulado que se aprovecha es de 77 m3/s con un factor de carga de 0.5. El túnel de conducción será de 860 m y un diámetro de 5.3 m, y la conducción será a presión. La tubería de presión es subterránea de 260 m de longitud.

La casa de máquinas es subterránea y se instalarán dos turbinas Francis que generarán una potencia de 164 MW con una caída neta de 254 m.

El costo estimado asciende a US $ 135 406 408, lo que significa que el costo por kilovatio instalado será de US $ 831.

5.3 Proyectos nuevos identificados por el Proyecto Santiago-Mira

Dentro del presente trabajo se han identificado varias ideas de proyectos entre los que se encuentran proyectos de riego, de drenaje y de la infraestructura existente.

5.3.1 Proyectos de riego

A continuación se presentan los nuevos proyectos de riego que han sido identificados.

i. Proyectos de riego por bombeo en las planicies del río Teaone

Se encuentra en la margen derecha e izquierda del río Teaone, en las parroquias de Vuelta Larga y Tabiazo, en la provincia de Esmeraldas. El proyecto está previsto para dar riego a unas 1 470 hectáreas; el agua será utilizada mediante bombeo desde el río Teaone. La zona de riego se dividirá en cinco zonas a las cuales habrá que dividirlas en módulos para el riego y tendrán equipos de bombeo según las necesidades. El costo unitario se ha estimado en S/. 86 000 por hectárea.

ii. Sistema de riego por bombeo en el área de Tachina

Se encuentra situado en la margen derecha del río Esmeraldas, junto a la desembocadura. Son 1 700 hectáreas pertenecientes a la parroquia de Tachina. Además existe una zona de riego de unas 400 hectáreas en la margen izquierda del río Esmeraldas pertenecientes a la parroquia de San Mateo, en la provincia de Esmeraldas.

El proyecto está previsto para dar riego a unas 2 000 hectáreas utilizando aguas del río Esmeraldas. Existen dos alternativas que conducen a un precio unitario de S/. 58 000 por hectárea.

Se instalarán tres equipos de bombeo. Para San Mateo, un equipo para regar 400 hectáreas. Para la zona del estero Mutile otro equipo de bombeo y una bocatoma en el mismo estero; esta zona tiene 500 hectáreas. Finalmente para la zona de Tachina se instalará otro equipo de bombeo para dar riego a 1 200 hectáreas, utilizando el canal de conducción de 38 km.

Para la zona de San Mateo y el estero Mutile se utilizará el mismo sistema, y la zona de Tachina se abstecerá mediante la perforación de pozos con el fin de utilizar aguas subterráneas.

iii. Sistema de riego por bombeo en el sector de El Timbre

Se encuentra situado en la margen izquierda del río Esmeraldas, a la altura de la desembocadura del estero Timbre, en la parroquia San Mateo, provincia de Esmeraldas.

Este proyecto está previsto para proporcionar riego a unas 1 250 hectáreas utilizando sistemas de bombeo desdel el río Esmeraldas. Se instalará un equipo de bombeo y luego por canal abierto se conducirán aguas en una longitud de 13 km hasta el estero Timbre; en este sitio se construirá una bocatoma para luego continuar por canal abierto en una longitud de 24 km y cubrir toda la zona de riego. El costo por hectárea de nuevo riego sería de S/. 67 000.

iv. Sistema de riego mecánico en el sector de Chinca

Se encuentra situado en las márgenes izquierda y derecha del río Esmeraldas a la altura de la parroquia de Chinca, en la provincia de Esmeraldas, y dará riego a unas 1 100 hectáreas utilizando aguas del río Esmeraldas mediante el bombeo hasta la cota 40. El área de riego se ha dividido en cuatro zonas: en la zona 1 se tendrá que instalar dos equipos de bombeo para regar un área de 300 hectáreas utilizando un canal de conducción de 12 km de longitud; en la zona 2 se instalará un equipo de bombeo para regar 250 hectáreas y un canal de conducción de 14 km; en la zona 3 se instalará un equipo para regar 150 hectáreas y un canal de conducción de 7 km, y finalmente en la zona 4 se instalará el equipo para dar riego a 400 hectáreas con un canal de conducción de 6 km. El costo unitario de este proyecto es de S/. 91 000 por hectárea.

v. Sistema de riego con re presa miento en Atacames

Se encuentra situado en las márgenes derecha e izquierda del río Atacames, en la parroquia La Unión, provincia de Esmeraldas. El proyecto está previsto para dar riego a unas 1 000 hectáreas utilizando recursos hídricos del río Atacames.

Para tal objetivo es preciso realizar dos represas, una en Boca de Tazones y la otra en Las Vegas, desde donde se regulará el caudal para ser conducido hacia la margen derecha mediante un canal de 35 km, y hacia la margen izquierda mediante un canal conductor de 37 km teniendo como límite la cota 40. El costo de hectárea de nuevo riego sería de S/. 153 000.

vi. Sistema de riego por bombeo en el sector de Chontaduro

Se encuentra en la margen derecha e izquierda del río Verde a la altura de la parroquia Chontaduro, en la provincia de Esmeraldas, y está previsto para dar riego a unas 850 hectáreas utilizando recursos hídricos del río Verde mediante la instalación de equipos de bombeo.

El proyecto contempla la instalación de un equipo de bombeo de la margen izquierda mediante un canal de conducción de 9 km, y la construcción de una bocatoma en el estero Lluve, teniendo como límite la cota 40.

Para atender la margen derecha, así mismo, se instalará un equipo de bombeo cuyo caudal será conducido hasta el estero Chontaduro, en donde se construirá una bocatoma; el canal de conducción hasta este estero es de 21 km, luego continuará por un canal de conducción de 4 km de longitud hasta el estero El Sapo, en donde se construirá otra bocatoma para seguir por canal abierto de 26 km hasta cubrir la zona de riego, que también tiene su límite en la cota 40. El costo unitario estimado es de S/. 170 000 por hectárea.

5.3.2 Proyectos de drenaje

Debido a que los proyectos de drenaje que se han identificado en las cuencas de los ríos Esmeraldas y Santiago-Cayapas sólo están a nivel de idea, no ha sido posible diferenciar las características de los sistemas de drenaje y de control de inundaciones para cada proyecto. Por otra parte tampoco es posible diferenciar los patrones de cultivo de una cuenca a la otra, debido a lo cual el beneficio neto por hectárea es igual para todas las áreas identificadas. Esto significa que hay que dar prioridad a los proyectos de drenaje que se hallan situados en la cuenca del Esmeraldas, ya que éstos disponen de más infraestructura y menor precipitación que los proyectos de la cuenca del Santiago-Cayapas, lo que debe significar que las obras son de menores dimensiones para Esmeraldas que para Cayapas.

Del análisis de precios unitarios hechos para obras superficiales, drenes abiertos y diques de control de inundaciones, se concluye que primero deben habilitarse los suelos que no sufren inundaciones y que tan sólo requieren una red de drenaje. En efecto, en los valles estrechos el ancho de la faja a proteger es pequeña, por lo que resulta muy alto el costo por hectárea protegida.

i. Sistema de drenaje en el sector de Tabuche

El área a drenarse se encuentra a la altura del estero Tabuche, en la orilla izquierda del río Esmeraldas y pertenece a la parroquia de Chinca, en la provincia de Esmeraldas. Servirá para drenar unas 1 200 hectáreas de suelos y además para controlar las inundaciones que se producen por desbordamiento del río Esmeraldas.

Para el drenaje se tomará como colector principal el cauce del estero Tabuche, en base al cual se hará el diseño del sistema general del área. Para el control de inundaciones se construirán muros de defensa en la orilla del río.

El diseño del sistema de drenaje y de defensa contra las inundaciones se hará en las siguientes etapas del proyecto. El costo total estimado es de S/. 37 000 000.

ii. Drenaje del sector de Viche

El área a drenarse se encuentra situada en la margen izquierda del río Esmeraldas y pertenece a la parroquia Viche, en la provincia de Esmeraldas. El proyecto drenaría unas 1 400 hectáreas de tierras y además controlaría las inundaciones producidas por desborde de los ríos Esmeraldas y Viche. Como drenes naturales se utilizarán los cauces de los esteros Viche, Alba y Vinsade, a donde desembocarán los drenes colectores que se construirán en el área que va a drenarse.

Para el control de inundaciones provenientes del río Esmeraldas es necesario la construcción de muros protectores a lo largo de la orilla que está junto al área que se trata de drenar. La cota límite para el presente proyecto es la 60. El costo se estima en S/. 44 000 000.

iii. Sistema de drenaje de Majua

Está previsto para drenar alrededor de 1 600 hectáreas y para protegerlas de las inundaciones que se producen por desborde de las aguas del río Esmeraldas. El área está ubicada en la margen derecha del río Esmeraldas, entre los ríos Viche y Majua.

Para el drenaje del área mencionada se tendrá que construir un sistema de drenaje utilizando drenes naturales de esteros existentes como colectores principales, y como secundarios drenes a cielo abierto.

Con respecto a control de inundaciones se tendrá que realizar la construcción de muros de protección en la orilla del río Esmeraldas. El diseño de las obras a construirse se hará más adelante, en la etapa de prefactibilidad. El costo estimado es de S/. 50 000 000.

iv. Drenaje de Maldonado

Se ha previsto este proyecto para drenar un área dé 2 000 hectáreas de suelos, y también para controlar las inundaciones que se producen por desborde del río Santiago. Para el drenaje se utilizarán los cauces naturales de algunos esteros existentes, los que servirán como colectores principales a los cuales desembocará el resto de colectores del sistema.

Para el control de inundaciones se construirán muros de protección a lo largo del río Santiago, dentro de la zona contemplada para el proyecto. El costo estimado asciende a S/. 67 000 000.

v. Drenaje de San Francisco y Anchayacu

Se encuentra a lo largo del río Onzole hasta Anchayacu; el río Onzole es afluente del río Santiago, antes de formar el río Cayapas. El área a drenarse está dentro de las parroquias de San Francisco de Onzole y Anchayacu, en la provincia de Esmeraldas.

Está previsto para drenar unas 2 600 hectáreas aproximadamente y como protección para las inundaciones causadas por el desbordamiento del río Onzole. Para el drenaje de la zona es necesario construir colectores principales y secundarios. Para los principales se pueden utilizar cauces naturales de algunos esteros existentes, y para los secundarios se construirán drenes a cielo abierto o mediante tuberías, dependiendo de las circunstancias. El control de inundaciones se hará mediante la construcción de muros de protección sobre las orillas del río Onzole. El costo estimado es de S/. 91 000 000.

vi. Sistema de drenaje en el área de Atahualpa

Comprende la zona situada a lo largo del río Cayapas, desde Atahualpa hasta la unión con el río Onzole, perteneciente a la parroquia Atahualpa, en la provincia de Esmeraldas. Servirá para drenar unas 4 000 hectáreas y controlar las inundaciones producidas por desbordamientos del río Cayapas dentro de la zona que va a protegerse. Las longitudes y dimensiones están por determinarse. El costo estimado es de S/. 149 000 000.

vii. Sistema de drenaje en la parroquia Carondelet

Se encuentra ubicado en las orillas derecha e izquierda de los ríos Palabí, Tululbí y Bogotá; pertenece a varias jurisdicciones parroquiales, tales como: Tululbí, Calderón y Carondelet, en la provincia de Esmeraldas.

Se drenaría un área superior a 2 000 hectáreas y realizaría el control de inundaciones en la misma zona. El sistema a utilizarse para drenar la zona será el previsto en toda las áreas a drenarse y constará de un sistema completo de drenaje. Para el control de inundaciones se construirán muros de protección a lo largo de la orilla de los ríos.

El dimensionamiento, tanto del sistema de drenaje como de los muros de protección se hará en la siguiente etapa del proyecto. El costo estimado del proyecto es de S/. 66 000 000.

viii. Sistema de drenaje en la parroquia de Concepción

Se encuentra ubicado en la zona comprendida entre Carondelet y Concepción, a orillas de los ríos Cachaví, Güembi y en la parte baja del río Tululbí hasta la confluencia con el río Santiago. El área corresponde a las parroquias de San Javier de Cachaví y Concepción. Se drenará un área de suelos superior a 4 000 hectáreas y al mismo tiempo servirá para protegerlas de inundaciones por desborde de los ríos mencionados. Para el drenaje se construirá un sistema que será diseñado de acuerdo con las necesidades que aconseje la técnica; para la protección de inundaciones se construirán muros de protección, cuyo dimensionamiento se hará en la siguiente etapa del proyecto. El costo estimado del proyecto es de S/. 149 000 000.

5.3.3 Proyectos de mejoramiento de la infraestructura existente

Dentro de la cuenca andina del río Mira se determinó que existen áreas que es preciso atender con riego para permitir el desarrollo de los diferentes cultivos.

Para atender a varias de dichas zonas de riego ya se ha hecho una descripción de nuevos aprovechamientos físicos. Sin embargo, para amplias áreas de riego bastaría con hacer un mejoramiento de su infraestructura actual de riego.

Aunque cada una de estas áreas presenta diferencias climáticas, pluviométricas, de altura y de calidad de suelos y los requerimientos de agua son diferentes tanto en cantidad como en el tiempo, todas ellas tienen algunas características comunes referentes al aprovechamiento de los recursos hidráulicos. En efecto, en las zonas de riego que se enumeran ya existe una infraestructura de riego consistente en una red de acequias, captaciones y obras de distribución utilizadas para suplementar con riego las precipitaciones del lugar.

La ordenación del uso del recurso agua en estas zonas y las consiguientes obras de mejoramiento necesarias es lo que se denomina "proyectos de mejoramiento de la infraestructura existente", cuyo principal objetivo es el mejoramiento de la eficacia general del uso del agua y por ende un aumento del recurso utilizable respecto del recurso derivable original.

En otras palabras, la racionalización de los recursos de agua de un área determinada significa que al ejecutar dicho proyecto se dispone de recursos adicionales que aumentan la seguridad de suministro sin que se requiera aumentar los recursos provenientes de los cauces o fuentes naturales.

i. Proyecto tipo de mejoramiento de la infraestructura existente

El proyecto tipo de racionalización tiene las características que se exponen, y son aplicables total o parcialmente a las diversas zonas: a) unificación de bocatomas, acequias o canales cuyos trazados sean paralelos y muy próximos unos a otros; b) para evitar largos trazados de conducción a veces es conveniente cambiar las fuentes de aprovechamiento, permutando con otros usuarios más próximos a aquellos; c) cuando alguna fuente tiene elementos contaminantes debe aislarse o diluirse hasta límites aceptables para no transferir su contaminación al usuario; d) la longitud excesiva de una acequia, así como también el gran número de usuarios y de predios servidos por un canal exige el riego durante la noche. Dada la baja eficiencia de este sistema de riego y el gran daño que produce al suelo por la posibilidad de erosión, es conveniente intercalar reservorios nocturnos o de fin de semana para regar sólo de día; e) en períodos de estiaje resulta muy valioso captar la totalidad de los recursos que escurren por el cauce natural. Las obras de captación deben mejorarse para hacerlas más estables y seguras, y también para evitar el ingreso excesivo de material de arrastre en períodos de crecidas; f) las obras de conducción, distribución y de medición apropiadas permiten el cumplimiento de los planes de riego y garantizan la operación sencilla y más exacta de las obras, con el consiguiente ahorro de agua debido a recorridos más cortos y a menos pérdidas por derivaciones o filtraciones hacia usuarios fuera de turno.

ii. Determinación de costos de los proyectos

Los costos de los proyectos de racionalización dependen de la magnitud y complejidad que tengan las obras civiles que deban ejecutarse. Con la hipótesis de que la racionalización produzca un mismo porcentaje de mejoramiento de la eficiencia para todas la zona de riego, es posible suponer que la variación del costo de racionalización es proporcional a la variación de la tasa de riego del mes de máximo consumo. Quizá la construcción de reservorios nocturnos o de fin de semana constituya las obras más frecuentes de racionalización de un área, por lo que se analiza su costo.

iii. Depósitos nocturnos o de fin de semana

En efecto, si la eficiencia entre el riego durante las 14 horas del día es de 60 por ciento y de 10 por ciento durante la noche, se puede esperar con la construcción de depósitos nocturnos que la eficiencia media diaria aumente a 60 por ciento regando sólo de día.

El recurso agua recuperado gracias a este tipo de obra es de 50 por ciento del recurso original debido a que la eficiencia media diaria aumenta de 40 por ciento sin el depósito y a 60 por ciento con él.

Para un modelo de finca que disponga de 40 l/s en el mes de máximo consumo, y tomando en consideración las cifras del aprovechamiento respectivo, el costo de las obras sería de S/. 284 000 y la superficie de riego nuevo de 8 hectáreas si la tasa de riego en el mes de máximo consumo es de 1 l/s.

El costo por hectárea para diferentes tasas máximas es el siguiente:

Tasa mensual máximo consumo

Costo de obras

l/s

S/.ha

0.2

7 100

0.4

14 200

0.5

17 750

0.6

21 350

0.7

24 850

0.8

28 400

0.9

31 950

1.0

35 000

En el cuadro A-7 se han agrupado las zonas de riego de acuerdo con sus respectivas tasas de riego para el mes de máximo consumo, valores con los cuales se dimensionan los costos de las obras de racionalización por zona de riego.

CUADRO A-7
COSTOS DE OBRAS DE RACIONALIZACION POR HECTAREA INCORPORADA AL RIEGO

Zona de riego

Costo de obras de rae. por ha incorp. a riego
(S./)

Nivel de costo

(1A) San Pablo



(6A) Angochagua



(3B) Ilumán

7 100

1

(7A) La Esperanza



(5A) San Antonio



Caranqui



(1C) Mariano Acosta



(2C) Sigsigpamba



(2B) San Gabriel

14 200

2

(2A) Cotacachi

17 750

3

(4B) Montúfar



(1B) Pisquer



(2B) El Angel Mira

21 350

4

(4A) Atutanqui

24 850

5

(9A) Tumbabiro



(3C) Pimampiro



(2D) Ambuquí Alto

28 400

6

(8A) Imbaya



(4C) Monte Olivo

31 950

7

(10A) Salinas



(4D) La Calera



(10) Ambuquí

35 500

8

6. Alternativas de abastecimiento para riego

6.1 Trasvase Pantaví-Tumbabiro (A)
6.2 Trasvase Piñán Tumbabiro (B)
6.3 Ampliación del trasvase Pifian Cuicocha (A)
6.4 Trasvase Piñán-Cuicocha (B)
6.5 Alternativa Piñán-Cuicocha (C)
6.6 Reordenación y optimización del manejo del lago San Pablo
6.7 Regulación del río Tahuando
6.8 Reordenación del uso en la zona de Ibarra
6.9 Regulación de la laguna Puruanta
6.10 Reordenación del riego en la zona del Chota
6.11 Proyecto el Artezón-Mira El Angel

Aquí se formulan algunas alternativas con las cuales se podrán atender las demandas de riego que se originan en la cuenca interandina del río Mira. Estas alternativas están constituidas por diversas combinaciones, agregaciones y/o desagregaciones de las obras de diversos proyectos identificados.

Se han estudiado once alternativas para atender las demandas de riego de diversas zonas. Las cinco primeras están destinadas especialmente a la zona de Tumbabiro, incluyéndose en tres de ellas el mejoramiento del riego en la zona de Cotacachi. Las restantes se han planteado para el abastecimiento de diferentes sectores, en las que se incluyen proyectos de reordenamiento y de explotación de aguas subterráneas.

6.1 Trasvase Pantaví-Tumbabiro (A)

Esta altura contempla la regulación de los caudales del río Pantaví (cuenca del río Esmeraldas), en un embalse ubicado sobre la cota 3 540. Las aguas se conducirán por el canal abierto de 10 km de longitud hasta el túnel de 2 800 m que cruza hacia el oriente, para luego caer en la quebrada de San Miguel (caudal 1.2 m3).

Las aguas recogerían una bocatoma ubicada en el río Cariyacu a 2 450 msnm y se conducirían por canal matriz de 25 km de longitud, hasta el área de riego. El embalse Pantaví tiene capacidad de 23 km2. El canal y túnel de trasvase y el cauce matriz tienen la capacidad del canal de trasvase.

En el embalse de Pantaví se regularían excedentes. Esta obra operaría como reguladora anual de caudales y se haría un programa anual de entregas con detalles mes a mes: El área a servir sería de 1 675 hectáreas en el sector.

6.2 Trasvase Piñán Tumbabiro (B)

Se proyecta regular los ríos Piñán y Pantaví de la vertiente occidental de los macizos de Cotacachi y Piñán mediante dos embalses, con capacidad de 43 y 23 Hm3 respectivamente. A través de una sucesión de túneles con un desarrollo total de 22.8 km se trasvasarán 4.7 m3/seg hasta el río Cariyacu a la cota 3 000 msnm. Con el objeto de aumentar los aportes provenientes de los embalses señalados se captan además los recursos de los diversos ríos que el acueducto de trasvase intercepta en su recorrido.

Aproximadamente a la cota 2 450 msnm se captarían en el Cariyacu las aguas trasvasadas para conducirlas por un cauce matriz de 24 km de recorrido hasta el río Palacara. Se puede intercalar una microcentral de potencia bruta máxima de 23 100 kw.

Los embalses Piñán y Pantaví regularían caudales de crecidas. Las captaciones directas de otras corrientes naturales serían utilizadas en su máxima capacidad, extrayendo desde los embalses los caudales complementarios para mantener un caudal de trasvase lo más constante posible. Esta alternativa servirá para regar 6 700 hectáreas, con un costo unitario de S/. 92 000 por hectárea.

6.3 Ampliación del trasvase Pifian Cuicocha (A)

A la alternativa (trasvase Piñán-Tumbabiro) se agregaría un canal colector que se desarrolla hacia el sur por la cota 3 000, de 15 kilómetros de recorrido, que llegaría a la boca occidental del túnel de trasvase con una capacidad de 1.5 m3/seg.

A continuación de la boca oriental del túnel de trasvase se captarían aguas para el riego de la zona de Cotacachi, con un canal matriz de 18 km de extensión a la cota 2 900 y con una capacidad de 1.5 m3/seg. Los caudales que deben captarse más abajo para el riego de Tumbabiro permiten intercalar una microcentral de 23 MW aproximadamente. Con esta alternativa se servirían unas 7 200 hectáreas en el área de Tumbabiro y se mejoraría el riego en 3 400 hectáreas del sector de Cotacachi. El costo unitario sería de S/. 71 000 por hectárea.

6.4 Trasvase Piñán-Cuicocha (B)

El esquema contempla la regulación de caudales de los ríos Piñán y Pantaví, pero sobre la cota 3 100. El embalse Piñán en esta alternativa está ubicado aguas arriba del mismo embalse de las alternativas anteriores. El canal conductor desde estos embalses se desarrollaría sobre la cota 3 100 hacia el sur, recibiendo en su camino aportes de los diversos ríos interceptados. Luego se trasvasaría a través de un túnel de 5 km de longitud hacia la laguna de Cuicocha. La laguna se peraltaría para regular los caudales que el canal colector en el sector sur, de 6 km de longitud se uniría al colector que viene desde los embalses Pantaví y Piñán.

La toma de caudales desde la laguna Cuicocha sería conducida por un canal matriz de 18 km a la cota 3 000 hasta el río Alambi. A continuación se intercalaría una microcentral hidroeléctrica, para luego entregar al canal matriz de Tumbabiro, sobre el río Cariyacu, a la cota 2 450 msnm. El canal matriz Tumbabiro tiene una extensión de 24 km.

El canal a la salida de la laguna Cuicocha sería de 7 m3/seg incluyendo pérdidas por conducción. El canal matriz Tumbabiro mantendría sus 4.7 m3/seg de capacidad. Con este esquema se servirían 7 200 hectáreas en el sector de Tumbabiro y se mejoraría el riego en 3 400 hectáreas del sector de Cotacachi. El costo unitario es de S/. 82 000 por hectárea.

6.5 Alternativa Piñán-Cuicocha (C)

La única diferencia con la alternativa anterior está en que el presente esquema contempla un solo canal conductor colector que se desarrolla de norte a sur hasta llegar a la laguna Cuicocha, sin túnel de trasvase. La longitud total del canal es de 34 km con una capacidad final de 9 m3/seg. El costo por hectárea en este caso sería de S/. 85 000.

6.6 Reordenación y optimización del manejo del lago San Pablo

La zona de San Pablo se regaría con los recursos propios de la subcuenca de aporte, practicando previamente la reordenación. Las riberas del lago San Pablo se atenderían con aguas subterráneas. Las zonas de Atuntaqui y San Luis de Imbaya se atenderían con recursos regulados en el lago San Pablo y con reordenación del uso del recurso. La conducción desde el lago hasta las zonas de riego se efectuaría con un canal matriz de 10 km de longitud.

La laguna de San Pablo estaría regulada con los aportes mensuales para la atención de las zonas de Atuntaqui y San Luis de Imbaya. La zona de San Pablo se operaría en forma independiente con la reordenación del riego. Con este esquema se incrementaría el riego en 2 600 hectáreas con un costo unitario de S/. 96 000 por hectárea.

6.7 Regulación del río Tahuando

Se regula el río Tahuando, afluente del río Ambi, en el lugar La Rinconada, hacienda de Cochicaranqui, con capacidad de 25 Hm3. Se conduce por canal matriz de 12.2 km de longitud, por la cota 2 650 hasta la quebrada Turupamba, atendiendo toda la zona de San Antonio de Ibarra. Además mejoraría el riego del sector de Cuchinche o Tuhuando bajo entregando una dotación adicional a través del río, directamente a las tomas de los canales.

Mediante un ensanche al canal Tahuando-Yaguarcocha se puede entregar a la laguna de Yaguarcocha una dotación adicional para mantener el nivel normal y regar con elevación mecánica terrenos en contorno de la laguna con una extensión de 250 hectáreas.

El primer paso de este esquema es la racionalización de agua dentro del área para los beneficiarios. Esta alternativa incrementaría el riego en 3 500 hectáreas. El costo de riego por hectárea sería de S/. 140 000.

6.8 Reordenación del uso en la zona de Ibarra

Se reordenaría el uso del agua en toda el área, lo que significa unificar canales, rectificar trazados de acequias, revestimiento en sectores de filtración, construcción de reservorios nocturnos, etc.

El saldo de agua necesaria para atender las zonas provendría de la explotación de la napa subterránea subyacente en las partes bajas.

Se reservaría algunas vertientes o fuentes de mejor calidad para el agua potable y el uso industrial en Ibarra. Con este esquema se incrementaría el riego en 4 200 hectáreas a un costo de S/. 60 000 por hectárea.

6.9 Regulación de la laguna Puruanta

Este esquema corresponde al proyecto de INERHI denominado Pimampiro, agregando la zona de La Calera.

Se peraltaría la laguna Puruanta conduciendo caudales regulados por el río Pisco y a través de un canal en una de las zonas que se complementan con recursos del río Chamachán. El caudal total es de 3.3 m3/seg y las longitudes son: canal matriz 27 km (20.5 de túnel); canal derivado Pimampiro 10.75 km; canal derivado Ambuquí Alto 11 km; canal Piñán 7 km; canales derivados 60 km. Con este esquema se incrementarían 230 hectáreas de riego a un costo unitario de S/. 160 000 por hectárea.

6.10 Reordenación del riego en la zona del Chota

Se suplementaría el riego de cada zona como sigue: la zona de Pimampiro se suplementaria con captaciones en varias quebradas. La zona de Ambuquí Alto con recursos del canal de Ambuquí del distrito del mismo nombre y con elevación mecánica desde las terrazas: del Chota. La zona de Piñán, mejorando las captaciones en los páramos y la conducción hasta las cabeceras de la zona. La zona de La Calera se podría atender con agua subterránea del subyacente. Este esquema incorporaría al riego 2 300 hectáreas a un costo unitario de S/. 72 000 por hectárea.

6.11 Proyecto el Artezón-Mira El Angel

Se regula el río Bobo en el Carchi con un embalse de 75 Hm3 de capacidad. El embalse se abastece además con un canal de recolección de 15.8 km. Se trasvasa hacia subcuencas de los ríos San Gabriel y El Angel con un canal de 22 km de longitud y se conduce el agua a la zona de riego por tres canales derivados principales. Este esquema significaría la incorporación de 7 300 hectáreas con un costo unitario de S/. 145 000 por hectárea.

7. Costos de las inversiones de las alternativas hidráulicas para riego

7.1 Costo de las alternativas hidráulicas
7.2 Costos de proyectos hidroeléctricos

De acuerdo con el nivel de información disponible y el grado de desarrollo en que se encuentran los estudios sobre alternativas hidráulicas, es posible determinar las inversiones totales y por hectárea de ellas.

Los resultados de costos representan un elemento de juicio útil para decidir posteriores estudios más detallados de evaluación técnica y económica en cada una de las alternativas analizadas, en donde se deberán determinar los beneficios que genera cada proyecto.

7.1 Costo de las alternativas hidráulicas

Los costos de las 11 alternativas hidráulicas identificadas en la Región I se presentan en el cuadro A-8.

Puede observarse que las soluciones más atractivas desde el punto de vista del costo por hectárea están en las reordenaciones del uso del agua en San Luis de Imbaya, con S/. 44 000 por hectárea, y en el Chota con S/. 55 000 por hectárea. Por otra parte, los proyectos de costos más elevados resultan ser los de El Artezón-Mira-El Angel, con S/. 145 000 por hectárea y reordenación del uso del agua de Pimampiro, Ambuquí Alto, Piñán y La Calera.

CUADRO A-8
ESTIMACION DE COSTOS DE LAS ALTERNATIVAS HIDRAULICAS

Alternativa

Zonas de riego

Superficie beneficiada
(ha)

Costo actual del proyecto
(miles S/.)

Costo unitario
S/./ha

1. Trasvase Pantaví Tumbabiro (A)

(9A) Tumbabiro

1 675

122 789

93 000

2. Trasvase Piñán-Tumbabiro (B)

(9A) Tumbabiro

6 700

451 616

92 000

3. Trasvase Piñán-Tumbabiro (C)

(9A) Tumbabiro (2A) Cotacachi

10 100

525 416

71 000

4. Trasvase Piñán-Cuicocha (A)

(9A) Tumbabiro (2A) Cotacachi

10 100

451 929

64 000

5. Trasvase Piñán-Cuicocha (B)

(9A) Tumbabiro (2A) Cotacachi

10 100

421 800

58 000

6. Reordenación y manejo del Lago San Pablo

(1A) San Pablo (A) Atuntaqui

2 600

120 000

60 000

(8A) San Luis de Imbaya




7. Regulación del río Tahuando

(5A) San Antonio-Ibarra

3 500

363 900

140 000

8. Reordenación del uso en la zona de Ibarra

(8A) San Luis de Imbaya

4 200

138 200

44 000

(3C) Pimampiro (2D) Ambuquí Alto (3D) Piñán




(4D) La Calera

2 300

245 000

160 000

9. Regulación en la laguna de Puruhanta

(3C) Pimampiro (2D) Ambuquí

2 300

245 000

160 000

10. Reordenación del uso en la zona del Chota

(3D) Piñán (4D) La Calera

2 300

85 500

50 000

11. Proyecto Artezón A

(2B) San Gabriel-El Angel Mira

7 300

688 020

145 000

7.2 Costos de proyectos hidroeléctricos

En la Región I los proyectos de hidroelectricidad prácticamente no entran en conflicto con los aprovechamientos de riego y con los abastecimientos de agua para las poblaciones. En el cuadro A - 9 se encuentra un listado de los proyectos hidroeléctricos identificados según el costo unitario del kilovatio instalado.

Al igual que en los proyectos de riego, se requiere de información socio-económica y de valorización de los beneficios para determinar la rentabilidad de los proyectos.

8. Recomendaciones, programas complementarios y especificaciones

8.1 Cuenca del río Mira
8.2 Cuenca del río Santiago
8.3 Cuenca del río Esmeraldas
8.4 Conservación de los recursos de agua
8.5 Bases para estudios de prefactibilidad técnico-económica

8.1 Cuenca del río Mira

Los proyectos que deben estudiarse en primera instancia en la cuenca alta del río Mira deben ser los de reordenación de uso del agua. Todos los otros proyectos de riego ubicados en esta subregión deberían estudiarse de acuerdo con un análisis más detallado siempre que los estudios preliminares señalen razonablemente la conveniencia de su ejecución.

Debe incluirse dentro de los estudios de reordenación, y en especial en la subcuenca del río Ambi el análisis de la necesidad de eliminar o cambiar la operación de las microcentrales existentes, supeditándolas a las necesidades de riego.

Al aumentar las dotaciones de agua para los centros urbanos mayores de la zona interandina deben considerarse implícitas en ellas la satisfacción del uso industrial de agua para aquéllas poco consumidoras.

Los aprovechamientos hidroeléctricos de magnitud más atractivos por su menor inversión unitaria están ubicados en la vertiente occidental del valle interandino de la cuenca del Mira y en la parte alta de la cuenca del río Cayapas, por lo que no existen incompatibilidades con las demandas de riego de la zona interandina. Es preciso efectuar el reconocimiento de los lugares de energía hidroeléctrica del río San Juan, por su comparativamente alto rendimiento energético.

8.2 Cuenca del río Santiago

Por ser una zona de actual colonización fue preciso obtener mejor información respecto de las áreas de drenaje y control de inundaciones. Los proyectos de Carondelet y Concepción, que son atravesados por el actual Ferrocarril de Ibarra a San Lorenzo merecen atención prioritaria.

Esta cuenca dispone de grandes recursos de agua que pueden permitir la instalación de plantas industriales consumidoras de agua, con la consideración previa de aspectos de conservación.

8.3 Cuenca del río Esmeraldas

Además de desarrollar los estudios de proyectos de riego y drenaje identificados, es preciso hacer un estudio de las crecidas del río Esmeraldas para permitir el diseño apropiado del control de avenidas.

8.4 Conservación de los recursos de agua

La protección y conservación de los recursos de agua dentro de la región dependen fundamentalmente de los programas de protección de suelos y de áreas forestales. En las zonas de páramos y de bosques protectores debe impedirse toda desnudación de la cobertura vegetal.

Dentro de las zonas de riego y/o drenaje se supone implícita la protección y mejor conservación a través de la tecnificación agropecuaria de ellas.

Los proyectos de parques nacionales Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas y de áreas de conservación forestal de Carchi-Imbabura, deben considerarse como elementos que se deben involucrar en el plan de aguas. Deberá efectuarse un estudio mas detallado de la conservación con fines turísticos de las lagunas de la zona interandina y de las playas y ríos costeros. Los proyectos de utilización de estos recursos deberán tomar en cuenta este aspecto.

CUADRO A-9
PROYECTOS HIDROELECTRICOS IDENTIFICADOS SEGUN COSTO DE KILOVATIO INSTALADO

NOMBRE PROYECTO

POTENCIA INSTALADA
kw

COSTO PROYECTO
MILES US $

VALOR
(US $) kw

Santiago Lachas

164 000

135 406

831

Miral Alto 2

315 000

282 000

900

Lachas

110 000

130 185

938

Lita Alto 2

93 000

93 350

1 000

Palacara

86 000

96 719

1 120

Mira Alto 1

140 000

180 000

1 290

Lita Alto 1

45 500

64 000

1 400

Chota

30 000

62 849

2 000

Para que el Plan de Aguas sea aplicable es preciso implementarlo con una serie de programas complementarios, los que se describen someramente a continuación.

i. Estudio antropológico de las comunidades de la Región

Es preciso conocer con antelación la actitud y aptitud de las comunidades humanas de una región para aceptar y participar en la aplicación del plan.

Se debe determinar en qué grado será dirigida la colonización del territorio desocupado de la Región I y qué efectos podría tener sobre el plan la migración heterogénea y no controlada de población dentro de ella. Por otra parte conviene saber si la población campesina aceptaría las innovaciones que se derivarían de un plan de aguas. Conviene entonces realizar un estudio antropológico previo de las comunidades de la zona interandina del río Mira y de la cuenca del Río Santiago.

ii. Información cartográfica

Una de las dificultades para identificar proyectos de aprovechamiento en forma sistemática ha sido la falta de cartografía apropiada de amplias áreas de la Región y en especial de la zona comprendida entre la cordillera occidental y el litoral. Se necesitaría cubrir la Región con cartografía en escalas 1:25 000 y 1:50 000.

iii. Red hidrometeorológica

Tal como ya se ha dicho, debe completarse la red de estaciones pluviométricas, meteorológicas e hidrométricas para conocer con mayor exactitud el comportamiento climático de las diferentes zonas de importancia agropecuaria y forestal dentro de la Región y las disponibilidades de agua superficial.

iv. Investigaciones hidrogeológicas

En la subregión interandina y específicamente dentro de las subcuencas del río Ambi y del río Chota, se necesita determinar las características hidrogeológicas de algunas formaciones que han sido detectadas como promisorias para la obtención de recursos de agua subterránea, con el fin de explotarla en forma combinada y coordinada con los recursos de agua superficial; éstas son Cotacachi, Otavalo, San Pablo, Iluman, Atuntaqui, La Esperanza, Salinas y Carpuela.

v. Elaboración de inventarlos de uso del agua

El inventario efectuado por INERHI para la subregión interandina debe ser actualizado y complementado con información adecuada a fin de que se pueda conocer, entre otras cosas, la eficiencia del uso del agua. Todas las zonas de riego identificadas deben contar con inventarios, y también habría que realizar inventarios en el área costera.

vi. Investigación de nuevas posibilidades físicas de aprovechamientos

Estas investigaciones permitirán formular diseños y esquemas más ajustados a la realidad y encontrar lugares donde su emplazamiento resulte más económico, lo que se denomina lugares de energía, para el caso de la hidroelectricidad. En este sentido convendría realizar un inventario de usos para regulación y estudiar nuevas alternativas de abastecimiento, que involucran todos los usos.

vii. Estudios de aptitud agropecuaria y/o forestal de los suelos de la Región

Para los proyectos de riego y/o drenaje resulta fundamental conocer la real aptitud de los suelos y qué correctivos es posible aplicarles para subsanar las limitaciones de su uso. Con los estudios de suelos más detallados se puede determinar qué patrones de cultivos son los más apropiados para cada zona, así como también los diseños que se deben usar para los diferentes métodos de riego.

viii. Implantación de una red de control de contaminación de las aguas

Con el propósito de disponer de información cabal sobre calidad del agua es preciso contar con estaciones de control antes y después de cada uso importante del agua (zonas de riego, drenaje, industrias contaminantes y centros urbanos).

ix. Cuantificación del problema de erosión y sedimentación

Si a los suelos sin vegetación de una zona se agrega una precipitación intensa, el resultado final será un problema agravado de erosión y arrastre de sedimentos. Para controlar sus efectos debe evaluarse el fenómeno, por lo que es importante la instalación de estaciones de control de gasto sólido y estudios morfodinámicos de la cuenca vertiente correspondiente, así como también la medición de algunas parcelas para determinar el fenómeno de pérdida del suelo.

Las estaciones de gasto sólido deben coincidir con las estaciones fluviométricas. Las parcelas de medición se deberán ubicar en zonas de riego andina, páramos y contrafuertes de cordillera o de la sierra costera.

x. Disposiciones de la Ley de Aguas y de las Leyes orgánicas

Se puede decir que la actual Ley de Aguas y su reglamento son cuerpos legales bastante completos y coherentes, y quizá solo falte aplicar sus disposiciones.

Las funciones y atribuciones sobre el uso del agua que la Ley otorga al INERHI son bastante claras. Los procedimientos para la obtención de derechos de aprovechamiento están bien establecidos para los diferentes usos, y lo que falta es una mayor participación de los usuarios en el manejo del recurso.

Deberían conformarse las denominadas "comisiones de riego y drenaje". Para ello debe señalarse explícitamente que las obras de riego y/o drenaje construidas con fondos del Estado deben pasar después de un período de explotación por parte de alguna de las instituciones fiscales al control directo de los usuarios a través de las comisiones antes mencionadas reservándose el INERHI la fiscalización que la Ley de Aguas le permite.

Lo que falta precisar en las leyes orgánicas respectivas es la obligatoriedad que debe existir, por parte de las diferentes instituciones usuarias, de adecuar sus propios planes de desarrollo al plan nacional de uso de los recursos hidráulicos. Específicamente en las leyes constitutivas de INECEL, IEOS, y CENDES debiera explicarse tal exigencia.

En cuanto a la organización y aplicación del Plan de Aguas, éste puede efectuarse con la actual organización del INERHI. Solo debería incrementarse el personal técnico con profesionales de vasta experiencia en obras y proyectos de aprovechamientos hidráulicos.

Otro aspecto que debe explicarse en las leyes constitutivas respectivas es la obligatoriedad del INERHI de mantener su plan nacional de desarrollo de los recursos hidráulicos absolutamente compatibilizados con el Plan de Desarrollo Nacional que formula el CONADE.

8.5 Bases para estudios de prefactibilidad técnico-económica

Es necesario hacer estudios de prefactibilidad técnico-económica de las obras que conforman el plan para precisar los diseños y para conocer mejor los posibles beneficios derivados.

Los estudios sociales y antropológicos en esta etapa deben estar orientados a desarrollar y comprobar en casos concretos la organización y participación que la comunidad deberá tener en la ejecución de los proyectos que componen el plan. Además, es necesario determinar con mayor precisión las metas que la planificación nacional y la regional le atribuyen a los diversos usos del agua.

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