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OCYT/OAs
 

    SINTESIS DEL FORO

      Primera Semana

      Resumen de Intervenciones en el Foro Virtual “Gobernabilidad y Desarrollo en la Sociedad del Conocimiento”

      A través de este material se presentan recomendaciones y reflexiones que surgieron de organizaciones de la sociedad civil que vienen participando en el Foro Virtual “Gobernabilidad y Desarrollo en la Sociedad del Conocimiento”, desde su fecha de inicio, 15 de mayo, al día viernes 19 de mayo. Este foro todavía estará disponible para discusión hasta el viernes 26 de mayo. Se espera su contribución.

      Invertir en TIC no implica restar de las inversiones necesarias en temas básicos ya que éstas están demostrando que son herramientas poderosas para avanzar hacia la Sociedad del Conocimiento, contribuyendo a mejorar la educación, la salud, el nivel de vida, el bienestar, la seguridad y la gestión de los servicios públicos. Se enfatiza la importancia de las TIC como una herramienta transversal que contribuye al desarrollo sostenible y equitativo y al fortalecimiento de la gobernabilidad y la protección de los derechos humanos, así como la necesidad de trabajar intensamente para asegurar que cada persona en las Américas, particularmente los que se encuentran en situación vulnerable, en desventaja y con necesidades especiales, puedan participar de los beneficios generados por la sociedad del conocimiento.

      Sin embargo, las TIC llegan a tener éxito en los lugares que se las implementan como resultado de un proceso de empoderamiento de la comunidad; es decir, cuando se desarrollan en el marco de un proceso sostenido de involucramiento social. Entre los retos de hoy en día se encuentra la necesidad de contar con herramientas o mecanismos efectivos que logren informar de manera masiva a la población, por lo que el uso y acceso a nuevas tecnologías de información debe de formar parte de una estrategia de desarrollo integral. Sin embargo, al hablar de TIC debe de pensarse en el desarrollo de herramientas que se ajusten a las necesidades locales, concebido dentro de un proceso de inserción social. Al respecto, es esencial considerar la sostenibilidad de dichas estrategias, tanto en términos financieros como en la creación de una cultura ciudadana, a través de la capacitación.

      La interconexión de las Américas, incluyendo al Caribe, es un paso esencial para romper la gran brecha que divide a nuestras sociedades, lo cual será posible si se educa desde la temprana edad a aquellos excluidos de la denominada Sociedad del Conocimiento y si se permite el acceso a computadoras e Internet a los sectores excluidos.

      Se enfatizó una de las frases continuamente usadas en el proceso de la IV Cumbre por la Sociedad Civil con relación a que en el Siglo XXI es impensable crear empleo, reducir la pobreza y fortalecer la gobernabilidad sin hacer uso extensivo de la ciencia y tecnología. Se requiere aplicar tecnología adecuada al entorno local e introducir el concepto de innovación en todos los niveles de la sociedad, esto a la vez que se mejora la calidad de la enseñanza de la ciencia. En este sentido, las TIC puede considerarse como un componente central, no el único por cierto, para lograr estos objetivos.

      Algunas intervenciones apuntan a cómo utilizar información científica y TIC para capacitar y generar empleo: Esto involucra nuevas habilidades para fomentar una sociedad del conocimiento, pero también una adecuación de las tecnologías (entre ellas las TIC) a las condiciones locales. No sólo TIC, sino también toda clase de tecnologías, modernas y no tan modernas, así como una educación enfocada al mejoramiento de la habilidad para aprender, a fin de generar conocimiento y poder tener la capacidad de determinar el tipo de tecnología que se requiere, elementos principales para la construcción de una sociedad basada en el conocimiento. Sin embargo, para “aprender” uno de los pilares fundamentales es contar con la información, por lo cual es necesario que el derecho a la información pública sea un derecho consagrado, lo que no ocurre en todas las Constituciones ni legislaciones de nuestros países. Si la información es pública y a ella todos los ciudadanos pueden acceder por vía documental o electrónica, será posible que en realidad podamos hablar de una Sociedad del Conocimiento.

      Se resalta que la habilidad de aprender define a una verdadera sociedad basada en el conocimiento, ya que al aprender somos capaces de generar conocimiento. Esto conlleva a ver el aspecto educativo, sobre la clase de educación requerida para que la sociedad “aprenda a aprender”, produzca conocimiento valioso para la resolución de problemas, que a su vez tenga efectos importantes en la reducción de pobreza, y que contribuya a participar en la toma de decisiones, lo que tiene un gran impacto en la gobernabilidad democrática.

      Se resalta la importancia de que el desarrollo en nuestros pueblos sea equilibrado y constante, evitando así la discriminación sociocultural que lleva a índices altos en deserción educativa. Se mencionan programas de formación profesional docente, por medio de desarrollo de proyectos telecolaborativos de aprendizaje entre escuelas nacionales e internacionales; los telecentros escolares comunitarios o telecentros basados en la escuela, entre otros esfuerzos necesarios para autosostener centros de tecnologías de información que sirven de plataforma al uso de TIC en la educación formal. Se recomienda que el esfuerzo de interconexión llegue también al Caribe a fin de luchar contra la brecha digital acompañado de políticas orientadas a la educación desde la más temprana edad especialmente para los que se encuentran excluidos en la Sociedad del Conocimiento, a fin de contribuir al acceso a la Internet de estos sectores.

      Se reconoce la importante contribución de las instituciones de educación superior de las Américas con relación a la gobernabilidad, desarrollo y Sociedad del Conocimiento, en lo que respecta principalmente a producción de conocimiento, así como a la formación de recursos humanos y tareas específicas de asistencia técnica. El rol de este sector debe de ser cuidadosamente abordado en el Proyecto de Declaración de Santo Domingo.

      Por otro lado, se resalta el cómo se debe hacer todo esto y es dentro de un marco de gobernabilidad democrática. Esto implica inclusión social (en sus término mas amplio que incluye a género, raza, grupos menos favorecidos, etc.), el respeto a los derechos entre ellos el derecho a la información y debe redundar en una amplia participación y en mecanismos de vigilancia de acuerdo a compromisos pactados (acuerdos, carta ética, etc.). En esto las TIC tienen un rol importante como herramientas de apoyo.

      Se hace un llamado a integrar el principio de equidad de género en la construcción de la Sociedad del Conocimiento. La brecha digital va más allá del acceso a las tecnologías, refiriéndose mas bien a la existencia de “brechas digitales” que incluyen la inequidad de género entre lo/las investigadores/as en ciencia y tecnología, la escasa presencia de mujeres como creadoras de tecnología y de contenidos en los niveles más altos del sector TIC. Esto puede combatirse mediante investigación y propuestas de formación, entre otras.

      Quienes participan en los esfuerzos del desarrollo sostenible somos todos. No sólo los gobiernos, sino que se tiene que abrir espacios para la acción de los actores privados, lo cual da espacio a alianzas público-privadas, al rol catalizador de las universidades. Estos esfuerzos deben referirse a temas como educación (general, científica, capacitación, etc.), generación de empleo, salud, etc. y mas bien incluir a las TIC como herramientas.

      Se menciona mucho el trabajo de cooperación entre los distintos sectores y de la intención genuina en proceder que se da a nivel regional o global; sin embargo se debe tomar en cuenta que en muchos países la realidad interna, local, es otra. Además de las declaraciones se recomienda el contar con una carta ética, herramientas metodológicas y procesos de vigilia.

      Ante el cuestionamiento relacionado a que las políticas por América Latina y el Caribe tienen un enfoque demasiado “estatal” y que eso ocasiona su atraso tecnológico con respecto a otras regiones, se incidió que el Proyecto de Declaración de Santo Domingo prevé espacios para la participación del sector privado como generador de cambios dramáticos. A esta reflexión se indicó que si bien es cierta la existencia de estas consideraciones, las mismas parecen estar orientados a otorgar al sector privado el rol de beneficiario de políticas tecnológicas y no como actor principal.

      Se abordó el tema regulatorio, destacándose su importancia no solamente como un mecanismo generador de normas, si no en que las mismas estén engarzadas en determinadas políticas de desarrollo. Por ello, se planteó que uno de los caminos es el desarrollo de Instrumentos de Armonización Normativa.

      Se recuerda que hay iniciativas globales que están en marcha y con las cuales se pueden generar sinergias con los esfuerzos nacionales y locales. Aquí se podrían tomar en cuenta las recomendaciones de incluir las recomendaciones sobre la vinculación con instituciones financieras, la posibilidad de armonizar los compromisos de la OEA con los de WSIS, CLARA, el generar una agenda digital para la región y en cada país, entre otras.

      Tomando en Cuenta la Declaración de Lisboa de la reciente Cumbre de la Sociedad de la Información, se recomienda la necesidad de la OEA de encontrar de manera urgente la forma de financiar sus prioridades, considerando la posibilidad de un compromiso conjunto con entidades como el BID y otras fuentes financiadoras que permitan avanzar programas específicos que aceleren la implementación de varias metas contemple la Declaración de Santo Domingo; enfocar especialmente aquellas actividades que tengan eficiencias significativas desde el punto de vista de bienes públicos regionales con capacidad de economías de escala; poner especial atención, reconocimiento y apoyo a los esfuerzos de que realiza la Unión Europea para el desarrollo de redes avanzadas para la educación e investigación en las Américas, como a través de la Red CLARA. Al respecto, se incidió además en la importancia de apoyar la expansión de esta red a la región del Caribe, lo importante que sería conseguir de los Estados Miembros un compromiso de cada uno para desarrollar una Agenda Digital Nacional para la sociedad basada en el conocimiento. En este marco, la OEA podría medir el progreso comparativo de los países con los indicadores de cada agenda digital y difundir los resultados de manera amplia.

      Se menciona lo importante que sería que órganos financiadores internacionales como el BID incorporen dentro de sus estrategias el apoyar a los Estados Miembros en la implementación de las resoluciones y compromisos adoptados en el marco de la Asamblea General.

      Finalmente, se hizo llegar al foro un mensaje de esperanza y optimismo, relacionado a que algunos de los mandatos fundamentales de la Declaración de Mar del Plata (IV Cumbre de las Américas) pertinentes a este tema, en los que se está avanzando, incluyendo:

      - la importancia de prever acceso a la información científica para todos los ciudadanos;

      - al referirnos a “todos los ciudadanos”, se reconoce la brecha de género, especialmente en las profesiones científicas. Ignorar esta dimensión es bloquear la habilidad de las mujeres a participar en la Sociedad basada en el Conocimiento, que implica aceptar que se está restando a la sociedad de una porción significativa de su fuerza intelectual, contribuyendo a mermar la capacidad científica nacional.

      - la capacidad científica nacional debe ser constituida en cada sociedad a través de la enseñanza en ciencias, tecnología e ingeniería. Reconocer que los expertos nacionales se encuentran en la mejor posición para transferir nuevos conocimientos, incentivar la innovación y llenar las necesidades de nuestros conciudadanos, especialmente a aquellos que practican su profesión.

      - el entendimiento de que el factor ciencia y tecnología, asociado con un factor de autocrítica de la ciencia, es inseparable del proceso de decisión en cualquier institución. La ciencia y tecnología son también esenciales para la gobernabilidad, especialmente por su capacidad para visualizar y cuantificar los efectos socio-económicos de las decisiones de gobierno.