TRIGÉSIMO SEGUNDO PERÍODO ORDINARIO DE SESIONES                 OEA/Ser.P

2 de junio de 2002                                                                                              AG/INF.295/02

Bridgetown, Barbados                                                                                       4 junio 2002

                                                                                                                        Original:  español

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DISCURSO DEL VICEMINISTRO DE ASUNTOS MULTILATERALES DE COLOMBIA,
EMBAJADOR JAIME GIRÓN DUARTE,
SOBRE EL TEMA “LA OEA, LA DEMOCRACIA Y EL COMERCIO”

 


Discurso del Viceministro de Asuntos Multilaterales,

Embajador Jaime Girón Duarte

Asamblea General de la OEA

Barbados, 4 de junio de 2002

 

“La OEA, la democracia y el comercio”

 

 

Señora Presidente:

 

Colombia siempre ha observado una conducta de irrestricta adhesión y respeto a los principios democráticos, lo cual quedó demostrado con nuestra contribución a la preparación y entrada en vigor de la Carta Democrática Interamericana, que refuerza  los instrumentos existentes en la OEA para la defensa de la democracia representativa. 

 

Como lo expresara el Embajador de la Calle esta mañana, la aprobación de la Carta Democrática Interamericana es un hecho importante en el devenir de nuestro hemisferio. Aún cuando su propósito final es la formación de una cultura democrática por la vía de la promoción de sus valores, los efectos que tiene sobre la vida de los individuos se relacionan con el compromiso y la adopción de mecanismos para solidificar los derechos humanos y las libertades fundamentales; en lo institucional, la preservación del estado de derecho y el ejercicio efectivo de la democracia como forma de gobierno. Finalmente, deberá servir como nuevo acicate para continuar en la tarea de obtener el desarrollo económico con equidad.

 

A través del fortalecimiento de las libertades y sistemas legales, y de la libertad de comercio, podrá la región insertarse en igualdad de condiciones al proceso de globalización, de manera que los beneficios producidos por ésta se repartan de manera justa, regulada y equitativa. 

 

La democracia representativa ha demostrado ser un elemento favorable para la construcción de economías modernas, toda vez que ofrece libertades para el desarrollo de estrategias enmarcadas en la internacionalización de las economías y los mercados. 

 

En ese sentido, la región ha identificado la importancia del comercio como motor de crecimiento y desarrollo para nuestros países.  Sin embargo, para que nuestros pueblos puedan beneficiarse verdaderamente de un comercio abierto, es preciso que el mismo tenga lugar en un contexto transparente, con reglas de juego claras, equitativas y que beneficien a todas las partes implicadas. 

 

La Agenda de la Cumbre de las Américas promueve, en el marco de la OEA, el comercio como parte de una estrategia integral que busca que nuestros pueblos sean partícipes de los beneficios de la globalización, utilizándolo como motor para el crecimiento progresivo y sostenible de nuestras economías.  El logro del desarrollo económico permitirá reforzar las democracias de nuestros países, fortalecer las libertades, alentar los procesos de reforma económica y por tanto, reducir las inequidades que alimentan la desestabilización política de muchas de nuestras Naciones.  

 

Compartimos la importancia que tiene para nuestra región el proceso de negociación y, finalmente, la consolidación del Area de Libre Comercio de las Américas, ALCA.  

 

Es claro que la consolidación del Area de Libre Comercio de las Américas genera retos para todos nuestros países. Colombia no es la excepción, pues los resultados de esas negociaciones, así como los de la nueva ronda de negociaciones multilaterales de la OMC, inevitablemente afectarán las estructuras productivas del país. 

 

Con el fin de maximizar los resultados de las negociaciones comerciales, también estamos reforzando reglas y normas que brinden una mayor certidumbre a los inversionistas y operadores comerciales, nacionales e internacionales, mediante el desarrollo de estrategias que, además de contribuír a la lucha contra la corrupción, generen un ambiente propicio para una exitosa gestión empresarial.

 

PL06055S01

 
Reconocemos debilidades en áreas como la competitividad, la propiedad intelectual, la inversión, las compras estatales y los servicios, entre otras, que seguramente afectan a otras Naciones del hemisferio y que, estimamos deben ser objeto de una cuidadosa consideración que conlleve a la definición y ejecución de un esfuerzo de cooperación interamericana que nos permita mirar con mayor optimismo el reto que implica formar parte del ALCA y contemple los altos costos políticos y sociales que estamos dispuestos a asumir en aras de altos ideales como los de la integración y el libre comercio, en la esperanza de obtener para nuestros pueblos una mejor calidad de vida y un desarrollo económico sostenible y sostenido.

 

Finalmente, valdría la pena destacar la necesidad de vincular la democracia y la gobernabilidad a nivel internacional con el tema del comercio. Muchas veces se exige a los países en desarrollo fortalecer sus democracias al tiempo que se les demanda acelerar la internacionalización de sus economías y la apertura de sus mercados. Estos requerimientos deberían formularse igualmente a los países desarrollados, especialmente en lo que se refiere a subsidios, libre acceso a los mercados, y eliminación de barreras arancelarias y para-arancelarias al comercio.

 

Sólo así es posible forjar una comunidad Americana solidaria y próspera.  La responsabilidad de lograrlo está en manos de todos los Estados Americanos.