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XXXI Conferencia General de UNESCO, París

La Conferencia General de UNESCO adoptó en París la Declaración Universal sobre Diversidad Cultural. Esta Declaración reafirma la convicción de los Estados miembros de que el diálogo intercultural es la mejor manera para garantizar la paz, rechazando la idea de que los conflictos entre culturas y civilizaciones son inevitables. Es la primera vez que la comunidad internacional se compromete con un instrumento complejo de estándares, elevando la diversidad cultural al rango de patrimonio común de la humanidad y hace de su protección un imperativo ético inseparable del respeto por la dignidad humana. La Declaración Universal sobre Diversidad Cultural, junto con sus lineamientos principales y el Plan de Acción, constituye un instrumento determinante para humanizar la globalización.