Discursos

FLORENTÍN MELÉNDEZ, PRESIDENTE DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
PRESENTACION DEL PRESIDENTE DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS FLORENTÍN MELÉNDEZ ANTE LA ASAMBLEA GENERAL DE LA OEA

5 de junio de 2007 - Panamá


Señor Presidente, Señores Jefes de Delegación, Señor Secretario General, Señor Secretario General Adjunto, señoras y señores. Tengo el honor de dirigirme a ustedes para presentar el informe anual de la Comisión Interamericana correspondiente al año 2006. Me referiré en esta ocasión a la situación de los derechos humanos en el Hemisferio, a las actividades más relevantes realizadas por la Comisión, y a los logros y desafíos pendientes en la región.

Situación general de los derechos humanos en el año 2006

La Comisión constató avances en derechos humanos en la región. Por ejemplo, el compromiso expresado por la Presidenta de Chile de cumplir la Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ordena la no aplicación de la Ley de Amnistía en las violaciones cometidas durante la dictadura militar; la aprobación de la Ley de Violencia Doméstica y Familiar contra la Mujer en Brasil, adoptada en atención a las recomendaciones de la Comisión; la ratificación de tratados sobre derechos humanos del sistema interamericano por Argentina, Bolivia, Ecuador, República Dominicana y Venezuela; y la aplicación de la jurisprudencia interamericana por tribunales de varios países, entre ellos, la Corte Suprema de Justicia de Argentina, y los Tribunales Constitucionales de Colombia, Ecuador y Perú, entre otros importantes avances.

No obstante, durante dicho período persistieron situaciones preocupantes y graves violaciones de derechos humanos que fueron objeto de nuestra atención, y que se manifestaron, fundamentalmente: en la inseguridad ciudadana y en la falta de protección a las víctimas; en la fragilidad de los sistemas judiciales y en la falta de acceso efectivo a la justicia; en la falta de independencia e imparcialidad judicial; en la impunidad; en la inequidad y la exclusión social; y en el lento proceso de consolidación democrática y del Estado de Derecho. La CIDH recibió información sobre casos de torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes; violencia y hacinamiento en las cárceles; uso excesivo y desproporcionado de la fuerza pública; amenazas y hostigamientos de defensores de derechos humanos; discriminación por motivos étnicos y raciales; y desigualdad en el acceso a los derechos económicos y sociales, resultando particularmente afectados, mujeres y niños, pueblos indígenas, afrodescendientes, migrantes, y personas con discapacidades.

Actividades de la Comisión Interamericana

En el año 2006 la Comisión celebró tres períodos de sesiones: dos de ellos en la sede, y el tercero en la ciudad de Guatemala, gracias a la invitación del Gobierno guatemalteco.

La Comisión brindó cooperación técnica a los Estados. Por ejemplo, continuó apoyando el proceso de preparación de los proyectos de la Convención Interamericana contra el Racismo y toda Forma de Discriminación e Intolerancia y de la Declaración Americana sobre Derechos de los Pueblos Indígenas. Asimismo, concluyó la consulta regional para la preparación del Proyecto de “Declaración de Principios sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas”; y participó en varios eventos regionales contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, y en materia penitenciaria, entre otras actividades de asesoramiento y cooperación.

Preparó y publicó los siguientes informes: “La situación de las Defensoras y Defensores de Derechos Humanos en las Américas”; “Haití: Justicia Frustrada o Estado de Derecho? Desafíos para Haití y la comunidad internacional”; y el informe “Las Mujeres frente a la violencia y la discriminación derivadas del conflicto armado en Colombia.”

La Comisión aprobó algunas reformas a los procedimientos de trabajo a fin de lograr una mayor eficiencia, transparencia y publicidad de sus actividades. En efecto, adoptó una Directiva para la selección de los Relatores Temáticos; y por primera vez en su historia, las Audiencias se transmitieron por Internet en la página web de la OEA. Asimismo, y tomando en cuenta las experiencias surgidas en los últimos seis años de vigencia de las reformas del Reglamento del año 2001, realizó algunos ajustes puntuales al Reglamento con el objeto, de una parte, de dotar de mayor agilidad el trámite de aquellos casos que por su naturaleza lo requieren, respetando siempre el principio de igualdad de armas; y de otra, dar mayor difusión y transparencia a los procedimientos, garantizándose como principio general la publicidad de las Audiencias. La Comisión será siempre receptiva a las opiniones y recomendaciones de los Estados y la sociedad civil para mejorar sus procedimientos y actividades.

Quiero destacar que gracias a la cooperación externa, la CIDH ha puesto en funcionamiento un mecanismo interno que busca resolver los retrasos en el procesamiento de las peticiones individuales.

La Comisión también realizó visitas de trabajo a Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Guatemala, Haití, Paraguay, Perú y República Dominicana, por lo que agradecemos las invitaciones de los gobiernos y la cooperación brindada durante las visitas.

En este contexto, aprovecho para solicitar a ustedes que manifiesten en el marco de esta Asamblea General la voluntad política de sus ilustrados Gobiernos a fin de permitir que la Comisión pueda visitar sus países; por lo tanto, les pido formulen una “invitación abierta y permanente” a la Comisión Interamericana para que pueda realizar visitas sin condicionamientos, ya sea por medio de los Relatores Temáticos o Relatores de Países, o a través de visitas in loco de la Comisión, tal como hasta ahora lo han permitido México, Brasil, Argentina, Colombia y Guatemala, a cuyos Gobiernos agradecemos por su invitación abierta y por su cooperación.

Decisiones de la Comisión Interamericana

En el año 2006, la Comisión recibió 1325 denuncias individuales; aprobó 148 informes sobre peticiones individuales; conoció y decidió la primera petición interestatal, aplicando los procedimientos vigentes; facilitó múltiples procedimientos de solución amistosa, tanto en la sede como durante las visitas de trabajo realizadas en los países; otorgó 37 medidas cautelares, y solicitó 9 medidas provisionales; sometió 14 nuevas demandas, y continuó con el litigio internacional ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Quiero recordar que la fortaleza del sistema interamericano depende del cumplimiento efectivo de las recomendaciones de la Comisión, de las sentencias de la Corte, y de las medidas urgentes de protección, las cuales son jurídica, política y moralmente vinculantes. Es de hacer notar que varios Estados han dado cumplimiento a las recomendaciones de la Comisión de manera total o parcial, pero hay muchas recomendaciones incumplidas, lo cual constituye un desafío prioritario en la región, que podría ser superado si los Estados, de manera creativa y con voluntad política, adoptan mecanismos o procedimientos legales que faciliten el cumplimiento de las recomendaciones y sentencias del sistema interamericano, ya sea en materia de aplicación de la justicia, reparación de víctimas o respecto de medidas de no repetición de violaciones de derechos humanos.

Estado de ratificación de los tratados sobre derechos humanos

Lograr la universalización de los tratados de derechos humanos es también un desafío pendiente. Al finalizar el 2006 se habían producido 119 actos de ratificación, de 245 que implica la plena universalización, lo cual indica que están pendientes 126 actos de ratificación, lo que equivale al 51 %. Varios Estados no han puesto en vigor ninguno de los tratados de derechos humanos, lo cual es preocupante pues denota que después de décadas no se han podido o querido remover los obstáculos que pudieran existir para viabilizar su vigencia. Al año 2006 sólo cinco Estados habían ratificado el 100% de los tratados (Costa Rica, Panamá, Ecuador, Paraguay y Uruguay); y ocho Estados habían ratificado seis de los siete tratados (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Guatemala, México, Perú y Venezuela). Expreso, por lo tanto, nuestro reconocimiento a estos Estados por su contribución al proceso de universalización de las normas de derechos humanos.

Presupuesto de la CIDH

Para que la Comisión responda con eficacia a su mandato, es urgente un aumento a su presupuesto regular, de tal forma que los montos asignados correspondan a las necesidades reales de la Comisión. La legitimidad del sistema y el reconocimiento de su relevante rol se traducen en un aumento de denuncias, mandatos y funciones. Sin embargo, la capacidad de la Comisión de cumplir con sus obligaciones requiere un compromiso equivalente por parte de los Estados a fin de garantizar, entre otros aspectos, el aumento del personal de la Secretaría Ejecutiva, y una mayor presencia de los Comisionados en la Sede y en el terreno. Hasta ahora la Comisión ha respondido a la creciente demanda gracias a la cooperación de organismos internacionales y de varios Gobiernos europeos y de la región, a los cuales agradecemos profundamente. No obstante, consideramos que es la OEA la que debe sufragar los gastos regulares de la Comisión y no la cooperación externa.

Desarrollo de los Derechos Humanos

La Comisión decidió incluir en su Informe Anual un capítulo sobre la situación de los derechos humanos de los Estados Miembros que han sido objeto de especial atención durante el año 2006. En dicho capitulo decidió incluir a: Colombia, Cuba, Haití y Venezuela.

Colombia. La Comisión, conciente de la compleja situación que enfrenta el país y de las consecuencias del conflicto armado para la población civil, reconoció los esfuerzos del Estado y de la sociedad por lograr la pacificación y la disminución de violaciones a los derechos humanos. No obstante, observó obstáculos en el proceso de desmovilización de los actores armados y en la aplicación de su marco legal. La Comisión manifestó su preocupación por la falta de esclarecimiento de la mayoría de masacres, desapariciones y amenazas a defensores de derechos humanos y líderes sociales. El año 2006 marca la culminación de la fase de desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y se enfrenta al desafío de lograr resultados concretos en la desarticulación del paramilitarismo, y en el juzgamiento de los autores de los crímenes perpetrados. La Comisión resaltó la necesidad de emplear mecanismos efectivos de negociación para terminar con la violencia, y recordó que el respeto de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación integral para las víctimas son cruciales para alcanzar una paz duradera.

Cuba. La Comisión recibió información sobre las precarias condiciones de las personas privadas de libertad por ser disidentes al gobierno, y sobre los actos de repudio contra opositores políticos, situaciones que se agravaron por la falta de independencia judicial. Las restricciones a los derechos políticos y a la libertad de expresión han conformado durante décadas una situación de vulneración sistemática de las libertades fundamentales. La CIDH reiteró que la falta de elecciones libres, democráticas y pluralistas, basadas en el sufragio universal y secreto, vulnera la participación política democrática. Al mismo tiempo, señaló una vez más el impacto negativo de las sanciones económicas impuestas a la población; reiteró la necesidad de poner fin de inmediato al embargo económico, comercial y financiero que le ha sido impuesto desde hace más de 40 años; y reconoció que, a pesar de estas serias limitaciones, se registraron importantes avances en materia de desarrollo humano, educación primaria universal, igualdad de género y salud para sus habitantes.

Haití. La Comisión reconoció los esfuerzos del Estado para crear un clima favorable en el proceso electoral de principios de 2006. Al mismo tiempo, la CIDH lamentó en su informe la falta de protección y garantías fundamentales de la población observada durante el año, lo cual afectó especialmente a mujeres, niños, defensores de derechos humanos y periodistas. Expresó su preocupación por el deterioro de la situación de seguridad y los altos niveles de violencia, que se vio agravada desde mediados de 2006 por la proliferación de bandas armadas en varias partes del territorio, sumadas al clima de impunidad imperante en el país y a la incapacidad de las fuerzas policiales de responder a este fenómeno. La Comisión reiteró que el logro de una paz duradera exige que el Estado, en cooperación con la población y con el respaldo de la comunidad internacional, promueva un diálogo constructivo para lograr un consenso nacional; adopte medidas firmes y efectivas para el desarme y para poner fin a la impunidad; y fortalezca, en consecuencia, las instancias de investigación del delito y de la administración de justicia. La Comisión valora las iniciativas de las actuales autoridades haitianas para buscar soluciones a los problemas existentes.

Venezuela. En el año 2006 la Comisión constató la significativa y pacífica participación de la ciudadanía venezolana en las elecciones presidenciales. Asimismo, expresó su preocupación por la falta de concreción del Gobierno de Venezuela para permitir visitas de la Comisión, a fin de cumplir con su mandato. Continuó preocupada por la inseguridad ciudadana; por la falta de independencia judicial; y por la precaria situación de las personas privadas de libertad y los altos niveles de violencia carcelaria. La Comisión fue informada de hechos que afectaron la libertad de expresión, que incluyeron asesinatos, actos de agresión, aumento de procesos penales contra periodistas, y acciones que podrían configurar restricciones indirectas a la libertad de expresión, según las cuales, altas autoridades de Gobierno anunciaron la revisión de la concesión de medios de comunicación por motivos que podrían incluir su línea informativa.

Para concluir, quisiera resaltar que la cooperación y el cumplimiento de los Estados es crucial para asegurar la legitimidad y efectividad del sistema interamericano, por lo que consideramos necesario profundizar el diálogo con los Estados, pero también con la sociedad civil, de tal manera que nos permita, juntos, fortalecer el sistema, y con ello, la democracia y el Estado de Derecho. Quiero expresar, por lo tanto, nuestra gratitud por la colaboración y la confianza que los Estados y las organizaciones no gubernamentales nos brindaron durante el año 2006. Aprovecho la oportunidad para exhortar vehementemente a los Estados a hacer todos los esfuerzos posibles para cumplir fielmente sus compromisos y obligaciones que en materia de derechos humanos han adquirido en el seno de la Organización; fortalecer el diálogo constructivo con la Comisión; y asegurar la participación de la sociedad civil en sus actividades.

Finalmente, deseo agradecer al personal de la Secretaría Ejecutiva por su valioso trabajo; y al Secretario General Señor José Miguel Insulza, por reconocer el valor de la autonomía e independencia de la Comisión; por requerir de los Estados el cumplimiento de nuestras recomendaciones; y por apoyar la gestión de aumento presupuestario, todo lo cual es necesario para cumplir eficazmente nuestro mandato que en definitiva favorece a las víctimas que han acudido a la Comisión reclamando justicia internacional por violación a sus derechos. Esta es la razón de ser del sistema interamericano de derechos humanos, brindar amparo a los que no han encontrado justicia en sus propios países. Por ello estamos comprometidos y dispuestos a trabajar junto a los Estados y a la sociedad civil, para garantizar el pleno respeto a la dignidad humana y a los derechos y libertades fundamentales, y para lograr la justicia en las Américas.

Muchas gracias.