Resoluciones Asamblea General


PRESENTACION DEL SR. DAVID R. BEALL, SECRETARIO EJECUTIVO
DE LA COMISION INTERAMERICANA PARA EL CONTROL ABUSO DE DROGAS (CICAD)

Rionegro, Antoquia, Colombia
Marzo 21-23, 2001 

Muy buenas tardes. Estoy aquí como representante de la CICAD – la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas.

Señores y Señoras, no nos enfrentamos con un "problema" de drogas. No es un obstáculo, un punto de resistencia a ser solucionado, no es un paso muerto, indiferente.

Tampoco es un flagelo. No es una enfermedad del cielo, mucho menos del infierno.

No, la droga no es lo que nos gusta decir, no es como lo que se acostumbra caracterizarlo.

Y sobre todo, no es un ente por sí sólo.

La droga está relacionada íntimamente, familiarmente, con todo lo que estamos oyendo en esta conferencia:

Donde estamos ahora?

Somos todos testigos del grado de cambio en la filosofía de "combate" contra las drogas en los últimos diez años.

Si recuerdan un poco, todo era:

Pero nuestra visión, nuestro concepto cambió y cambió por completo en muy pocos años. Entendemos como naciones y como hemisferio que la droga es:

El porqué:

Es importante saber exactamente porqué este cambio tomó lugar: la experiencia que sufrió cada país. Ahora todos están conscientes de que la droga no se limita a países industrializados –o no industrializados; o a los ricos o a los pobres; o en las ciudades o en el campo.

La actitud de los países se volcó y en vez de recriminaciones mutuas aparecieron negociaciones multilaterales dentro del Sistema Interamericano:

En fin, en un nuevo siglo se puede ver una reacción realista, concertada y de igual participación. Es inédito, pero no es el único ejemplo. La Estrategia Antidrogas en el Hemisferio, negociado por los países de la OEA en cumplimiento de un mandato de la Primera Cumbre de las Américas y de cierta manera antecesora lógica del Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM), estableció una base intelectual para el MEM:

  1. Reconoció por primera vez (octubre de 1996) abiertamente y por escrito el principio de "responsabilidad compartida", efectivamente haciendo de la droga una tarea de todos.
  2. Aceptación formal de la idea de balance entre la oferta y la demanda.
  3. Inclusión formal de alcohol y tabaco como parte de la estrategia.

Entonces dónde estamos?

Abriendo este siglo nuevo, el MEM representa, intelectualmente, políticamente, operativamente un ente integral que responde a un enemigo transnacional. Y es original, con los elementos de transparencia operativa y participación igual para todos los que produjeron –conceptualmente y efectivamente-- evaluaciones verdaderamente multilateral de naturaleza y relevantes.

El MEM no es loable por ser multilateral en vez de bilateral o unilateral. Es realista –enfrentando la droga es a fondo igual a encarar algo transnacional con respuesta que también es transnacional.

Es más, al inicio de este nuevo siglo, a través de avances como la Estrategia y el MEM, estamos ya preparados para aceptar una idea que de cierta manera no nos gustó: la droga no es un flagelo. No es algo ajeno a nosotros. No es otra cosa que nosotros. Las drogas no son el problema, sino nosotros. Es un problema del ser humano. Es un problema de ser humano.

Al final es un problema de nuestro comportamiento como individuos, como comunidades y como naciones.

Estamos frente al comportamiento humano en una época de cambios causados por el consumo indebido de sustancias ilícitas y no ilícitas.

Es un consumo que, o por su naturaleza química o su volumen nos altera, a veces transitoriamente, a veces permanentemente. Y en esta alteración se produce cambios en nuestro comportamiento. Nunca antes hemos tenido acceso tan fácil a este poder, profundo pero hasta el momento no muy bien entendido.

Pero esto también está cambiando y éste va a ser el siglo en que la humanidad descubra más sobre lo que es su propia esencia humana y material --y como los dos se interrelacionan-- que en toda la historia hasta ahora.

En lo que es la droga también figura la ciencia. Durante los años venideros y son muy próximos –entrarán al "mercado"— nuevas sustancias con nuevos efectos. Algunos serán letales –pero no necesariamente obvios.

Soy optimista, creo que nuestro conocimiento de exactamente como funcionamos va a guiarnos en como mejor tratar lo que es al fin una alternativa neurobiológica de existencia.

Estamos frente a algo que es alarmante, a veces atrayente y sin duda alguna con poderes no bien entendidos. El precio de la droga no radica en la compra. Más bien radica en lo que pagamos como individuos, familias y naciones. Y estamos aprendiendo mucho. Contaremos –en este nuevo siglo— con mucho más respaldo político y científico que el que tuvimos en cualquier momento anterior. No va a ser nada fácil. Pero es bien posible. Y no va a ser como hoy pero más –va a ser diferente.

Y creo que puedo decirles esto, no por ser optimista por tendencia no, les digo esto basado en el progreso que hemos hecho y está por salir.