La organización sin fines de lucro Dunna ha proporcionado clases de yoga a excombatientes, mismos que quizá estuvieron en el mismo combate, pero participando en distintos grupos. Al pasar tres meses de sesiones, el espacio donde practicaban yoga pasó de ser un espacio en el que había rencor, miedo, y recuerdos de los conflictos vividos entre los participantes, a un lugar de paz. Amistades entre excombatientes de las FARC, las AUC y el ELN nacieron, se redujo el estrés postraumático, y afirman que gracias a ese programa han vuelto a dormir sin pesadillas.