La trata de personas es un delito que actualmente afecta a todos los países de Latinoamérica y a todos los países del mundo. En las respuestas nacionales y regionales intervienen coaliciones de la sociedad civil, mesas intersectoriales y acciones de organizaciones internacionales, como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). A pesar de la crisis financiera global, en Latinoamérica hay un compromiso fuerte de luchar contra la trata de personas, y se notan acciones en muchos sectores. Es un delito que tiene un im- pacto importante en personas vulnerables, personas que se encuentran en una situación de fragilidad que las pone en riesgo frente al engaño y las acciones de captación de los grupos criminales. Existe también una conexión importante entre la trata y las migraciones porque los y las tratantes típicamente trasladan a sus víctimas dentro del mismo país o hacia otros países; este desarraigo es un elemento importante que ayuda a los grupos criminales en su coacción y control de las víctimas de trata durante la etapa de explotación. En la región hay nuevos esfuerzos para identificar y asistir a víctimas de explotación laboral, incluyendo hombres y mujeres adultos, y niñas, niños y adolescentes.