La Sección de Desarme y No Proliferación de Armas de Destrucción Masiva, asiste a los Estados Miembros de la OEA para que se abstengan de suministrar cualquier tipo de apoyo a los actores no estatales que traten de desarrollar, adquirir, fabricar, poseer, transportar, transferir o emplear armas nucleares, químicas, biológicas y sus sistemas vectores, a través de la efectiva implementación de las obligaciones enunciadas en la resolución 1540 (2004) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otros mandatos.

La Sección forma parte de la Secretaría Ejecutiva del Comité Interamericano de Contra el Terrorismo (CICTE), que a su vez está ubicado dentro de la Secretaría de Seguridad Multidimensional.

El Comité 1540, perteneciente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, subraya la importancia de las organizaciones regionales en la aplicación eficaz de esta resolución en todos los Estados Miembros.

En julio de 2017, con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, se estableció en el CICTE el cargo de Coordinador Hemisférico para implementar la resolución en la región, mediante un convenio entre la OEA-CICTE y la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos de Desarme (UNODA). Hasta la fecha, esta coordinación se mantiene activa, promoviendo una región más segura y libre de armas de destrucción masiva.

Mediante la Orden Ejecutiva No. 24 de la Secretaría General, la Sección de Desarme y No Proliferación:

  • Apoya a los Estados miembros en el diseño, desarrollo, implementación y seguimiento de legislación y/o políticas, estrategias y planes de acción nacionales para prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva (químicas, biológicas, radiológicas y/o nucleares) y su financiación, de conformidad con la resolución 1540 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otros mandatos pertinentes.
  • Apoya a los Estados miembros en el fortalecimiento de sus capacidades nacionales para hacer cumplir los controles comerciales estratégicos, y prevenir y contrarrestar la proliferación de armas de destrucción masiva y su financiación a través de diversas iniciativas.
  • Facilita la cooperación, la coordinación y el intercambio de información entre las autoridades nacionales, el sector privado, la sociedad civil y la academia a nivel nacional, regional e internacional, y promueve una mayor conciencia sobre las amenazas de armas de destrucción masiva existentes y en evolución.




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