La Oficina de la Secretaría de la Asamblea General, de la Reunión de Consulta, del Consejo Permanente y de los órganos Subsidiarios (OSAG) es una de las tres áreas que dependen de la Oficina del Secretario General Adjunto que tiene dentro de sus funciones principales el asesorar, orientar y apoyar continuamente a las autoridades electas de los órganos políticos en la consideración de los temas de su interés, competencia y prioridad; proporcionando estructura, conocimientos y experiencia para facilitar la celebración de sesiones de diálogo y negociación entre los Estados Miembros, con miras a impulsar la toma de decisiones.
La OSAG está compuesta por un calificado equipo profesional y administrativo, de carácter interdisciplinario y extensa experiencia laboral, que se encuentra comprometido con los valores y principios que promueve la OEA. El equipo humano de la OSAG tiene como prioridad el servicio a los Estados Miembros y a la Secretaría General, a través de la asesoría que presta en aspectos políticos y procedimentales, con un comprobado manejo profesional de información de alta sensibilidad y una gestión oportuna y eficiente de sus asignaciones y proyectos.
Áreas estratégicas para lograr nuestra misión
Asesorar sobre los procedimientos parlamentarios, antecedentes y situación actual de los temas, así como proponer estrategias para contribuir al ciclo de seguimiento de la implementación y proposición de mandatos.
Presentar a las autoridades pertinentes, la información institucional relevante que pueda contribuir a la toma de decisiones. Se asegura de que quede un registro de las decisiones.
- Integridad en el Conocimiento
Garantizar el manejo homogéneo de la información, las prioridades, la normativa vigente, los procedimientos parlamentarios y los procesos internos de la Organización.
Contribuir con acciones constructivas, manteniendo un ambiente de respeto, compromiso, lealtad, colaboración y evolución, en el marco de las funciones y responsabilidades profesionales.
- Fluidez en la comunicación
Contribuir al flujo, mantenimiento y fortalecimiento de la comunicación, misma que debe ser dinámica, profesional y asertiva, como un aporte al desarrollo de las funciones de los órganos Políticos.