En el mundo acelerado de hoy en día, caracterizado por constantes cambios sociales, políticos y tecnológicos, la importancia de mantenerse bien informado es más crucial que nunca. Los desafíos que emanan de las campañas de desinformación alimentadas por Internet han contribuido de muchas maneras a la erosión de las normas y prácticas sociales establecidas que son fundamentales para mantener sociedades equilibradas en las que el respeto por el Estado de derecho, los derechos humanos y los valores democráticos se mantengan arraigados.
En los últimos años, hemos sido testigos de desafíos preocupantes a las normas y prácticas democráticas en las Américas. Muchos han citado el declive de la educación cívica en nuestras escuelas como uno de los factores que contribuyen a este fenómeno. Por lo tanto, es importante promover una cultura de participación en el proceso democrático en nuestras escuelas para que nuestros jóvenes estén equipados con el conocimiento, las habilidades y los valores necesarios para ser ciudadanos informados, comprometidos y responsables. Existe el imperativo de empoderar a las personas para que participen activamente en la configuración del futuro de sus comunidades, países y, por extensión, del mundo que desean.
Para ello, debemos fomentar una cultura que, entre otras cosas, se oriente hacia lo siguiente: promover y facilitar una ciudadanía informada; el fortalecimiento de la transparencia y la rendición de cuentas; el fomento de la ciudadanía activa; el apoyo a la alfabetización digital; fomentar un discurso saludable sobre los desafíos contemporáneos; prevenir el ascenso del autoritarismo; y la promoción de la cohesión social.
Siguiendo la línea de trabajo establecida en su metodología por las autoridades de la CIE y construyendo sobre la base de los contextos actuales, los resultados logrados y las lecciones aprendidas que se proponen son:
1. Crear un centro de Educación para la Participación Democrática en las Américas
Una plataforma virtual (Hub) regional para el diálogo, el análisis y la difusión de información sobre políticas y programas de Educación para la Participación Democrática.
2. Diseñar e impartir formación a los docentes en materia de educación para el fortalecimiento de la participación democrática y la integración regional.
Diseñado para impartir y desarrollar un plan de estudios que fortalezca la educación para la participación democrática mediante la formación de responsables políticos, docentes y formadores de docentes para fomentar y profundizar el discurso democrático en las aulas.
3. Desarrollo de un modelo de currículo para fomentar la participación democrática de los jóvenes y la integración regional a través de las escuelas.
La elaboración de planes de estudios modelo sólidos permite implementar y promover iniciativas multilaterales para fomentar el intercambio de conocimientos, las buenas prácticas y la cooperación técnica para desarrollar y fortalecer las capacidades de los Estados Miembros. Una vez desarrollados, estos currículos podrían adaptarse a las necesidades de cada país en el marco de la Agenda Educativa Interamericana (IEA).
4. Implementar un programa de participación estudiantil para la participación democrática
A partir de la experiencia y aprendizajes de “Parlamento Juvenil Mercosur” con la “Escuela que Queremos”. Reconociendo la importancia de que los sistemas educativos proporcionen a los jóvenes las herramientas y los espacios de participación democrática para convertirse en ciudadanos más informados y activos en el futuro, esta propuesta.
*Las actividades que se llevarán a cabo durante el primer año de este programa se realizan con la generosa contribución de la Misión Permanente de los Estados Unidos ante la OEA.