Estrategia Nacional de Seguridad Pública

No se cuenta con indicadores

En México, la seguridad se entiende como un derecho fundamental, y las estrategias de protección a la ciudadanía han evolucionado hacia un enfoque centrado en la prevención del delito y la protección integral de las personas. En ese sentido la Estrategia Nacional de Seguridad Pública se basa en el uso de la inteligencia, no de la fuerza, como herramienta principal para combatir la delincuencia. La prioridad es capturar a los generadores de violencia de manera legal y con respeto a los derechos humanos, sin poner en riesgo a la población civil. Este enfoque no busca el control mediante la vigilancia indiscriminada ni la represión; al contrario, la inteligencia se emplea para desarticular las estructuras criminales y reducir la violencia en el país. De este modo, la seguridad en México no se sostiene sobre el temor, sino sobre la estrategia, la justicia y la prevención. Con esta visión, el gobierno mexicano reafirma su compromiso de construir un entorno donde los ciudadanos puedan vivir y desarrollarse sin miedo, sabiendo que el combate al crimen se realiza dentro del marco de la ley, priorizando siempre su protección y bienestar.

Los retos y desafíos se incluyen en la sección de principales resultados.

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