El aula es el centro de aprendizaje de habilidades cognitivas y socioemocionales por excelencia. La falta de habilidades cognitivas se refleja en un pobre rendimiento académico, mientras que la baja en habilidades socioemocionales representa problemas de convivencia y malestar en el aula, lo que atenta contra el clima en el aula.
Cuando hablamos de habilidades socioemocionales nos referimos a la empatía, la solidaridad, el valor del esfuerzo y la perseverancia, la responsabilidad, la autodisciplina, la comunicación, el manejo de la frustración o el enojo, entre otras. Habilidades demasiado importantes como para no prestarles atención.
Un déficit en el desarrollo de las competencias socioemocionales va a traer aparejados problemas de relación, como la falta de respeto, poca escucha, falta de límites, poco compromiso, entre otras, lo que claramente repercute en el clima del aula. Por lo tanto, resulta imperioso que las escuelas trabajen de manera integral, prestándole atención no solo a lo cognitivo, sino también a las habilidades socioemocionales, que serán clave en el ámbito escolar pero también personal.
La autora del artículo comparte estrategias para trabajar las habilidades socioemocionales y maneras para abordar el trabajo socioemocional.