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Washington, D.C. - En el marco del Día Internacional de las Naciones
Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, que se celebra el 26 de junio,
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hace un llamado para
que los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA)
erradiquen los actos de tortura, en particular aquellos dirigidos en contra
de personas privadas de libertad.
La CIDH ha señalado que son muchos los casos y circunstancias en los que
las personas privadas de libertad pueden sufrir violaciones a su derecho a
la integridad personal. Sin embargo, a través de los años y mediante sus
distintos mecanismos, la Comisión advierte que la mayoría de los actos de
tortura y malos tratos cometidos contra las personas bajo custodia del
Estado ocurren durante el arresto y las primeras horas o días de la
detención. Este patrón ha sido analizado, tanto por la Comisión y la Corte
Interamericana, como por los distintos mecanismos de protección de Naciones
Unidas. En este contexto, y como medida de prevención, la CIDH subraya que
los Estados deben asegurar que en el entrenamiento de agentes de custodia se
ponga especial énfasis en la prohibición del empleo de la tortura y de otros
tratos crueles, inhumanos y degradantes.
La CIDH reitera a los Estados la prohibición absoluta de la tortura,
tanto física como psicológica. Esta prohibición no puede ser derogada y no
admite excepciones de ningún tipo, aún en situaciones de guerra, lucha
contra el terrorismo o estados de emergencia o calamidades públicas. Tanto
la Comisión como la Corte Interamericana han establecido que en casos de
tortura o en cualquier situación donde haya una razón fundada para creer que
se cometió, una reparación integral exige que los Estados realicen una
investigación de oficio con la debida diligencia, en forma seria, imparcial
y exhaustiva. Asimismo, las medidas de reparación respectivas deben brindar
atención adecuada a los padecimientos físicos y psicológicos sufridos por
las víctimas.
“Durante este año, hemos refrendado de manera especial el compromiso que
tiene la Comisión Interamericana con las víctimas de tortura. A partir de
febrero del presente año, el mandato de la Relatoría que encabezo incluye
también la prevención y combate contra este tipo de actos”, indicó el
Relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad y para la
Prevención y Combate contra la Tortura, Comisionado Joel Hernández.
“Las visitas realizadas por mecanismos independientes, nacionales o internacionales, para investigar o documentar la situación en que se encuentran las personas privadas de libertad contribuyen a la prevención de tortura o malos tratos”, señaló la Presidenta de la CIDH, Comisionada Esmeralda Arosemena de Troitiño”. “Por ello, enfatizamos la necesidad de que los Estados de la región fortalezcan su trabajo con estos mecanismos a fin de prevenir la comisión de estos actos, y adopten las medidas necesarias para dar cumplimiento a sus recomendaciones”, agregó.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.
No. 161/19