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Trata de personas en situaciones de conflicto: el mundo debe reforzar la prevención y la rendición de cuentas

29 de julio de 2022

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Washington, D.C. / GINEBRA - En vísperas del Día Mundial contra la Trata de Personas, un grupo de expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas y de la región plantearon su grave preocupación por los riesgos que enfrentan las personas y niñez en situación de desplazamiento de ser víctimas de trata en el contexto de conflictos.

"Las situaciones de conflicto aumentan considerablemente los riesgos de ser víctima de trata de personas. Las mujeres y las niñas, particularmente en situación de desplazamiento, se ven afectadas de manera desproporcionada por la trata de personas con fines de explotación sexual, a menudo combinada con otras formas de explotación, como el matrimonio forzado, el trabajo forzoso y la servidumbre doméstica. La trata de personas es utilizada a menudo como una estrategia y táctica básica de los grupos armados, que contribuye a la continua inestabilidad, conflicto y desplazamiento, obstaculizando los procesos de consolidación y transición a la paz y seguridad, así como para dar soluciones al desplazamiento."

Las personas refugiadas, en situación de desplazamiento interno y de apatridia están en particular riesgo de explotación y son frecuentemente víctimas de ataques y secuestros que resultan en la trata. Las limitaciones continuas a la protección, al reasentamiento y reunificación familiar y políticas migratorias restrictivas, aumentan este riesgo.

Los riesgos de explotación, que ocurren en contextos de conflictos, no son nuevos. Están vinculados y se derivan de las desigualdades estructurales existentes, la discriminación, la violencia basada en el género, la pobreza y las debilidades de los sistemas de protección de la infancia. Tales desigualdades estructurales se exacerban en los períodos anteriores, durante y después de los conflictos, y afectan desproporcionadamente a niñas y niños.

La trata de personas en situaciones de conflicto, incluyendo el involucramiento de actores privados, persiste en contextos de impunidad, y ante la limitación de mecanismos de monitoreo, denuncia e investigaciones y de responsabilidad y rendición de cuentas de las empresas y el aprovechamiento de recursos.

El Consejo de Seguridad reconoce cada vez más los vínculos que existen entre las actividades de los grupos armados y el tráfico de personas, que afectan en particular a niñas y niños, que resultan víctimas de violencia sexual en el contexto de conflictos. Sin embargo, a pesar de este reconocimiento, la rendición de cuentas por la trata relacionada con el conflicto y para cualquier propósito de explotación sigue siendo limitada y las medidas de prevención, ineficientes.

La trata de niñas y niños está estrechamente vinculada a las graves violaciones en situaciones de conflicto armado, tales como, el reclutamiento y el secuestro de niñas y niños, ataques contra escuelas y hospitales y violencia sexual. Sin embargo, las niñas y niños, víctimas de la trata en situaciones de conflicto rara vez reciben la asistencia, protección, cuidado y rehabilitación a las que tienen derecho. La negación a brindar asistencia humanitaria aumenta la situación de desprotección de esta población.

Sin la identificación temprana de las víctimas de la trata y la derivación para asistencia y protección, estas siguen sin apoyo y expuestas a riesgos adicionales, tales como la desaparición forzada o más explotación.

Las personas expertas acogen con satisfacción la atención prestada a la trata en algunas situaciones de conflicto, pero instan a la comunidad internacional a que realice más acciones para prevenir la trata en todos los conflictos y proteger a las víctimas. "Hemos visto lo que se puede lograr a través de una acción coordinada y una voluntad política para prevenir el trafico de personas en situaciones de conflicto armado.

Las respuestas a los riesgos de la trata de personas deben estar centradas en las victimas y deben ser inclusivas según edad, género y condiciones discapacidad. Las Organizaciones No Gubernamentales , personas defensoras de derechos humanos y abogadas que ayudan a las víctimas de tráfico y personas en riesgo de tráfico deben ser apoyadas y protegidas en el ejercicio crítico y legítimo de su labor.

Las medidas de prevención de la trata de personas deben integrarse en el trabajo de quienes realizan trabajo humanitario y de protección, en las agendas de las mujeres, la paz y la seguridad, y en las medidas de transición para la construcción y el mantenimiento de la paz. Es necesario adoptar medidas urgentes para hacer frente a los desplazamientos y conflictos relacionados con el clima, a fin de garantizar la prevención eficaz de la trata de personas.

Debemos garantizar que se refuerce la responsabilidad por la trata de personas en situaciones de conflicto, incluso mediante la aplicación efectiva del derecho internacional humanitario, el derecho penal internacional y el derecho internacional de los derechos humanos.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.

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