Relatoría Especial condena doble asesinato de comunicadores Germán Vallecillo
y Jorge Posas en Honduras; urge continuar la investigación en línea con la
actividad periodística
Julio 9, 2020
Washington
D.C., - La Relatoría
Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) condena los asesinatos del periodista hondureño
Germán Vallecillo y el
camarógrafo Jorge Posas del canal 45 de La Ceiba, Honduras. En un contexto de
crisis de violencia contra la prensa, insta al Estado a que investigue de forma
completa, efectiva e imparcial la autoría material e intelectual de estos
crímenes y su vínculo con la actividad periodística.
De acuerdo con la información disponible, el
miércoles 1º, los comunicadores Vallecillo y Posas fueron interceptados por un
vehículo desde el que desconocidos les dispararon numerosas veces con armas de
fuego produciendo la muerte inmediata de ambos. De acuerdo a la información
disponible, las cámaras de seguridad de la zona muestran que los sicaros los
esperaban en forma deliberada en la zona Residencial El
Naranjal de la ciudad de La Ceiba.
Vallecillo, de 41 años y Posas, de 27 años,
trabajaban para el Canal 45 de TV de La Ceiba, departamento de Atlántida. Según señalaron medios locales, Vallecillo se dirigía a una reunión familiar porque ese día era su cumpleaños. Con posterioridad a los hechos,
el Estado informó que
la Fiscalía
y la Dirección Policial de Investigaciones desplegaron una serie de diligencias
en forma inmediata.
La oficina de la Secretaría de Derechos Humanos de Honduras informó
a esta oficina que la causa está
siendo instruida por la Sección
de Muerte de Personas Pertenecientes a Grupos Sociales Vulnerables de la Fiscalía Especial de Delitos contra la Vida, con sede en
San Pedro Sula. Según señalan las autoridades, se estaría siguiendo la línea de investigación determinada por la labor periodística de las víctimas. Asimismo, indicaron que se logró
recabar importante información
que habría
permitido la identificación de testigos y ubicación de dos presuntos
responsables del homicidio de ambos comunicadores, respecto a los cuales se
habría
presentado requerimiento de la Fiscalía.
Esta Oficina ha
advertido en forma reiterada sobre la persistencia de la violencia contra
periodistas y medios de comunicación en Honduras. En 2019 al menos
seis periodistas fueron
asesinados por motivos que podrían estar vinculados con el ejercicio de la actividad
periodística. Asimismo, en el reciente "Informe sobre la situación de los
derechos humanos en Honduras" la CIDH recordó que, pese a los esfuerzos por
parte del Estado —por ejemplo, las reformas al marco legislativo e
institucional en materia de prevención, protección y procuración de justicia—
persisten altos niveles de
violencia en el país, que afectan particularmente a periodistas y
trabajadores de la comunicación. También se señala que la
mayor parte de los casos de asesinatos o amenazas denunciados permanecen
impunes.
Por su parte, el Comisionado Nacional de los
Derechos Humanos en Honduras, recordó que entre 2001 y 2020 se registraron más
de 80 asesinatos de trabajadores de medios, de los cuales la mayoría continúa
impune. Las organizaciones de la sociedad civil denunciaron esta semana que una
decena de estos asesinatos de comunicadores ocurrieron en el departamento de
Altántida, una zona de particular riesgo en el interior del país.
"Siguen sucediendo casos alarmantes de
periodistas asesinados en Honduras y no observamos que cambie la tendencia de
años anteriores; hacemos un llamado urgente para que el Estado refuerce la
Fiscalía de los Delitos contra la Vida, que concentra este tipo de
investigaciones", indicó el Relator Especial de la CIDH, Edison Lanza.
"En paralelo, se deben adoptar medidas decididas
para fortalecer el mecanismo de protección de periodistas y defensores de
derechos humanos; es imperioso que se realice una inmediata evaluación de la
situación de riesgo de regiones especialmente peligrosas para ejercer el
periodismo y se adopten las medidas de protección correspondientes",
agregó el Relator Especial.
El asesinato de periodistas constituye la forma más extrema de censura. Los Estados tienen la
obligación positiva de identificar y sancionar a los autores de estos crímenes "mediante la acción decisiva para
castigar a quienes resulten responsables. La CIDH recordó al Estado de Honduras
en recientes informes que tiene la obligación de investigar y sancionar
penalmente a todos los partícipes de delitos contra periodistas, incluidos los
autores intelectuales, colaboradores y los eventuales encubridores; además de
investigar las estructuras de ejecución de los crímenes o estructuras
criminales a las que pertenezcan los agresores.
La
Relatoría reitera que el
principio 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la
CIDH establece que "[e]l asesinato, secuestro, intimidación,
amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de
comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta
severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e
investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada".