Lo primero que hay que decir es que para nosotros, para la Organización de los Estados Americanos, el proceso de Cumbres de las Américas es una prioridad principal. Nosotros vemos nuestra Cumbre como la instancia superior de nuestra Organización, además del conjunto del Sistema Interamericano. Ella tiene dos virtudes, reuniéndose no anualmente sino que cada tres años en este caso, ella permite dar una visión muy completa de lo que los Jefes de Estado y de Gobierno de nuestros países, más allá de la coyuntura, quieren hacer para orientar al sistema interamericano en determinadas direcciones.

Si nosotros vemos la Cumbre recién pasada en Trinidad y Tobago, efectivamente había una coyuntura grave. Se hablo mucho de la crisis económica, pero al mismo tiempo se planteó una agenda de protección social, una agenda en materia energética, en materia de cambio climático, los principales temas que todavía están en vigor hoy día. Lo que nosotros queremos alcanzar entonces es esa proyección. Naturalmente cuando nuestros lideres se reúnen siempre van a estar de por medio los problemas inmediatos, los problemas urgentes, pero lo que queremos lograr con todo el trabajo de preparación es que este fundamentalmente enmarcado dentro de una visión mucho más general y completa acerca del futuro de la región en los próximos tres años y creo que estamos avanzando tranquilamente, pausadamente, en esa dirección.

Para eso, la Organización tiene que cumplir por lo menos cuatro tareas fundamentales.

La primera es el seguimiento de lo que se ha hecho en las Cumbres. La única forma que tenemos de saber si estamos dando frutos a las cosas que acordamos, si se están ocurriendo, es conociendo los resultados y creemos que eso hace una contribución muy fundamental. Como decía la presidenta del SISCA, es un avance no solamente tecnológico, es un avance conceptual, es un avance político fundamental que permita ir siguiendo lo que nuestros países esta haciendo para cumplir e implementar los acuerdos de la Cumbre. Algo que yo he dicho siempre –aunque más de algún amigo ha dicho que las cumbres toman acuerdo y después no pasa nada- es que eso seria completamente imposible porque el resultado de la Cumbre son las prioridades que los Jefes de Estado y de Gobierno tienen al momento de hacerlo.

Por lo tanto, resultados en torno a la cumbre van a ocurrir de todas maneras y el tema es de tener la capacidad y la metodología para colocarlas en un sistema que nos permita dejarla en la cuenta ordenada, y eso es una primera tarea. Lo que la presidenta acaba de decir se complementa con el seguimiento de las Cumbres Ministeriales. No puede ocurrir que la Cumbre Ministerial vaya por un lado y la Cumbre de Jefes de Estado y de gobierno por otro. Tenemos que tener integración del seguimiento de ambas cosas y esa tarea tiene que hacerse en la organización en casi de todas las materias. Por cierto, lo hará el BID en los temas de las reuniones Económicas de Ministros, o las hará otro organismo respecto a los Ministros de Salud en el caso de la OPS. Pro lo importante es que hay una coherencia entre los acuerdos de la Cumbre y los acuerdos que nuestros ministros toman en las reuniones sectoriales. Esa es una primera gran tarea al tema de seguimiento.

Un segundo tema es la coordinación, más allá de los países con otras entidades, lo cual logramos a través de nuestro Grupo Conjunto de Trabajo en las Cumbres, con todos los organismos internacionales involucrados en esto, que es muy central porque no cabe duda que si la Cumbre es la instancia máxima del sistema, todos los órganos del sistema tienen el mayor interés en que la Cumbre tenga éxito y que pueda proponer decisiones que sean realizables por parte de los organismos internacionales, que también van a cumplir una parte muy fundamental de su implementación.

Y por esa razón es que estamos funcionando ya con el Grupo Conjunto de Trabajo de Cumbres y entregando aquí un informe que busca colaborar con la agenda interamericana y las cumbres compilando los esfuerzos colectivos del grupo en los temas prioritarios en la Declaración de Puerto España y registrando la manera en que las instituciones trabajan conjuntamente en programas regionales para asistir a los estados en sus compromisos hemisféricos.

Quiero decir también que no es solamente esta coordinación la que tenemos que hacer en este punto porque esta también la coordinación con la sociedad civil. Estamos presentando aquí un documento sobre la comunidad, es decir, vamos presentando otro sistema, lo que denominamos la Comunidad Virtual de Cumbres. A través de la Comunidad Virtual de Cumbres, todos los integrantes de la sociedad civil, sean organizaciones o incluso personas, puede satisfacer sus intereses en participar al proceso de cumbres, un espacio abierto en línea, que tiene herramientas complementarias a los foros de participación presénciales que ya tiene abierto a la Organización de los Estados Americanos.

El penúltimo punto de la tabla es precisamente la presentación de la Comunidad Virtual de Cumbres que es otro instrumento muy fundamental en esta segunda tarea, en la coordinación con las demás organizaciones y la coordinación con la sociedad civil en general.

Una tercera tarea es la del proceso preparatorio de lo que queremos que sea las resoluciones y los temas de la Cumbre. Allí hemos estado trabajando –como ya lo decía- con el Grupo Conjunto de Seguimiento pero el trabajo fundamental lo tenemos que hacer también con el gobierno de Colombia. Estamos ya dedicados a reforzar ese trabajo y esperamos que ya pronto –seguramente cuando el nuevo gobierno de Colombia tenga la ocasión de haberse instalado en su lugar- podamos avanzar muy sustantivamente en lo que va a ser la gran temática de la Cumbre, como la ha anunciado la viceministro.

Y por ultimo, hay que organizar la Cumbre, y aunque esa tarea es fundamentalmente del país sede, nosotros colaboramos con la organización de la Cumbre, como lo hemos hecho en las Cumbres anteriores, sea con toda la parte logística, traducciones, orientación, etc. La Cumbre requiere una organización muy amplia y es una movilización muy sustantiva.

Estamos actuando en todo eso y para mostrar el interés que en esto tenemos, yo quiero decir que he tomado la decisión que la representación especial del Secretario General para la conducción de la Cumbre la asuma a partir del primero de septiembre el Secretario General Adjunto, Embajador Albert Ramdin. El va a ser la persona que va a tener a su cargo dirigir en la OEA estas cuatro tareas; la tarea de seguimiento, la tarea de complementación con los demás organismos internacionales y la sociedad civil, la tarea de preparación de la agenda de la Cumbre, y la tarea de organización.

Nosotros creemos que esta representación especial del segundo oficial elegido de la organización, Embajador Albert Ramdin, es lo que esta tratando de demostrar la jerarquía que nosotros le damos al trabajo de las Cumbres para los próximos dos años.

Muchas gracias.