Bienvenidos a esta XXI Mesa Redonda de Políticas de la OEA que hemos titulado, “PAZ, DESARROLLO Y Seguridad Regional: el Rol de las Organizaciones Regionales y la Sociedad Civil” organizada por nuestro Departamento de Asuntos Internacionales, en la Secretaría de Relaciones Externas, junto con la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales, CRIES.

La Serie de Mesas Redondas de la OEA es un espacio de debate sobre temas de interés hemisférico y nos honra tener el día de hoy con nosotros a un distinguido y diverso grupo de panelistas, todos ellos connotados expertos en sus respectivas materias sean ellas provenientes del mundo diplomático, académico y representantes de la sociedad civil y de organismos regionales.

Esta mesa presenta una oportunidad única para el diálogo entre representantes de gobiernos (en este caso tenemos el agrado de tener a los representantes de Gobiernos de Estados Unidos y Canadá), organismos regionales (SICA, CARICOM, Comunidad Andina), sociedad civil (CRIES, Ploughshares) y la academia porque todos ellos están en un mismo espacio abierto para explorar de que manera pueden cooperar y evaluar capacidades, funciones y responsabilidades complementarias, desarrollar recomendaciones conjuntas para acciones más integradas en un programa que permita fortalecer los procesos de paz en curso en América Latina y el Caribe.
Con el fin de la Guerra Fría, las organizaciones regionales comenzaron a emerger como actores importantes en la construcción de la paz y su mantenimiento. La OEA ha asumido un liderazgo reconocido por todos, acompañando procesos de paz, y apoyando soluciones pacíficas a los conflictos inter-estatales e intra-estatales. Nuestra normativa, nuestra (prácticamente) exclusividad en la posesión del derecho de las Américas ha permitido que precisamente esas normas jurídicas sean las utilizadas en la solución de un conjunto de controversias.

La carta de la OEA ha sido la principal herramienta con la que cuenta el Sistema Interamericano para el manejo y la resolución de conflictos en el continente. Por razones históricas, los buenos oficios, la solución negociada, el desarrollo de medidas de fomento de la confianza, la verificación y aplicación de procedimientos jurídicos, han adquirido una legitimidad privilegiada en las Américas y al mismo tiempo han ido adaptándose a los nuevos contextos y desafíos, basta decir que desde que se fundó la Organización de los Estados Americanos en 1948 no hemos tenido ningún conflicto realmente importante entre sus Estado miembros; sin embargo, no es porque no tengan dificultades y problemas, de hecho América Latina es la región del mundo que más pleitos ha litigado en la Corte Internacional de Justicia. Nos hemos acostumbrado a la mediación, al dialogo, a la solución pacífica y por último a las instancias jurídicas para resolver los problemas.

También la Carta Democrática Interamericana ha probado tener una capacidad demostrada para prevenir y resolver conflictos en la región, Incluso tiene el potencial de ser más efectiva con la ampliación de algunos aspectos normativos.

En estos marcos jurídicos en los últimos años hemos desplegado misiones en el terreno que han contribuido a la construcción de la paz y el fortalecimiento de la democracia en distintos países del hemisferio: Nicaragua en 1990, Surinam en 1992, Haití en 1994, y 2005, en Guatemala en 1996, Perú en el 2000, Colombia desde 2004 hasta el presente; hay que destacar a firma del acuerdo recientemente entre Belice y Guatemala, con el fin de mantener buenas relaciones bilaterales, así más recientemente para concordar una solución jurídica a la controversia que mantiene esos dos países, todo eso suscrito en el marco de la OEA. Nuestro trabajo en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Ecuador y Colombia donde ya podemos mostrar algunos buenos resultados.

El papel que tienen las organizaciones de la sociedad civil también es importante, facilita la construcción de la paz, y ofrece enfoques comprometidos, creativos y sostenibles. En estos contextos, el liderazgo de los gobiernos acompañado por una sociedad civil activa, contribuirán sin duda a fortalecer la gobernabilidad democrática, promoviendo soluciones pacíficas a los problemas y tensiones que enfrentan algunos de los países.

Sin más preámbulo, quisiera presentar a ustedes al moderador del primer panel de esta Mesa Redonda, a Victor Rico, Secretario de Asuntos Políticos de la OEA. Agradezco a todos nuestros panelistas que nos acompañan hoy, a los Embajadores, miembros de la sociedad civil y al público que están con nosotros esta mañana.

Muchas gracias.